sábado, 23 de marzo de 2024

LA ESTRATEGIA DEL PRESIDENTE


El Gobierno apuesta a un acuerdo con el peronismo para llevar a Lijo a la Corte
La estrategia del presidente En la Casa Rosada aseguran que la nominación del juez tiene asegurados votos de senadores del PJ; la jugada fue materia de conversación en un desayuno reservado entre Milei y Villarruel
Maia Jastreblansky
La decisión de anunciar a Ariel Lijo y a Manuel García-Mansilla como los candidatos del Poder Ejecutivo a la Corte Suprema se tomó en la mesa chica de Javier Milei con extrema discreción. Sorprendió, incluso, a los funcionarios que deberán buscar los acuerdos en la oposición para que los pliegos consigan dos tercios de los votos en el Senado, un trámite en el que naturalmente tienen fuerte injerencia los gobernadores.
Ni la vicepresidenta Victoria Villarruel (que tiene que buscar los votos en la Cámara alta) ni el ministro del área, Mariano Cúneo Libarona, participaron de la decisión de abrir el frente por los casilleros en el máximo tribunal en este momento. El ministro de Justicia, incluso, pretendía buscar una candidata mujer para llenar la vacante que dejó Elena Highton de Nolasco. Y el ministro del Interior, Guillermo Francos, no tenía previsto incluir la discusión por las vacantes en la Corte en su agenda de negociaciones con los mandatarios provinciales, que ya es bastante densa con la discusión por la “Ley de bases” y el paquete fiscal.
Pese a que el anuncio, por su contenido y su timing, llamó la atención de propios y ajenos, en la Casa Rosada aseguran que el anuncio de Milei no fue un “piletazo” impulsivo para sacudir el tablero. Se muestran confiados en que el pliego de Lijo va a reunir el apoyo de los gobernadores peronistas. “Por la información que tenemos, entendemos que hoy entre los senadores del peronismo debería haber buena voluntad”, dijo un colaborador del Presidente. “Lijo tiene buen vínculo con los gobernadores, especialmente los del PJ, lo más probable es que los votos estén”, se confió.
Lijo, juez federal de Comodoro Py, tiene mucha influencia en el fuero federal porteño y vio pasar por su juzgado un historial de causas de alto voltaje político. Es un actor central de Ajufe, la asociación que agrupa a los jueces federales, y acumuló denuncias por los movimientos patrimoniales de su hermano, Alfredo “Freddy” Lijo, un reconocido operador judicial. Pese a que forma parte del poder permanente, Milei –que es muy medido en sus cuestionamientos a la Justicia– no lo catalogó como miembro de la “casta” y, por el contrario, lo promovió en su carrera.
Con respecto a García-Mansilla, el Gobierno pretende que sea el reemplazante de Juan Carlos Maqueda, que cumple 75 años en diciembre y debe jubilarse. Cerca de Milei destacan su perfil liberal y subrayan que este jurista, que es decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, sintoniza fuertemente con el ideario del gobierno libertario. Ese es, en definitiva, el principal interés de la Casa Rosada, que por eso anticipó el nombre del candidato nueve meses antes. “Creemos que la propuesta de esos dos nombres es equilibrada”, dicen en la Casa Rosada.
Cambiar el eje de poder
A solo cien días de gestión, Milei interpreta que la Corte Suprema actual no le dará el aire que esperaba para poder avanzar con sus reformas ultraliberales. Si bien el asunto judicial no es de su especial interés –el Presidente prefiere abocarse a las cuestiones de la macroeconomía–, el jefe del Estado se convenció del plan y la información que le acercaron algunos de sus asesores para cambiar el eje de poder en el máximo tribunal y no lo demoró.
Lijo es un protegido del juez supremo Ricardo Lorenzetti, que está enemistado con el presidente de la Corte, Horacio Rosatti. Si el pliego de Lijo prosperara, en el máximo tribunal se podría crear un nuevo núcleo de poder que aísle a Rosatti. Y también se podría imponer una impronta más emparentada con el ideario liberal, encarnado en García-Mansilla y Carlos Rosenkrantz, nombrado durante la gestión de Mauricio Macri.
Tal como reveló la nacion, Lijo acompañó a Lorenzetti en las visitas a varias provincias para la presentación de su libro El enemigo ambiental. En algunas ciudades del interior, el juez de la Corte lo reunió con gobernadores, de forma de juntar avales de cara a una eventual postulación del juez federal en el Senado. De todo esto, se especulaba ayer en Balcarce 50, Milei conversó ayer con Villarruel en el desayuno a solas que mantuvieron en la Casa Rosada mientras en otro salón se celebraba la reunión de todos los ministros encabezada por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
De todas formas, en el Gobierno aseguran que no apurarán los tiempo. En principio, el Ministerio de Justicia debe elaborar los pliegos con los antecedentes de los candidatos para remitirlos al Senado. Además, Milei debe modificar el decreto 222/2003 para que los trámites de designación de jueces de la Corte comiencen antes de que se haga efectiva la vacante a cubrir. “Todo el trámite puede demandar cuatro meses, por eso había que empezar antes”, explican cerca de Milei en alusión a la vacante que se abrirá en diciembre con la jubilación de Maqueda. Pese a que alguna vez se especuló en La Libertad Avanza, para Milei dejó de ser prioridad aumentar los miembros de la Corte Suprema. “Lo importante ahora es tener una Corte integrada”, dicen ahora en Balcarce 50.
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Críticas, silencios y apoyos sorpresivos entre los aliados
Macri evitó opinar, pero hay reparos; el papel de Angelici en la UCR
Matías MorenoPatricia Bullrich Ministra de seguridad Bullrich tampoco salió a respaldar la decisión de Milei, pero sus laderos aseguran que destaca la labor de Lijo como juez, pese a las denuncias. dirigentes de su sector rechazaron la propuesta.
A Mauricio Macri, flamante titular de Pro, no lo sorprendió que el presidente Javier Milei impulsara al juez federal Ariel Lijo –un magistrado que fue denunciado por su patrimonio y por su desempeño al frente de casos sensibles para el kirchnerismo– como uno de sus candidatos para desembarcar en la Corte Suprema de Justicia. El exmandatario ya sabía que Lijo era uno de los elegidos por el líder de La Libertad Avanza antes de que viajara a Bolonia, Italia, donde se encuentra dando clases.
Consciente de que Milei ejecutó una jugada de alto voltaje político, Macri optó por un silencio prudencial. Quienes hablaron con él intuyen que no le subirá ni bajará el pulgar a la decisión de su nuevo aliado en el tablero político, a la espera de que evolucione en el Senado el tratamiento del pliego de Lijo, que fue denunciado por referentes de Pro, como Pablo Tonelli, en el Consejo de la Magistratura.
Macri consensuó con sus escuderos en materia judicial no abrir juicios de valor sobre el juez Lijo, que tiene lazos estrechos con dirigentes de Pro, como Horacio Rodríguez Larreta, y la UCR, como Daniel “Tano” Angelici, el monje negro del macrismo y el sector del radicalismo que se encolumna detrás de Martín Lousteau.
“Son decisiones del Presidente y no se mete. Como no pidió, tampoco sugiere ni veta”, apunta un interlocutor habitual de Macri.
En el mundillo de Pro conjeturan que Milei apuesta a dar un golpe de efecto y correr el foco de la cuestión económica. Pero lo que más preocupa a los feligreses de Macri es la chance de que Milei haya apostado por Lijo después de una presunta negociación subterránea con el kirchnerismo. Entre los estrategas judiciales de Macri sospechan que Lijo podría haber sido impulsado por Milei después de que los libertarios sellaron un eventual acuerdo con Cristina Kirchner.
Lijo tiene un buen vínculo con un sector de Pro, pero su figura genera reparos en el entorno del expresidente. Desde hace años tiene en sus manos un expediente que irrita a Macri: la causa por el Correo, en la que se denunció como perjudicial un intento de acuerdo del Estado con la empresa de la familia del expresidente. “Esa causa es un disparate. Lijo la tiene abierta y no resuelve hace años, fiel a su estilo. Pero no hay moneda de cambio”, apuntan en el macrismo.
Bullrich tampoco se expresó. Ella hizo saber a un grupo de abogados de Pro que no saldrá a acusar a Lijo, porque tuvo una buena respuesta de él como juez. Ha trabajado con él en casos ligados al narcotráfico en la villa 31 y también al caso Boudou o la causa por extorsiones contra piqueteros. En el bloque que conduce Cristian Ritondo en Diputados hay opiniones diversas. Ante la ausencia de gestos de Macri y Bullrich, la mayoría optó por el silencio. Eso sí, admiten que habrían preferido que el Gobierno contemplara la posibilidad de postular a una mujer. Quienes sí mostraron su rechazo fueron el macrista Fernando Iglesias y María Eugenia Talerico, excandidata a senadora de Bullrich. En cambio, Laura Alonso, extitular de la OA, no se manifestó.
El larretismo tiene una visión distinta. Es que Lijo tenía una relación con el exjefe porteño. Incluso en su equipo se especulaba durante la campaña con que el magistrado tendría un lugar importante en la Justicia en un eventual gobierno de Larreta. Hay vasos comunicantes entre ambos. Por caso, Genoveva Ferrero, pareja de Lijo, fue funcionaria de la ciudad e integra el anillo de confianza de Larreta. Fue su controller en el mundillo judicial.
En la bancada de Pro en el Senado, que conduce Luis Juez, quedaron boquiabiertos cuando se enteraron a través de las redes sociales de que la oficina del Presidente había publicado el comunicado con el nombre de Lijo para ocupar una de las vacantes en la Corte. “No cae bien a nadie, salvo a los que tienen intereses concretos. Es una señal horrible. Es un operador complicado. Y a [Manuel] García-Mansilla lo ponen para equilibrar la balanza”, analizaron en el espacio.
Entre los senadores aseguran que la jugada los tomó por sorpresa, si bien el nombre del juez Lijo ya circulaba en los pasillos del poder. “Todavía no nos reunimos en el bloque. Lo estamos digiriendo”, comenta uno de los integrantes de la bancada. Mientras Milei revelaba qué impronta quiere darle a la Corte, Juez elevó anteayer una nota a la Comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura para que sortee un instructor para los expedientes disciplinarios que involucran a Lijo y al juez Alejo Ramos Padilla. Pese a la maniobra, Juez, que se reunió hace pocos días con Milei, evitó pronunciarse. No obstante, sus leales sugieren que está disgustado. “Se necesitan magistrados de calidad, sobre todo en la Corte. Es de una torpeza absoluta. No le ha ido bien a la Justicia cuando hemos tenido operadores judiciales en el máximo nivel”, se lamentan. En el entorno de Juez creen que Milei podría conseguir los votos para aprobar el pliego de Lijo en el campamento del kirchnerismo. Especulan con que la chance de incomodar a Horacio Rosatti con la presencia de Lijo, aliado de Ricardo Lorenzetti, estimulará las adhesiones de los seguidores de la expresidenta. “¿Cómo llegó Lijo a la cabeza de Milei? Guarda”, dicen en Pro. Sospechan de Lorenzetti.
Cautela radical
En el radicalismo también se impone la cautela. Aún no hubo un pronunciamiento de los bloques, pero ya se escuchan críticas a Lijo. De hecho, Roxana Reyes pidió tomar vista del expediente que se tramita en su contra en el Consejo.
La mayoría de los altos mandos del centenario partido se muestran prudentes ante los micrófonos. Lousteau consideró que Milei debería haber apostado por cubrir la vacante con una mujer, al igual que Rodrigo de Loredo y Karina Banfi. Puertas adentro se especula con que Angelici, íntimo amigo de Lijo, se pondrá al hombro la tarea de recolectar voluntades entre los trece senadores de la UCR. Ninguno responde a él, aunque tiene una sociedad política con Lousteau. Por lo pronto, Martín Ocampo, titular del radicalismo porteño y ladero de Angelici, ya le dio la bienvenida a Lijo: “Es un aporte que haya un penalista en la Corte”. En el ala de la UCR que responde a Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés deslizan que el tema Lijo está abierto, pero aclaran que no hubo sondeos para consensuar un nombre. “No hay ningún acuerdo”, remarcan

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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