miércoles, 29 de marzo de 2023

BULLRICH Y LIMOSNA


Bullrich, al “círculo rojo”: menos cepo, cambios laborales y “libertad”
La precandidata presidencial almorzó con la cúpula de la UIA y mostró algunas cartas Bullrich mencionó la posibilidad de blindar las inversiones para que lleguen rápido
Francisco Jueguen
“Fue casualidad”, confesó uno de los participantes. El almuerzo entre Patricia Bullrich y la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) estaba pautado desde el mes pasado, pero se dio ayer, un día después de que Mauricio Macri anunciara públicamente que no buscaría volver a ser presidente.
La precandidata de Pro a la Casa Rosada dio dos grandes directrices frente a los empresarios. La primera: “Nosotros creemos en la libertad”, juró al comité ejecutivo de la entidad fabril, en una declaración que sintoniza con un competidor directo como Javier Milei, el que más crece en las encuestas. La segunda fue la enmienda a un error aprendido frente a la primera etapa del gobierno de Macri: “No elegimos sectores que se favorezcan o que mueran”, afirmó Bullrich. Es que entre los industriales todavía queda el fuerte rencor hacia la polémica Secretaría de Transformación Productiva, que dirigía Lucio Castro, bajo el paraguas del titular de Producción, Francisco Cabrera. Por las dudas, Bullrich fue acompañada por Dante Sica: el “segundo tiempo” industrial del macrismo y una cara más amistosa para los duros empresarios del sector.
Entre un corte de carne con salsa, una milhoja de papa y alguna fruta –un menú ejecutivo frugal–, la presidenta de Pro fue clara: para que lleguen inversiones, prometió desmantelar el cepo; afirmó que se requieren cambios laborales, y remarcó la necesidad de empujar la inserción comercial del país.
“Ustedes producen lo que tienen que producir y el Estado debe darles condiciones a todos”, dijo Bullrich. “Ustedes tienen que aumentar la productividad, la competitividad y tener buenos precios, y el Estado tiene que crear las condiciones macro, la seguridad jurídica y protección de inversiones, cobrar impuestos razonables, desregular e invertir en infraestructura y transporte”, les explicó Bullrich.
La exministra de Seguridad de Macri dijo que el tipo de cambio es “fundamental” para arrancar nuevas inversiones. “Con control de capital [cepo], la economía no arranca”, señaló. Luego mencionó, mientras se hablaba de Vaca Muerta, la posibilidad de analizar un sistema de escrow account –para ofrecer garantías a las inversiones– y que los sectores “puedan despegar rápidamente”. Con representantes de Techint en la mesa –a cargo del gasoducto Néstor Kirchner y a la espera de la posibilidad de un segundo proyecto para inyectar gas a Bolivia y Brasil–, esas palabras eran una colmena repleta de miel.
Con relación a lo laboral, los industriales volvieron a reclamar –sin respuesta– por el decreto 814 (que baja las contribuciones en algunas zonas del país), mientras que Bullrich mencionó la idea de “regímenes especiales” para quienes cobran un plan social y los monotributistas, y se refirió al costo de las indemnizaciones.
“Fue una buena reunión”, afirmó uno de los empresarios presentes, que pronostica un “escenario de ciencia ficción en 2024” y que afirmó que la presidenta de Pro puso el foco en la inserción internacional de la Argentina. Esto se traduciría en la firma de nuevos acuerdos comerciales, un camino que Macri intentó tomar. Por ejemplo, se habló de introducir una cláusula en el Mercosur para que las negociaciones (por ejemplo, aquella sellada con la Unión Europea) “no sean eternas”.
Acompañaban a Bullrich los diputados Luciano Laspina y José Núñez; el exministro de Producción y Trabajo Dante Sica, y el exsenador Federico Pinedo.
“Fue una muy buena reunión. Le dijimos que nuestras necesidades estaban en el ‘libro blanco’ [el diagnóstico económico de la UIA]. Ella nos presentó a su equipo, nos contó que si ella fuera gobierno mandaría un conjunto de leyes al Congreso para poder llevar las transformaciones que ella cree que necesitamos”, contó otro empresario.
La inflación pasó por la negativa. Bullrich dijo que no cree en los Precios Cuidados ni para establecer un sendero. ¿Macri? “No estuvo en la conversación”, dijo un presente.


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Massa viajó a EE.UU. y prevé reuniones en el BID y el FMI
Se suma a la visita presidencial; busca un encuentro con Georgieva en la antesala de un nuevo giro por US$5300 millones
Rafael Mathus Ruiz
NUEVA YORK.– El ministro de Economía, Sergio Massa, viajaba anoche a Estados Unidos para sumarse a la visita del presidente Alberto Fernández a la Casa Blanca. Aunque el motivo del viaje es la reunión con el mandatario norteamericano, Joe Biden, Massa preparaba una agenda propia en Washington, donde tiene previsto ver al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Ilan Goldfajn, y a funcionarios norteamericanos, según fuentes oficiales. También es probable un encuentro con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, aún por confirmar.
La visita de Fernández a Washington y la agenda en paralelo de Massa llegan en la antesala de una reunión crítica del board del FMI, que debe decidir si aprueba o no el acuerdo del staff del organismo con el Gobierno y libera un nuevo giro por alrededor de US$5300 millones, vitales para afrontar los pagos de la deuda con el organismo sin sumar más estrés a las reservas del Banco Central.
Las señales de respaldo y sintonía con la Casa Blanca y la eventual aprobación del board del Fondo a los últimos cambios en el plan económico brindarán una bocanada de oxígeno político a un gobierno que intenta evitar un derrumbe mayor de la economía antes de las elecciones presidenciales, en las cuales se definirá el rumbo futuro del país. El nuevo acuerdo incluyó una flexibilización de las metas de reservas, pero mantuvo intacto el objetivo de bajar el déficit fiscal al 1,9% del PBI, un nivel ya prácticamente inalcanzable, según economistas.
El impacto de la sequía y la fragilidad de la economía argentina serán dos realidades que acompañarán cada uno de los pasos del Presidente y de Massa en Washington. Estados Unidos ha tenido hasta ahora una enorme predisposición a ayudar a la Argentina a sostener una precaria estabilidad, y nada indica que eso vaya a cambiar. El gobierno de Biden ha sido un pilar clave para la Argentina en las negociaciones con el Fondo, donde cualquier respaldo debe tener la bendición de las potencias del G-7. El staff del FMI ha pedido en reiteradas oportunidades políticas “más sólidas” o “estrictas y consistentes”, pero en el organismo no han tenido más remedio que ajustarse a las limitaciones políticas en el país para poner en marcha un plan de estabilización más amplio.
El contexto económico de la Argentina es mucho más delicado que la última vez que Massa visitó EE.UU., a fines del año anterior, para la reunión anual del Fondo y el Banco Mundial. Por ese entonces, en Economía celebraban que la inflación había comenzado a disminuir luego del fogonazo que sufrió con la traumática renuncia de Martín Guzmán. Ahora la inflación no solo ha vuelto a subir, sino que ya superó el 100% anual.
Ante el azote de la sequía y la debilidad de la economía, el Fondo ha pedido sin hacer mucho ruido un marco de políticas más firme. Pero el Gobierno apuesta a la flexibilidad del Fondo para llevar la economía entre algodones, una estrategia que los críticos del oficialismo han bautizado “Plan Llegar”

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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