martes, 23 de abril de 2024

PRONÓSTICO Y GAS


Prevén que la inflación de abril podría ser de un dígito por primera vez en 6 meses
Que se mantenga la dinámica a la baja del segmento alimentos y bebidas es la condición, según informes de consultoras
Luján Berardi y Carlos ManzoniEl alza del rubro alimentos rondaría entre 6 y 8,9%, según diferentes consultoras
Todavía en niveles muy altos, la inflación en la primera quincena de abril habría arrojado buenas noticias para el Gobierno, ya que, según el relevamiento de consultoras privadas, el avance de los precios en ese período ronda el 9%. Apoyados sobre estas cifras, los analistas estiman que el índice de precios al consumidor (IPC) podría ubicarse en un dígito en el cuarto mes del año, el gran objetivo del equipo económico que dirige Luis Caputo.
El índice que elabora la Fundación Libertad y Progreso registró un aumento del 9,5% mensual en la primera mitad de abril, desacelerando 1,1 puntos desde el 10,6% relevado al cierre de marzo. “En comparación con el IPC del Indec de marzo, que dio 11% mensual, la desaceleración es de 1,5 puntos porcentuales”, indicó la entidad.
En la segunda semana de abril, según el análisis de Libertad y Progreso, la variación fue del 0,4% semanal, el registro más bajo en seis meses. “Hay que remontarse hasta octubre de 2023 para encontrar una suba similar. De esta manera, proyectamos que la suba del IPC LyP en abril se situaría en el 9%, siendo la primera variación de un dígito desde octubre de 2023”, afirma el informe mencionado.
No es la única proyección que ubica la inflación en un dígito ya en abril, es decir, un mes antes de lo que había estimado el propio Gobierno. Este optimismo se basa, en parte, en la desaceleración de los precios de alimentos y bebidas, un rubro de alto impacto en la medición, aunque deben tenerse en cuenta otros factores, como el ajuste en las tarifas de servicios públicos y las microdevaluaciones (crawling peg) del 2%.
Como explica el último informe de C&T Asesores Económicos, aunque los precios minoristas para la región del Gran Buenos Aires muestran un fuerte impacto del ajuste de las tarifas de gas y agua, también se observa una moderación en otros rubros, como alimentos, lo que podría llevar a que la inflación general de abril fuera de un dígito.
María Castiglioni, economista de esa firma, explicó que, por el momento, el segmento de alimentos está marcando 8,3%. Pese a que en la primera semana del mes se registraron subas en carnes y lácteos, principalmente, en la segunda se consolidó la tendencia de desaceleración.
“Hubo una fuerte caída en verduras y mucha desaceleración en alimentos, infusiones y bebidas. Mirando esta tendencia, y tratando de ser prudentes, estimamos que la inflación en el GBA, que es donde más pesa la suba de tarifas, puede cerrar entre 9,5 y 10,5%. O sea, podría estar en un dígito, pero hay que ver cómo sigue la dinámica. En el resto del país es muy probable que termine en un dígito”, detalló Castiglioni.
De hecho, según los datos de LCG, la suba de ese segmento clave promedia 6,2% en las últimas cuatro semanas y acumula 0,6% en las primeras dos del mes. Esto se explica por la caída de los productos panificados, azúcar, miel, aceites y verduras, entre otros.
Importante moderación
Con esto en vista, la economista Rocío Bisang, de la consultora EcoGo, estimó el cierre del mes alrededor de 8,9%: “En general, estamos viendo una moderación bastante importante en todos los rubros, salvo vivienda, donde los aumentos de tarifas impulsan al alza”, comentó
También la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) aportó números que reflejan una desaceleración. Tomando como base la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), indicó que la inflación núcleo –que no incluye ni productos estacionales ni regulados, por lo que es el mejor indicador para analizar la tendencia inflacionaria– registró el menor incremento para una segunda semana del mes desde septiembre último: 1,4%.
En el relevamiento de Econviews, en tanto, la baja de alimentos habría llegado al 8,8% en las primeras dos semanas del mes, lo que significaría un ritmo semanal de 1%, por lo que el segmento podría cerrar en torno al 6% o 7%, el menor registro desde julio de 2023. Pese a esto, según su informe, los aumentos de tarifas y servicios mantendrían la inflación un poco por encima y se acercaría al 10%.
“Ya estamos muy cerca de que sea de un dígito. Y puede terminar siéndolo tranquilamente. El ancla cambiaria es muy efectiva para controlar los alimentos (a costa de que se siga apreciando el tipo de cambio), y esta categoría representa más del 20% del IPC. La recesión también está ayudando a moderar las subas. Entonces, como el rubro alimentos podría cerrar el mes cómodamente en un dígito, no puede descartarse que pase lo mismo con el nivel general”, explicó Alejandro Giacoia, economista de la consultora.
Además, contó que, si bien el gas no tiene un peso muy grande dentro de la medición, las subas de los servicios públicos traen aparejados aumentos de segunda ronda, por lo que el impacto podría ser superior al que representa el ítem en sí.
A pesar de esta baja, que el Gobierno celebró, Martín Kalos, de Epyca, remarcó que “estar en torno al 10% no puede ser calificado bajo ningún concepto como exitoso”.
También hay que considerar que parte de la reducción nominal se debió a la licuación, por ejemplo, de jubilaciones, empleo público y planes sociales. Esto, sumado a que en algún momento se aceleraría o acomodaría la devaluación que hoy está anclada al crawling peg del 2% mensual, el descenso de la inflación, según el especialista, va a volverse más gradual.
Melisa Sala, economista de LCG, dijo que la proyección de la consultora para el cierre de este mes es de un 10% como techo, por lo que podría estar por debajo de los dos dígitos si se mantiene la tendencia actual. “La recesión viene siendo mucho más aguda de lo que estimábamos al principio, y el aumento del gas aportará solo 2,5 puntos porcentuales, porque el peso del gas en la canasta se fue diluyendo”, aclaró.
Otro punto a tener en cuenta es lo que suceda con la unificación cambiaria, que puede implicar, en algún momento, un impacto inflacionario. “Teniendo en cuenta que las herramientas del Gobierno hasta acá han sido sobre todo fiscales, monetarias, cambiarias y desregulatorias, pero no han tenido un uso real, concreto y bien planificado de políticas productivas y de ingresos, eso le suma un problema a este sendero de coordinación de políticas y expectativas económicas, que es muy, muy frágil”, concluyó el economista.
Rosario Vidaurreta, de Analytica, agregó que, dada la baja en la variación intersemanal de alimentos, que se percibió también en el rubro de medicamentos, aunque en niveles todavía muy altos, pronostican que la inflación núcleo se mantenga en un dígito, pero debido a los precios de servicios regulados, principalmente las tarifas del gas, el nivel general todavía se posicione en dos dígitos.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&


La quita de subsidios al gas aumentará la recaudación fiscal
Según el Iaraf, cada $1000 que se eliminen de la subvención, el usuario pagará $1300 en CABA y $1350 en el interior

El Gobierno debe sostener el superávit financiero. Esa es la meta a la que apunta y que, desde el comienzo de la gestión, implicó recortar subsidios y aumentar tarifas de los servicios públicos. Entre los últimos anuncios en esa dirección, por ejemplo, se estipularon incrementos en las facturas del gas que van desde 250% hasta 450%. También la quita de subsidios a este sector es clave para fortalecer la recaudación impositiva, luego de que los datos de marzo arrojaran una caída del 16% interanual en términos reales.
En conjunto con los aumentos, en mayo habrá otra fuerte suba en el precio del gas por la variación del costo de producción, que se encarece durante el invierno, y ese valor se mantendrá desde el próximo mes hasta finales de septiembre.
Con estas medidas impactando directamente en las facturas del consumidor final, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) publicó un informe en el que analizó la recaudación adicional que representaría la quita de subsidios y los aumentos de tarifas, a la vez que evaluó cómo impactaría en las boletas.
La prestación de este servicio está sujeta a impuestos directos e indirectos en los tres niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal, por lo que, si se tienen en cuenta los impuestos indirectos, se puede medir la recaudación extra que el sector público obtendría al incrementar el valor neto del servicio al usuario final, hoy subsidiado por el gobierno nacional.
Según los cálculos del instituto que dirige el economista Nadin Argañaraz, por cada $1000 de quita de subsidios nacionales, la factura de gas aumenta $1350 en el interior del país y $1300 en CABA. Esta reducción de los subsidios, sumada al incremento en el valor neto del servicio (por el alza de tarifas), genera un efecto de “segunda vuelta”, que produce una mayor recaudación.
El informe explica: “Se ha comprobado que el impacto final neto en las arcas nacionales, provinciales y municipal es de una reducción de subsidios al servicio de gas natural residencial es mayor al de una mera reducción de gasto público nacional”.
El ingreso recaudatorio presenta variaciones entre el interior del país y CABA, ya que en el primer caso se pagan impuestos para los tres niveles de gobierno, mientras que en la Capital, solo para dos.
El Iaraf también compartió los datos específicos de cómo quedarían los ingresos extras para la Nación, provincias y municipios en cada caso: con la quita de $1000 de subsidios en el interior, la Nación recaudaría $146 (42%), las provincias, $183 (52%), y los municipios, $21 (6%). Esto llevaría a un total para este ámbito de $350.
En CABA, la Nación obtendría ingresos extra de $146 (48%) y la Ciudad, $157 (52%), que sumarían, en conjunto, $303. Estos números significan, a su vez, que la incidencia tributaria indirecta en el interior representa el 35%, mientras que en CABA, es del 30%.
En el interior, la carga es mayor porque se paga un tributo provincial específico que pondera en el orden del 11% sobre la incidencia indirecta total. En la Capital Federal, el peso tributario sobre el valor neto del servicio, que depende del cargo fijo y del consumo por metros cúbicos, es del 30%, según detalló el Iaraf.
El Gobierno busca alcanzar el equilibrio fiscal y cumplir con las metas fijadas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que planteó la necesidad de subir las tarifas de los servicios para quitarles peso a los subsidios en el resultado fiscal que acordó con el Gobierno.
Pero, cabe destacar, la quita de estos subsidios dependerá de la próxima implementación de la canasta básica energética (CBE), mediante la cual se mantendrá la ayuda a los usuarios que superen en la factura un porcentaje determinado en la comparación con los ingresos de las personas miembros de un hogar. Se observará la cantidad de personas que habitan en él, la biozona de residencia y el consumo promedio de gas y electricidad en el mes en que se realice la medición.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.