Cora Reutemann recuerda a su querido padre y revela cómo vería “Lole” la campaña de Franco Colapinto
La hija mayor del piloto de F1 y político santafesino Carlos Alberto Reutemann participó de una charla con jóvenes
María Fernanda Sanguinetti

Una muestra de arte y una charla para estudiantes secundarios con un denominador común: Carlos Alberto “Lole” Reutemann, el piloto santafesino que, a partir de 1970 y por más de diez años, colocó a la Argentina en el mapa de la Fórmula Uno. Cora Reutemann (54), la hija mayor que el piloto tuvo con María Noemí “Mimicha” Bobbio, su primera mujer, no lo dudó: puso primera y, el 19 de septiembre, viajó desde Santa Fe, donde estaba, hasta la Escuela de Educación Técnica N° 6 de Avellaneda, provincia de Buenos Aires. “Estoy emocionadísima”, confesó la fotógrafa a ¡HOLA! Argentina luego de los aplausos que vinieron a continuación de la charla inspiradora que su amigo, el relator de automovilismo y motociclismo Mauricio “Damon” Gallardo, brindó a los alum - nos de las escuelas técnicas N° 6, 8, 2 y 9 de Buenos Aires que participan de la competencia Desafío Eco YPF. “Papá estaría orgulloso de la sinergia entre los artistas y los estudiantes. Él enseñaba sin enseñar: lo hacía con su forma de ser, su caballerosidad, su humildad, su compromiso, su manera de encarar la vida. Comunicar sus valores es fundamental en estos tiempos. Las redes sociales transmiten la idea de que todo está dado, que la suerte es todo”, dijo Cora, quien desde hace tiempo y junto con Gallardo viene realizando diferentes acciones en todo el país con el objetivo de honrar el legado de Lole, quien –en sus 11 temporadas– disputó 146 grandes premios y se quedó con la victoria 12 veces. Cora no sólo está gestando un libro con fotos inéditas de la carrera automovilística de su padre y un libro personal en el que promete contar “lo que representó para mí tener esa infancia”. Además, está en la recta final para armar la Fundación Carlos Alberto Reutemann.

–¿Cuándo sentiste la necesidad de comunicar su historia?
–Creo que todos estamos acá con una misión. En mi caso, se fue dando poco a poco y de una manera muy natural. En mi vida, el motor es dar, ser generoso con lo que uno tiene o lo que uno aprendió en la vida. Me gusta pensar que los frutos de lo que papá hizo pueden ser importantes no sólo para el automovilismo de Santa Fe, nuestra provincia, y del país. También siento que puede servir para la generación joven, para el futuro de todo nuestro país. Ojo: papá no me necesita a mí para que lo conozcan las nuevas generaciones. Su historia se va a contar sola porque así es la vida. Pasa el tiempo y valoramos más a las personas… en especial si han representado bien a nuestro país. Me gusta honrarlo y que su historia inspire a las nuevas generaciones, que siempre buscan referentes y, a veces, no ven que, además del talento y detrás de cada logro, hay sacrificio y perseverancia.
–En 2021, poco tiempo después de la muerte de tu padre, le pediste a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que reconociera el triunfo de Lole en la carrera de 1981. ¿Tuviste una respuesta?
–Tengo fe de que se revise lo que pasó en el gran premio de Argentina de 1981 (¡justo nuestro país!). Existe muchísima documentación que demuestra que los Brabham contaban con un sistema que estaba fuera de reglamento. Hay fotos sacadas en la pista que dan testimonio de eso y, además, la confesión de [el dirigente británico de la F1] Bernie Ecclestone: en el capítulo 4 del documental Lucky, admite que, con [el diseñador de automóviles británico-sudafricano] Gordon Murray, habían encontrado la manera de burlar el control técnico porque tenían un sistema especial en la pista que cumplía con el reglamento en boxes (no en pista). Papá sabía, pero nunca dijo nada: no quería manchar al automovilismo. A nadie le gusta pensar que detrás del deporte exista todo eso.

–Con el tiempo te amigaste con el automovilismo: cuando eras más chica, le escapabas…
–En la época en la que corría papá, este deporte era tremendamente peligroso: había accidentes mortales demasiado seguido. Yo estaba siempre dividida entre el deseo de que él ganara la carrera y que se bajara del auto y no corriera más. Y, sí: años más tarde me amigué con la F1: como fotógrafa, recorrí circuitos buscando respuestas. En las exposiciones que realicé, expresé todos esos sentimientos.
–En esta charla en Avellaneda, estuviste con chicos que tienen casi la edad de tu hijo Santiago [tiene 15 años y es fruto de su relación con Fernando Diez, el hijo mayor de la ex modelo Evelyn Scheidl y del empresario Fernando Diez]. ¿Suele acompañarte en este proyecto? Este año, también entregaste un casco de tu papá y presentaste tu obra Cavallino Mio en el Espacio Reutemann que se inauguró en el Museo Fangio, en Balcarce.
–Santiago está orgulloso de su abuelo, pero aún no me ha acompañado a ningún homenaje. Para él, su abuelo se fue hace muy poco; aún lo pone triste. No habla mucho del tema.
–¿Cómo vería Lole la campaña de Franco Colapinto?
–¡Papá celebraría este momento de la Argentina y la oportunidad de este joven piloto! Eso sí: seguro le diría que fuera con calma porque la presión puede ser muy grande y el país te puede idolatrar al principio, pero si no obtenés resultados, te pueden crucificar. Pasó eso con [Lionel] Messi. Para tener éxito, no sólo hace falta preparación y confianza, sino también un buen entorno.





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Banco Nación: qué funcionará en el edificio en construcción parado desde hace 8 años que desvela a los porteñosEl proyecto estuvo detenido desde 2016 y, después de varios intentos de venderlo, ahora se decidió retomar con la obra para hacer un edificio inteligente de oficinas

Al pasar por la esquina de la avenida Hipólito Yrigoyen y Saavedra, en el barrio de Balvanera de la ciudad de Buenos Aires, se puede observar, desde hace años, el gran esqueleto de un edificio que el Banco de la Nación Argentina (BNA) comenzó a planearlo en 2011 y nunca terminó. Ahora, la entidad confirmó que, después de varios intentos fallidos, decidió retomar el proyecto.
La construcción, que permaneció en pausa durante años, se emplaza en un terreno de 3344 metros cuadrados y se estima que tendrá 25.396 m² de superficie cubierta. La estructura construida casi en su totalidad, de la que solo se ven las columnas y algunos muros, tendrá 16 pisos de planta libre y tres niveles proyectados para sala de maquinas, y tres subsuelos para 225 cocheras.
Se espera que el gran esqueleto color cemento que se encuentra en esa esquina desde hace años, demandará una inversión estimada de US$40 millones y será inaugurado a fines de 2027, coincidiendo justo con el final del mandato presidencial de Javier Milei.
De acuerdo a los datos que se pudieron obtener sobre como será el proyecto terminado, se conoció que será un edificio completamente vidriado construido en varios niveles con terrazas que probablemente sirvan como áreas comunes. A medida que el edificio se eleva, va reduciendo su tamaño.

La historia del edificio que no fue
El edificio no es ajeno a la ciudad ni al banco. En 1998, el Banco Nación adquirió el terreno tras ejecutar una garantía ofrecida por la empresa J. Vazquez Iglesias SA, dedicada a la fabricación de vehículos. Sin embargo, no fue hasta 2011 que se dio el primer paso hacia la construcción bajo el nombre de Torre Saavedra, con el objetivo de trasladar las oficinas de las distintas empresas del Grupo Nación, como Nación Seguros, Nación Fideicomiso y Nación Bursátil. Pero se detuvo la obra en 2016 y en 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, se rescindieron los contratos debido a problemas por no cumplir con los plazos establecidos, quedando así confirmado su abandono. En 2020 se retomó con los planes, pero la pandemia por pandemia de COVID-19 provocó que se vuelva a detener.
Hasta que en 2022 decidieron poner el edificio en venta tal como estaba por US$16 millones, pero nunca llegó a concretarse la operación que se volvió a intentar en marzo de 2023, pero también fracasó.
Originalmente el objetivo del banco era que la torre se utilice para el archivo de la entidad y para oficinas administrativas.

Luego de estos intentos fallidos de vender el edificio en su estado actual, el Banco Nación decidió seguir adelante y completar la obra. Bajo la presidencia de Daniel Tillard, reimpulsó el proyecto, esta vez con un enfoque más ambicioso: construir un edificio inteligente de categoría AAA, que cumpla con los más altos estándares medioambientales y tecnológicos. Se espera que tenga unos 1800 empleados, que serán reubicados desde la Casa Central de Plaza de Mayo y otros edificios que actualmente alquila el banco en el microcentro porteño.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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