lunes, 21 de diciembre de 2020

RECOMENDADOS


Una denuncia de la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez
M. F. M. 


“Encubrir todo es más barato que proteger a estas mujeres”. Así resume Lauren Adrian, la protagonista de Ciudad de silencio, interpretada por Jennifer Lopez, al trasfondo de las violaciones, desapariciones y asesinatos a miles de mujeres en Ciudad Juárez. La periodista es un personaje de ficción, al igual que la trama de investigación que narra la película. Pero la violencia contra las mujeres en esa zona de México y la falta de justicia son penosamente reales.
El tinte hollywoodense del film escrito y dirigido por Gregory Nava no impide prestar atención a la tragedia que retrata. Lopez y su coprotagonista, Antonio Banderas, podrán ser más atractivos que el periodista promedio, pero el estatus de estrellas les permite establecer una conexión con el espectador que colabora a llamar la atención a la terrible realidad que describe la película. A partir de la historia de una chica violada y abandonada casi muerta, cubierta de tierra, en medio de un paisaje desértico, Ciudad de silencio pone el foco en las condiciones económicas y culturales que propician la violencia sistemática contra las mujeres. La mayoría de las víctimas de estos crímenes son adolescentes o mujeres jóvenes, a las que se conoce como “maquiladoras”, que trabajan en las fábricas asentadas en la zona de Chihuahua por los acuerdos de libre comercio. Estas mujeres hacen turnos largos y por muy poco dinero. En el camino hacia el trabajo o de vuelta a su casa, son atacadas y sus cuerpos descartados en el desierto. La película funciona como denuncia del encubrimiento policial, que se atiene a una teoría de un asesino serial aun ante la evidencia de que los crímenes son distintos, y también gubernamental, para proteger los intereses económicos a ambos lados de la frontera
. Amazon Prime Video

Rififí, el policial que muestra el robo a una joyería de París como un documental
M. S


No hay película dedicada a contar la historia del sueño de un robo perfecto que no se encuentre en algún momento frente al espejo de Rififí. Clásico entre los clásicos del cine policial de todos los tiempos, el film que Jules Dassin dirigió en 1955 ejerce todavía hoy una extraordinaria influencia. El eje de la historia, como sabemos, es el asalto a una joyería de París planificado con meticulosidad por un puñado de hombres resueltos a dejar de formar parte de los perdedores del mundo.
Pero detrás del hecho aparece una serie de circunstancias que enriquecen todavía más ese legado. EnRififí no existe el más mínimo artificio: la acción se desenvuelve en las calles de la Ciudad Luz con una intensidad y una verosimilitud propias del mejor documental. Esas calles respiran y les irradian un poderoso espesor dramático a quienes las transitan soñando con dar el gran golpe: perdedores agobiados por las deudas, por la ambición y el coqueteo permanente con el mundo del hampa. Sus personajes son “delincuentes estudiados como seres humanos, con pequeños intereses personales, reservas de nobleza y de ternura, toques de melancolía y de humor”, según la aguda descripción del ensayista y crítico uruguayo Homero Alsina Thevenet.
El clímax del relato es una secuencia de algo más de 30 minutos, sin palabras, que transcurre desde la entrada de los ladrones a la joyería hasta la voladura de una caja fuerte. Pero antes y después lo que deslumbra es ese conjunto de descarnados retratos humanos y del entorno que los rodea, observados al detalle a través de una cámara que respira, se agita, se sobrecoge, pierde el aliento o encuentra algún momento de ocasional calma.
Disponible en Qubit TV

La periodista que pagó con su vida la investigación sobre el negocio de drogas en Irlanda
M.F.M.


Revelar al público los negocios ilegales de hombres poderosos es más que peligroso; puede ser fatal. La periodista Veronica Guerin investigó la venta de drogas en las calles de Dublín, a mediados de los 90, y publicó sus descubrimientos en la prensa. No se detuvo ante amenazas, ni actos de violencia contra ella. Tuvieron que asesinarla para callarla, pero su legado produjo un cambio en la sociedad y las leyes irlandesas, que los narcotraficantes no pudieron detener.
Veronica Guerin, dirigida por Joel Schumacher, relata la historia de cómo la periodista, consternada por la cantidad de adolescentes adictos a las drogas, decidió averiguar quiénes manejaban el negocio. Según se explica al comienzo del film estrenado en 2003, en 1994 hubo un pico de venta de drogas en Irlanda y fue entonces cuando la periodista, que trabajaba para el diario Sunday Independent, empezó a interesarse en el tema. La trama sigue su investigación con fuentes del mundo del crimen, que tropieza con algunos desvíos y finalmente descubre al hombre que estaba por encima de todo: John Gilligan. Ni un tiro en la pierna, disparado por un hombre encapuchado, que la visitó en su propia casa; ni una amenaza contra su pequeño hijo y los golpes que recibió del propio Gilligan, la convencen de desistir. El 26 de junio de 1996, Guerin fue asesinada en su auto, mientras esperaba que cambiara la luz del semáforo, en las afueras de la capital irlandesa.
Más allá de ser un poco esquemática, la película tiene una herramienta esencial para hacerle justicia al retrato de Guerin: Cate Blanchett. La actriz australiana no solo acierta en los detalles superficiales, como el corte de pelo estilo Lady Di y un logrado acento irlandés, sino que transmite las cualidades que la hicieron una mujer extraordinaria.
Disponible en Claro Video

Un rostro humano para la cadena de descuidos y errores que fue el desastre de Chernóbil
N.T.


Habían pasado más de 33 años desde el desastre nuclear de Chernóbil cuando HBO estrenó esta miniserie de cinco episodios que reconstruyó, con la ayuda de la ficción y ciertas licencias narrativas, la tragedia que sacudió a la entonces Unión Soviética y al mundo. Para muchos espectadores lo que había ocurrido en 1986, cuando explotó un reactor de la planta nuclear ubicada en lo que hoy es Ucrania, era un hecho casi olvidado, el resabio de una era largamente superada. Sin embargo, a partir del trabajo del guionista norteamericano Craig Mazin y el director sueco Johan Renck, las historias de aquella catástrofe cobraron una notable actualidad. Gracias en gran parte a los relatos recopilados por la autora ganadora del premios Nobel, Svetlana Alexievich, en su libro Voces de Chernóbil, la producción logró reconstruir la cadena de problemas, errores y descuidos que llevaron al desastre y sobre todo, consiguió darle un rostro humano a las víctimas y muchos de los responsables de lo que ocurrió.
El relato sigue a Valery Legasov, interpretado por el británico Jared Harris, uno de los científicos encargados de lidiar con las consecuencias de lo sucedido y también quien mientras la radioactividad se expandía tuvo que enfrentar a la burocracia de su país que no comprendía el alcance de la tragedia al tiempo que buscaban deslindar su responsabilidad. Ni héroe ni villano, las frustraciones de Legasov generaron tanta empatía en el público como la historia de Lyudmilla (Jessie Buckley), la esposa de un bombero desesperada por saber qué sucedió. Retrato de un sistema en decadencia y de la irracionalidad del poder, la miniserie se transformó en un fenómeno global que le recordó al mundo la capacidad de la humanidad para provocar su propia destrucción.
Disponible en HBO Go

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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