jueves, 30 de marzo de 2023

ESPIONAJE ILEGAL Y DE NO CREER


Un hacker dijo que espió por encargo a jueces y a funcionarios
El joven confesó que cobró $15.000 por intrusar el celular de D’Alessandro
Hugo Alconada MonEl exministro porteño Marcelo D’Alessandro
Hackear a un ministro, a un juez federal o a un fiscal es barato en la Argentina. Cuesta apenas $15.000. Así lo confesó Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro, un joven de 22 años oriundo de Eldorado, Misiones, ante la titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de la Justicia porteña, Daniela Dupuy. Y aportó una palabra singular: “Gurises”.
Nuñes Pinheiro está acusado de haber intrusado decenas de teléfonos; entre ellos, los del exministro de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro, otros dos funcionarios de Pro y al menos tres jueces en la mira del kirchnerismo, incluidos dos de los que condenaron a la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa Vialidad. Lejos de negarlo, admitió los hechos para despegar a su entorno.
“Le interesaba desligar al resto. Insistió varias veces en que no tenían nada que ver”, indicó una fuente tribunalicia al tanto cion de su declaración, en la que Nuñes Pinheiro exculpó a su padre y a los restantes acusados: Antonio Aquino, Julio César Escobar y Cecilia Mercado. Y aportó varios indicios sobre su metodología de trabajo y de selección de víctimas.
Según Nuñes Pinheiro, una de sus fuentes recurrentes de ingresos era la intrusión ilegal de teléfonos a través de SIM-swaps. Es decir, la duplicación de los chips para tomar el control de los dispositivos y acceder a su contenido, que podía abarcar de la agenda de contactos a los intercambios de mensajes por servicios como Telegram. En ocasiones, relató, avanzaba por interés propio –por ejemplo, para vaciar cuentas bancarias–, pero en otras lo hacía por encargo.
“Dijo que estaba acostumbrado a trabajar así”, precisó una fuente judicial. Es decir, que un tercero –que jamás se identificó por su nombre real, según la declaración– le pidiera que hackeara el teléfono de un “objetivo” –así lo denominó– a cambio de $15.000 que podían abonarle a través de criptomonedas.
“Nuñes Pinheiro dijo en un momento que a él le daba igual quién” era la persona en la mira. O, en la jerga, su “objetivo”. Lo contrataban para eso y actuaba en consecuencia. Así es como accedió de manera ilegal al contenido de los teléfonos del entonces ministro D’Alessandro, que luego él o terceros difundieron, por tramos, a través de internet.
Los “objetivos” abarcaron a otras personas que estaban en la mira del oficialismo. Desde el diputado y precandidato a gobernador bonaerense Diego Santilli hasta el juez de la Casación Penal Gustavo Hornos y dos de los integrantes del tribunal oral que condenó a la vicepresidenta, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso.
Nuñes Pinheiro adujo ignorar quién o quiénes lo contrataban para desarrollar tareas de espionaje ilegal. Precisó que jamás mantuvo un encuentro personal con ellos y que apenas una vez escuchó la voz de uno, que cree que no era porteña ni bonaerense, sino que era como él, oriunda de Misiones, por una palabra que utilizó: “Gurises”.
Autores intelectuales
Tras escuchar al ahora hacker confeso –quien se presentó junto a su abogado–, según indicaron desde los tribunales porteños, la fiscal Dupuy buscará avanzar sobre el siguiente eslabón de esta trama de espionaje ilegal con la esperanza de llegar hasta sus autores intelectuales, con varias medidas de prueba. Entre ellas, el análisis de los mensajes que intercambió Nuñes Pinheiro –si no fueron eliminados de manera definitiva– y la revisión de quince dispositivos electrónicos.
Esos dispositivos, cuyo contenido completo se copió durante los allanamientos que se desarrollaron en Eldorado la semana pasada, son cinco celulares iPhone, dos Samsung y cuatro Motorola, una Apple Macbook y tres notebooks. Todo eso está en revisión ahora.
La semana pasada, D’Alessandro acusó al Gobierno por el espionaje, ya que Nuñes Pinheiro accedió a datos de sus víctimas en el Renaper por medio de la plataforma de trámites a distancia (TAD), que depende de la Jefatura de Gabinete. Usó las credenciales identificadas como “Mme_2”, “MME2vpn(99)” y “MME”. El jefe de Gabinete, Agustín Rossi afirmó ayer que los peritajes sobre los registros informáticos no dejan dudas: el ingreso fue a través de un usuario externo. Cerca de D’Alessandro relativizaron las acusaciones anteriores.
Un movimiento en particular de Nuñes Pinheiro había levantado suspicacias dentro de la Unidad Fiscal. Para ingresar al sistema Nosis, creó un perfil falso a nombre de Nicanor Moreno Crotto, quien trabajó en la Jefatura de Gabinete durante la presidencia de Mauricio Macri. ¿Por qué escogió ese nombre? ¿Fue algo aleatorio? ¿O acaso el mismo que le pagó $15.000 por “objetivo” le indicó que lo utilizara para desviar las sospechas?

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Alberto, patinándose dólares
Carlos M. Reymundo Roberts


El espléndido Hotel Park Hyatt, de Nueva York, recibe a sus huéspedes así: “Disfrute del lujo de nuestro cinco estrellas frente al Central Park”. Eso, hasta hace tres días; ahora ha añadido una atracción: “En los pasillos podrá cruzarse con Alberto Fernández, exótico presidente de la Argentina”.
Me imagino que, con semejante propuesta, el Hyatt estará desbordado. Turistas del mundo entero querrán conocer a tan singular mandatario, personaje de fantasía, que llegó al poder por el Frente de Todos y hoy, tres años después, tiene a todos de frente.
Al profesor se le había presentado un problema complejo. Entre la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, el sábado, y su reunión con Biden en Washington, hoy, quedaban tres días en blanco; un verdadero agujero negro, habitual en su agenda, pero en este caso fuera de casa. Es decir, tuvo que decidir dónde no hacer nada: en Buenos Aires o en Washington. reunido con Fabiola en Olivos, ella le propuso una tercera opción: dolce far niente en Nueva York. Qué mejor que ir de compras por la Quinta Avenida, comer sushi en Nobu y, acaso, tener la suerte de cruzarse con alguna celebridad en el Central Park.
La primera reacción de Beto fue intempestiva: un no rotundo, casi gritado; cómo se le ocurría que un presidente en campaña (no se sabe para qué) podía estar dándose la gran vida en la Gran Manzana. “Fabi, 100% de inflación, 50% de pobreza, pavorosa sequía, sangría de reservas en el Banco Central ¡y a vos se te ocurre que vayamos a pasear como alegres turistas!”
Mientras él despotricaba, ella había googleado “mejores cinco estrellas en Manhattan”, y le había echado el ojo al Hyatt. Qué son 3500 dólares la noche para el erario público, razonó Fabiola, que, picarona, le pasó el precio de una habitación estándar y no el de la suite presidencial. Tardó uno o dos minutos en convencerlo. Jefe de Estado al fin, Alberto le puso un whatsapp a Cafierito: “Inventame una reunión en Nueva York”.
Algo pudo montar el embajador Jorge Argüello, pero poca cosa: una llamada por teléfono, un simulacro de reunión en la sede de las Naciones Unidas. Armaron también una foto frente a la notebook en el cuarto, cosa de que pareciera estar trabajando; no trascendió qué serie veía. La crónica de nuestro corresponsal en Estados Unidos, rafael Mathus ruiz, tiene detalles deliciosos: dice que la agenda “se fue definiendo sobre la marcha”, que la comitiva argentina “se movió sin vértigo” y que Cafierito apareció por el lobby del hotel “vestido con jeans y una remera de los Stones”. What a player!!!
Hoy se les termina, lamentablemente, el programón: el profesor tendrá su foto con Biden, que muere por tener una foto con Alberto. El plan de Biden es tirarle las orejas por los coqueteos con China, asegurarse la provisión del litio argentino y mandarle saludos a Cristina que lo mira por TV. El plan de Alberto es decir a todo que sí, ofrecer la Argentina como puerta de entrada en América Latina y pedirle al intérprete que le repita las cosas, para que la reunión dure más.
La cumbre fue preparada muy concienzudamente por el equipo del presidente; del presidente Biden. En la delegación argentina confían en la fresca espontaneidad del profesor, un lince en los face to face, estilista del lenguaje diplomático, experto piropeador.
Massita estará también en Washington, pero no para apuntalar la alta misión de la Casa rosada. Va contratado por los bancos norteamericanos sacudidos por el temblor financiero. No quieren dar un paso sin antes escucharlo.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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