viernes, 26 de abril de 2024

CRISIS POR LOS FONDOS , EL GALLEGUITO ÁLVAREZ Y VILLARRUEL


El Gobierno cambia al principal negociador con las universidades por el impacto de la marcha
A pesar de las críticas contra la manifestación, la Casa Rosada revisó su estrategia y entregó a Torrendell el manejo de las conversaciones
Jaime Rosemberg
Carlos Torrendell, secretario de Educación
Más allá de las declaraciones públicas, el gobierno de Javier Milei acusó el golpe luego de la multitudinaria marcha universitaria de ayer en reclamo de mayor presupuesto para la educación pública, del que participaron estudiantes, agrupaciones políticas y gremiales. “Fue masivo, es indiscutible; el reclamo existe, aunque no vamos a cerrar ni podemos cerrar las universidades públicas; hoy festejan ellos”, reconocieron en la Casa Rosada. La autocrítica a puertas cerradas contradice los mensajes públicos del presidente Javier Milei, que volvió a relativizar la marcha e insistió con los cuestionamientos contra las figuras políticas de la protesta. Los cambios, de cara al futuro, ya se definieron: según pudo saber  el secretario de Educación, Carlos Torrendell, será de ahora en más la cabeza de la negociación con los rectores, en vez del subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez.
Ante la masividad del reclamo, afloran en el Gobierno dos posturas bien diferenciadas. Una, que incluye a varios de los referentes más cercanos al Presidente, es la de redoblar la apuesta e ir contra los “curros” que atribuyen al sector de la UCR que responde al liderazgo de Martín Lousteau en la universidad pública, a quien visibilizan como uno de los promotores de la manifestación. Por otro lado, los “moderados” apuntan a “errores de comunicación” en relación a las negociaciones con los rectores, y apuntan al “desgaste” de Alejandro Álvarez, secretario de Políticas Universitarias, bajo la órbita del secretario de Educación Torrendell, en el Ministerio de Capital Humano que encabeza Sandra Pettovello.
“A partir de ahora, el que negocia es Torrendel, Alvarez lo va a acompañar”, contaron a este diario altas fuentes del Gobierno. No fueron pocas las críticas internas a Alvarez, que “les dio la plata a las universidades, y encima se comió la protesta” que el martes llenó la Plaza de Mayo.
Carlos Torrendell, secretario de Educación
“No creo que haya malestar (con Torrendel y Álvarez), se sabía que la marcha iba a ser masiva”, afirmó una de las voces moderadas, pero igualmente cercanas a Milei, que reconoció que “se podría haber comunicado más y mejor lo que se estaba haciendo” en pos de resolver la negociación con las universidades.
Desde ese sector, sin embargo, marcaron notorias diferencias entre el secretario de Educación y Álvarez, a quien responsabilizan por el fracaso de las negociaciones. “En las reuniones Torrendel venía y ponía paños fríos. Después llegaba Álvarez y rompía todo lo que se había negociado”, señaló uno de los interlocutores de los funcionarios a la hora de revisar el presupuesto y las asignaciones a las casas de estudio. “No tuvo una buena negociación”, reconocieron fuentes del Gobierno en relación con Álvarez y su contacto con las autoridades universitarias. Por el contrario, el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, había elogiado a Torrendel en declaraciones radiales, antes de la manifestación.
Las universidades, expresaron fuentes de ese sector, veían la necesidad de otro interlocutor para poder llegar a un acuerdo.
“Nosotros le hicimos una propuesta que ellos estuvieron de acuerdo, después “pasaron cosas”, pero no estamos lejos de cerrar el tema de los gastos de funcionamiento”, estimaron voces oficiales con conocimiento de lo negociado.
En el sector de los “duros”, sin embargo, no había reconocimiento de errores, ni nada que reprocharle a Pettovello y sus colaboradores en materia educativa. “Si avanzamos en las auditorías, ponemos en debate los curros que existen, que todos saben que están, también será una ganancia para nosotros”, susurraron con tono amenazante voceros de ese sector, que propone ir contra el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, mano derecha de Lousteau, como manera de infringirles “un costo” a los dirigentes radicales, que se oponen frontalmente a la política del Gobierno.
El “contraataque” por medio de auditorías-que son potestad de la Auditoría General de la Nación por orden del Congreso y la Sigen- se daría “no ahora, sino en los próximos meses”, cuando baje la espuma de la manifestación contra la política educativa del Gobierno.
“La educación pública es parte de nuestro proyecto, por supuesto con algunos matices”, dijo el portavoz Manuel Adorni, en su conferencia de prensa diaria, aunque se mostró en contra “de que se haya intentado convencer de que vamos a cerrar la universidad pública, porque no es cierto”.
“Quieren meter miedo, pero no tenemos nada que esconder”, dijeron desde la conducción radical de la universidad, donde ven venir la andanada del Gobierno, tocado luego de las miles de personas que ayer se manifestaron en reclamo por el ajuste a las universidades públicas.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&


El Galleguito Álvarez, el peronista que abrazó la motosierra y enfrenta críticas
El subsecretario de Políticas Universitarias creó una fuerza estudiantil y trabajó en el Congreso; ahora denuncia la “sovietización” de la UBA
Maia JastreblanskyAlejandro Álvarez
Alejandro Álvarez, el subsecretario de Políticas Universitarias de Javier Milei, es un converso. Cualquiera que mire su currículum, que repase su militancia en el PJ o que conozca su historia en los claustros diría que es un claro exponente de la “casta universitaria”. Pero su vida personal dio un vuelco en 2018, con el debate por el aborto legal. Ese momento lo encontró operando a favor de la causa celeste en el Senado. En palabras del propio Álvarez, según dicen quienes lo frecuentan, ese fue un punto de inflexión en su vida y un “clic moral”.
Álvarez parece hoy “más mileísta que Milei”, dicen quienes lo tratan. El funcionario denuncia que hay un “clima de sovietización” en las universidades y a cada rector que toca la puerta de su oficina le advierte que cortará las transferencias discrecionales y que auditará cada peso girado a las casas de estudios a través de la Sindicatura General de la Nación (Sigen). En X –donde es muy activo, como el Presidente–, dijo que el apagón que se practicó en las facultades como gesto por el reclamo presupuestario fue un acto de “terrorismo”.
Pero Álvarez también fue y es parte de la universidad pública. Todavía da clases como titular de Ciencia Política del CBC de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y es profesor adjunto de Historia Económica Contemporánea de la Universidad Nacional de La Matanza (Unlam). Para los que tienen historia en la política estudiantil, antes de ser funcionario de Milei, Álvarez es “el Galleguito”.
El funcionario es hijo de Alejandro “Gallego” Álvarez, mítico fundador de Guardia de Hierro, la agrupación que trabajó para el retorno de Juan Domingo Perón del exilio y que se oponía a la lucha armada de Montoneros. Esa cantera formó cuadros como José Manuel de la Sota, Julio Bárbaro, y Juan Carlos y José Octavio Bordón. Así, Álvarez hijo respiró peronismo desde la cuna y vio desfilar por la mesa familiar a decenas de dirigentes, legisladores y funcionarios. Quienes lo frecuentan destacan la biblioteca de más de 6000 ejemplares que heredó de su padre.
Cuando estudió Ciencia Política en la UBA, Álvarez se zambulló de lleno en la militancia peronista. En la Facultad de Ciencias Sociales, al inicio de 2000, fundó La Vallese, una agrupación que, según su web, enarbola tres banderas del justicialismo: “independencia económica, autonomía política y justicia social”.
La Vallese integró la Juventud Universitaria Peronista (JUP), donde Álvarez llegó a ser dos veces miembro de la mesa nacional. “En esa época, en la Federación Universitaria Argentina (FUA), por el radicalismo estaba Franja Morada y por el peronismo había tres espacios: La Cámpora, que recién arrancaba; la JUP tradicional, y la pata de la JUP que se referenciaba en La Vallese del Galleguito”, describe a la nacion un rector que solía compartir esos ámbitos con Álvarez.
El funcionario de Milei también se involucró en la vida gremial universitaria como profesor. Hasta 2018 fue militante de la Asociación de Docentes de la UBA (Aduba), una organización que constantemente defiende la universidad “pública, gratuita, inclusiva y de calidad”.
El vicerrector de la UBA, el referente radical Emiliano Yacobitti (devenido adversario del Gobierno), es contemporáneo de Álvarez. “Siempre rivalizamos, entonces y ahora”, lo escucharon decir recientemente al funcionario nacional que hoy suele tildar de “chorros” a rectores, gremialistas y dirigentes estudiantiles.
Además de una vida en los pasillos universitarios, Álvarez fue casi tres décadas empleado de planta del Congreso y tuvo un paso fugaz por la gestión de Néstor Kirchner. En 2003 fue asesor del primer secretario de Ciencia y Tecnología del gobierno kirchnerista, Tulio Del Bono. Gracias a eso viajó a la Antártida.
En 2008 se desempeñó en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados como asesor de Gustavo Marconato, por entonces legislador del Frente para la Victoria. Álvarez asegura que se alejó del kirchnerismo con el pacto con Irán. En 2017, y siendo parte de la planta del Senado, encontró refugio en el despacho de Guillermo Snopek. Al año siguiente se inauguró la primera discusión para legalizar el aborto. Álvarez se pintó la cara de celeste y comenzó a operar en la Cámara alta en contra de la ley. A los libertarios suele decirles que el rechazo al proyecto –que ese año frustró la iniciativa– “se terminó de cerrar en el despacho de Snopek”.
Durante ese debate conoció a Santiago Santurio, por entonces un asesor de Pro en Diputados que había intentado mover los hilos como miembro de la Unidad Provida. Santurio luego se integró al proyecto de Milei como su asesor legislativo y atrajo a Álvarez a las filas libertarias.
“Yo tengo historia en el peronismo, pero hoy me representa Javier. La clase obrera votó a Milei”, suele decir Álvarez, que cursó un doctorado en Economía en la Unlam y carga con el karma de la tesis, que todavía no entregó. Eligió hacer su trabajo sobre la emisión monetaria, la inflación y las cuasimonedas. Las disertaciones económicas de Milei en la televisión siempre lo fascinaron. “Alejandro es de los más convencidos del proyecto”, dice un referente libertario que lo conoce bien. Ahora que el partido nacional de La Libertad Avanza está en formación, él asegura que está dispuesto a afiliarse. Con el jefe del Estado no tiene trato directo.
Desde que llegó a su cargo, Álvarez le dejó muy claro a la comunidad universitaria: “No vengo a representar a los rectores, sino al Gobierno”. Un mensaje chocante entre las autoridades universitarias, que estaban habituadas a tratar con un par suyo del otro lado del escritorio.
En el primer plenario del Consejo In te r universitario Nac ion al (CIN), Álvarez dio la nota y salió a señalar con el dedo a los rector es, un contraste notorio con el trato amable que minutos antes les había dedicado Torrendell. “La burocracia universitaria no es una prioridad para nosotros. Esto no es Disney”, les enrostró.
Ayer, tras la multitudinaria marcha en defensa de la universidad pública, el Gobierno decidió correr a Álvarez de las negociaciones con los rectores y colocar allí a Torrendell.
Pero para el funcionario no hay ningún secreto: su prioridad es controlar los fondos, surcar la legislación que determina la autonomía universitaria para hacer una “auditoría conjunta” con protagonismo de la Sigen. Para los rectores, se erigió como un interlocutor hostil. Creen que su único objetivo es entrar con la motosierra en el sistema que lo albergó en sus años de juventud.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&


Villarruel redobló sus duras críticas por la marcha
En diálogo defendió sus dardos contra las Madres de Plaza de MayoGustavo Ybarra
La vicepresidenta Victoria Villarruel reivindicó las críticas que lanzó en las últimas horas contra las Madres de Plaza de Mayo y los políticos que participaron de la marcha en reclamo por el presupuesto universitario, a los que volvió a calificar de “cadáveres políticos”, y minimizó las duras réplicas que recibió de varios senadores kirchneristas, a los que les respondió: “No necesito que piensen como yo, simplemente necesito que laburen”.
“Hubo una clara provocación desde el escenario en el acto de ayer. ¿Qué tiene que hacer Taty Almeida en una marcha de universitarios hablando de una derrota electoral con personas que son cadáveres políticos, como Cristina, Massa, nutriéndose de lo que es un reclamo con el que puedo o no estar de acuerdo, pero que es un reclamo, que estamos en democracia y lo pueden hacer?”, cuestionó la vicepresidenta en diálogo
En ese sentido, Villarruel adjudicó a “lo que es la dinámica de Twitter (ahora X)” el posteo en el que acompañó un video del discurso de Almeida en el acto en Plaza de Mayo con la leyenda “Hebe, lo que te perdiste”, en alusión a la expresidenta de Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini, fallecida en noviembre de 2022.
La presidenta del Senado dijo que “el tuit de ayer es parte de lo que es la dinámica de Twitter, nada más”, “Ahora, dentro de esa dinámica puedo mandarme un comentario más jocoso; hoy publiqué un descargo serio, como persona que egresó de la UBA y de la UTN”, explicó.
“Fue difícil ser estudiante en la UBA pensando distinto y me parece que la libertad de expresión y de pensamiento es lo que debe primar en una casa de estudios; y muchos de los que pensamos distinto, claramente nuestros votantes también han pensado distinto todos estos años, no tenemos tanta libertad en ese tipo de lugares”, abundó la vicepresidenta.
Villarruel consideró que “la educación, la universidad pública es un orgullo de la República Argentina”, pero insistió en defender la política del Poder Ejecutivo de controlar el uso de los fondos públicos por parte de las universidades. “No veo dónde está la incompatibilidad con que auditemos los gastos”, sostuvo.
“Usted consideró como jocoso el tuit en el que mencionó a Hebe de Bonafini, pero la senadora Anabel Fernández Sagasti la consideró una ‘persona horrible’ por ese tuit”, preguntó 
“Es parte del público al que ella le tiene que reportar; tengo una cordial relación con todos los senadores. No tiene para mí mayor importancia”, replicó Villarruel las críticas de la legisladora mendocina y vicepresidenta del bloque de Unión por la Patria de la Cámara alta .
“No vi lo de Wado de Pedro”, respondió cuando este diario le comentó que su tuit contra la expresidenta de Madres de Plaza de Mayo también había merecido una dura réplica del senador kirchnerista por la provincia de Buenos Aires.
Por último, la vicepresidenta desestimó que sus críticas puedan afectar el funcionamiento del Senado, que preside, ante la reacción que generaron en la bancada kirchnerista. “Yo voy a tener siempre una cordial relación y entiendo que acá estamos en la casa de todas las provincias y es una casa, además, donde la libertad de expresión está garantizada”, afirmó. “No necesito que opinen como yo, no necesito que piensen que soy una amiga, necesito simplemente que laburen”, remató la presidenta de la Cámara alta.
Previamente había difundido un texto en el que resaltó el rol de la universidad pública, y agregó: “Pero de calidad, libre y para todos; donde pienses y no te bochen por decir lo que pensás; donde puedas estudiar y no tengas que ver carteles del infame Che Guevara, Marx o las señoras de los pañuelos blancos que se enriquecieron los bolsillos con una tragedia”

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.