CAMPO Y LA SEQUÍA

La sequía dejaría en Córdoba una pérdida en la producción de 900 millones de dólares
La Bolsa de Comercio de la provincia, que tendría que comprar trigo de otras regiones, calculó el impacto del fenómeno climático
Gabriela Origlia Con información de Pilar VazquezLa Niña complica los rendimientos
CÓRDOBA.– Como en el resto del país, en Córdoba el clima no acompañó en los últimos tiempos al sector agrícola. Con la marcada presencia del fenómeno de La Niña en la campaña 2022/23, el trigo es el cultivo más afectado por la sequía. En la provincia, se habrían perdido US$900 millones respecto del valor de la cosecha fina del año previo, según el cálculo del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba. Esa cantidad de dólares equivale, por ejemplo, al costo del trazado completo de la autopista Río Cuarto-San Francisco, una de las zonas productivas más importantes de la provincia. La pérdida también se puede graficar con la equivalencia de 25.000 departamentos o 21.000 pickups cero kilómetro.
Después de alcanzar un récord de casi US$1300 millones en la campaña 2021/22, la cosecha de trigo de Córdoba quedaría valuada en US$380 millones en la campaña que está finalizando para el cereal, lo que implica una caída del 70%.
A nivel nacional, la estimación de pérdida de valor es de US$2000 millones en la cosecha fina de la campaña 2022/23, por lo que el Gobierno de la Nación dejaría de recaudar alrededor de US$250 millones vía retenciones. Aunque el impacto fue inferior en términos relativos a lo ocurrido en Córdoba, implica un 30% menos respecto de la anterior producción de trigo.
Si bien los precios del trigo se encuentran en niveles altos, eso no alcanza para compensar el fuerte impacto de la sequía en el volumen de la producción. En Córdoba, la cosecha caería 3,1 millones de toneladas frente a la campaña 2021/22, un 77%.
Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, en la provincia se sembró un 20% menos de hectáreas de trigo que en 2021. La situación climática agravó ese contexto, ya que un 35% de la superficie sembrada se perdió o se utilizó para cobertura. Los rendimientos también se redujeron en la provincia, a causa de la sequía, casi un 60% en comparación con la campaña 2021/22.
La Bolsa de Cereales local había proyectado que la provincia deberá “importar” trigo [de otras regiones del país] para cubrir la demanda de la industria molinera. La producción, estiman, será la más baja en 12 campañas, y ya van tres consecutivas con sequía. Hace unos diez años que Córdoba no compraba cereal de otras zonas productivas para moler.
Las perspectivas mejoran, de todas maneras, para los próximos meses. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires entiende que el fenómeno de La Niña ya ingresó en un proceso de disipación y que se avanza hacia un estado “neutral” con posibilidad de que, hacia mediados de 2023, se inicie un evento de El Niño que beneficiaría a la campaña agrícola 2023/2024.
Igualmente, la falta de lluvias abundantes continuará hasta febrero. “Las perturbaciones negativas continuarán hasta mediados del verano de 2023. Por este motivo, se aconseja realizar una planificación prudente, un manejo riguroso y un uso racional de la tecnología disponible”, plantea la Bolsa de Cereales.
De acuerdo con el Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa), el 53,37% de la Argentina enfrenta diferentes grados de afectación por la falta de lluvias (más de 1,3 millones de kilómetros cuadrados).
Si se analiza por categoría y provincia, el Sissa arroja que, en Buenos Aires, el 31,34% del territorio está en sequía severa, y el 26,84% en sequía extrema, por ejemplo.
En tanto, en Santa Fe un 50,09% del terreno se encuentra en sequía severa, un 39,84% en extrema, un 8,63%, en sequía moderada, y un 0,80%, en sequía excepcional. En Córdoba, el 39,88% del territorio está en sequía severa y un 41,79% en moderada. El 5,92% del territorio cordobés permanece en sequía extrema y el 6,23% se encuentra anormalmente seco. Solo el 6,19% no está seco.

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