jueves, 29 de junio de 2023

CARLOS MELCONIAN Y HERNÁN LACUNZA


Melconian presentó un plan integral para el próximo gobierno
reunión. Junto a economistas de la Fundación Mediterránea y ante empresarios, propuso crear un superministerio, hacer una reforma laboral y que el peso y el dólar convivan
Gabriela OrigliaFundación mediterránea....Melconian y María Pía Astori
CÓRDOBA– Carlos Melconian y el equipo de economistas que lo acompaña en la Fundación Mediterránea presentaron ayer los principales puntos del plan económico “integral” que pondrán a disposición del próximo gobierno. “No sé si llegamos; no sé si nos llaman –dijo en referencia a ocupar el Ministerio de Economía–. Trabajamos con gente con los pies sobre la tierra, gente muy aplomada, y eso hace que sea difícil equivocarse. No hemos seleccionado quién en cada lugar, pero casi. Tenemos cultura del trabajo, de la honestidad, del profesionalismo”. Con sus habituales ironías, Melconian desgranó las premisas en las que se fundamentan los proyectos de ley que deberían presentarse de arranque y subrayó que avanzarían, en el mediano plazo, hacia un bimonetarismo.
“Estamos estudiando la bimonetariedad, que tiene atrás un régimen cambiario”, explicó primero ante los periodistas. Al mediodía salió de una reunión con la casi totalidad de los 70 economistas del equipo mediterráneo y poco después compartió un almuerzo con 250 empresarios. Toda la jornada fue en la estancia Belgrano, en Jesús María, propiedad de la familia Astori, una de las fundadoras de la Mediterránea.
En diálogo con la nacion, Rodolfo Santangelo explicó que un esquema bimonetario significa la “convivencia, no la competencia” entre el peso y el dólar. “Primero hay que estabilizar, bajar la inflación. Es una apuesta a mediano plazo que también implica que los dólares que están afuera o debajo del colchón vuelvan al circuito por canales institucionales”, detalló. No descartó que pudiera avanzarse en un régimen de exteriorización.
Ante los empresarios, cuando empezó a analizar los diferentes puntos del plan, Melconian precisó que él y sus colaboradores están diseñando un régimen cambiario que elimina “todo el laberinto regulatorio actual”. Advirtió que en buena parte, las primeras medidas dependerán de las condiciones iniciales, pero el objetivo es converger en regulaciones macro prudentes como las que existen en Latinoamérica para “evitar el hot money y la volatilidad del tipo de cambio”. Varios de los economistas indicaron a que el Banco la nacion Central que viene será “peor que el de 2015”.
Insistió en que el bimonetarismo ya existe en la Argentina “desde hace años” y lo que se requiere es “institucionalizarlo” para que “fluya nuevamente un mercado de capitales en dólares, que permita el crédito y la inversión local”. Para que los contratos se puedan realizar en cualquiera de las dos monedas, se necesita una reforma del Código Civil, además de modificaciones de normas en el régimen cambiario y financiero.
lo consultó sobre cuán la nacion importante sería la reformulación del acuerdo con el FMI para definir la herencia que recibirá el próximo gobierno: “Servirá para que los melones no vuelen por el aire. Siempre es mejor tener un acuerdo con el Fondo que no tenerlo, aunque hay una complicidad silenciosa del organismo en este tiempo. Ahora se discutirán los desvíos de los desvíos aunque el ministro pidió algo más simultáneamente. Veremos”.
Sobre si apenas asuma una nueva administración se instrumentará un plan de estabilidad, siguió con la misma figura. “Primero hay que acomodar los melones, que significa equilibrar las principales variables de la economía; después se estará en condiciones de largar un plan de estabilidad”. Varias veces reiteró ante los empresarios que no se trata de “una medida; es una simultaneidad de cosas”.
Suma de poder
A los empresarios –había representantes de todos los sectores y de grandes y medianas compañías– les dijo que son muchos los que están trabajando y muchos los que quieren venir por lo que “necesitan más nafta”. La referencia es al financiamiento que aportan los hombres de negocios. Las preguntas que fueron planteando las respondieron distintos economistas del equipo.
Melconian repasó todas las áreas que deberían estar dentro del Ministerio de Economía para la coordinación y las reformas a realizar. “No es superministerio, pero no pueden estar afuera”, apuntó en referencia a aspectos como seguridad social, energía, infraestructura o planes sociales. “Si todo eso no lo controla un ministro de Economía, ¿qué hace? ¿Coloca deuda?”, se preguntó. La idea es un esquema como “el del Mingo” [en referencia a Domingo Cavallo] o “como el que en parte tuvo [Roberto] Lavagna”.
El economista no dudó de que se podrán poner en marcha las medidas que analizan porque considera que ya hay un ajuste en marcha y no hay gente “en la calle”. “Las tarifas entre abril y junio aumentaron 271% el valor de distribución y todavía falta. ¿Por qué van a salir a la calle después?”. Mandó al psicólogo –aunque después usó la expresión “mejor que se informen”– a quienes plantean “no quiero ajuste y quiero un programa antiinflacionario”.
Casi al final de la exposición, presentó los proyectos de ley “del primer día de gestión”, entre los que se cuentan la ley de presupuesto si antes no hay consenso; la de reforma de las relaciones laborales; una reforma previsional estructural (“pero también sería una señal de sostenibilidad fiscal a largo plazo”); una del Estado (dotación de personal, contratos, empresas públicas, fondos fiduciarios, entes cooperadores, organismos descentralizados, desregulación) y una tributaria, de la AFIP y de Aduana (Ganancias, cargas laborales, monotributo, acuerdo fiscal con las provincias).
En esa línea de largada también está el nuevo organigrama de ministerios, una nueva Carta Orgánica del Banco Central, leyes vinculadas al sector energético y una ley de emergencia económica si no se la puede incluir en el presupuesto.
Por último, Melconian sostuvo que el déficit primario cero es “inmediato”, reconoció que hay poco margen para bajar impuestos apenas asumir, pero afirmó que “sacando 0,1 acá, 0,3 allá y 1 punto de más allá se puede llegar al 4% del PBI”.

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Lacunza dijo que el cepo no se podrá eliminar rápidamente
El exministro de Economía cuestionó la dolarización y afirmó que Vaca Muerta depende de que el “dólar no sea un barrilete”
Sofía Diamante
Hernán Lacunza llegó vestido de traje y sin corbata al Centro de Convenciones Buenos Aires (CEC) para participar del 40° congreso anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). Frente a un público de más de 800 ejecutivos de finanzas, el exministro de Economía durante la gestión de Mauricio Macri dijo que no va a “vender espejitos de colores o atajos”, en alusión a la dolarización.
El referente económico de Juntos por el Cambio se diferenció de las propuestas del candidato liberal Javier Milei, pero también de la parte del espacio de la oposición que lidera Patricia Bullrich, que dice que sacará el cepo en los primeros días de gestión. “No estoy haciendo campaña acá. Estoy tratando de construir confianza como plataforma para apalancar un cambio de rumbo en un país que está agotado y una sociedad que está cansada. Si no decimos la verdad, es imposible”, dijo.
A continuación, las principales definiciones del exministro sobre distintos temas económicos.
Cepo cambiario
Al hablar del cepo cambiario, Lacunza dijo que no se puede comparar la situación económica actual con la que había a fines de 2015, cuando la administración quitó el cepo a los pocos días de asumir. “Los momentos históricos nunca son idénticos. Hay diferencias de aquella situación inicial. Ahora tenemos más demanda que oferta de divisas”, indicó.
El economista indicó que, a pesar de todas las restricciones, el Gobierno perdió más de US$40.000 millones en los últimos cuatro años. “El cepo no se puede levantar en días. Me gustaría hacerlo porque el cepo es una anormalidad, es un torniquete que se pone cuando tenés una hemorragia ¿Podés vivir cuatro años con el torniquete? No, te agarra trombosis. No podemos acostumbrarnos a la anormalidad”, explicó, y señaló que hay una demanda reprimida de dólares de aproximadamente US$50.000 millones entre crédito comercial y dividendos no distribuidos.
“Imagínense si el 11 de diciembre vienen el equivalente en pesos a US$50.000 millones. Es imposible. Me encantaría sacar el cepo a los pocos días. Yo vendería el atajo electoral de decirlo. Al igual que la dolarización. Es genial, tiene mucho atractivo, pero es impracticable”, dijo.
Según explicó el exministro, sería un éxito quitar el cepo cambiario en el primer año, pero sería de manera secuencial, por lo que se relajarían primero las restricciones al comercio, luego a la deuda y último a la repatriación de dividendos.
Acerca de la posibilidad de dolarización, el exministro dijo que “es un atajo impracticable”, porque no hay dólares y sobran pesos. “Si tuviéramos US$35.000 millones [como dice Milei], podemos discutirlo, pero no los tenemos. Sin esos US$35.000 millones, dolarizar es saltar a un precipicio”, explicó.
La inflación
Lacunza criticó que la vicepresidenta Cristina Kirchner haya querido justificar ayer que la alta inflación se debe a las ganancias de las empresas, como dijo un economista del FMI. “Los argumentos del FMI hablan de Europa para explicar la inflación que pasó de 4% al 8%, no de 50% al 150%. Es incomparable”, dijo.
Para el exministro “no hay magia” y afirmó que “la verdadera corrección [de la inflación] va a ocurrir cuando el Gobierno o el Tesoro deje de ser un demandante insaciable de pesos y dólares del Banco Central”.
“Mientras eso no ocurra, todas las alquimias financieras que queramos inventar y ponerles etiquetas más o menos atractivas para el debate público poco profundo, como dolarización, monetarismo, convertibilidad y metas de inflación, no van a funcionar si seguimos dándole a la maquinita para financiar al Gobierno. El ancla fiscal es el primer paso. Si no hacemos eso, ninguna de las recetas monetarias por sí solas van a funcionar”, explicó.
El FMI
Lacunza criticó que el Gobierno haya incumplido todas las metas con el FMI. “El año pasado se dibujaron todas las metas, pero este año ya no dio ni para la cosmética. En este mes deberían tener US$9000 millones de reservas netas en el Banco Central y tienen negativas unos US$2000. El programa vigente está mal concebido e incumplido”, dijo. Sin embargo, indicó que “con un plan se va a poder pagar en tiempo; el perfil de vencimientos más exigentes es en 2026”.
Sectores productivos
El exministro de Economía mencionó seis sectores productivos de los cuales hay que tener optimismo. Tres de ellos son generadores de divisas, como la energía, la minería y el agro; mientras que los otros tres son empleo intensivo, como economía del conocimiento, turismo y construcción. “Son sectores que solo piden reglas de juego claras, previsibilidad, orden, que no haya control de cambios. Que en tres años no haya una crisis que les cierre la puerta [en referencia a la imposición del cepo nuevamente durante el gobierno de Macri]. Piden un programa económico”, dijo.
“En dos años, la Argentina puede ser otra si hacemos el orden macro que tenemos que hacer, para que aseguren a todos que en tres años esa puerta va a estar abierta, para que entren por ahí con sus inversiones a contratar gente, porque va a valer la pena. Vaca Muerta depende de que el dólar no sea un barrilete”, agregó el ex ministro

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