sábado, 23 de mayo de 2020

EDITORIALES,


Opacado por el coronavirus, el dengue crece y preocupa
Urge tomar conciencia y actuar con inmediatez frente al recrudecimiento de una de las enfermedades que periódicamente se presentan en el país
Aprincipios de marzo, cuando el Covid-19 aún asomaba tímidamente en nuestro país y había pocos indicios de la ferocidad con que se instalaría la pandemia de coronavirus en estas tierras, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, acuñaba una frase preocupante: "Les tengo más miedo al dengue y al sarampión que al coronavirus".
Fuerte suba de los casos de dengue: hay más de 25 mil a nivel nacional
Es probable que, ante la fuerza de los hechos, el funcionario haya variado hoy sustancialmente la principal fuente de sus temores sanitarios, pero sería muy imprudente, por no decir trágico, haberse desentendido por completo de aquella alerta temprana sobre los efectos devastadores que siguió provocando entre nosotros la picadura del mosquito Aedes aegypti.
Las últimas noticias sobre dengue dan cuenta de que venimos perdiendo una batalla contra una enfermedad que se repite periódicamente en nuestro país. Los datos oficiales más recientes dicen que los diagnósticos de dengue en la Argentina se multiplicaron por 22,5 con respecto al mismo período del año pasado, una realidad que permite dimensionar la gravedad de una epidemia que nunca terminó de ser declarada como tal ante la irrupción de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, achacar al nuevo y mortal virus mundial todas las culpas de la desatención del dengue sería, cuando menos, injusto. Sabiendo nuestro país que la picadura de ese mosquito es recurrente, debieron haberse tomado muchos más recaudos para evitar que proliferara como lo ha hecho. Entre ellos, la continuidad de las campañas de descacharrado y limpieza durante la época invernal.
Los registros indican que hace 12 meses eran 1153 los casos por picaduras del Aedes aegypti. Hoy son 25.764. De ese modo, el número actual de afectados nos acerca peligrosamente al registrado hace cuatro años, cuando el dengue afectó a 33.232 personas. Las muertes alcanzan a 22, pero no es una cifra definitiva por cuanto se está investigando si otros nueve decesos se vinculan con esa enfermedad. Todo eso agravado por la particularidad de que contraer dengue por segunda vez implica un mayor riesgo de vida para el paciente.
Por qué está aumentando el dengue?
Lo cierto es que con una mayor presencia de otros serotipos del virus, hay más posibilidades de que las personas que ya han padecido dengue se vuelvan a infectar y desarrollen la etapa más grave de la enfermedad, antes conocida como dengue hemorrágico.
Está claro que no hemos hecho lo que debíamos hacer como sociedad y desde el punto de vista sanitario. No alcanza con reactivar las campañas de limpieza durante la época de mayor calor. Hay que sostenerlas durante todo el año. La prevención no debe regirse por el almanaque, sino por la adopción de un conjunto de medidas sostenibles en el tiempo.
Según el especialista Nicolás Schweigmann, director del Grupo Estudios de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA-Conicet, "el Estado no consideró el reciclado de cubiertas y basurales a cielo abierto en zonas urbanas; los hospitales siguieron teniendo criaderos de mosquitos; alrededor de las escuelas siguió habiendo criaderos y no se guio a la población de forma sistemática y permanente hacia el descacharrado durante los últimos tres años y medio" que siguieron al pico de la enfermedad, allá por 2016.
El dengue se halla diseminado en una veintena de países de nuestra región, con más de tres millones de casos positivos tras dos años en que la enfermedad tuvo una baja incidencia.
Nunca será excesivo seguir educando a la población para evitar este tipo de contagios. Entre las medidas de prevención para realizar durante todo el año figuran el recambio de agua de los bebederos; la supresión o correcta disposición de envases que acumulan líquidos; el debido mantenimiento de las piletas de natación, cloradas y vacías fuera de la temporada; la aplicación de repelentes en pieles expuestas; el uso de prendas que protejan la piel cuando la persona se encuentra al aire libre, y reforzar la limpieza en el hogar de forma permanente.
Prevengamos el DENGUE | Amasalud
También resulta clave de parte de los Estados nacional, provinciales y municipales la fumigación de espacios públicos.
Debemos tratar de evitar por todos los medios que, una vez que se descorra el doloroso velo del coronavirus, una amenaza como el dengue, que en otros tiempos supimos controlar, nos vuelva a sorprender con su avance y poder de destrucción.
Como bien ha dicho el doctor Schweigmann, "la prevención siempre es más barata que la epidemia".
Y, sin dudas, la colaboración de la población con las autoridades sanitarias es clave en la defensa de la salud de todos

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