jueves, 2 de noviembre de 2023

DEBILIDAD Y VISITA


Se hizo el pago al FMI y las reservas caen a su menor nivel en más de 17 años
La tenencia total del BCRA se redujo en US$2751 millones por esa cancelación y quedó por debajo de los US$21.900 millones
Sofía Diamante y Javier Blanco
El Gobierno le giró al Fondo Monetario Internacional (FMI) una suma equivalente a US$2589 millones para hacer frente a los vencimientos de capital de octubre por 1975 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG) de la deuda refinanciada con el organismo, egreso que hizo caer las reservas internacionales ayer en US$2751 millones y las dejó en el menor nivel de los últimos 17 años y medio.
La tenencia total del Banco Central (BCRA) perforó los US$22.000 millones (estaba anteayer en US$24.612 millones y quedó en US$21.861 millones) regresando a niveles que no mostraba desde el 20 de abril de 2006. Así, caen en unos US$22.737 millones (51%) en lo que va del año.
La merma pudo haber sido aún mayor de no ser porque el BCRA cerró el mes comprando otros US$135 millones en la plaza cambia ria oficial, monto obtenido tras volver a trabar el pago de muchas importaciones, argucia con la que pudo recuperar unos US$625 millones en las siete ruedas posteriores a las elecciones.
“Las operaciones siguen sin validación, salvo para las SIRA de clientes vinculados al rubro de insumos médicos, quienes pudieron hacer las correspondientes transferencias al exterior. Todos los demás siguen a la espera”, detalló el operador Francisco Díaz Mayer, de ABC Cambios.
La excepción hecha a esos insumos llegó tras las quejas y denuncias públicas de distintas asociaciones médicas advirtiendo sobre la peligrosa situación que se estaba creando. Incluso ayer la Secretaría de Comercio recibió a médicos y cámaras del sector por este tema.
Faltan los intereses
Según pudo averiguar la nacion, de consultas con fuentes oficiales, el pago de los intereses correspondientes (una factura que se agravó por la postergación del pago hasta fin de mes) se concretará el lunes que viene, día para el que está previsto el desembolso de otros 630 millones en DEG, lo que supone una suma hoy equivalente a unos US$826 millones (considerando que el DEG cotiza a US$1,31064).
Al cierre de esta edición no hubo información oficial sobre las monedas usadas para hacer el pago, aunque se supone que el Gobierno volvió a recurrir a un mix como cuando utilizó a fin de julio a recursos obtenidos de la CAF y de Qatar.
Según la consultora Anker, usaría el equivalente a US$1850 millones en DEG y US$750 millones en yuanes, y así “el uso del swap para pagos de octubre y noviembre acumularía US$1600 millones y se habrán consumido reservas líquidas en DEG por US$1850 millones”, estimaron.
En el mercado descontaban que el Gobierno volvería a recurrir a fuentes alternativas de financiamiento para cubrir la escasez de reservas y ante el compás de espera abierto en las negociaciones con el FMI por el calendario electoral, un diálogo que se reanudaría cuando quede definido el próximo presidente.
“Es una estrategia que no se encuentra exenta de costos: el más evidentees la gran debilidad de la hoja de balance del BCRA. En este escenario prevemos que las dificultades para acceder a dólares para realizar pagos al exterior persistirán para maximizar el saldo positivo por las intervenciones en el mercado oficial”, dijeron en Delphos Investment.
Lo que es claro es que las reservas estarán bajo presión y pueden registrar mínimos aún más preocupantes en los próximos meses, ya que nadie prevé un retorno al diálogo con el FMI ni rápido ni sencillo. “Alcanzar un acuerdo con el FMI antes de fin de año para destrabar desembolsos por alrededor de US$3400 millones no será fácil”, advirtieron desde la consultora Equilibra.
En el último bimestre, el país tiene pagos programados por US$2460 millones: US$1460 millones por vencimientos de capital y US$1000 millones por intereses, según Equilibra. Al FMI hay que pagarle US$1600 millones entre noviembre y diciembre, y a organismos internacionales y bilaterales, US$860 millones. “Todos se pueden saldar con yuanes (de los US$5700 millones usables, quedarían unos US$3240 millones). Es decir, que el Gobierno podría saldarlos sin tocar las arcas del BCRA ni depender del último desembolso del año del FMI”, explicaron.

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Sin dólares, Massa prometió esquivar una “devaluación brutal” ante los industriales
Sin embargo, prometió alinear precios relativos, orden fiscal y dar solución a la deuda comercial
Francisco JueguenSergio Massa y Daniel Funes de Rioja, ayer, en la sede de la Unión Industrial
El dólar oficial ya no será el mismo tras las elecciones, pero la devaluación –si es que gana– no será “brutal”, prometió. Con el actual desdoblamiento cambiario y tras el salto luego de las PASO, en la Unión Industrial Argentina (UIA) –y en el mercado– ya lo descontaban. Sin embargo, el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, reafirmó ayer frente a los industriales que su estabilización –mencionó la palabra, pero no que haya un plan– deberá “ordenar precios relativos” (entre ellos, el dólar), aunque describió que esa simplificación cambiaria sería con el menor dolor posible. Lo hizo buscando un contraste claro con su rival en el balotaje, el libertario Javier Milei, que plantea una dolarización y, por ende, un fuerte salto del tipo de cambio previo en un país sin divisas.
Apenas terminadas las elecciones del 22 de octubre, los empresarios habían enviado invitaciones por carta a los equipos de Massa y de Milei. Pese a la crisis por la falta de nafta, el ministro de Economía aceptó el convite de los industriales. Milei no contestó. “¿Vas a comer?”, le preguntó Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, a Massa. Había sándwiches y empanadas. Massa dijo que no. En las dos horas que duró la reunión ningún integrante del Comité Ejecutivo de la UIA probó la comida. Funes de Rioja aceptó la culpa por su posición “espartana” frente a los invitados. Con Massa habían llegado Lisandro Cleri, Leonardo Madcur y José Ignacio “el Vasco” De Mendiguren, parte del equipo chico de Massa.
La falta de dólares fue el tema central de la charla. No sólo por las expectativas de devaluación en el mercado que dispararon las cotizaciones libres –y que luego se desinflaron, con un Milei que frenó en las elecciones– sino también por la dificultad de importar insumos claves para producir y por el crecimiento de la deuda comercial en dólares de las empresas que heredará la próxima administración. De hecho, la UIA presentó una propuesta a Cleri y Madcur, que llegaron a tiempo al almuerzo. Massa llegó más tarde. “Hay deuda intraempresas, de pymes, y entre proveedores”, contaron a los funcionarios. “Primero hay que ir ordenando el flujo; que aparezcan los dólares, y luego se precisa un esquema creíble para ir pagando el stock”, indicaron. Esa deuda es casi similar a la que la Argentina tiene con el Fondo Monetario Internacional (US$41.900 millones). Desde enero de 2022, el stock creció US$18.100 millones.
Massa les dijo luego que, en dos o tres meses, después de las elecciones, este tema comenzaría a tener un principio de solución. Habló de “nuevos instrumentos de financiamiento” y de “fondos soberanos”. Incluso se mencionó uno saudí que en negociaciones con Córdoba y Santa Fe.
El ministro dijo que aprovecharía “el bajo volumen de ven cimientos que tiene en 2024 para generar algún adicional [deuda en dólares] que permita que el que tiene bonos argentinos más largos pueda hacerse de alguna rentabilidad anticipada a cambio de generar un nuevo instrumento”.
El tema de la deuda siguió para que Massa criticara a uno de sus archienemigos, Martín Guzmán. El ministro volvió a quejarse ante los empresarios de las habilidades del platense como negociador. Dijo que todos los ven cimientos importantes quedaron en los años 2021 y 2023, los electorales. Como viene sosteniendo el ministro, se trabajará –aseguró– sobre los vencimientos de deuda privada y también en un nuevo acuerdo con el FMI. En la UIA, por las dudas, aseguraron que Massa dijo: “No vamos a romper contratos”. El ministro hizo otra confesión; gracias al swap chino y a la deuda comercial que tomaron las empresas, pudo sostener el nivel de actividad y el empleo en medio de la sequía más importante en años. Claro que, como contracara a ese “éxito”, la inflación se desmadró.
¿Su receta para lo que viene? Sin precisiones, dejó entrever medidas en términos fiscales y de acumulación de reservas a partir de “la proyección natural” de un aumento de exportaciones de la minería, la energía y el campo. “Llueve desde el sábado”, se lo escuchó agradecer al ministro. En la UIA destacaron el proyecto de presupuesto 2024, que –a través de un anexo– propone un 1% de superávit fiscal. Se trata de una “separata” que busca eliminar beneficios tributarios a ciertos sectores, entre ellos, el empresario. “¿Hubo cuestionamientos a que el equilibrio fiscal se busque con mayor presión tributaria?”, preguntó la nacion. “De la presión tributaria hablamos nosotros, no Massa”, se sugirió sobre los oídos sordos que habría hecho el ministro a la pregunta sobre cómo sumar ingresos para mejorar las cuentas públicas nacionales.
Sin embargo, a horas de que comience a sentirse la baja en Ganancias de la cuarta categoría, hubo un guiño de Massa (cuyo leitmotiv suele ser “alivio fiscal”). A la salida del encuentro, frente a las cámaras, afirmó: “Les conté centralmente cuales son los objetivos 2024-2027 en términos de equilibrio fiscal, de superávit comercial, en término de reducción de impuesto para pymes, de eliminación de impuestos internos para incremento exportador, en términos de blanqueo laboral y facilitación del estado de cada una de las normas de blanqueo laboral”.
“La Argentina necesita más inversión ferroviaria para bajar sus costos en materia de transporte”, agregó en esa aparición pública. Adentro, había criticado la privatización en los 90 de los trenes. “Carlos Menem fue el que inventó a Moyano. No Kirchner”, se lo escuchó decir.
Aprovechando que Milei no había aceptado aún la invitación, Massa usó la misma receta que aplica entre radicales y el PRO, y ofreció a los industriales “participar” de un gobierno de “unidad nacional”. En la entidad entendieron que se podrían abrir espacios en “órganos de contralor”. No se habló nunca de cargos, aclararon. No quisieron quedar pegados con las críticas al video que desde la mañana se viralizaba con radicales kirchneristas invocando a Raúl Alfonsín y apoyando a Massa.
El ministro salió satisfecho del encuentro con los empresarios. En la puerta de la UIA se encontró con los camarógrafos que esperaban hacía varias horas resguardados de la lluvia en el hall de entrada. “Por más que intenten con alguna maniobra especulativa de lockout forzar un aumento del 40% o del 20% del combustible, yo como ministro no lo voy a permitir”, dijo sobre la nafta, pese a que se esperaba un aumento de combustibles en estas horas. En la UIA celebraron la visita en formato de “agradecer y escuchar”. Sin precisiones sobre cómo terminar con sus problemas, y sin Milei a la vista, no dudaron. Por las dudas, el ministro de Economía se despidió aplaudido.
El ministro aseguró que el comercio exterior ofrecerá más divisas en 2024
Agregó que trabaja en opciones para sumar un nuevo colchón de deuda
Llamó a la UIA a participar de su eventual gobierno de “unidad nacional”

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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