sábado, 20 de abril de 2024

EL ESCENARIO Y SE APROBÓ EL EMBAJADOR EN ISRAEL


Cuando la voluntad no basta para cambiar
Claudio Jacquelin


Asi todos quieren que se haga, pero no logran concretarlo. El Gobierno la necesita y la oposición cooperativa se la quiere sacar de encima por convicción o conveniencia. Pero como en una trabada operación inmobiliaria, las partes terminan discutiendo no por el precio del departamento sino por los acondicionadores de aire usados. Es lo que ocurre con la ya gastada “Ley de bases”, que aún no logró salir del estado de proyecto, aunque casi no falta nada para que se apruebe. Al menos en la Cámara de Diputados.
Mientras el tiempo corre, no dejan de aparecer nuevas complicaciones y ruidos. Es lo que ocurrió ayer, a partir del aumento de la dieta de los senadores, que la oposición votó tras un acuerdo mayoritario previo de casi todos los bloques y aparentemente validó o, al menos, no logró evitar que se tratara, la vicepresidenta y titular del Senado Victoria Villarruel.
Las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Congreso vuelven a tensarse en el momento en que más distensión se requiere. Y no es un dato menor que en la Cámara alta se encuentra una de las barreras más elevadas para las iniciativas del Gobierno, a pesar de las recurrentes y avanzadas conversaciones con los gobernadores, con promesas incluidas. Los senadores representan a las provincias, pero no necesariamente actúan luego tal cual lo que prometen los mandatarios provinciales. Poderes en pugna.
Frente a la noticia del incremento, el presidente Javier Milei reaccionó como podía esperarse. No dejó pasar la oportunidad de fogonear el malestar social que suelen provocar los aumentos a los legisladores o funcionarios. Milei fortalece su capital simbólico mientras se demoran soluciones, y el ajuste, la caída del poder adquisitivo y la recesión golpean fuertemente a la mayoría de la sociedad. “La casta política” sigue siendo, a pesar de ella misma, la mejor aliada presidencial. Al menos, por ahora, después de cuatro meses de gobierno
“Así se mueve la casta... Los únicos siete que votaron en contra son los senadores de La Libertad Avanza. El 2025 será paliza histórica”, publicó el Presidente apenas votado el aumento en la red de su admirado Elon Musk.
Tan rápida fue su reacción que después tuvo que enmendarse y aclarar que hubo otros senadores que no apoyaron la medida. Más elocuente imposible. Sin importar que el día anterior hubiera ascendido y, consecuentemente, subido el sueldo de su vocero. Tampoco pareció preocuparle que sus principales iniciativas deben lograr la aprobación de ese cuerpo. No solo la “Ley de bases”, sino también la reforma fiscal y el cuestionado pliego del juez Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema.
El efecto de la votación del aumento que se dieron los senadores impactó, sin embargo, más allá del campo opositor. En el oficialismo volvieron a instalarse suspicacias en la relación entre el Presidente y la vicepresidenta, aunque Milei procuró desactivarlas al repostear una publicación de Villarruel, que respondía al bullying en las redes recibido desde las cuentas de usuarios (y trolls) de su propio espacio, muchas de las cuales suelen tener el respaldo presidencial.
“Claro que hay limitaciones. Esto es una democracia. Si quieren que me comporte como una dictadora no lo voy a hacer. Las reglas son estas y todos los bloques estuvieron de acuerdo”, escribió Villarruel en X. Antes se había referido a las acusaciones de mileístas furiosos al afirmar: “Lo que sucedió en el Senado es perfectamente legal y no tengo herramienta alguna para frenarlo”. Fin, diría el ascendido Manuel Adorni.
En la otra ala del Congreso, mientras, todos están a la expectativa y predomina un clima favorable a la aprobación de la ahora reducida “Ley de bases”. Casi como un reclamo, más que como una descripción, una diputada de Pro exponía días pasados el estado de situación que se vive en la Cámara baja: “Queremos que el proyecto se apruebe y poder dar vuelta la página de una vez. Estamos para votarla, pero todo el tiempo aparece algo nuevo”.
Desconfianza, sospechas y suspicacias entre el oficialismo y la dirigencia opositora, complican, no obstante, el cierre de las negociaciones por detalles, mientras se acumulan nuevos desafíos, que opacan los logros macroeconómicos, a pesar de la promoción que hace de ellos el Gobierno, los elogios que suscita en sectores empresariales y hasta el reconocimiento de la profundidad del ajuste y la baja de la inflación que explicita el Fondo Monetario Internacional.
“El Presidente necesita tener votada al menos una ley importante y dejar de tener el núcleo duro de su proyecto en un estado de fragilidad legal que genera incertidumbre y lleva a dilatar la toma de decisiones económicas”, afirma un empresario que adhiere fervientemente al rumbo del Gobierno y mantiene la esperanza de que logre los resultados que se propone.
El hombre de negocios, como buena parte de la dirigencia política, empresaria y sindical, no centra la responsabilidad por la falta de avances concretos en el plano legislativo únicamente en la oposición. También son apuntados tanto o aún más el propio Milei, sus funcionarios y sus legisladores, que en las últimas dos semanas no han dejado de protagonizar papelones y peleas.
Desafío al ajuste con ilusión
Los problemas para hacer operativas las decisiones y concretar los proyectos oficiales terminan iluminando uno de los costados más cuestionados del Gobierno, como son la impericia y las contradicciones políticas, y los problemas para gestionar. Más allá del recorte de gastos, la no ejecución de partidas presupuestarias hasta límites nunca vistos (como expuso el domingo último Diego Cabot en la nacion) o la postergación de pagos y obras imprescindibles, de lo que el Gobierno se enorgullece.
Es un hecho que la ventana de oportunidad para el disruptivo proyecto de Milei ha resultado hasta ahora mucho más ancha que el ventiluz que las miradas más pesimistas auguraban en un principio. Los agoreros deben revisar sus pronósticos.
El apoyo social se mantiene, en promedio, casi inalterable desde su asunción, a pesar de que en todos los grupos focales resultan mayoritarias las expresiones de quienes dicen que no la están pasando bien o que directamente afirman que la están pasando mal. El rechazo a todo o casi todo lo que representa el viejo régimen que implosionó sigue presente y empieza a competir con el temor a lo que pueda ocurrir si el Gobierno no acierta o fracasa. Entre lo viejo deslegitimado y el vacío político opositor, Milei conserva el crédito, aunque los resultados no lleguen. “Ajuste con esperanza” es la síntesis dominante del ánimo social.
No obstante, empiezan a aparecer algunas fisuras en ciertos sectores sociales y franjas etarias, como en el seno de la clase media y entre los mayores de 50 años, según surge de varias encuestas cerradas en el curso de esta semana. Los jóvenes, en cambio, siguen siendo la gran reserva mileísta.
“La juventud se divide en dos posiciones dominantes. Por un lado están los fanáticos de Milei, que apoyan todo lo que hace sin fisuras. Del otro, se encuentran los desinteresados o desesperanzados, que, con cierto fatalismo, piensan que esta es la última oportunidad de cambiar lo que hace mucho ya no funciona en el país y que si el Gobierno no tiene éxito, se irán. A la defensiva y en minoría, al menos a la hora de expresarlo, están los críticos u opositores, que rechazan casi todo lo que Milei propone por motivaciones tanto racionales como emocionales, éticas y estéticas, ideológicas y de valores”, describe una consultora de opinión pública de vasta experiencia en la Argentina y otros países del continente.
Ese diagnóstico explica en buena medida la preocupación, impotencia y desconcierto de buena parte de los directivos y docentes de las universidades públicas. Contra todos los antecedentes, la reacción contra el ajuste de hecho que implica la no actualización del presupuesto de 2023 vigente, está corriendo por cuenta del claustro de profesores y de las autoridades, casi exclusivamente. Son ellos quienes principalmente motorizan las protestas que tendrán su clímax el martes próximo con la marcha convocada a la Plaza de Mayo.
Los estudiantes, que el 20 de marzo de 2001, por bastante menos, forzaron la renuncia de Ricardo López Murphy como ministro de Economía de Fernando de la Rúa, ahora han adoptado una actitud lejana a su tradicional combatividad y rayana con la pasividad, por fuera de la militancia universitaria más comprometida y enrolada en la oposición al Gobierno. Una expresión del clima de época. O, mejor dicho, del colapso de la dirigencia tradicional, tras décadas de decadencia o estancamiento.
Milei abreva en esa fuente inagotable de desprestigio que padece buena parte de la política y de la dirigencia en general. La novedad y la promesa de un cambio radical siguen pagando en la opinión pública y más en el segmento joven, donde más dominaban la resignación, el enojo y el reclamo de transformación hace medio año.
La marcha del martes próximo puede ser un test crucial tanto para el Gobierno como para los opositores. La cantidad de asistentes y cómo se desarrolle la protesta pueden tener consecuencias más allá del reclamo de la comunidad universitaria y de la sociedad que la apoye.
Los convocantes a la marcha, que esperan congregar a más de 50.000 personas, se proponen visibilizar el grave problema de la falta de recursos que aqueja a las universidades nacionales para sensibilizar a la sociedad y presionar al Gobierno. Según dicen las autoridades de diversas casas de estudios de todo el país, la magnitud de las restricciones que enfrentan es terminal. El decano de una universidad del conurbano afirma que la última boleta de la luz que le llegó equivale al 60% del presupuesto de este mes de la facultad a su cargo. Es solo un ejemplo.
El número de asistentes y que se registren disturbios son preocupaciones centrales de los impulsores de la protesta. El temor a que haya infiltrados es creciente.
Del lado del Gobierno, el desafío no radica tanto en la cantidad de manifestantes. Por lo pronto, el aparato de comunicación oficialista ya ha puesto en acción al ejército de activistas en las redes para deslegitimar la marcha y acusar a la dirigencia universitaria. El manejo no siempre transparente de los recursos de la UBA y otras casas de estudios les da plafón para justificar tanto el recorte como la descalificación, sin importar las consecuencias.
Lo que sí importa en el Poder Ejecutivo es el orden en la calle y, sobre todo, que no se interrumpa el tránsito, uno de los signos de identidad de la gestión mileísta. La represión a estudiantes puede tener tanto impacto negativo como una actitud permisiva ante los cortes de calles, actos prioritariamente prohibidos para el Gobierno. El protocolo antipiquetes se pondrá a prueba.
Oficialistas, opositores, sindicatos y movimientos sociales están a la expectativa. La marcha de los universitarios será la señal de largada o de revisión para la seguidilla de protestas que anunció la CGT. Todo un test sobre el humor social y las aptitudes políticas y de gestión del Gobierno en la cima del ajuste. La voluntad y la determinación son atributos necesarios, pero no suficientes a la hora de gobernar.ß
Milei debió parar a trolls libertarios que atacaban a Villarruel
La protesta universitaria será un test para el Gobierno y la oposición
A pesar de la disposición a aprobar iniciativas, el Congreso no deja de ser un desafío complejo

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El oficialismo logró aprobar el pliego de Wahnish como embajador en Israel
Enfrentaba rechazos en sectores del kirchnerismo, que finalmente resolvieron votar a favor para evitar que se exhibieran sus fracturas
El oficialismo obtuvo ayer un logro legislativo al conseguir la aprobación de los pliegos de los seis embajadores que había propuesto, incluido el de Israel, Axel Wahnish, quien había recibido varios cuestionamientos y que motivó intensas gestiones para destrabar los obstáculos.
A pesar de su rechazo en la Comisión de Acuerdos, tanto el kirchnerismo como el radical Martín Lousteau terminaron votando a favor de todos los pliegos, incluida la propuesta de Wahnish, fuertemente objetado.
El viraje en su posición se dio con el objetivo de no exponer fisuras internas en la bancada, así como para respetar la tradición del cuerpo que, salvo casos excepcionales, prestan acuerdo con las nominaciones diplomáticas giradas por el Poder Ejecutivo.
En estos términos lo expresó el formoseño José Mayans (Unión por la Patria): “Nuestro bloque va a acompañar la postulación de todos los embajadores porque es una prerrogativa constitucional del Presidente. Sin embargo, no coincidimos en la visión que tiene el Presidente respecto de las relaciones exteriores”.
También fueron aprobados por unanimidad –67 votos– Guillermo Nielsen (Paraguay), Gerardo Werthein (Estados Unidos), Mariano Caucino (India), Ian Selecki (Francia) y Sonia María del Milagro Cavallo (Organización de Estados Americanos), hija del exministro de Economía menemista.
Con el reciente ataque de Irán a Israel como telón de fondo, Villarruel y su escueta tropa de legisladores tuvo dificultades para obtener los avales para darle acuerdo a Wahnish, propuesto por Javier Milei para ocupar la sede diplomática de Tel Aviv.
Incluso cuando expuso en la comisión tuvo un cruce con Lousteau que parecía haberle reducido sus chances de éxito.
La pulseada
Rabino del jefe del Estado y sin experiencia diplomática, la designación de Wahnish encontró una amplia resistencia en el kirchnerismo, al punto de que mantuvo un fuerte entredicho con la senadora kirchnerista Lucía Corpacci (Catamarca) cuando concurrió a defender su pliego a la Comisión de Acuerdos de la Cámara alta.
A pesar de la intención de algunos senadores de Unión por a Patria de rechazar el pliego de Wahnish, esta maniobra se desarticuló anteayer por la noche durante la reunión de bloque peronista, ante la imposibilidad de unificar una postura.
Tal como comunicó el jefe de bloque, José Mayans, los senadores kirchneristas acompañaron todos los pliegos y priorizaron mostrar cohesión.
Sin embargo, puntualizó: “Los legisladores de Unión por la Patria no compartimos el alineamiento del presidente Milei con la OTAN. Tenemos que ver lo que se ha votado en la Unasur”.
La nominación de Wahnish también tuvo reparos de Lousteau, quien no acompañó su dictamen en la Comisión de Acuerdos y cuestionó en esa oportunidad la intención expresa del Presidente de mudar la embajada de Israel a Jerusalén.
El senador porteño volvió a mencionar esta objeción durante su intervención en el recinto, dijo que “entraña un riesgo de múltiples dimensiones” que “está reconocido por expertos de las relaciones exteriores”.
Además, Lousteau recordó la cuestión Malvinas como política de Estado y destacó que la decisión de mover la representación diplomática “es un problema de índole política porque la organización de la conferencia islámica tiene 51 miembros y muchos de esos miembros están en el comité de descolonización”.
En la sesión de ayer, el Senado aprobó, además, una serie de tratados, acuerdos y convenios internacionales en materia de comercio internacional, seguridad y cooperación, por unanimidad, con 67 votos afirmativos.
El candidato
Desde hace dos años, Milei asiste con regularidad a Acilba, el centro de la comunidad judeomarroquí argentina, adonde Wahnish ejerce como rabino.
La relación comenzó en 2021, en un momento particular de la vida de Milei.
Según contó el economista Julián Goldstein, fue él quien los presentó.
El libertario, según contó Goldstein, le planteó que se encontraba en medio de una crisis debido a las acusaciones que recibía en redes sociales, donde algunos usuarios lo tildaban de “nazi” y de parecerse a Adolf Hitler.
Fue entonces cuando Goldstein le recomendó que conversara con el rabino Wahnish.
Esa larga charla inició el vínculo y, desde entonces, ejerce una suerte de guía espiritual sobre el Presidente


Los seis nuevos diplomático
Axel Wahnish ISrAEL

Es el rabino de confianza de Javier Milei y su postulación encontró fuertes resistencias en la oposición.

Ian Sielecki frANCIA

Apoyó a Milei en la campaña electoral y tiene vínculos con influyentes funcionarios del gobierno de Macron.

Mariano Caucino INDIA

Analista experto en relaciones internacionales, fue embajador en Israel durante la presidencia de Macri.

Gerardo Werthein ESTADOS uNIDOS

Con pasado como director del Comité Olímpico Argentino, fue una de las primeras designaciones de Milei.

Guillermo Nielsen PArAGuAY

Exsecretario de finanzas y de perfil técnico, en 2022 y 2023 fue embajador argentino en Arabia Saudita.

Sonia M. Cavallo OEA

Egresada en Economía en la universidad de San Andrés, reside en Washington y es hija de Domingo Cavallo.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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