jueves, 25 de abril de 2024

La historia de Billiken




La historia de Billiken: el caso de Marco Tulio Valencia Duque y otras formas en las que una revista te puede cambiar la vida
La historia de Billiken
Alfredo Sábat
El vínculo afectivo que genera conectar la publicación con los recuerdos entrañables de la infancia prevalece en esta biografía que, además de la calidez de la nostalgia, incluye períodos incómodos en la Argentina de los años 70
Marco Tulio Valencia Duque nació en 1920 en Santuario, Colombia, una región de bosque y montaña en la zona cafetera. Perdió a su padre cuando tenía sólo dos años y su madre dependía de la ayuda familiar para cuidar a sus tres hijos. Marco iba a la escuela cuando el dinero se lo permitía y a los 15 sólo había cursado un total de cinco años. Empezó a trabajar a tiempo completo en las fincas de café a cambio de comida y alojamiento, pero sus perspectivas mejoraron cuando un pariente le ofreció su propia parcela. Esto significaba que podía quedarse con las ganancias de lo que cosechaba y vendía. Una vez cubiertos sus gastos básicos, le quedaba lo justo para invertir en su educación. Cada semana, Marco visitaba al librero señor Vélez, que traía sus mercancías a Santuario a lomo de burro, y cada semana compraba una revista infantil argentina llamada Billiken.
"La historia de Billiken", de Lauren Rea (Sudamericana, $ 19.990)
Billiken se convirtió en la conexión de Marco con el mundo exterior. La utilizaba para continuar su educación: practicaba la lectura a través de sus cuentos e historietas, aprendía sobre geografía e historia y se inspiraba en las hazañas de los Grandes Hombres de América Latina Leía y releía los lemas al pie de cada página: “Procura descubrir tu vocación”, “Sé para tu madre un motivo de alegría”, “Un hoy vale más que dos mañanas”. El que más le gustaba era “La vida más ocupada es la menos infeliz” Años más tarde, Marco contaría cómo tomó esa frase y todo lo que aprendió en las páginas de Billiken y lo utilizó para transformar su vida. Llegó a ser empresario y líder comunitario. Tuvo siete hijos y once nietos, una de los cuales fue a estudiar a Argentina. Cuando Alba, la hija de Marco, viajó a Buenos Aires para visitar a su hija, se presentó en las oficinas de Editorial Atlántida Marco le había pedido que concurriera al lugar en donde se hacía Billiken para contar ahí cómo esta publicación había cambiado la vida de un niño colombiano.
La historia de Marco es la manifestación del sueño de Constancio C. Vigil, fundador de Billiken, para su revista: la transmisión de una sensibilidad panlatinoamericana hermanada con las ganancias comerciales de la publicación regional. Aunque la influencia de la revista se dejó sentir sobre todo en Argentina, llegó también a la mayor parte de América Latina. La jueza Elizabeth Odio Benito, nombrada presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2020, recordó cómo le enseñó a leer en la Costa Rica de la década de 1940. En la misma época, el futuro premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa la leía, y los primeros recuerdos de lectura del escritor y periodista mexicano Carlos Monsiváis son de una versión adaptada de La Odisea de Homero publicada como parte de la Biblioteca Billiken. La historia de Marco es también emblemática del vínculo afectivo que se genera al conectar esta publicación con los recuerdos entrañables de la infancia: la maestra que mandaba a hacer la tarea con Billiken, tomar la leche recortando y pegando las figuritas que traía, y papá que volvía del trabajo los lunes con la revista abajo del brazo. Para la artista argentina Mirta Toledo, que creció en la década de 1950 en una casa de inquilinato, era su “ventana al mundo en un cuarto sin ventanas”. En una charla en Londres para conmemorar el centenario de Billiken, el entonces embajador argentino en el Reino Unido, Carlos Sersale di Cerisano, dijo: “Es un tesoro nacional y parte de todos nuestros recuerdos como niños y padres”.
Tapas de ejemplares de la revista de diferentes épocas: la primera, con icónica la imagen del chico futbolista del ojo vendado, se publicó en 1919Editorial Atlántida

Al igual que el embajador hablaba de “nuestros” recuerdos, Billiken habla de “nosotros”, empleando lo que Billig denomina “la deixis de patria”, que “invoca el ‘nosotros’ nacional y nos sitúa dentro de ‘nuestra’ patria”. Al hablar de “nosotros”, la revista creó un recordatorio semanal de la nacionalidad y fue una de las formas en que se insertó en los discursos de construcción nacional. Antes de establecer la identidad de este “nosotros”, primero hay que determinar a quién excluye, y está claro que no todo el mundo en Argentina creció leyéndola. La crítica ha señalado su línea editorial dominante que construyó un imaginario homogéneo de lectores blancos y de clase media, reafirmando discursos patriarcales y conservadores y que dejaba poco espacio a la diversidad o a la disidencia de las normas establecidas Billiken no es recordada con cariño universal. La calidez de la nostalgia que la rodea coexiste con otros recuerdos diferentes e incómodos. La asociación negativa más extendida se refiere al apoyo a la dictadura cívico-militar de 1976 a 1983 a través de la complicidad de Editorial Atlántida con el régimen. Este libro explora las complejidades y contradicciones de este producto de la cultura infantil, entendiéndolas como parte constituyente de su identidad. Si bien esta publicación es una biografía de la revista y no un estudio sobre su recepción, el efecto acumulativo de los recuerdos y anécdotas que he recogido a lo largo de la última década ha sido clave para entender su importancia. Crecí en el Reino Unido, hija de una madre inglesa y un padre de Irlanda del Norte. Visité Argentina por primera vez a los 18 años. Yo no formo parte del “nosotros” que leyeron Billiken y estos no son mis recuerdos de infancia.
Desde el mundo académico, la primera en identificar la relevancia de esta revista como producto cultural fue Mirta Varela. Su libro Los hombres ilustres del Billiken (1994), piedra fundacional de los estudios posteriores sobre la revista, demuestra cómo encontró su lugar junto a los manuales escolares oficiales al ofrecer discursos complementarios e innovadores, poniendo como ejemplo las biografías de los próceres. La contribución clave de Varela fue demostrar por qué esta publicación, tan omnipresente en Argentina que se había convertido en algo común y corriente, era, más bien, un “núcleo” de la cultura argentina y parte de la memoria histórica. Los escritos sobre Billiken tienden a ocuparse de un período específico o de una sección de su contenido en particular. El presente libro es el único estudio que engloba toda su historia para intentar entender cómo llegó a ocupar su lugar en la cultura nacional. Se basa en el acceso exclusivo a la tirada completa de ejemplares alojados en el archivo privado de Atlántida y que todavía no están digitalizados.
Lauren Rea, la autora del libro, nació en Reino Unido en 1981 y visitó la Argentina por primera vez a los 18 años; publicó anteriormente "La radionovela argentina en la década infame" y "100 grandes mujeres latinoamericanas"
Billiken es única: ninguna otra revista infantil en el mundo publicó tantos números y de contenido tan variado durante un período tan largo. Como revista excepcional, ofrece la oportunidad de poner a prueba la idea del “excepcionalismo de las revistas” que sostiene que este producto de la cultura popular no sólo refleja a la sociedad, sino que también la construye. En el caso de Billiken, la reflexión se convirtió en amplificación a escala masiva, sostenida a lo largo de múltiples generaciones, maximizando su potencial para moldear y guiar los cambios sociales. Como veremos, el hecho de que se haya dedicado a un público infantil es fundamental por el lugar que ocupan las infancias en el imaginario social. El primer número salió a la calle el 17 de noviembre de 1919 bajo la consigna “la revista de los niños”. Para pensar en el contexto fundacional conviene detenernos en cada uno de estos elementos: ¿quiénes son los niños de Billiken? y ¿por qué la revista es tan significativa dentro de la cultura popular?
La primera edición salió en 1919
Durante su centenario, en 2019, la compañía decidió poner fin a su formato papel, siendo su último ejemplar impreso la edición aniversario publicada en noviembre de dicho año

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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