VINOS 2022

De moda, con premios internacionales o que patean el tablero: 10 nuevos vinos que marcaron tendencia en 2022
Rescate de variedades olvidadas, masificación del vino orgánico, nuevas regiones vitivinícolas... 10 etiquetas imperdibles
Sebastián A. Ríos
Tiempo de balances. A pesar de las heladas tardías que diezmaron los viñedos, la escasez de botellas que condicionó la producción y las 1001 dificultades que enfrentó la vitivinicultura argentina este 2022, este ha sido un gran año para quienes amamos la bebida nacional. Basta mirar los numerosos premios y distinciones obtenidos por el vino de la crítica internacional o, más en plano consumidor, prestarle atención a cómo crece en diversidad el vino en la góndola de la vinoteca.
Para dar cuenta de cómo atravesó el año el vino argentino vamos a reseñar etiquetas nuevas que dan cuenta de algunas de sus más interesantes tendencias: nuevas regiones, rescate de variedades olvidadas, masificación del vino orgánico, entre otros. Son solo 10 vinos, podrían ser más, muchos más... y eso es lo bueno. ¡Salud!
Tres grandes blancos y un rosado con personalidad propiafotomontaje
1. Gran Enemigo Torrontés 2019(Bodega Aleanna)
¿Qué es un gran vino? O, también, ¿se puede hacer un gran vino a partir de cualquier variedad? Las dos preguntas vienen a cuento porque hasta no hace mucho tiempo ninguna bodega se hubiese animado a sacar un Torrontés en una línea top. Lo hizo Susana Babo con su Barrel Fermented Torrontés y lo hace ahora Alejandro Vigil, que suma como primer blanco a su multipremiada línea Gran Enemigo un Torrontés de Gualtallary (Mendoza).
Pero este blanco es mucho más que una declaración de principios: elaborado en un estilo riesling de Alsacia (no olvidar que ambas cepas se cuentan dentro de las variedades “aromáticas”), es un vino sumamente complejo y lleno de sutilezas, en cuya nariz priman las notas minerales y de frutos secos, pero también hay aromas cítricos y herbales. Un distinto que seguramente hará escuela ($10.340)
2. Apuntes Malbec Orgánico 2021(Luigi Bosca)
El avance de la vitivinicultura orgánica es más que un hecho. A la fecha ya son 142 las bodegas argentinas que producen vino orgánico y en la última vendimia (la 2022) se cosecharon 701.171 quintales de uva orgánica. Pero lo que marca un punto de inflexión es que se trata de una tendencia que hoy alcanza a las grandes bodegas, que han comenzado a reconvertir sus viñedos hacia la agricultura orgánica.
De eso da cuenta el lanzamiento de vinos como este Apuntes Malbec Orgánico, con el que Luigi Bosca debuta en esta forma de agricultura que ya pasa de ser tendencia a mainstream. Es un tinto de mucha frescura y muy fácil de beber, que ofrece con mucha delicadeza todo lo que tiene de lindo el Malbec: . aromas de fruta roja y de violetas, con taninos finos. Una acidez alta, jugosa y tensa suma al vino buena capacidad gastronómica ($8.435)
3. Norton Altura Semillón 2021(Bodega Norton)
Otra de las tendencias que se consolida en el mundo del vino local es el rescate de variedades con historia en la vitivinicultura argentina, y uno de los casos paradigmáticos es el del Semillón. Esta variedad blanca fue la más reputada en épocas en que el blanco se bebía más que el tinto, y en las que el Chardonnay todavía no figuraban en las etiquetas. En su pico de éxito, a fines de los 70, llegó a haber 5500 hectáreas plantadas con Semillón en el país; pero luego cayó en desgracia, a tal punto que en 2011 solo quedaban 874.
Son varias las bodegas que en los últimos años han salido al rescate del Semillón, una variedad a partir de la cual se pueden elaborar grandes vinos. Es el caso de este Altura que acaba de lanzar Bodega Norton, y que es un ejemplo de delicadeza y complejidad. De aromas minerales y florales, en boca es frutal (fruta de hueso) y cítrico. Acidez alta y jugosa, ligeramente envolvente, promete una muy linda evolución con los años de guarda. ($2.725)

Tintos: dos salteños y un mendocinofotomontaje
4. Nieto Senetiner Patrimonial Criolla Grande 2022(Nieto Senetiner)
El rescate de variedades clásicas argentinas incluso va un paso más allá, pues pone en valor cepas que históricamente fueron consideradas “menores”. Es el caso de las “criollas”, variedades autóctonas que surgieron en nuestra tierra a partir del cruce con variedades foráneas. Y, del mismo modo que ocurre con el vino orgánico, la tendencia que inicialmente se hizo visible a través de bodegas pequeñas hoy alcanza a grandes bodegas, que dan visibilidad y ponen al alcance del consumidor estos vinos con precios incluso bastante accesibles.
De todo eso da cuenta este Patrimonial Criolla Grande, que forma parte de una nueva línea de Nieto Senetiner que busca poner en valor el patrimonio varietal mendocino. La Criolla Grande, un cruzamiento natural local entre Criolla Chica y Moscatel de Alejandría, llega a través de Patrimonial como un delicioso “vino de sed”: de aromas y sabor a cereza, con taninos mínimos y un paso por boca suave, fluido y envolvente. ($1.650)
5. 45° Rugientes Rosé 2022(Bodega Otronia)
El vino argentino sigue explorando nuevos horizontes, y en esa búsqueda incluso se anima a territorios inéditos para el cultivo de la vid. Así como algunos viticultores plantan cada vez a mayor altura, otros eligen adentrarse en latitudes extremas. Es el caso de Chubut, provincia que hoy alberga un puñado de emprendimientos de distinta escala, que ofrecen vinos con perfiles completamente nuevos, en los que se destaca siempre una acidez natural maravillosa.
De entre las bodegas chubutenses, la de mayor escala es Otronia, ubicada en el extremo sur de la provincia, casi en la frontera con Santa Cruz. Este terroir extremo -con temperaturas que llegan a los 20° bajo cero y vientos que superan los 100 k/h- ofrece vinos de perfiles singulares, como es el caso de este rosado color salmón, con aromas que combinan las rosas con la pimienta rosa y la fruta roja, y que se destaca por su gran volumen en boca (equilibrado por su alta acidez). ($6.069)
6. Araucana Azul Blend 2019(Bodega Ribera del Cuarzo)
La búsqueda de nuevos terroirs, con particulares combinaciones de suelo y clima, no solo alcanza a nuevas zonas productoras (como la mencionada Chubut), sino también a otras en las que comienzan a descubrirse pequeños lugares con características destacables. Es el caso de Valle Azul, en Río Negro, donde las vides han sido plantadas sobre los suelos de ceniza y piedra que conforman la barda que se levanta junto al antiguo lecho del Río Negro.
De allí proviene este flamante blend de Malbec, Merlot y Petit Verdot que se destaca por la fineza de sus taninos, y por un perfil aromático particular: a la fruta roja se suma una atractiva nota de durazno que combina muy bien con los tostados aportados por la crianza. Es, además, el único blend de la lista, que confirma que la maestría del corte hace que el resultado siempre sea (mucho) más que la simple suma de las partes. ($25.800)
Un nuevo terruño, un vino orgánico y un varietal súper trendyfotomontaje
7. Colomé Altura Máxima Pinot Noir 2020(Bodega Colomé)
Hablemos un rato de variedades de moda. Es indudable encontrar allí al Pinot Noir, clásico de clásicos que tiene como cuna noble las tierras de la Borgoña, en Francia, donde se encuentran viñedos icónicos como el de Romanée Conti de donde surgen botellas que se venden a un precio promedio de 2500 dólares. El tema es que cada vez hay más pinots en Argentina: los hay directos y fáciles de beber, pero también complejos, de esos que se consideran el escalón superior de todo winelover.
Dentro de estos últimos podemos destacar al recién llegado Altura Máxima, que como su nombre lo indica se cultiva a 3111 metros de altura en Payogasta (Salta). Es un tinto casi etéreo pero con mucha textura, súper fresco y características notas de fruta roja y piso forestal. Quienes todavía no se animan al Pinot, guarden una botella de este vino y ábranla dentro de 5 años ($6.300)
8. Flechas de los Andes Gran Cabernet Franc 2020(Flechas de los Andes)
Si hablamos de variedades de moda no podemos dejar afuera al Cabernet Franc. Basta señalar que en los últimos 3 años se duplicó la cantidad de hectáreas plantadas con esta cepa de origen francés que tan bien se adaptó a la Argentina (y muy especialmente a Mendoza), por lo que no dejan de aparecer nuevos Franc.
Es el caso del Gran Cabernet Franc de Flechas, que tiene la particularidad de haber sido elaborado con un estilo más italiano que francés. Producido con uvas provenientes de su finca propia en Vista Flores, este Cabernet Franc se destaca por su fluidez, su frescura y por la textura sedosa de sus taninos. Ideal para quienes se acercan a esta variedad ($6.000)
9. Pequeñas Fermentaciones Garnacha 2022(El Porvenir de Cafayate)
Hace rato que la Garnacha (o Grenache) es tendencia. Primero en España, agitada por los integrantes de Comando G (la bodega de Gredos, no la canción de los Parchís...), y luego por unos cuántos enólogos locales que recogieron el guante y se pusieron a elaborar vinos súper bebibles a partir de esta variedad que hoy se encuentra en numerosas etiquetas, a veces como varietal y otras como parte de un blend como el GSM (Grenache, Syrah y Mourvèdre).
Una de las Garnachas más nuevas es la que sacó este año El Porvenir de Cafayate dentro de su línea Pequeñas Fermentaciones (que ahora también incluye un GSM). Es un delicioso “vino de sed” ideal para refrescar el verano que acaba de empezar. Fluido, de sabor a fruta roja (ciruela, cereza, guinda), tiene taninos mínimos y una acidez jugosa; ideal servirlo entre fresco y frío para contrarrestar las altas temperaturas ($4.800)
10. María Carmen 2021(Bodegas Bianchi)
En el país del Malbec, los vinos blancos están experimentando un auge que se explica por varios factores. Uno es el avance de distintos tipos de gastronomías que se llevan mejor con un blanco que con un tinto, como es el caso del sushi y la cocina nikkei en general. Otro es el innegable salto en calidad y diversidad que han pegado estos vinos, lo que incluso se verifica en los altos puntajes y en los premios obtenidos de la crítica especializada internacional.
Aquí vamos a hacer una excepción con el único vino que, a diferencia del resto de la lista, no es nuevo. María Carmen, ícono blanco de la bodega sanrafaelina Bianchi, se gana aquí un lugar pues es el único vino argentino en alzarse con un “Master” (premio máximo) en la última edición de prestigioso concurso The Global Chardonnay Master. María Carmen es un chardo de súper alta gama clásico, pero con una frescura moderna y muchísimo potencial de guarda. ($14.850)

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA