Relativizan la denuncia de “fraude” y la Justicia cita a los apoderados
Santiago Viola apuntó contra la Gendarmería por robo de votos, pero no hizo una denuncia ni aportó pruebas en la Justicia
Paz Rodríguez Niell
la Santiago Viola
Santiago Viola, apoderado de La Libertad Avanza (LLA), se presentó ayer en los tribunales de Comodoro Py y dijo que no tenía precisiones para aportar a su escrito de ayer, en el que sostuvo que en las elecciones generales de octubre hubo un “fraude colosal” y en el que acusó a la Gendarmería Nacional de haber cambiado el contenido de urnas y robado votos en perjuicio de Javier Milei.
Viola se presentó en los tribunales de Retiro porque lo citó el fiscal electoral Ramiro González, que anteayer abrió una investigación preliminar tras recibir el escrito de LLA. González había citado también a Karina Milei, que firmó el escrito con Viola –es la otra apoderada del partido–, pero ella no se presentó. “Vengo a acompañar un escrito firmado por Karina Milei en el cual se solicita se deje sin efecto su citación en virtud de que no posee ninguna información que pueda agregar, más allá de aquello que yo pueda declarar en esta oportunidad”, dijo Viola. Y agregó: “También quiero decir que le era imposible llegar en el horario en el cual fue citada dado que esta viajando desde la provincia de Córdoba hacia Buenos Aires”. Karina Milei estuvo con su hermano en el cierre de la campaña, en la ciudad de Córdoba.
Viola manifestó que lo presentado por ellos sobre el supuesto fraude en las elecciones generales “no se trató de una denuncia sino de una presentación efectuada con el objetivo de que se extremen los recaudos en el traslado de urnas” el domingo y “con la única intensión de aportar a la transparencia y legalidad de las elecciones”. Para la Justicia, no obstante, si alguien pone en su conocimiento hechos que encuadran en figuras delictivas -como lo es el robo de votos- eso es tomado como una denuncia. Por eso, González hizo lo que hacen usualmente los fiscales de Comodoro Py: citar a los denunciantes para que ratifiquen su denuncia y para pedirles que entreguen las pruebas que tengan en su poder.
En cuanto a los elementos en los que se apoyó la acusación, Viola declaró: “La presentación se efectuó en virtud de comentarios en redes sociales y algunas notas periodísticas y testimonios recabados personalmente que hacían referencia a los hechos puestos en conocimiento, de los cuales acompaño en esta acto algunos ejemplos”. Tampoco ayer LLA había precisado hechos (ni en qué escuelas o mesas habrían ocurrido), ni aportado pruebas.
“Sin perjuicio de ello, quiero aclarar -declaró hoy Viola- que no hemos denunciado el accionar de ninguna de las fuerzas de seguridad, que confiamos en que extremaran los recaudos de cara al 19 de noviembre y esperamos que los comicios se desarrollen con normalidad”.
El escrito del jueves de LLA decía: “Especialmente en la provincia de Buenos Aires y el interior del país, los integrantes de cada mesa al cierre de los comicios y realizado el escrutinio correspondiente entregan la documentación pertinente y las urnas a las fuerzas de seguridad, y se retiran a sus domicilios considerando su misión cumplida, y nunca más tienen contacto con la documentación y las urnas que entregaron firmadas. Y aquí aparece la Gendarmería Nacional Argentina. En ese momento durante un tiempo, el necesario, cambian el contenido de las urnas y la documentación por otras que modifican en favor del partido gobernante y de Sergio Massa, lo cual altera considerablemente el resultado electoral.”
El fiscal le preguntó a Viola si impugnaron el escrutinio definitivo de las PASO o de las elecciones generales en algún distrito y él respondió que solo sabía que “hubo una presentación en Formosa, donde se impugnó el escrutinio definitivo” y, según relató, la justicia federal electoral de la provincia les termino dando la razón. Pero no fue en la categoría presidente, porque Viola manifestó hoy: “En la categoría Presidente, que es distrito único, no se presentó [impugnación alguna]”. Consultado por el fiscal, dijo que LLA tampoco pidió que se abrieran urnas por dudas respecto del escrutinio en la categoría presidente. Es decir, no cuestionaron en la Justicia por ningún medio el resultado de las elecciones presidenciales de octubre.
Por el momento, la fiscalía no cerrará la investigación preliminar que se abrió por lo denunciado por la LLA, pero fuentes judiciales dijeron que difícilmente este expediente tenga mucho más movimiento. El fiscal González, además de tomarle declaración a Viola, se reunió ayer con autoridades del Comando Nacional Electoral, que detallaron cómo funciona el sistema de custodia y traslado de las urnas, que el Comando tiene a su cargo. “Expusieron sobre el sistema de trazabilidad, que permite seguir todo el camino de cada urna, sobre la seguridad y sobre la intervención y el control de las Fuerzas Armadas en toda la organización. También, sobre el rol de la Gendarmería”, dijo una fuente al tanto del contenido de esa reunión.
El Comando Nacional Electoral tiene a su cargo la seguridad de las elecciones; vigila las escuelas y custodia las urnas y la documentación después de que cerraron los comicios, hasta la finalización del escrutinio definitivo. Está formado por las tres fuerzas armadas: Fuerza Aérea, Armada y Ejército, y por las cinco fuerzas de seguridad. Colaboran, también, las policías provinciales. Al frente del Comando Electoral se nombra a un militar, que siempre es el comandante operacional; puede ser de cualquiera de las tres fuerzas y este año es del Ejército, es Jorge Fabián Berredo. El comandante operacional tiene a su cargo la organización de todas las operaciones militares en tiempos de paz: desde la campaña antártica hasta las acciones de ayuda humanitaria, y también las elecciones.
En su escrito, el partido de Milei pidió que se les diera mayor intervención a la Fuerza Aérea y a la Armada, a las que definió como “fuerzas honorables que deben controlar”. No precisó por qué diferenció a esas dos fuerzas del Ejército. Al Comando Electoral están asignadas unas 86.000 personas; de esas, unas 8000 son de Gendarmería.
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El apoyo a los dos candidatos, según las edades de los votantes
La porción del padrón que se corta en los 30 años acompaña mayoritariamente a Milei; Massa logra sacar ventaja hasta los 45 años, y Bullrich aporta el respaldo de los mayores de 60
Federico González del Solar
casi un millón de jóvenes votaron por primera vez, como fue el caso de Manuel Alonso
La llegada de La Libertad Avanza a la arena política quebró el dominio que ejercieron Juntos por el Cambio y Unión por la Patria en la oferta electoral de la última década y el “voto joven” fue un protagonista central en este proceso: la fuerza libertaria, la fuerza que hoy desafía al oficialismo, encontró en este segmento –que varía según el corte, pero que nunca supera los 35 años– la piedra angular que le permitió construir su camino hacia el balotaje.
Fue una de las pocas certezas en este largo ciclo electoral con giros, retrocesos y crecimientos sorpresivos. Cualquiera de las encuestas que se tome indica que el segmento “joven” se inclina mayoritariamente por la fuerza que dirige Javier Milei con una tendencia que no sufrió alteraciones: a menor edad, los números del libertario se agigantan. Por su parte, Sergio Massa, el presidenciable de Unión por la Patria, se hizo más fuerte en la franja media, donde logra sacar una luz de ventaja frente a Milei.
En un reciente muestreo de Aresco, la consultora dirigida por Federico Aurelio, este segmento medio –que va de los 30 a los 65 años y que se divide en dos subgrupos– representa el 70% de los consultados. Allí, el reparto de votos entre Massa y Milei es parejo, con una leve ventaja para el ministro de Economía.
En las “puntas”, en las cuales se reparte el otro 30% de la muestra, el libertario se impone con holgura: el 53% de los consultados menores de 30 años lo elige contra solo el 34% que recoge Massa en este tramo etario. En el otro extremo, que arranca a partir de los 66 años, la tendencia es similar: más del 48% se inclina por LLA contra un 38% que recae sobre UP.
La ventaja que el líder libertario logró en la porción más joven del electorado es similar a la que Patricia Bullrich, excandidata por Juntos por el Cambio y nueva aliada de Milei, supo obtener en el otro extremo del padrón. Según un sondeo del consultor Federico González, el 55% de la totalidad de sus votantes superaba los 55 años. Así, quienes nacieron en democracia y tienen por delante la mayor parte de su proyecto de vida eligieron, según todos los sondeos, la variante del cambio más radicalizada, encarnada en la figura de Milei. Aquellos, en cambio, que cuentan con mayor experiencia política y tienen un camino más corto por delante, se inclinaron, según esta última encuesta, por Bullrich, que buscó ofrecer un cambio con garantías de institucionalidad.
Sin embargo, en la preferencia de este último segmento etario no hubo siempre coincidencias entre las consultoras. Otro sondeo realizado por Atlas –la encuestadora brasilera que anticipó el subidón de Massa entre las PASO y las generales (de 27 a 36%)– difiere de González y refleja una distribución muy pareja a partir de los 45 años: menos de un punto de diferencia en favor del libertario hasta los 59 años y paridad total a partir de los 60.
Esta consultora registra una ventaja considerable para Massa entre los 35 y los 44 años (55 a 38%) y de nuevo, en algo en lo que no hay diferencias, una ventaja para el libertario en el segmento de los 24 a los 34 que supera los 10 puntos, y que se agudiza entre los 16 y los 24: 61 puntos del libertario contra poco más de 30 del ministro. Cifras similares ofreció CB consultores en octubre: 54% en favor de Milei contra el 33% de Massa en la franja etaria de 16 a 35 años. Todos números que apuntan en una sola dirección: el “voto joven” pavimentó el camino de La Libertad Avanza hacia el balotaje.
Para sus nuevos aliados este segmento fue siempre más esquivo. “En esta ocasión, tenemos que tener la humildad de seguir a los jóvenes”, invitó en su última entrevista el expresidente Mauricio Macri, que encabezó el proceso por el cual el ala dura de Juntos por el Cambio se enlistó en las filas libertarias. “Tantas veces nos hemos equivocado. Esta vez sigamos a los jóvenes. Démosle la derecha a los jóvenes”, insistió Macri en LN+.
Massa, por su parte, luego de unos días movidos que lo llevaron por distintos puntos del país, le puso punto final a sus actividades proselitistas en la escuela Carlos Pellegrini -que depende de la UBA- buscando combinar, en la última foto de campaña, el “segmento joven” y la educación pública, una controversia que sobrevoló la campaña. Es que para cualquiera de los candidatos, mover la aguja en un terreno adverso, como el segmento joven para Massa o en términos geográficos, la provincia de Buenos Aires para Milei, puede ser decisivo en una contienda que se anticipa ajustada.
Bajo el sello del Frente de Todos, el oficialismo supo contar con el visto bueno de la franja joven del padrón. A tal punto que la ley 26.774, que en 2012 habilitó a los jóvenes de 16 y 17 años a ejercer el sufragio de forma optativa –y fue impulsada por el entonces gobierno de la actual vicepresidenta Cristina Kirchner– fue a los ojos de la oposición un movimiento estrictamente electoral. Hoy, ese grupo electoral, que con 1.163.477 votantes representa casi el 3,3% del padrón, parece haberle dado la espalda al oficialismo y volcarse ampliamente por La Libertad Avanza.
Con todo, no se trata de un apoyo incondicional a las políticas o propuestas del partido libertario. La flexibilización en las restricciones para comerciar armas u órganos, temas que nunca se terminaron de convertir en políticas pero sí circularon por el espacio, encuentran un firme rechazo en el segmento joven tal como refleja la encuesta de Atlas. No así la dolarización, que es aceptada ampliamente por el segmento joven.
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DUDAS POR EL VOTO EN BLANCO
Mitos y verdades, y el antecedente de 2015
1 ¿cuál es la diferencia entre voto en blanco, nulo e impugnado?
Ninguno es considerado un voto “afirmativo”, la base sobre la cual se contabilizan los porcentajes. La diferencia entre estas variantes del voto se da en los modos. El sobre vacío y aquel con un algún papel de un solo color se computan como voto en blanco. Cuando el contenido del sobre no es ninguna de las boletas oficiales, el voto se computa como “nulo”: si dentro del sobre se encuentran boletas de distintos partidos, estas no so se corresponden con la elección en curso, o se trata de una boleta oficial, pero con alguna tachadura, el voto se considera “nulo”. También cuando hay en el sobre elementos ajenos al proceso electoral. El voto es impugnado cuando alguna autoridad de la mesa presenta dudas sobre la identidad del elector.
2 ¿Es un voto válido el voto en blanco?
Sí, el voto en blanco es válido en la medida en que representa una opción dentro del sistema electoral. Con todo, no representa un voto “afirmativo”, que tanto en las generales como en el balotaje constituyen la base sobre la cual se calculan los porcentajes de los candidatos. Este asunto se presta a confusión debido a la diferencia de criterios que existe entre las distintas instancias electorales. En las PASO el voto en blanco se toma como “un candidato más”, de modo que, al no ser excluido -como sí sucede en las generales y en el balotaje, no recorta la base sobre la cual se contabilizan los porcentajes.
3 ¿impacta igual votar en blanco que ausentarse?
Sí. Desde lo matemático, la incidencia electoral es la misma: no hay diferencias entre los votos “no afirmativos” y el ausentismo. Sin embargo, la votación es obligatoria y su incumplimiento está sancionado con impedimentos administrativos, como no poder renovar la licencia de conducir y penas económicas, aunque muy leves: los montos han quedado desactualizados y recorren un acotado rango que va desde los $ 50 a los $500. Además, las personas que figuren en el registro de infractores, mientras no cancelen la deuda y regularicen su situación, no podrán ejercer cargos públicos durante los tres años que siguen a la elección. Es usual, según pudo constatar la nacion, que las sanciones de tipo administrativas no se cumplan. De todos modos, es aconsejable asistir.
4 ¿cuál es la diferencia del voto en blanco entre las Paso, las generales y el balotaje?
La diferencia radica en la distinción entre el voto “afirmativo” y el “válido”. Mientras que en las primarias el voto en blanco forma parte del universo de votos sobre la cual se calculan los porcentajes, tanto en las generales como en el balotaje, el voto en blanco se excluye de esa base de cálculo y el universo sobre el cual se obtienen los porcentajes es el de los votos “afirmativos” -en favor de un candidato-. Cuando la base se achica, como sucede en el balotaje, los porcentajes se agrandan. Por ejemplo, si en las PASO el voto en blanco se hubiera contabilizado como se hará en el balotaje, Javier Milei, en lugar de los casi 30 puntos que obtuvo, hubiera superado los 31.
5 ¿Beneficia o perjudica?
En rigor, el voto en blanco deja todo “tal cual está”, de manera que no beneficia a ningún candidato en particular en ninguna de las instancias electorales. Sin embargo, al no introducir ninguna modificación, es común escuchar una segunda lectura según la cual el voto en blanco -al dejar todo “tal cual está”favorece al candidato que lleva la delantera. Por eso es habitual que aquel partido político que crea correr con desventaja en las urnas, desaliente el voto en blanco. De igual modo pero en sentido inverso, que el candidato que presuntamente lleva la delantera lo promueva.
6 ¿cuánto voto en blanco y ausentismo hubo en el balotaje de 2015?
En el único antecedente electoral al balotaje del próximo domingo la fórmula de Juntos por el Cambio, constituida por Mauricio Macri y Gabriela Michetti, se impuso por más del 51% de los votos a la de Daniel Scioli y Carlos Zannini por el Frente de Todos. La participación en aquel mano a mano no alcanzó el 81% del padrón –retrocedió unas céntimas con respecto a las generales– y el voto en blanco cayó a menos de la mitad en la segunda vuelta: pasó de más de 660 mil a poco más de 300. Para obtener el porcentaje de los candidatos, se resta de la participación (el casi 81%)los votos en blanco y los nulos -los “no afirmativos”- y sobre esa base se obtiene el número final: 51,34% en favor de Macri, contra los 48,66% que obtuvo el exgobernador Scioli.
Santiago Viola, apoderado de La Libertad Avanza (LLA), se presentó ayer en los tribunales de Comodoro Py y dijo que no tenía precisiones para aportar a su escrito de ayer, en el que sostuvo que en las elecciones generales de octubre hubo un “fraude colosal” y en el que acusó a la Gendarmería Nacional de haber cambiado el contenido de urnas y robado votos en perjuicio de Javier Milei.
Viola se presentó en los tribunales de Retiro porque lo citó el fiscal electoral Ramiro González, que anteayer abrió una investigación preliminar tras recibir el escrito de LLA. González había citado también a Karina Milei, que firmó el escrito con Viola –es la otra apoderada del partido–, pero ella no se presentó. “Vengo a acompañar un escrito firmado por Karina Milei en el cual se solicita se deje sin efecto su citación en virtud de que no posee ninguna información que pueda agregar, más allá de aquello que yo pueda declarar en esta oportunidad”, dijo Viola. Y agregó: “También quiero decir que le era imposible llegar en el horario en el cual fue citada dado que esta viajando desde la provincia de Córdoba hacia Buenos Aires”. Karina Milei estuvo con su hermano en el cierre de la campaña, en la ciudad de Córdoba.
Viola manifestó que lo presentado por ellos sobre el supuesto fraude en las elecciones generales “no se trató de una denuncia sino de una presentación efectuada con el objetivo de que se extremen los recaudos en el traslado de urnas” el domingo y “con la única intensión de aportar a la transparencia y legalidad de las elecciones”. Para la Justicia, no obstante, si alguien pone en su conocimiento hechos que encuadran en figuras delictivas -como lo es el robo de votos- eso es tomado como una denuncia. Por eso, González hizo lo que hacen usualmente los fiscales de Comodoro Py: citar a los denunciantes para que ratifiquen su denuncia y para pedirles que entreguen las pruebas que tengan en su poder.
En cuanto a los elementos en los que se apoyó la acusación, Viola declaró: “La presentación se efectuó en virtud de comentarios en redes sociales y algunas notas periodísticas y testimonios recabados personalmente que hacían referencia a los hechos puestos en conocimiento, de los cuales acompaño en esta acto algunos ejemplos”. Tampoco ayer LLA había precisado hechos (ni en qué escuelas o mesas habrían ocurrido), ni aportado pruebas.
“Sin perjuicio de ello, quiero aclarar -declaró hoy Viola- que no hemos denunciado el accionar de ninguna de las fuerzas de seguridad, que confiamos en que extremaran los recaudos de cara al 19 de noviembre y esperamos que los comicios se desarrollen con normalidad”.
El escrito del jueves de LLA decía: “Especialmente en la provincia de Buenos Aires y el interior del país, los integrantes de cada mesa al cierre de los comicios y realizado el escrutinio correspondiente entregan la documentación pertinente y las urnas a las fuerzas de seguridad, y se retiran a sus domicilios considerando su misión cumplida, y nunca más tienen contacto con la documentación y las urnas que entregaron firmadas. Y aquí aparece la Gendarmería Nacional Argentina. En ese momento durante un tiempo, el necesario, cambian el contenido de las urnas y la documentación por otras que modifican en favor del partido gobernante y de Sergio Massa, lo cual altera considerablemente el resultado electoral.”
El fiscal le preguntó a Viola si impugnaron el escrutinio definitivo de las PASO o de las elecciones generales en algún distrito y él respondió que solo sabía que “hubo una presentación en Formosa, donde se impugnó el escrutinio definitivo” y, según relató, la justicia federal electoral de la provincia les termino dando la razón. Pero no fue en la categoría presidente, porque Viola manifestó hoy: “En la categoría Presidente, que es distrito único, no se presentó [impugnación alguna]”. Consultado por el fiscal, dijo que LLA tampoco pidió que se abrieran urnas por dudas respecto del escrutinio en la categoría presidente. Es decir, no cuestionaron en la Justicia por ningún medio el resultado de las elecciones presidenciales de octubre.
Por el momento, la fiscalía no cerrará la investigación preliminar que se abrió por lo denunciado por la LLA, pero fuentes judiciales dijeron que difícilmente este expediente tenga mucho más movimiento. El fiscal González, además de tomarle declaración a Viola, se reunió ayer con autoridades del Comando Nacional Electoral, que detallaron cómo funciona el sistema de custodia y traslado de las urnas, que el Comando tiene a su cargo. “Expusieron sobre el sistema de trazabilidad, que permite seguir todo el camino de cada urna, sobre la seguridad y sobre la intervención y el control de las Fuerzas Armadas en toda la organización. También, sobre el rol de la Gendarmería”, dijo una fuente al tanto del contenido de esa reunión.
El Comando Nacional Electoral tiene a su cargo la seguridad de las elecciones; vigila las escuelas y custodia las urnas y la documentación después de que cerraron los comicios, hasta la finalización del escrutinio definitivo. Está formado por las tres fuerzas armadas: Fuerza Aérea, Armada y Ejército, y por las cinco fuerzas de seguridad. Colaboran, también, las policías provinciales. Al frente del Comando Electoral se nombra a un militar, que siempre es el comandante operacional; puede ser de cualquiera de las tres fuerzas y este año es del Ejército, es Jorge Fabián Berredo. El comandante operacional tiene a su cargo la organización de todas las operaciones militares en tiempos de paz: desde la campaña antártica hasta las acciones de ayuda humanitaria, y también las elecciones.
En su escrito, el partido de Milei pidió que se les diera mayor intervención a la Fuerza Aérea y a la Armada, a las que definió como “fuerzas honorables que deben controlar”. No precisó por qué diferenció a esas dos fuerzas del Ejército. Al Comando Electoral están asignadas unas 86.000 personas; de esas, unas 8000 son de Gendarmería.
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El apoyo a los dos candidatos, según las edades de los votantes
La porción del padrón que se corta en los 30 años acompaña mayoritariamente a Milei; Massa logra sacar ventaja hasta los 45 años, y Bullrich aporta el respaldo de los mayores de 60
Federico González del Solar
La llegada de La Libertad Avanza a la arena política quebró el dominio que ejercieron Juntos por el Cambio y Unión por la Patria en la oferta electoral de la última década y el “voto joven” fue un protagonista central en este proceso: la fuerza libertaria, la fuerza que hoy desafía al oficialismo, encontró en este segmento –que varía según el corte, pero que nunca supera los 35 años– la piedra angular que le permitió construir su camino hacia el balotaje.
Fue una de las pocas certezas en este largo ciclo electoral con giros, retrocesos y crecimientos sorpresivos. Cualquiera de las encuestas que se tome indica que el segmento “joven” se inclina mayoritariamente por la fuerza que dirige Javier Milei con una tendencia que no sufrió alteraciones: a menor edad, los números del libertario se agigantan. Por su parte, Sergio Massa, el presidenciable de Unión por la Patria, se hizo más fuerte en la franja media, donde logra sacar una luz de ventaja frente a Milei.
En un reciente muestreo de Aresco, la consultora dirigida por Federico Aurelio, este segmento medio –que va de los 30 a los 65 años y que se divide en dos subgrupos– representa el 70% de los consultados. Allí, el reparto de votos entre Massa y Milei es parejo, con una leve ventaja para el ministro de Economía.
En las “puntas”, en las cuales se reparte el otro 30% de la muestra, el libertario se impone con holgura: el 53% de los consultados menores de 30 años lo elige contra solo el 34% que recoge Massa en este tramo etario. En el otro extremo, que arranca a partir de los 66 años, la tendencia es similar: más del 48% se inclina por LLA contra un 38% que recae sobre UP.
La ventaja que el líder libertario logró en la porción más joven del electorado es similar a la que Patricia Bullrich, excandidata por Juntos por el Cambio y nueva aliada de Milei, supo obtener en el otro extremo del padrón. Según un sondeo del consultor Federico González, el 55% de la totalidad de sus votantes superaba los 55 años. Así, quienes nacieron en democracia y tienen por delante la mayor parte de su proyecto de vida eligieron, según todos los sondeos, la variante del cambio más radicalizada, encarnada en la figura de Milei. Aquellos, en cambio, que cuentan con mayor experiencia política y tienen un camino más corto por delante, se inclinaron, según esta última encuesta, por Bullrich, que buscó ofrecer un cambio con garantías de institucionalidad.
Sin embargo, en la preferencia de este último segmento etario no hubo siempre coincidencias entre las consultoras. Otro sondeo realizado por Atlas –la encuestadora brasilera que anticipó el subidón de Massa entre las PASO y las generales (de 27 a 36%)– difiere de González y refleja una distribución muy pareja a partir de los 45 años: menos de un punto de diferencia en favor del libertario hasta los 59 años y paridad total a partir de los 60.
Esta consultora registra una ventaja considerable para Massa entre los 35 y los 44 años (55 a 38%) y de nuevo, en algo en lo que no hay diferencias, una ventaja para el libertario en el segmento de los 24 a los 34 que supera los 10 puntos, y que se agudiza entre los 16 y los 24: 61 puntos del libertario contra poco más de 30 del ministro. Cifras similares ofreció CB consultores en octubre: 54% en favor de Milei contra el 33% de Massa en la franja etaria de 16 a 35 años. Todos números que apuntan en una sola dirección: el “voto joven” pavimentó el camino de La Libertad Avanza hacia el balotaje.
Para sus nuevos aliados este segmento fue siempre más esquivo. “En esta ocasión, tenemos que tener la humildad de seguir a los jóvenes”, invitó en su última entrevista el expresidente Mauricio Macri, que encabezó el proceso por el cual el ala dura de Juntos por el Cambio se enlistó en las filas libertarias. “Tantas veces nos hemos equivocado. Esta vez sigamos a los jóvenes. Démosle la derecha a los jóvenes”, insistió Macri en LN+.
Massa, por su parte, luego de unos días movidos que lo llevaron por distintos puntos del país, le puso punto final a sus actividades proselitistas en la escuela Carlos Pellegrini -que depende de la UBA- buscando combinar, en la última foto de campaña, el “segmento joven” y la educación pública, una controversia que sobrevoló la campaña. Es que para cualquiera de los candidatos, mover la aguja en un terreno adverso, como el segmento joven para Massa o en términos geográficos, la provincia de Buenos Aires para Milei, puede ser decisivo en una contienda que se anticipa ajustada.
Bajo el sello del Frente de Todos, el oficialismo supo contar con el visto bueno de la franja joven del padrón. A tal punto que la ley 26.774, que en 2012 habilitó a los jóvenes de 16 y 17 años a ejercer el sufragio de forma optativa –y fue impulsada por el entonces gobierno de la actual vicepresidenta Cristina Kirchner– fue a los ojos de la oposición un movimiento estrictamente electoral. Hoy, ese grupo electoral, que con 1.163.477 votantes representa casi el 3,3% del padrón, parece haberle dado la espalda al oficialismo y volcarse ampliamente por La Libertad Avanza.
Con todo, no se trata de un apoyo incondicional a las políticas o propuestas del partido libertario. La flexibilización en las restricciones para comerciar armas u órganos, temas que nunca se terminaron de convertir en políticas pero sí circularon por el espacio, encuentran un firme rechazo en el segmento joven tal como refleja la encuesta de Atlas. No así la dolarización, que es aceptada ampliamente por el segmento joven.
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DUDAS POR EL VOTO EN BLANCO
Mitos y verdades, y el antecedente de 2015
1 ¿cuál es la diferencia entre voto en blanco, nulo e impugnado?
Ninguno es considerado un voto “afirmativo”, la base sobre la cual se contabilizan los porcentajes. La diferencia entre estas variantes del voto se da en los modos. El sobre vacío y aquel con un algún papel de un solo color se computan como voto en blanco. Cuando el contenido del sobre no es ninguna de las boletas oficiales, el voto se computa como “nulo”: si dentro del sobre se encuentran boletas de distintos partidos, estas no so se corresponden con la elección en curso, o se trata de una boleta oficial, pero con alguna tachadura, el voto se considera “nulo”. También cuando hay en el sobre elementos ajenos al proceso electoral. El voto es impugnado cuando alguna autoridad de la mesa presenta dudas sobre la identidad del elector.
2 ¿Es un voto válido el voto en blanco?
Sí, el voto en blanco es válido en la medida en que representa una opción dentro del sistema electoral. Con todo, no representa un voto “afirmativo”, que tanto en las generales como en el balotaje constituyen la base sobre la cual se calculan los porcentajes de los candidatos. Este asunto se presta a confusión debido a la diferencia de criterios que existe entre las distintas instancias electorales. En las PASO el voto en blanco se toma como “un candidato más”, de modo que, al no ser excluido -como sí sucede en las generales y en el balotaje, no recorta la base sobre la cual se contabilizan los porcentajes.
3 ¿impacta igual votar en blanco que ausentarse?
Sí. Desde lo matemático, la incidencia electoral es la misma: no hay diferencias entre los votos “no afirmativos” y el ausentismo. Sin embargo, la votación es obligatoria y su incumplimiento está sancionado con impedimentos administrativos, como no poder renovar la licencia de conducir y penas económicas, aunque muy leves: los montos han quedado desactualizados y recorren un acotado rango que va desde los $ 50 a los $500. Además, las personas que figuren en el registro de infractores, mientras no cancelen la deuda y regularicen su situación, no podrán ejercer cargos públicos durante los tres años que siguen a la elección. Es usual, según pudo constatar la nacion, que las sanciones de tipo administrativas no se cumplan. De todos modos, es aconsejable asistir.
4 ¿cuál es la diferencia del voto en blanco entre las Paso, las generales y el balotaje?
La diferencia radica en la distinción entre el voto “afirmativo” y el “válido”. Mientras que en las primarias el voto en blanco forma parte del universo de votos sobre la cual se calculan los porcentajes, tanto en las generales como en el balotaje, el voto en blanco se excluye de esa base de cálculo y el universo sobre el cual se obtienen los porcentajes es el de los votos “afirmativos” -en favor de un candidato-. Cuando la base se achica, como sucede en el balotaje, los porcentajes se agrandan. Por ejemplo, si en las PASO el voto en blanco se hubiera contabilizado como se hará en el balotaje, Javier Milei, en lugar de los casi 30 puntos que obtuvo, hubiera superado los 31.
5 ¿Beneficia o perjudica?
En rigor, el voto en blanco deja todo “tal cual está”, de manera que no beneficia a ningún candidato en particular en ninguna de las instancias electorales. Sin embargo, al no introducir ninguna modificación, es común escuchar una segunda lectura según la cual el voto en blanco -al dejar todo “tal cual está”favorece al candidato que lleva la delantera. Por eso es habitual que aquel partido político que crea correr con desventaja en las urnas, desaliente el voto en blanco. De igual modo pero en sentido inverso, que el candidato que presuntamente lleva la delantera lo promueva.
6 ¿cuánto voto en blanco y ausentismo hubo en el balotaje de 2015?
En el único antecedente electoral al balotaje del próximo domingo la fórmula de Juntos por el Cambio, constituida por Mauricio Macri y Gabriela Michetti, se impuso por más del 51% de los votos a la de Daniel Scioli y Carlos Zannini por el Frente de Todos. La participación en aquel mano a mano no alcanzó el 81% del padrón –retrocedió unas céntimas con respecto a las generales– y el voto en blanco cayó a menos de la mitad en la segunda vuelta: pasó de más de 660 mil a poco más de 300. Para obtener el porcentaje de los candidatos, se resta de la participación (el casi 81%)los votos en blanco y los nulos -los “no afirmativos”- y sobre esa base se obtiene el número final: 51,34% en favor de Macri, contra los 48,66% que obtuvo el exgobernador Scioli.
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