Tres estudiantes secundarios intentaron matar a un compañero
Uno de los agresores tiene 14 años y los otros dos, 13, al igual que la víctima, que fue atacada con un cuchillo; los atacantes son inimputables y quedaron en libertad
Un estudiante secundario de 13 años fue herido de un corte en el cuello y arrojado a un contenedor de residuos por otros tres adolescentes que asisten a su mismo colegio del partido bonaerense de Berazategui, informaron ayer fuentes judiciales y policiales. Los atacantes fueron identificados, pero por su edad no resultaron imputados y siguen en libertad.
“¿Cómo m... sigue vivo si me encargué de cortarle la yugular?”, se escucha decir a uno de los supuestos agresores en un audio subido tras el ataque a redes sociales tras enterarse de que su compañero estaba internado en un hospital.
El ataque, que fue dado a conocer ayer, ocurrió el lunes último en el horario de salida del establecimiento educativo ubicado en las inmediaciones las calles 10 y 110, de ese partido de la zona sur del conurbano, cuando la víctima fue abordada por tres compañeros, dos de 13 años y uno de 14, con quienes ya había mantenido un conflicto dentro del colegio.
De acuerdo con la información suministrada por los voceros policiales y judiciales, uno de los agresores tenía un cuchillo, con el que le produjo al chico un corte a la altura del cuello, tras lo cual entre todos lo arrojaron al interior de un contenedor de residuos.
Un vecino que pasó por el lugar encontró al adolescente pidiendo auxilio, por lo que lo asistió y dio aviso a las autoridades.
Los voceros dijeron que herido fue trasladado al Hospital Evita Pueblo de Berazategui, donde permanece internado y a la espera del alta médica en las próximas horas.
“Gracias a todos los que se preocuparon por mí. Ya estoy bien”, publicó la víctima en su cuenta de Instagram.
En tanto, los tres agresores fueron identificados, restituidos a sus padres y permanecen en sus domicilios por tratarse de menores de edad inimputables.
La ley penal argentina solo permite establecer una causa judicial contra un sospechoso a partir de los 16 años. Las autoridades judiciales pueden, en caso de considerar la peligrosidad de los menores inimputables implicados en un delito, definir medidas de internación obligatoria, incluso hasta que esa persona cumpla 18 años. Por el momento, no fue esa la decisión tomada frente a los tres adolescentes que intentaron matar a un compañero de colegio por motivos que no trascendieron.
Leonardo, padre del adolescente, aseguró que su hijo “está mejor” pero que “tiene mucho miedo de que estos chicos vayan a buscarlo al hospital”.
“La verdad que va a tener una larga recuperación en el sentido psicológico, se está recuperando bien. No tiene nombre lo que hicieron, son chicos de su misma división, dos chicos tienen 13 años y este chico puntual tiene 15, es repetidor”, sostuvo en diálogo con Canal 9.
Al respecto, el padre del menor atacado dijo que no cree que la escuela haya ayudado bien al chico que lastimó a su hijo y contó que ese agresor “tenía episodios de ira, golpeaba las cosas, se colgaba de las escaleras, de la ventana y episodios de agresión a una preceptora”.
En las últimas horas, a través de las redes sociales, se difundió un audio de WhatsApp en la que uno de los presuntos agresores se pregunta “cómo sigue vivo” después de que se ocupase de cortar la yugular de la víctima. Ese tajo no tuvo la profundidad que el agresor había estimado y el adolescente atacado se recupera en un hospital. Con ese chico vivo, los agresores sintieron que en poco tiempo se verían implicados en ese ataque y, según se desprende de esos mensajes de audio, buscaron coordinar una coartada.
“Esto es gravísimo, si está en urgencias c... Lo que vamos a tener que hacer es lavarlos las manos entre los tres (…) No puede saber nadie que nosotros estuvimos o fuimos. ¿Cómo m... sigue vivo si me encargué de cortarle la yugular?”, dijo uno de los supuestos agresores en los mensajes que se viralizaron.
Luego, se lo escuchó pedir que le digan a otro amigo en común que los encubra “todo lo mayor posible”, y agregó que entre todos tienen que defenderlo “hasta la muerte”.
Si bien hasta el momento el audio no fue incorporado a la causa, voceros judiciales indicaron que se analizará con el fin de sumarlo al expediente como un nuevo elemento de prueba.
La investigación del hecho, caratulado como “tentativa de homicidio”, está a cargo del fiscal Federico Weinstein, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de Berazategui.
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Un día después de abusar de una joven en Las Cañitas, el sospechoso agredió a otra mujer
El detenido por el ataque sexual dentro de una panadería había sido arrestado durante algunas horas luego de hostigar a una pasajera en una formación del ferrocarril Belgrano Norte
Gabriel Di Nicola
El detenido fue identificado como Paulo Díaz
Un día después de protagonizar la violación que sufrió la empleada de una panadería de la zona de Las Cañitas, en Palermo, Paulo Díaz, el sospechoso de la agresión sexual, habría atacado a una joven de 23 años en una formación del ferrocarril Belgrano Norte que se dirigía a la estación Villa Rosa.
Así lo pudo reconstruir la nacion de fuentes judiciales y con documentación oficial. El ataque, según la denuncia de la víctima, habría ocurrido el lunes pasado, a las 4.05, cuando la joven se subió en la estación a la formación del Belgrano Norte en la estación Ingeniero Adolfo Sourdeaux.
“Me tomó fuertemente del brazo, se puso muy cerca de mí, y me dijo: ‘Ahora te quedas conmigo’”, sostuvo la víctima al hacer la denuncia en una comisaría de la policía bonaerense.
La joven no perdió el tiempo y comenzó a golpear la puerta que comunicaba con el otro vagón hasta que un pasajero le abrió. La víctima recorrió la formación hasta que se encontró con el guarda y le relató lo sucedido a personal de la Policía Federal Argentina (PFA) que está a cargo de las tareas de prevención dentro de los trenes.
Siempre según la documentación a la que tuvo acceso la nacion, los uniformados fueron hasta el furgón donde estaba el sospechoso. Los agentes policiales, el agresor y la víctima descendieron en la estación de Pablo Nogués, donde el agresor le espetó a la muchacha, después de insultarla: “No te hice nada”.
En la denuncia, la joven describió al agresor como una persona de tez trigueña, que vestía una chomba rayada y pantalón oscuro. También dijo que presentaba hematomas y escoriaciones en el rostro y que su cabello era de color oscuro. Fue indagado por el fiscal del Departamento Judicial de San Martín. Quedó en libertad.
Justamente, una persona vestida con las mismas características y con los mismos hematomas en el rostro que describió la víctima de la agresión fue detenido por resistencia a la autoridad un día después por personal de la PFA en la estación Grand Bourg del ferrocarril Belgrano Norte, según informaron a fuentes judiciales. la nacion
Según información oficial, el pasado martes a las 10, personal de la PFA fue agredido por una persona que estaba arriba del tren. Los uniformados habían intervenido después de que un grupo de pasajeros diera aviso de “disturbios”.
El personal de la PFA fue escupido por el agresor, quien también intentó golpear a los agentes. Finalmente, los uniformados lograron reducirlo y esposarlo. El atacante fue trasladado a una comisaría de la policía bonaerense, donde fue identificado y se le abrió una causa por resistencia a la autoridad. Se constató el domicilio y fue liberado casi de inmediato desde la seccional policial.
Las claves del arresto
Díaz, de 35 años, fue detenido anteayer por la Policía de la Ciudad en Maquinista Savio acusado de haber protagonizado el robo y violación en el café y panadería Craft Vegan Bakerya, en Soldado de la Independencia al 700, en Las Cañitas. El ataque ocurrió a las 7.20 del domingo pasado y la víctima tiene 20 años.
Por el caso, la Policía de la Ciudad conformó un “comité de crisis”, en el que intervinieron distintas dependencias de esa fuerza de seguridad que trabajaron sobre dos posibles domicilios donde podía estar el sospechoso, uno en Capital Federal y otro en provincia de Buenos Aires
Los peritos de Policía Científica trabajaron sobre un elemento clave con el que el propio delincuente llegó y dejó en el comercio de la calle Soldado de la Independencia al 700: un envase tipo tetrabrik de jugo de naranja.
Ese envase fue preservado y de allí se pudo extraer una huella dactilar de un dedo meñique que fue apta para un cotejo con la base de datos del Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Digitales (AFIS, por su sigla en inglés) y así se pudo obtener lo que se denomina “ADN de contacto”.
A su vez, al margen de las imágenes de las propias cámaras del local donde el delincuente quedó filmado –y algunas de las cuales se difundieron ya por redes sociales, chats vecinales y algunos medios de comunicación–, los investigadores analizaron otros videos con los que reconstruyeron la ruta de llegada y escape del abusador.
Con ese ADN de contacto saltó el primer indicio de que Díaz podría haber sido el responsable del ataque sexual y el robo. Las imágenes de las cámaras permitieron cotejar por el “sistema Simp Ibios” de la Policía Federal Argentina (PFA) donde estaba registrado el prontuario del hombre detenido.
Allí se contaba con una serie de fotos de las características particulares del hombre de 35 años. Una profunda cicatriz en la ceja izquierda y uno de los tres tatuajes que poseía, en el antebrazo derecho, fueron registrados en diferentes cámaras de seguridad.
En la investigación, además de la Policía de la Ciudad y el fiscal Carlos Velarde, participaron personal de la PFA y la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE) de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri), a cargo de José María Campagnoli.
Tras la detención, se supo que Díaz había sido condenado por haber abusado en 2019 de una adolescente de 15 años, a diez cuadras del lugar donde en 2003 asesinaron en Núñez a Lucila Yaconis durante otro ataque sexual.
El dato se desprende de la sentencia -a la que accedió la agencia de noticias Télam-, que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N° 7 le impuso a Díaz el 20 de diciembre de 2020 como autor de un “abuso sexual agravado por el uso de armas”, ya que atacó a la chica con un cuchillo Tramontina.
Si bien el fiscal de ese juicio, Oscar Ciruzzi, había pedido una pena de tres años y medio de prisión por este hecho, el juez Alejandro Noceti Achával condenó a Díaz a dos años y seis meses de cárcel y el abusador terminó con una pena unificada de seis años porque tenía condenas previas en otras causas.
El ataque sexual en Las Cañitas ocurrió en momentos en que la empleada de la panadería se preparaba para la apertura del local. Había dejado aún la cortina baja, pero la puerta de esa persiana estaba abierta, ya que esperaba la llegada del proveedor que todas las mañanas le entrega el pan y el resto de los productos. Esa situación fue aprovechada por el delincuente. El agresor vestía una remera blanca con un logo negro en el frente y un pantalón deportivo gris. El agresor robó algo de dinero que había en la caja y llevó a la víctima a un cuarto ubicado en la parte posterior del local, donde la ató con los cordones de las zapatillas y abusó sexualmente de ella.
Fuentes de la investigación habían revelado que el abusador estuvo aproximadamente media hora dentro del negocio y que en ese lapso, el proveedor de la panadería llegó al local y dejó los productos, sin advertir lo que estaba pasando.
Un día después de protagonizar la violación que sufrió la empleada de una panadería de la zona de Las Cañitas, en Palermo, Paulo Díaz, el sospechoso de la agresión sexual, habría atacado a una joven de 23 años en una formación del ferrocarril Belgrano Norte que se dirigía a la estación Villa Rosa.
Así lo pudo reconstruir la nacion de fuentes judiciales y con documentación oficial. El ataque, según la denuncia de la víctima, habría ocurrido el lunes pasado, a las 4.05, cuando la joven se subió en la estación a la formación del Belgrano Norte en la estación Ingeniero Adolfo Sourdeaux.
“Me tomó fuertemente del brazo, se puso muy cerca de mí, y me dijo: ‘Ahora te quedas conmigo’”, sostuvo la víctima al hacer la denuncia en una comisaría de la policía bonaerense.
La joven no perdió el tiempo y comenzó a golpear la puerta que comunicaba con el otro vagón hasta que un pasajero le abrió. La víctima recorrió la formación hasta que se encontró con el guarda y le relató lo sucedido a personal de la Policía Federal Argentina (PFA) que está a cargo de las tareas de prevención dentro de los trenes.
Siempre según la documentación a la que tuvo acceso la nacion, los uniformados fueron hasta el furgón donde estaba el sospechoso. Los agentes policiales, el agresor y la víctima descendieron en la estación de Pablo Nogués, donde el agresor le espetó a la muchacha, después de insultarla: “No te hice nada”.
En la denuncia, la joven describió al agresor como una persona de tez trigueña, que vestía una chomba rayada y pantalón oscuro. También dijo que presentaba hematomas y escoriaciones en el rostro y que su cabello era de color oscuro. Fue indagado por el fiscal del Departamento Judicial de San Martín. Quedó en libertad.
Justamente, una persona vestida con las mismas características y con los mismos hematomas en el rostro que describió la víctima de la agresión fue detenido por resistencia a la autoridad un día después por personal de la PFA en la estación Grand Bourg del ferrocarril Belgrano Norte, según informaron a fuentes judiciales. la nacion
Según información oficial, el pasado martes a las 10, personal de la PFA fue agredido por una persona que estaba arriba del tren. Los uniformados habían intervenido después de que un grupo de pasajeros diera aviso de “disturbios”.
El personal de la PFA fue escupido por el agresor, quien también intentó golpear a los agentes. Finalmente, los uniformados lograron reducirlo y esposarlo. El atacante fue trasladado a una comisaría de la policía bonaerense, donde fue identificado y se le abrió una causa por resistencia a la autoridad. Se constató el domicilio y fue liberado casi de inmediato desde la seccional policial.
Las claves del arresto
Díaz, de 35 años, fue detenido anteayer por la Policía de la Ciudad en Maquinista Savio acusado de haber protagonizado el robo y violación en el café y panadería Craft Vegan Bakerya, en Soldado de la Independencia al 700, en Las Cañitas. El ataque ocurrió a las 7.20 del domingo pasado y la víctima tiene 20 años.
Por el caso, la Policía de la Ciudad conformó un “comité de crisis”, en el que intervinieron distintas dependencias de esa fuerza de seguridad que trabajaron sobre dos posibles domicilios donde podía estar el sospechoso, uno en Capital Federal y otro en provincia de Buenos Aires
Los peritos de Policía Científica trabajaron sobre un elemento clave con el que el propio delincuente llegó y dejó en el comercio de la calle Soldado de la Independencia al 700: un envase tipo tetrabrik de jugo de naranja.
Ese envase fue preservado y de allí se pudo extraer una huella dactilar de un dedo meñique que fue apta para un cotejo con la base de datos del Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Digitales (AFIS, por su sigla en inglés) y así se pudo obtener lo que se denomina “ADN de contacto”.
A su vez, al margen de las imágenes de las propias cámaras del local donde el delincuente quedó filmado –y algunas de las cuales se difundieron ya por redes sociales, chats vecinales y algunos medios de comunicación–, los investigadores analizaron otros videos con los que reconstruyeron la ruta de llegada y escape del abusador.
Con ese ADN de contacto saltó el primer indicio de que Díaz podría haber sido el responsable del ataque sexual y el robo. Las imágenes de las cámaras permitieron cotejar por el “sistema Simp Ibios” de la Policía Federal Argentina (PFA) donde estaba registrado el prontuario del hombre detenido.
Allí se contaba con una serie de fotos de las características particulares del hombre de 35 años. Una profunda cicatriz en la ceja izquierda y uno de los tres tatuajes que poseía, en el antebrazo derecho, fueron registrados en diferentes cámaras de seguridad.
En la investigación, además de la Policía de la Ciudad y el fiscal Carlos Velarde, participaron personal de la PFA y la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE) de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri), a cargo de José María Campagnoli.
Tras la detención, se supo que Díaz había sido condenado por haber abusado en 2019 de una adolescente de 15 años, a diez cuadras del lugar donde en 2003 asesinaron en Núñez a Lucila Yaconis durante otro ataque sexual.
El dato se desprende de la sentencia -a la que accedió la agencia de noticias Télam-, que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N° 7 le impuso a Díaz el 20 de diciembre de 2020 como autor de un “abuso sexual agravado por el uso de armas”, ya que atacó a la chica con un cuchillo Tramontina.
Si bien el fiscal de ese juicio, Oscar Ciruzzi, había pedido una pena de tres años y medio de prisión por este hecho, el juez Alejandro Noceti Achával condenó a Díaz a dos años y seis meses de cárcel y el abusador terminó con una pena unificada de seis años porque tenía condenas previas en otras causas.
El ataque sexual en Las Cañitas ocurrió en momentos en que la empleada de la panadería se preparaba para la apertura del local. Había dejado aún la cortina baja, pero la puerta de esa persiana estaba abierta, ya que esperaba la llegada del proveedor que todas las mañanas le entrega el pan y el resto de los productos. Esa situación fue aprovechada por el delincuente. El agresor vestía una remera blanca con un logo negro en el frente y un pantalón deportivo gris. El agresor robó algo de dinero que había en la caja y llevó a la víctima a un cuarto ubicado en la parte posterior del local, donde la ató con los cordones de las zapatillas y abusó sexualmente de ella.
Fuentes de la investigación habían revelado que el abusador estuvo aproximadamente media hora dentro del negocio y que en ese lapso, el proveedor de la panadería llegó al local y dejó los productos, sin advertir lo que estaba pasando.
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