sábado, 16 de marzo de 2024

CORTOCICUITOS VARIOS




El Presidente y su vice, en un pico de tensión
Pese a que ayer el Gobierno bajó la espuma, el tratamiento del DNU hizo recrudecer los cortocircuitos
Maia Jastreblansky.Villarruel habla con Mayans; la vice quedó bajo los spots
“No ayudan”, dijo ella, sin perder la sonrisa estampada en su cara. Victoria Villarruel estaba en la reunión de labor parlamentaria con los jefes de bloque del Senado cuando el miércoles al atardecer la “Oficina del Presidente” en X publicó el texto en el que aludió de forma subrepticia a ella con un juego de palabras. El equipo de comunicación y redes de la Casa Rosada, mimado por el jefe del Estado, apuntó contra quienes pretenden “anotarse victorias de corto plazo” por la sesión donde se trató el decreto de necesidad y urgencia (DNU 70/23).
En ese preciso momento, Villarruel les estaba pidiendo a los senadores que le dieran una semana más para tratar el megadecreto. Todos entendieron que el “no ayudan” fue en referencia a la Casa Rosada.
Fuentes de La Libertad Avanza (LLA) dijeron que el Presidente y  vice conversaron después de este episodio, que marcó un pico de tensión entre ellos. Su relación viene muy tironeada desde hace tiempo. A la luz de lo que dijo ayer el portavoz Manuel Adorni, la decisión de Milei fue bajar la espuma y neutralizar la interna, que le inflige un daño a su propio espacio.
“No hay ninguna pelea, somos todos un gran equipo”, dijo el vocero presidencial.
Pese a que luego negaron todo, en Balcarce había trascendido que la decisión de Villarruel de tratar el DNU fue “inconsulta”. Dieron a entender que ella maneja una “agenda propia” y que tenía posibilidades de no habilitar el tema, casi como una teoría conspirativa. José Luis Espert directamente puso en duda que ella quiera “desestabilizar al Gobierno”. Hasta hace poco, el diputado estaba en la vereda de enfrente de LLA, pero ahora Milei está embelesado con él.
La vicepresidenta venía transmitiendo internamente que aguantó dos meses sin tratar el DNU, pero que ya no tenía “espaldas” por la presión de los bloques aliados. “No es cierto que ella conspira, ella defiende a ultranza el DNU. Pero no puede mantener el Senado cerrado”, dijeron cerca de la vice. “Ella avisó siempre”, aseguraron.
Tensiones
Ya en una de las primeras reuniones de gabinete Villarruel había expresado que no era el mejor camino imponer por DNU la modificación de más de 300 leyes vigentes. Milei la escuchó, pero finalmente utilizó el instrumento para avanzar con sus desregulaciones.
Las tensiones entre Milei y Villarruel vienen desde la campaña, pese a que los libertarios siempre hicieron esfuerzos por solaparlas. La primera semana de gestión, ella había recorrido los pasillos de la Casa Rosada con la intención de tener una oficina propia, pero no pudo desembarcar. Karina Milei, que siempre sospechó de su ambición de poder, la mantuvo al margen del primer anillo presidencial. Y Villarruel nunca se integró a la mesa chica del Presidente.
Pese a que asomaba como “la dama de hierro” del espacio libertario, después del 10 de diciembre Villarruel construyó un estilo de liderazgo propio, mucho más proclive al diálogo. La vice entiende que, por la situación de debilidad que tiene en la Cámara alta, no tiene más camino que “hacer política” a la vieja usanza. Algunos dicen que en las reuniones de gabinete ella parece una “paloma” al lado de otros ministros.
Pese a que caminó toda la campaña convencida de que tendría injerencia en Seguridad y Defensa –con su fundación Oíd Mortales creó planes para esas áreas–, finalmente Milei les ofrendó esos casilleros a Patricia Bullrich y Luis Petri. Cerca del Presidente en ese momento decían que debía entender que su rango de acción era solo el Senado.
Cuando Milei ganó, ella demostró que no sería solo una empleada del Presidente. Aunque siempre defendió las reformas del Gobierno, se propuso construir una mayoría con los bloques amigables para evitar que el kirchnerismo controlara el Senado. Y en el momento de mayor enfrentamiento del Presidente con los gobernadores, viajó a las provincias.
Sobre ese telón de fondo fue que la relación entre la Casa Rosada y el Senado detonó por el DNU. Quienes trataron a Villarruel en las últimas horas deslizaron que a ella no le gustó que la Casa Rosada “hiciera todo tan evidente”. Además del comunicado, le cayó una oleada de odio en las redes de parte de cuentas libertarias.

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Lousteau se diferenció de su bloque y votó en contra del decreto
“Lean a Alfonsín”, se justificó el presidente de la UCR al rechazar el DNU; recibió críticas de propios y ajenos
Delfina CelichiniMartín Lousteau, en el momento de votar por el rechazo
“No hay consenso”. Con esa frase, varios de los referentes del radicalismo en el Senado resumieron la falta de acuerdo sobre qué postura tomar frente al megadecreto de Javier Milei, que tuvo ayer su primer revés parlamentario. La fractura del bloque de la UCR en la Cámara alta es por demás sonora si se considera que quien optó por separarse del resto de sus compañeros de bancada es nada menos que el presidente nacional del partido, Martín Lousteau.
Lo hizo junto al fueguino Pablo Blanco, quien dudó de despegarse de la mayoría. En tanto, el titular bonaerense del espacio, Maximiliano Abad, se abstuvo. Los otros diez integrantes de la bancada apoyaron la medida que desregula áreas de la política y la economía. El costo de sentarse junto al kirchnerismo mientras se lo combate discursivamente gravita en las decisiones de la dirigencia de la UCR.
Después de adelantar su voto, el senador citó en su discurso a uno de los emblemas correligionarios para argumentar su postura. “Raúl Alfonsín decía que en democracia las formas son el fondo. Insisto: el DNU es ilegal. Los que se llenan hablando de instituciones hoy miran para el costado y defienden algo que es inconstitucional a todas luces”, chicaneó. Y tras marcar las contradicciones del Presidente advirtió: “Los que avalan esta herramienta hoy están creando un monstruo. Aquellos que se visten con Alfonsín les recomiendo que lo lean”.
Esta escisión marca un quiebre en el radicalismo, donde el culto a sus mecanismos institucionales de diálogo y la priorización de la búsqueda del consensos son parte de los cimientos de su base ideológica. De hecho, el senador Blanco teorizó sobre estos debates internos durante su intervención.
“No comparto para nada el decreto y para mí no reúne los requisitos que tendría que reunir, pero yo voy a hacer lo que mi bloque decida independientemente de mi decisión personal. Me genera dudas cómo quedaré ante mi propio bloque y ante mi propio partido. Y las dudas que me genera ir en contra de lo que estoy convencido como radical, que es que este DNU es anticonstitucional”, analizó el fueguino.
Los roces entre quienes buscan sostener el armisticio planteado por el Presidente y aquellos críticos de las medidas del Gobierno se hilvanan desde el momento en que comenzó a tratarse en la Cámara de Diputados el proyecto de ley ómnibus. A pesar de la voluntad de achicar la brecha entre la postura del líder del partido y la referenciada con los gobernadores, que miran el Pacto de Mayo como la herramienta de alivio fiscal a sus provincias, las diferencias no pudieron conciliarse y quedaron una vez más expuestas.
“No es el momento de rechazar, es el momento de apoyar. El rechazo es un mensaje que rasguña la esperanza de los argentinos y necesitamos trabajar para que la esperanza se convierta en una realidad”, fue el mensaje del correntino Eduardo Vischi, presidente del bloque radical en la Cámara baja con terminales directas con el gobernador Gustavo Valdés.
“La dirigencia está en otra sintonía”, sumó a un  diputado cercano al gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, sobre la actitud refractaria de Lousteau. Los cinco mandatarios provinciales de la UCR priorizan la paz con el Poder Ejecutivo y hacen equilibrio cuando el Presidente los ataca directamente. Según pudo saber
, los radicales Valdés (Corrientes), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Leandro Zdero (Chaco) y Cornejo se reunieron por Zoom la semana pasada con los jefes de bloque y sus vices del Senado y Diputados. En esa cumbre, de la que no participó Carlos Sadir (Jujuy), pidieron a los legisladores “no ser un obstáculo para el Gobierno”.
Fue en la antesala de una semana caliente en el Congreso, donde las discusiones en las cámaras pusieron a prueba la nueva ventana de diálogo que abrió la administración libertaria. ¿Seguirá vigente el Pacto de Mayo después del rechazo del DNU en el Senado? Fue una incógnita que los gobernadores radicales trataron de evitar.
Milei se encargó de mostrar su fastidio ante la posibilidad de un nuevo traspié legislativo. Fue especialmente duro con sus críticas a Lousteau, a quien le enrostró su paso por el kirchnerismo a través del retuit de un posteo de Joaquín Benegas Lynch, en el que responsabilizó al senador de “la decadencia argentina” y lo ubicó “del lado inmoral” del país.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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