viernes, 20 de abril de 2018

LA PÁGINA DE JUAN CARLOS DE PABLO


JUAN CARLOS DE PABLO

En marzo pasado el Banco Central vendió aproximadamente US$2000 millones de sus reservas para evitar que subiera el precio del dólar. ¿Fue este un buen uso de sus reservas? ¿Para qué sirven esas reservas? En particular, ¿para qué sirven, cuando el tipo de cambio es libre o flotante? Al respecto, conversé con el argentino Norberto García (1928-2015), nacido en Buenos Aires, pero que desde pequeño vivió en Córdoba. Estudió en la Universidad Nacional de Córdoba. Según Ernesto Rezk, junto con Aldo Antonio Arnaudo, Benjamín Cornejo, Carlos Alberto Givogri y Raúl Arturo Ríos, García fue uno de los introductores del análisis económico moderno en su alma mater. Por eso 10 economistas argentinos, una obra que me acaba de publicar Unión Editorial Argentina, se la dediqué al referido quinteto. Lo consulté por ser el autor de El balance de pagos, obra que publicó en 1972.
-¿Por qué todos los bancos centrales tienen reservas de divisas?
-Permítame generalizar la pregunta: ¿por qué todos, las familias, las empresas, las instituciones, la Tesorería, el Banco Central, tienen reservas?
-¿Por qué?
-Porque si no las tuvieran, cualquiera de ellos en cada momento tendría que hacer frente a sus gastos con sus ingresos, sin poder amortiguar el impacto de los imprevistos. Seguramente que la esposa de un taxista guarda en su casa algunos alimentos no perecederos, por si el marido alguna vez llegaba al hogar sin ingresos y esa noche no quieren pasar hambre. En el BCRA ocurre lo mismo.
-¿Quiere decir que si el BCRA tiene reservas no hay problema?
-Tampoco exageremos. Al respecto es importante diferenciar entre stock y flujo.
-¿Cómo saber si una variable es un stock o un flujo?
-Fechándola. Las variables flujo, como el PBI, el consumo o las exportaciones, se fechan por períodos. Ejemplo: las exportaciones durante 2017. Mientras que las variables de stock, como los depósitos, las deudas o la población, se fechan en determinado instante. Ejemplo: población al 31 de diciembre de 2017.
-¿Para qué sirve la diferenciación?
-A propósito de la inquietud que generó esta entrevista, para clarificar el hecho de que ningún déficit de flujo se puede financiar de manera permanente con un stock, porque este finalmente se agota. El stock de petróleo es fijo, más allá de que vía exploración se lo sigue encontrando; la extracción y el consumo de petróleo y derivados no pueden ignorar esto.
-¿Qué pasa cuando los gobiernos la ignoran?
-Que pagan los correspondientes precios. Al comienzo de su gestión presidencial, Juan Domingo Perón afirmó que por los pasillos del BCRA no se podía caminar, por la cantidad de lingotes de oro que tenía la institución. Pero pocos años después tuvo que enfrentar la primera crisis de balanza de pagos posterior a la Segunda Guerra Mundial.
-Frenar la venta de reservas a veces es una necesidad, a veces es una opción.
-Efectivamente. Ejemplo del primer caso es el de Federico Pinedo, cuando se hizo cargo del Ministerio de Economía en abril de 1962 y liberó el mercado de cambio, terminando con la fijación del tipo de cambio que había regido desde mediados de 1959. Cuando le preguntaron por qué no había seguido defendiendo el viejo precio del dólar, respondió: "Porque el BCRA no tenía reservas, y sin reservas no hay defensa posible de ningún tipo de cambio".
-El caso de José Luis Machinea, a comienzos de febrero de 1989, parece diferente.
-Así es, porque el entonces presidente del BCRA dejó de desprenderse de reservas, no porque se hubiera quedado sin ellas, sino para no malgastarlas, entendiendo por tal la defensa de un tipo de cambio incompatible con la falta de credibilidad del gobierno presidido por Raúl Ricardo Alfonsín, y encima con la amenaza de que ganara la elección Carlos Saúl Menem; no el que vino, sino el que se creía que venía.
-Volviendo a la actualidad, ¿para qué sirven cuando el tipo de cambio es libre o flotante?
-Por definición, cuando hay tipo de cambio libre o flotante, el BCRA no interviene como oferente de divisas, y por consiguiente en ese contexto las reservas no son necesarias para tal efecto. Pero por elementales razones de prudencia, los banqueros centrales siempre quieren tener algunas reservas, "por si las moscas".
-La venta de divisas de marzo pasado sugiere que se modificó la política cambiaria.
-Por el momento, recuerde que en la Argentina todo es por el momento. En 2017, en vísperas de la elección, durante una semana el Banco Central vendió divisas para frenar un susto preelectoral. Hizo bien. Ahora la fundamentación de la venta de divisas es diferente: busca evitar que aumente el precio del dólar, y usted verá que si la amenaza de futuras ventas es creíble, en el corto plazo el tipo de cambio no se va a mover aunque el BCRA no venda más dólares.
-¿Por qué dice en el corto plazo?
-Porque la Argentina sigue siendo una economía con inflación, por lo cual, si el BCRA se entusiasma con esto de "pisar" el precio del dólar como principal herramienta antiinflacionaria, en algún momento la gente volverá a comprar dólares, anticipando un nuevo diluvio universal. Recuerde que en nuestro país los dólares son buenas entradas al arca de Noé.
-Don Norberto, muchas gracias.

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