miércoles, 17 de abril de 2024

OPINIÓN Y ATAQUE A LANATA


La “patria grande” del Presidente y de Karina
Luciana VázquezJavier Milei

Para dar otra puntada más en el manto global, Javier Milei partió la semana pasada para encontrarse con Elon Musk en Estados Unidos y volvió para posicionar a la Argentina frente a Israel y el ataque de Irán. En ese viaje de ida y vuelta al exterior, Milei hizo dos cosas. Primero, buscó consolidar el sentido de su presidencia y controlar la interpretación sobre un gobierno tan hiperactivo como contradictorio. En el exterior, donde no gobierna, su batalla cultural logra evitar mirarse en el espejo de los efectos colaterales y paradójicos de la gestión concreta: en sus viajes, el Milei libertario, defensor global de las ideas de la libertad económica y más allá, no se topa con el Milei intervencionista en su guerra contra las prepagas de salud o los formadores de precios de alimentos, por ejemplo. Fuera del país, Milei es el que quiere ser. Y segundo, la otra tarea fue sumar señales que conducen todas al mismo puerto: la consolidación de Karina Milei, la hermana confidente y protectora, la estratega de campaña, la secretaria general de la Presidencia, en el poder detrás del poder, un artefacto de conducción política que integra dos figuras al volante. Desde las decisiones más periféricas hasta las más centrales en la construcción mileísta, Karina Milei refuerza su influencia. En el viaje hubo más señales en ese sentido.
El mundo de Milei es un pañuelo de contornos bien definidos que borda con la misma energía con la que Cristina Kirchner y antes Néstor Kirchner tejieron su relato. Claramente, el dibujo que va quedando delineado es el opuesto al del kirchnerismo: la “patria grande” que Milei entreteje es un mapa que tiene como paradas a los Estados Unidos de Elon Musk y Trump, a Israel como arquetipo del progreso material capitalista en conjunción con la espiritualidad, a la Italia de Giorgia Meloni, a Irlanda como caso testigo de recuperación del progreso capitalista, a la España de Vox y el Brasil perdido de su amigo Bolsonaro.
En esa línea de puntos que conecta a la audiencia de la derecha global con una serie de líderes internacionales, Milei fue visto en este viaje como “uno de los pensadores políticos más fascinantes de la actualidad”. Así lo presentó el influencer de derecha Ben Shapiro en una entrevista con el Presidente. “En un mundo en el que se cierne el espectro del socialismo, Milei se erige en un baluarte contra las amenazas de la libertad económica, aboga por políticas que empoderan individuos y fomentan el espíritu empresarial”, sintetizó Shapiro.
Esa entrevista deja datos claves sobre Milei y su visión del mundo, que lo conecta con ese fenómeno de derecha más o menos extrema que nació con el Brexit en 2016, se institucionalizó cuando Trump llegó al poder el mismo año, sumó otra cucarda con el triunfo impensado de Bolsonaro en Brasil en 2018, se cohesionó con la explosión de las redes sociales y se fortaleció con la hegemonía de la virtualidad en la pandemia que volvió al mundo más chato y a los debates globales, más interconectados.
Milei comparte con Shapiro y Musk la noción ampliada de “socialismo” o “socialismo de distintos pelajes”, según el presidente argentino. La condena arranca con el “socialismo puro”, el socialismo real de la Unión Soviética, para extender el concepto a años luz de ese núcleo fundacional histórico, hasta la guerra cultural contra una matriz conceptual progresista y liberal en sentido clásico donde caen el feminismo, el aborto, la identidad de género, el relativismo cultural, la política inmigratoria de masas, la justicia social, el Estado de bienestar, el Estado interventor. En el diálogo con Shapiro se repone también un contexto que se vuelve vigente en el conflicto con eje en Medio Oriente: “el riesgo existencial de Occidente” que empezó con las afrentas del “socialismo cultural” y ahora llega al campo bélico, cuando jaquea la seguridad de Israel. Y del mundo.
Para Milei, la batalla cultural es una sola, y el proceso que lidera en la Argentina, un capítulo más, pero clave de ese relato fundacional. La entrevista da indicios sobre el sentido de las peleas culturales que se dan desde la Casa Rosada. En la Argentina de Milei explicada a Shapiro, el experimento a cielo abierto que es el país libertario nace de la lucha para revertir la herencia kirchnerista: el Presidente se extiende minutos explicando el legado kirchnerista de inflación, caída del PBI, pobreza, déficit, deuda y emisión. “Era la suma de todos los males todos juntos”, resume. “No había alternativa a hacer el ajuste, y sin financiamiento, tenía que ser de shock”, le dice a Shapiro.
Y sobre el éxito inicial de su gestión medido en apoyo popular, según las encuestas, a pesar del ajuste, Milei tiene una certeza: es el resultado de la batalla cultural que está llevando adelante. “Quiere decir que la batalla cultural está dando resultado y los argentinos decidieron madurar, ponerse los pantalones largos. Han decidido abrazar la libertad”, asegura al influencer. En esa relación causal, batalla cultural-aumento de la popularidad, está explicada parte de la política de los próximos meses, hasta la elección parlamentaria de 2025: “Si no me aprueban ahora las reformas, pienso enviarlas en 2025 con una mejor composición del Congreso”, explicó Milei: con la inflación domada y la batalla cultural ganada, Milei espera consolidar su gobierno.
Hay una ilusión óptica que generó el balotaje en 2023: que la Argentina cambió de una vez y para siempre. Que la elección de Milei alineó los planetas y sumó al país al concierto de naciones en las que la libertad ordena el mapa político, económico y social. Esa percepción de cambio de época es, al menos, parcial. O, como máximo, un proceso en marcha al que todavía le falta muchos kilómetros de recorrido para que quede completo. Basta con cruzar al conurbano bonaerense y mirar el triunfo de Axel Kicillof en 2023 para entender que la Argentina es bicéfala. Reveló sueños libertarios cuando vota una línea política para el Estado nacional, pero sueños populistas-kirchneristas cuando vota para el Congreso o a sus gobernadores. Sobre todo, en el caso de la provincia de Buenos Aires.
Por eso, 2025 es un desafío enorme para el Presidente. La clonación de liderazgos no está tan desarrollada como la clonación de Conan: no está para nada claro que pueda encontrar en cada territorio un traje para sus candidatos. No está claro que la sola invocación de su apellido genere arrastre territorial. Por eso, el crecimiento de la figura de Karina Milei, la única candidata capaz de portar literalmente el apellido Milei y, además, con contenido: está claro que su presencia junto a su hermano nada tiene que ver con lo decorativo. Karina Milei suma dos intangibles únicos en un entorno presidencial: capital político y capital emocional-familiar.
Por eso la salida de Fátima Florez del universo femenino de Milei y el lugar central de Karina Milei en el encuentro con Musk y su rol en la comedia de enredos políticos entre Menem, Zago y Pagano no hizo más que destacar el crecimiento incesante del poder de la hermana presidencial.
La hermana presidencial no fue ajena a la decisión de comunicar, en pleno viaje, el fin de la relación del Presidente con Fátima Florez, presente también en Miami para la ceremonia de entrega de los premios “Embajadores internacionales de la luz”. Ese encuentro dio la última postal de una relación que aportó mucho a la imagen de Milei y a su presencia en la conversación pública. Hubo un beso apresurado con el premiado y un abrazo, veloz e incómodo, con la hermana. Después, nada hasta el comunicado oficial del mismo Presidente para anunciar el fin de su vínculo con Florez. La salida de escena de la pareja presidencial destaca todavía más la presencia de la hermana de Milei, que otra vez es la única persona privilegiada con un vínculo íntimo y personalísimo con el Presidente.
En este caso, lo familiar se vuelve político: el funcionamiento de La Libertad Avanza y de Milei como líder político es indiscernible del rol y del tipo de influencia que ejerce su hermana.
Hasta tal punto es así que el reconocimiento de “embajador internacional de la luz”, otorgado por la congregación ortodoxa Jabad Lubavitch, no fue solo para Milei, sino para los dos hermanos.
Para Milei la batalla cultural más esencial para sostener su proyecto político es otra: que la Argentina logre mirarlo con los mismos ojos con los que lo mira la parte de Occidente que el líder de La Libertad Avanza admira

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El Presidente escala sus ataques a periodistas
Apuntó a Lanata, que había criticado la presencia del embajador de Israel en el gabinete; el conductor lo demandará

El presidente Javier Milei atacó a Jorge Lanata luego de que el periodista cuestionó la presencia en una reunión de gabinete del embajador de Israel en la Argentina, en el marco del comité de crisis que activó el Gobierno tras el bombardeo que el sábado lanzó Irán sobre territorio israelí. “¿Decir la verdad requiere sobre?”, remarcó el jefe del Estado; el periodista lo demandará en la Justicia por calumnias e injurias.
La ofensiva de Milei se desató por un comentario que hizo Lanata en Radio Mitre, tras haberse realizado una reunión de gabinete, el domingo, en la que el Gobierno informó de la presencia del embajador de Israel en la Argentina, Eyal Sela.
“Me parece bien que Milei esté, o no, preocupado por el tema Israel. En todo caso, es un problema de política exterior de su gobierno y es preocupación de él. Lo que no me parece bien es que un embajador extranjero, sea de Israel o sea belga, no me importa, o de donde sea, esté en una reunión de gabinete en la Argentina, porque me parece que hay formas que mantener. Que después se encuentre con el tipo, todo bien; que se encuentre antes, todo bien. Pero que forme parte de una reunión de gabinete en la Argentina, no estoy tan de acuerdo”, dijo Lanata ayer a la mañana, durante el pase entre el programa anterior, conducido por Eduardo Feinmann, y el suyo.
Luego de su apreciación, Feinmann le comentó a Lanata que había entrevistado a Sela más temprano y el embajador había aclarado que solo participó “al principio y solamente como miembro informante, para informar qué había pasado el fin de semana”. Ante esa mención, Lanata agregó: “Esta aclaración del embajador tiene que ver con lo que te estoy diciendo, porque ellos mismos se dan cuenta de que no corresponde. Lo tienen que aclarar porque no estaría bien participar de toda la reunión”.
La reacción de Milei fue a través de la red social X. “Sería bueno que el larretista Lanata se informe bien sobre la reunión. Jorgito, no mientas. En la reunión, el embajador contó la visión oficial de Israel y luego se retiró dando así comienzo a la reunión formal del CC [comité de crisis]. Críticas sí. Mentiras no. ¿Decir la verdad requiere sobre?”, fue el mensaje que publicó Milei.
Desde la cuenta de X de la Oficina del Presidente, canal habitual de comunicación que utiliza el Gobierno, se había informado, el domingo por la mañana: “El presidente Javier Milei encabeza una reunión de gabinete en Casa Rosada, con la participación del embajador del Estado de Israel, Eyal Sela”.
Tras el ataque del Presidente, Lanata dijo que lo demandará por “calumnias e injurias”. En su programa, indicó: “No puede ser que diga lo que se le cante de cualquiera. A ver si así se acostumbra a no insultar con libertad. Él no puede hablar de sobres sin pruebas, sea el presidente de las Naciones Unidas o el presidente de la Argentina”.
El conductor de Lanata sin filtro sostuvo que “los periodistas no dicen cualquier barbaridad” sobre Milei, y que criticar al Presidente no implica “adjudicarle delitos o denunciarlo con pruebas falsas”.
“Yo no soy larretista, pero podría serlo, me importa muy poco. Sobres no recibo y es público, hace 40 años que laburo”, remarcó Lanata. “Después se van, y el que hoy te aprieta mañana te viene a pedir que le hagas un favor. Ellos no se dan cuenta de que los únicos que estamos todo el tiempo somos el público, los periodistas y el poder económico. Los políticos entran y salen, y mucho se van por la puerta de atrás”, advirtió.
Milei redobló su apuesta y también cuestionó que Lanata planteara llevar el diferendo a los estrados judiciales. “Es interesante lo que sucede cada vez que uno muestra a un periodista mintiendo. De modo cobarde, se refugian en grupos y algunos hasta amenazan con ir a la Justicia, pero admitir que mintieron de modo liso y llano, nunca. Aman marcar el error ajeno, pero jamás admiten el propio”, consideró, nuevamente a través de la red social X.
Las agresiones verbales de Milei a periodistas se acumulan. La semana pasada declaró contra Jorge Fontevecchia, Romina Manguel y Jorge Fernández Díaz. En una entrevista que se difundió por YouTube el domingo, pero fue grabada el miércoles, Milei le dijo al periodista estadounidense Ben Shapiro: “La peor cloaca del universo está en los medios argentinos”.
“Si vos mirás lo que fue mi campaña electoral, no existe registro histórico de alguien que haya sido agredido tan violentamente. Se han metido con aspectos de mi vida privada, han mentido, me han injuriado, calumniado. Se han metido con mi hermana, con mis padres. Se han metido hasta con mis perros”, declaró Milei en su diálogo con Shapiro.
Los sucesivos ataques de Milei a la prensa le han valido críticas de las asociaciones de prensa nacionales, como ADEPA y Fopea.
Carrió respaldó al periodista
La polémica excedió a sus protagonistas. La exdiputada Elisa Carrió apoyó a Lanata.
“El autoritarismo de Milei existe desde el principio. Los que realmente amamos, en serio, la libertad tendríamos que ver a tiempo el huevo de la serpiente. Querido Jorge Lanata, el insulto del Presidente prueba tu independencia”, escribió la líder de la Coalición Cívica (CC).
El presidente de la CC, el diputado Maximiliano Ferraro, también respaldó al periodista. “¿No deberían los periodistas poder hacer su trabajo libremente, sin ataques e injurias por parte del poder político? Hoy le tocó a Jorge Lanata, toda mi solidaridad con él. Hay que entender que los agravios del Presidente dirigidos a medios y periodistas en el fondo agreden al pluralismo de ideas, erosionan la democracia y degradan el sistema republicano”, señaló.

EL CONTRAPUNTO
Comunicado de la Oficina del Presidente 21.10 del domingo, en X
“El presidente Javier Milei encabeza una reunión de gabinete en la Casa Rosada, con la participación del embajador del Estado de Israel, Eyal Sela”, informó la cuenta oficial de la Oficina del Presidente
La opinión de Lanata A las 10 de ayer, en Mitre
“Me parece bien que Milei esté, o no, preocupado por el tema Israel. Lo que no me parece bien es que un embajador esté en una reunión de gabinete en la Argentina”
La reacción de Milei A las 10.58 de ayer, en X
“Sería bueno que el larretista Lanata se informe bien sobre la reunión. Jorgito, no mientas. En la reunión, el embajador contó la visión oficial de Israel y luego se retiró dando así comienzo a la reunión formal del CC [comité de crisis]. Críticas sí. Mentiras no. ¿Decir la verdad requiere sobre?”, escribió el Presidente.
Lanata anuncia que irá a la Justicia Luego del tuit del Presidente
“No puede ser que diga lo que se le cante de cualquiera. A ver si así se acostumbra a no insultar con libertad. Él no puede hablar de sobres sin pruebas”, le respondió el periodista al Presidente.
Milei redobla su ataque A las 13 de ayer, en X
“Es interesante lo que sucede cada vez que uno muestra a un periodista mintiendo. De modo cobarde, se refugian en grupos y algunos hasta amenazan con ir a la Justicia, pero admitir que mintieron de modo liso y llano, nunca. Aman marcar el error ajeno pero jamás admiten el propio”, insistió el Presidente en su cuenta personal de X.

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