Los dólares financieros perforaron los $1300 y subieron 7% las acciones
La brecha cambiaria se redujo por debajo del 40%, mientras que la Bolsa porteña operó al alza
Melisa Reinhold
Luego del cimbronazo del lunes pasado en los mercados globales, las principales Bolsas del mundo cerraron ayer la semana con tendencia alcista. Con un escenario exterior menos hostil para el país, las acciones locales rebotaron hasta 7% y los dólares financieros perforaron la barrera de los $1300.
Al compás de otros índices accionarios internacionales, el S&P Merval presentó el viernes un avance del 3,5%, lo que le permitió recuperar parte de las bajas que arrastraba desde el jueves de la semana pasada. El panel principal, conformado por las compañías con mayor volumen de operaciones, fue liderado por Transportadora de Gas del Sur (+7%), Ternium (+4,6%) y Aluar (+4,4%).
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, más conocidas como ADR, también operaron en terreno positivo. Los papeles de Transportadora de Gas del Sur treparon un 7,1%, seguidos por Edenor (+7%), Banco Supervielle (+5,2%), Pampa Energía (+4,6%) y Telecom Argentina (+4,6%).
“Esta semana, los activos argentinos mostraron una buena performance relativa en un contexto de alta incertidumbre. Dicho esto, los desafíos domésticos lejos están de ser resueltos y el mercado sigue poniendo su foco de atención en las cuentas externas y en cuándo el Gobierno removerá finalmente los controles de cambios”, dijo Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS. Este viernes el Banco Central (BCRA) pudo comprar US$3 millones.
Sin embargo, los bonos soberanos operaron ayer con variaciones mixtas, dependiendo de la legislación y el vencimiento. Los Bonares registraron subas del 1,12% (AL41D) y bajas del 0,25% (AL30D). Entre los Globales, en tanto, hubo títulos que treparon hasta 1,39% (GD46D) y otros que retrocedieron 1,08% (GD38D). El riesgo país cerró la semana en 1558 puntos, seis unidades más que al cierre previo (+0,39%).
“La Argentina amplifica los movimientos del mercado. Por esta razón, contextos de estrés financiero internacional se sienten con más virulencia en el mercado local. De todos modos, el factor idiosincrático de nuestro país también es relevante. Es que la Argentina no siempre se encuentra insertada en el mapa financiero. El cepo y las distintas restricciones amortiguan parcialmente el impacto, al igual que lo hacen las bajas paridades de los bonos. Esto puede explicar el hecho de que las distintas medidas de riesgo no se hayan disparado en la semana”, explicó Nery Persichini, analista de GMA Capital.
En la última rueda de la semana, el blue se vendió a $1355 en las “cuevas” que operan en la City. Fueron $20 menos que el jueves (-1,4%), y terminó la semana con una baja acumulada de $35 (-2,5%).
Los tipos de cambio financieros también presentaron ligeras caídas, aunque estas cotizaciones están presionadas a la baja por la entrada de dólares de exportaciones (pueden liquidar un 20% al CCL), las intervenciones que haga el Banco Central (BCRA) en el mercado financiero y la eventual entrada de divisas por el blanqueo de capitales. En ese escenario, el dólar MEP cerró a $1298,27, un retroceso de $12,2 frente al cierre anterior (-0,9%). El contado con liquidación (CCL) cedió $13,4 y terminó el día a $1297,87 (-1%).
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $939, lo que significó una microdevaluación de $2 frente al cierre anterior (+0,2%), en línea con la política del Banco Central de mantener un crawling peg del 2% mensual. Frente al contado con liquidación, la brecha cambiaria se redujo al 38,2%.
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Desciende rápido la deuda del BCRA que retomó el Tesoro
En pocas semanas, la “bola” de pases pasivos remanente transferida a letras fiscales de liquidez se redujo casi un cuarto
Luego del cimbronazo del lunes pasado en los mercados globales, las principales Bolsas del mundo cerraron ayer la semana con tendencia alcista. Con un escenario exterior menos hostil para el país, las acciones locales rebotaron hasta 7% y los dólares financieros perforaron la barrera de los $1300.
Al compás de otros índices accionarios internacionales, el S&P Merval presentó el viernes un avance del 3,5%, lo que le permitió recuperar parte de las bajas que arrastraba desde el jueves de la semana pasada. El panel principal, conformado por las compañías con mayor volumen de operaciones, fue liderado por Transportadora de Gas del Sur (+7%), Ternium (+4,6%) y Aluar (+4,4%).
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, más conocidas como ADR, también operaron en terreno positivo. Los papeles de Transportadora de Gas del Sur treparon un 7,1%, seguidos por Edenor (+7%), Banco Supervielle (+5,2%), Pampa Energía (+4,6%) y Telecom Argentina (+4,6%).
“Esta semana, los activos argentinos mostraron una buena performance relativa en un contexto de alta incertidumbre. Dicho esto, los desafíos domésticos lejos están de ser resueltos y el mercado sigue poniendo su foco de atención en las cuentas externas y en cuándo el Gobierno removerá finalmente los controles de cambios”, dijo Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS. Este viernes el Banco Central (BCRA) pudo comprar US$3 millones.
Sin embargo, los bonos soberanos operaron ayer con variaciones mixtas, dependiendo de la legislación y el vencimiento. Los Bonares registraron subas del 1,12% (AL41D) y bajas del 0,25% (AL30D). Entre los Globales, en tanto, hubo títulos que treparon hasta 1,39% (GD46D) y otros que retrocedieron 1,08% (GD38D). El riesgo país cerró la semana en 1558 puntos, seis unidades más que al cierre previo (+0,39%).
“La Argentina amplifica los movimientos del mercado. Por esta razón, contextos de estrés financiero internacional se sienten con más virulencia en el mercado local. De todos modos, el factor idiosincrático de nuestro país también es relevante. Es que la Argentina no siempre se encuentra insertada en el mapa financiero. El cepo y las distintas restricciones amortiguan parcialmente el impacto, al igual que lo hacen las bajas paridades de los bonos. Esto puede explicar el hecho de que las distintas medidas de riesgo no se hayan disparado en la semana”, explicó Nery Persichini, analista de GMA Capital.
En la última rueda de la semana, el blue se vendió a $1355 en las “cuevas” que operan en la City. Fueron $20 menos que el jueves (-1,4%), y terminó la semana con una baja acumulada de $35 (-2,5%).
Los tipos de cambio financieros también presentaron ligeras caídas, aunque estas cotizaciones están presionadas a la baja por la entrada de dólares de exportaciones (pueden liquidar un 20% al CCL), las intervenciones que haga el Banco Central (BCRA) en el mercado financiero y la eventual entrada de divisas por el blanqueo de capitales. En ese escenario, el dólar MEP cerró a $1298,27, un retroceso de $12,2 frente al cierre anterior (-0,9%). El contado con liquidación (CCL) cedió $13,4 y terminó el día a $1297,87 (-1%).
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $939, lo que significó una microdevaluación de $2 frente al cierre anterior (+0,2%), en línea con la política del Banco Central de mantener un crawling peg del 2% mensual. Frente al contado con liquidación, la brecha cambiaria se redujo al 38,2%.
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Desciende rápido la deuda del BCRA que retomó el Tesoro
En pocas semanas, la “bola” de pases pasivos remanente transferida a letras fiscales de liquidez se redujo casi un cuarto
Javier Blanco
El costo que deberá enfrentar el Tesoro nacional por haber reasumido mediante la emisión de las letras fiscales de liquidez (LEFI) la deuda que alguna vez le generó al Banco Central (BCRA) –lo que lo obligaba a mejorar aún más en adelante su cuenta de resultados– puede resultar mucho menor que el que el mercado temía.
Ocurre que, según la estadística oficial, en poco más de dos semanas los bancos desarmaron casi un cuarto de la posición en pesos invertida en estos nuevos instrumentos. El Gobierno se los había ofrecido para que reubicaran la liquidez que mantenían colocada en pases pasivos, precisamente para terminar con esa deuda por la que el BCRA debió emitir más de $33,5 billones solo en los últimos cuatro años, para honrar los intereses que generaba.
Concretamente, los $10,85 billones que migraron el 22 de julio (día en que quedaron eliminados los pasivos remunerados del BCRA) fueron reducidos a $8,1 billones a poco de comenzar la semana en curso.
Los analistas vinculan este movimiento con una recuperación en la demanda de pesos (según datos del BCRA, el M3 –agregado monetario más amplio de la economía– creció 5,5% real) y, principalmente, con el sostenido proceso de recuperación que muestra el crédito en moneda local al sector privado en los últimos en los últimos cuatro meses, que se sostiene además en la primera parte del mes en curso.
“Sin dudas hay aportes de ambos factores, pero creo que más importante es la expansión que se está generando por la inyección de créditos”, explica el economista Juan Manuel Truffa, de la consultora Outlier.
Esto implicaría que “los bancos están volviendo a trabajar de bancos”, tras largos años de haber vivido de lo que cobraban por comprarle Lebac/ Leliq o pases al BCRA con el dinero que la propia entidad buscaba retirar de circulación tras haber rebasado todos los límites recomendables de emisión para financiar al fisco, como planeó el Gobierno al terminar precisamente con esa “bola”.
“Lo que interpretamos es que el sistema financiero está demandando mayor liquidez, poscanje de las opciones de liquidez fácilmente ejercibles sobre inversiones hechas en bonos (puts) que tenían en un contexto donde el crédito en pesos al sector privado se sigue recuperando fuerte. Pero también hay una recuperación del circulante y el M2 (depósitos a la vista) en términos reales para las series con ajuste estacional, tras el piso que marcara en enerofebrero”, explica Truffa.
La baja de esta deuda también es consistente, aunque en menor medida, con un aumento en el stock de encajes prudenciales.
Razones varias
En los bancos coinciden en que hay un combo de factores, que incluye una mayor preferencia por mantener liquidez en un contexto en que se hace algo menos costoso por la baja que experimenta la inflación.
“Los que fuimos con el total de la posición al canje de puts (te hablo en plural porque creo que es algo extendido) por ahora nos sentimos más cómodos con algo más de liquidez en esta situación de mercado”, explicó a el gerente general de la nacion una entidad privada líder.
El cuadro que describe, además, coincide con la reactivación que mostró la ventanilla de pases pasivos (préstamos) del BCRA desde comienzos de mes, que solo había estado activa por varios días en los últimos años en medio de la corrida cambiaria desatada sobre el final de abril de 2018.
Recobró actividad desde comienzos de mes, al solicitar algunas instituciones financieras unos $97.000 millones por esta vía al ente monetario, luego de que el costo de esa asistencia bajara del 60% al 48% nominal anual.
Para Truffa, que encaren la búsqueda de liquidez desprendiéndose de las LEFI tiene lógica por el diferencial de tasas. “Las LEFI pagan 40% anual, algo menos que varias de las Lecap que suscribieron. Además, hay que considerar que ya descargaron parte de la cartera que tenían invertida en bonos CER (al cambiar las expectativas), por lo que prefieren mantener la porción que tienen en cartera para no perderse de capturar ganancias si hubiera alguna sorpresa inflacionaria en adelante”, explicó.
El costo que deberá enfrentar el Tesoro nacional por haber reasumido mediante la emisión de las letras fiscales de liquidez (LEFI) la deuda que alguna vez le generó al Banco Central (BCRA) –lo que lo obligaba a mejorar aún más en adelante su cuenta de resultados– puede resultar mucho menor que el que el mercado temía.
Ocurre que, según la estadística oficial, en poco más de dos semanas los bancos desarmaron casi un cuarto de la posición en pesos invertida en estos nuevos instrumentos. El Gobierno se los había ofrecido para que reubicaran la liquidez que mantenían colocada en pases pasivos, precisamente para terminar con esa deuda por la que el BCRA debió emitir más de $33,5 billones solo en los últimos cuatro años, para honrar los intereses que generaba.
Concretamente, los $10,85 billones que migraron el 22 de julio (día en que quedaron eliminados los pasivos remunerados del BCRA) fueron reducidos a $8,1 billones a poco de comenzar la semana en curso.
Los analistas vinculan este movimiento con una recuperación en la demanda de pesos (según datos del BCRA, el M3 –agregado monetario más amplio de la economía– creció 5,5% real) y, principalmente, con el sostenido proceso de recuperación que muestra el crédito en moneda local al sector privado en los últimos en los últimos cuatro meses, que se sostiene además en la primera parte del mes en curso.
“Sin dudas hay aportes de ambos factores, pero creo que más importante es la expansión que se está generando por la inyección de créditos”, explica el economista Juan Manuel Truffa, de la consultora Outlier.
Esto implicaría que “los bancos están volviendo a trabajar de bancos”, tras largos años de haber vivido de lo que cobraban por comprarle Lebac/ Leliq o pases al BCRA con el dinero que la propia entidad buscaba retirar de circulación tras haber rebasado todos los límites recomendables de emisión para financiar al fisco, como planeó el Gobierno al terminar precisamente con esa “bola”.
“Lo que interpretamos es que el sistema financiero está demandando mayor liquidez, poscanje de las opciones de liquidez fácilmente ejercibles sobre inversiones hechas en bonos (puts) que tenían en un contexto donde el crédito en pesos al sector privado se sigue recuperando fuerte. Pero también hay una recuperación del circulante y el M2 (depósitos a la vista) en términos reales para las series con ajuste estacional, tras el piso que marcara en enerofebrero”, explica Truffa.
La baja de esta deuda también es consistente, aunque en menor medida, con un aumento en el stock de encajes prudenciales.
Razones varias
En los bancos coinciden en que hay un combo de factores, que incluye una mayor preferencia por mantener liquidez en un contexto en que se hace algo menos costoso por la baja que experimenta la inflación.
“Los que fuimos con el total de la posición al canje de puts (te hablo en plural porque creo que es algo extendido) por ahora nos sentimos más cómodos con algo más de liquidez en esta situación de mercado”, explicó a el gerente general de la nacion una entidad privada líder.
El cuadro que describe, además, coincide con la reactivación que mostró la ventanilla de pases pasivos (préstamos) del BCRA desde comienzos de mes, que solo había estado activa por varios días en los últimos años en medio de la corrida cambiaria desatada sobre el final de abril de 2018.
Recobró actividad desde comienzos de mes, al solicitar algunas instituciones financieras unos $97.000 millones por esta vía al ente monetario, luego de que el costo de esa asistencia bajara del 60% al 48% nominal anual.
Para Truffa, que encaren la búsqueda de liquidez desprendiéndose de las LEFI tiene lógica por el diferencial de tasas. “Las LEFI pagan 40% anual, algo menos que varias de las Lecap que suscribieron. Además, hay que considerar que ya descargaron parte de la cartera que tenían invertida en bonos CER (al cambiar las expectativas), por lo que prefieren mantener la porción que tienen en cartera para no perderse de capturar ganancias si hubiera alguna sorpresa inflacionaria en adelante”, explicó.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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