PENDEJOS DE MIERDA

“Tomatazo” contra Los girasoles de Van Gogh
Dos militantes ambientalistas irrumpieron ayer en una sala de la National Gallery y arrojaron el contenido de unas latas contra la célebre obra de arte, protegida por un vidrio; quedaron detenidos
Captura de videoEl video de los activistas del grupo Just Stop Oil se viralizó rápidamente en las redes sociales
En un nuevo ataque vandálico contra obras de arte, dos militantes ambientalistas de la agrupación Just Stop Oil arrojaron ayer contra el cuadro Los girasoles, de Vincent Van Gogh, que se expone en la National Gallery de Londres, el contenido de dos latas de sopa de tomate. La pintura –una de las cinco de esta serie célebre que pertenece a diferentes museos del mundo– resultó ilesa y detuvieron a las dos jóvenes.
Dos manifestantes ecologistas arrojaron ayer por la mañana una sustancia que parecía ser sopa de tomate sobre el cuadro Los girasoles (Sunflowers, 1888) de Vincent Van Gogh en la National Gallery de Londres. Un breve video que reproducía el acto vandálico se viralizó enseguida en las redes sociales junto con el mensaje: “¿Vale más el arte que la vida? ¿Más que comida? ¿Más que justicia? La crisis del costo de vida y la crisis climática está impulsada por el petróleo y el gas”, postearon los activistas. Los jóvenes fueron arrestados, según confirmó el comunicado oficial del museo, que manifestó además que la pintura resulto “ilesa” y los daños en el lugar fueron menores. La obra de arte, una de las cinco versiones que existen de esta serie célebre (ver aparte), está protegida por un vidrio de seguridad. Su valor de mercado estimado es de US$84,2 millones.
El grupo Just Stop Oil –que también protesta en estadios de fútbol y hace manifestaciones frente a organismos públicos y privados–puso a dar la vuelta al mundo las imágenes de sus activistas cuando entraron a la sala 43 de la galería de Trafalgar Square y arrojaron el contenido de dos latas de sopa de la marca Heinz sobre el óleo para exigir que el gobierno británico detenga los nuevos proyectos de petróleo y gas. Luego, los jóvenes se mostraron “pegándose” a la pared de la galería debajo de la pintura. Personal de seguridad del museo evacuó enseguida a los visitantes que estaban en el lugar y llamó a la policía. Scotland Yard anunció haber detenido a estas dos personas acusadas de “daños criminales”.
Cuestionada por sus decisiones políticas, económicas y medioambientales, la nueva primera ministra conservadora británica, Liz Truss, sucesora de Boris Johnson, anunció el levantamiento de una moratoria a la fractura hidráulica en el Reino Unido que permite un método de extracción de combustibles fósiles hasta ahora prohibido en el país. Truss había informado también un incremento en las licencias para la extracción de petróleo y gas en el Mar del Norte entre sus medidas para luchar contra la crisis energética.
En 1888/9, en Arles, al sur de Francia, Vincent Van Gogh pintó varias versiones de una de las obras más famosas jamás realizadas: Los girasoles . La que está en Londres es una de ellas. “Van Gogh es hoy uno de los pintores posimpresionistas más populares, aunque no fue muy apreciado durante su vida”, reseña la National Gallery en su página web. “Ahora es famoso por la gran vitalidad de sus obras, que se caracterizan por el uso expresivo y emotivo del color brillante y la aplicación enérgica de pintura empastada. Los traumas de su vida, documentados en sus cartas, han tendido a dominar y distorsionar las percepciones modernas de su arte”.
Sobre su vida y obra este año se vio en Buenos Aires una muestra inmersiva, Imagine Van Gogh, cuyo éxito no hizo más que confirmar el interés que sigue despertando el holandés en el público de los cinco continentes.
Saga de ataques a obras de arte
Los girasoles es la segunda obra de Van Gogh atacada por la agrupación ecologista Just Stop Oil, cuyos activistas se pegaron a finales de junio pasado al marco de otro cuadro de 1889. También eran dos los jóvenes que, vestidos de naranja, llamaron entonces la atención junto a la pintura Pescadores en flor, expuesta en la Courtauld Gallery de Londres, “porque nos aterroriza nuestro futuro”, dijeron en ese momento.
El nuevo atentado de ayer ocurre, además, nueve días después de que un turista estadounidense derribara dos bustos de la época romana que se exponían en los Museos Vaticanos, cuando pedía ver al Papa en un acto de vandalismo que también obtuvo gran repercusión. En la Galería Chiaramonti no se lamentaron más daños que la destrucción de una de las bases de mármol de las esculturas del siglo I d. C.
En mayo, la pintura más famosa de la historia del arte, La Gioconda, de Leonardo Da Vinci, sufrió en el Museo Louvre de París otro ataque con comida, cuando un visitante estrelló una torta contra el cristal que protege el cuadro en el museo más visitado del mundo. Como ayer, el hecho ocurrió a la vista de todos: justamente, para que el reclamo detrás de un acto repudiable que llama la atención de todos multiplique velozmente su alcance.

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