Todo lo que debes saber sobre los orígenes del juego del ajedrez

¿Quién Inventó el Ajedrez? Historia y Evolución del Juego
De pocas partidas he aprendido tanto como de la mayoría de mis derrotas.
J. R. Capablanca
¿Eres un apasionado del ajedrez? El ajedrez, más allá de ser un deporte, es una actividad social, educativa y terapéutica con múltiples beneficios que traspasan el nivel intelectual a diferencia de lo que muchos puedan pensar.
Sin duda, el ajedrez nunca ha pasado de moda y, para algunos, se trata del juego más popular que existe en el mundo. Si te gusta este juego de estrategia, seguro que conoces a la perfección su objetivo: derrocar el rey del oponente. Para ello, con las dieciséis piezas móviles que tiene cada jugador, dispuestas en un tablero dividido en sesenta y cuatro (8 x 8) casillas, alternadas en los colores blanco y negro, se deberá emplear toda la inteligencia y la estrategia para ganar.
Aunque no lo parezca, se trata de un juego milenario. En Europa, el juego llegó a partir del siglo XV, tomando como referencia el juego persa conocido como shatranj, que, a su vez, surgió a partir del juego chaturanga, que se practicaba en la India en torno al siglo VI d.C. A lo largo de sus más de 1.500 años de historia, el juego ha sufrido muchos cambios pero, sin duda, su esencia ha conquistado el corazón de muchas personas que quieren aprender a jugar a este juego y que se dedican a él de manera profesional.
Sea por el interés cinematográfico del ajedrez, por sus beneficios o por muchas otras razones, conocer el origen de este juego te permitirá entenderlo mejor. Por esta razón, sigue leyendo nuestro artículo en el que abordamos todo sobre la historia y evolución del ajedrez, desde su invención hasta nuestros días.
La India

El origen del juego del ajedrez es en cierto modo un misterio que no está del todo resuelto, aunque parece ser que el ajedrez fue inventado en Asia, posiblemente en la India. De hecho, existen numerosas leyendas a este respecto.
En el poema persa Shahnameh (“Libro de los reyes”) del poeta Fedrousí es donde se recoge la primera mención conocida del origen de este juego. Según este autor, el juego se originó a partir de una disputa por el trono de Hind (India) entre los hermanos Gav y Talhand. Talhand murió en batalla y su madre le recriminó a Gav que lo hubiera matado. Para probar su inocencia, recreó la batalla usando piezas de marfil donde representó las cuatro unidades de combate: la infantería, la caballería, los elefantes y los carros.
Asimismo, hay otra leyenda según la cual un sabio, Sissa, le propuso un juego a un rey de la India, el rey Belkib, el cual ofrecía una recompensa a cambio de algún tipo de distracción. A cambio del juego, Sissa le pidió un grano de trigo sobre el primer recuadro del tablero. Luego, dos sobre el segundo y así sucesivamente, doblando la cantidad. El rey aceptó pero cuando hizo los cálculos descubrió que en la última casilla habría que depositar nada más ni nada menos que nueve mil millones de granos de trigo.
Más allá de lo que digan estas leyendas, parece cierto que el origen del juego yace en el chaturanga, inventado por Sissa, en la India en el siglo VI. El nombre del juego significa «cuatro divisiones», en referencia a las cuatro piezas que simbolizan las unidades del ejercito indio: infantería (peones), caballería (caballos), elefantes (alfiles) y carros (torres).
La expansión del ajedrez

No obstante, el ajedrez, tal y como lo conocemos, es solo uno más de los integrantes de una familia de juegos similares entre los que encontramos el shogi japonés, el xiangqi chino o el makruk tailandés. De este modo, encontramos más de doscientos tipos de piezas de ajedrez, en las que cada una refleja, al fin y al cabo, la tradición militar de su país de origen. Esto lo sabemos a partir del libro The Oxford History of Board Games, en el que David Parlett ahonda en esta cuestión, aunque en la versión más internacional del juego, las piezas estándares son: el peón, el alfil, la torre, el caballo, la reina (o dama) y el rey.
Esta diversidad puede deberse en parte a las grandes rutas comerciales euroasiáticas (como la Ruta de la Seda) y a los imperios musulmanes de la Edad Media. Parece ser que de la India, el juego pasó a desarrollarse y evolucionar en China. De hecho, en torno a primeros del siglo VII, parece que el juego se propagó por otras zonas como Rusia o Persia. Es más, los persas lo denominaron Shatranj.
Por su parte, los árabes adoptaron numerosas costumbres persas, entre ellas, este juego. El juego se fue desarrollando entre los siglos IX y X y entró en Europa de la mano de los árabes españoles. Seguramente, Córdoba sería la primera ciudad occidental en jugar al ajedrez. De hecho, la expresión «jaque mate» proviene del persa: Shatranj (el rey está muerto).
De este modo, el ajedrez se fue convirtiendo en todo un pasatiempo a nivel internacional. Así, encontramos monarcas como Iván el Terrible, Alfonso X, el Sabio o el califa Harún al-Rashid, para los cuales este juego de estrategia se convirtió en su juego favorito.
A partir de la invención de la imprenta, el ajedrez adquirió las formas y las reglas actuales, aunque se pudieran retocar ligeramente a posteriori.
El juego moderno

De este modo, la evolución que fueron sufriendo las piezas nos permite entender el contexto de cada momento y lugar.
Por ejemplo, en Europa, en torno al siglo XV, las piezas se adaptaron a la naturaleza de las cortes europeas de tal modo que el consejero, una pieza que provenía de los persas, se transformó en una reina y, por su parte, el alfil y la torre tomaron sus apariencias en función del país hasta que se aceptaron como son en la actualidad a nivel internacional.
El ajedrez era considerado un pasatiempo para las clases altas. Las partidas eran larguísimas ya que el alfil y la reina tenían unos movimientos más limitados que los que tienen en la actualidad. El cambio de estas dos piezas supuso un cambio que hizo que el ajedrez pasara a ser un juego mucho más complejo y de estrategia, pasando a convertirse en toda una competición.
De ahí que poco a poco empezaron a organizarse torneos. De hecho, el primer campeonato internacional de ajedrez se disputó en 1834 entre el británico Alexander McDonnel y el francés Louis-Charles de la Bourdonnais, quien se alzó con el título del primer campeón de ajedrez del mundo, aunque no fuera un título oficial.
Howard Stauton fue el siguiente en conseguir el título de campeón del mundo y tuvo un papel muy importante en la estandarización de las piezas y de las reglas del juego, así como en la promoción del juego a nivel internacional. A partir del diseño registrado por Nathaniel Cooke, se armonizaron las figuras tal y como son hoy. A partir de mediados del siglo XIX, se homogeneizó el juego y se empezó a proporcionar un carácter oficial a los campeonatos y a las federaciones de ajedrez.
Con las guerras mundiales y la Guerra Fría, el ajedrez, aparte de convertirse en un deporte intelectual, pasó a ser toda una batalla política, en el que se vislumbró un dominio absoluto de los jugadores de la URSS en las décadas de los 50 y 60.
El juego no fue incluido en los Juegos Olímpicos hasta 2000, limitándose únicamente a ser un juego de exhibición.
Sin duda, el ajedrez adoptó caminos distintos para los hombres y las mujeres, de hecho, había clubes y torneos diferentes para cada sexo, e incluso con reglas diferentes. Poco a poco, todo pasó a normalizarse, lo que no se esperaba era la revolución que traería consigo la inteligencia artificial. Tal fue su repercusión que en 1996, Deep Blue, un programa de ordenador, fue capaz de ganar la partida al campeón mundial Garri Kaspárov.
Descubre las mejores partidas de ajedrez que han marcado un antes y un después en la historia de este juego de mesa.
Algunas curiosidades más sobre el ajedrez

Aunque ya se ha hecho referencia a la historia del ajedrez, quizá podamos recoger a continuación algunas notas curiosas sobre el ajedrez en Europa y en concreto, en España:El tablero cuadriculado con casillas negras y blancas parece ser que surgió en el siglo XIII en la corte de Toledo de la mano de Alfonso X, el Sabio.
El ajedrez llegó a ser prohibido en algunos países: véase el caso del Concilio de París del siglo XIII.
En algunos países, hay dirigentes a los que les gustaba jugar al ajedrez humano, es decir, con personas y caballos de verdad.
El libro de ajedrez más antiguo conocido es el de Repetición de amores y arte de ajedrez de Luis Ramírez de Lucena (1497).
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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