Revés para Milei: el Senado rechazó el DNU y ahora define Diputados
La oposición se impuso por 42 votos a 25 en una sesión caliente; el decreto aún se mantiene vigente, pero el oficialismo depende de que no prospere la negociación en la Cámara baja; enojo y duras críticas en la Casa Rosada
Gustavo Ybarra
Prensa senado..Villarruel presidió una sesión intensa, en la que se impuso la oposición
El Gobierno sufrió ayer un duro revés legislativo cuando la oposición impuso su postura en el Senado y rechazó el mega-DNU que había firmado el presidente Javier Milei en diciembre pasado para instrumentar un amplio set de medidas de desregulación económica y reformas laborales. Sin embargo, el decreto por ahora sigue vigente, porque para que quede sin efecto es necesario que también lo rechace la Cámara de Diputados.
La negativa a la norma sumó 42 votos entre el bloque kirchnerista, legisladores que responden a gobernadores patagónicos y, sorpresivamente, dos radicales: Martín Lousteau y Pablo Blanco. El aval al DNU reunió 25 votos de los libertarios y del resto de Juntos por el Cambio. Hay antecedentes de rechazos parciales de decretos presidenciales, pero es la primera vez que el Senado rechaza un DNU de un presidente en ejercicio.
Tras la votación, el Gobierno puso entre signos de interrogación el Pacto de Mayo convocado por Milei.
En una sesión de alto impacto político, el Senado rechazó por amplia mayoría el decreto de necesidad y urgencia 70/23 de desregulación de la economía y no solo le asestó un golpe al presidente Javier Milei, sino que también agravó la crisis entre el jefe del Estado y Victoria Villarruel como consecuencia de la decisión de la vicepresidenta de haber permitido que el DNU se discutiera en el recinto de la Cámara alta.
El decreto fue rechazado por 42 votos a favor, 25 en contra y 4 abstenciones. Además del kirchnerismo, que sentó a sus 33 senadores, votaron en contra los radicales Martín Lousteau (Capital), Pablo Blanco (Tierra del Fuego) y Edith Terenzi, que responde al gobernador de Chubut, Ignacio Torres (Pro). También lo hicieron los provinciales Mónica Silva (Río Negro), José María Carambia y Natalia Gadano (Santa Cruz), y Lucila Crexell (Neuquén), y los peronistas disidentes Carlos Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Ríos).
El polémico decreto dividió aguas en los dos grandes conglomerados que integraron JxC. En el caso de la UCR, sus senadores se repartieron entre las tres opciones posibles (a favor, en contra y abstención). Pro cerró filas y votó a favor.
Hay cuatro antecedentes sobre el rechazo parlamentario a un decreto: en 2009 y 2010, el denominado Grupo A votó en Diputados en contra de sendos DNU –referidos a la deuda pública– de la entonces presidenta Cristina Kirchner. Pero la avanzada opositora no prosperó luego en el Senado. La Cámara alta tiene en su registro otros dos decretos rechazados, en 2020, aunque sobre instrumentos de 2015 y 2017, no de un presidente en ejercicio.
Más allá del impacto político a la administración Milei, el DNU se mantiene vigente. Tal como lo establece la ley de trámite legislativo, que regula el control parlamentario de estos instrumentos, para derogar un decreto de necesidad y urgencia se necesita del rechazo de ambas cámaras legislativas. Así, toda la presión se trasladará a la Cámara de Diputados, que preside el libertario Martín Menem.
El mega-DNU 70/23 es un instrumento de 366 artículos que se encuentra impugnado ante la Justicia y que fue la primera gran medida de gobierno tomada por Milei, el 21 de diciembre último.
El amplio rechazo que cosechaba el DNU en el Senado no era ningún secreto. De hecho, fue Villarruel y su política de negociación con la oposición dialoguista lo que permitió demorar el tratamiento en el recinto por más de un mes y medio. El primero de tres pedidos de sesión especial para rechazarlo lo presentó el kirchnerismo en la última semana de enero. Dos semanas atrás, un grupo heterogéneo de nueve senadores de diferentes bloques sumó presión. Fue la señal que le indicó a la vice que no tenía margen para más dilaciones. Ya eran 42 los legisladores que lo exigían.
La sesión comenzó con una serie de homenajes a la exsenadora por Tucumán Olijela del Valle Rivas, al exgobernador de Santa Fe José María Vernet y a la exdiputada y senadora Diana Conti, quienes fallecieron en las últimas semanas.
La decisión de Villarruel de convocar a la sesión le granjeó el malestar de la Casa Rosada, que emitió en la tarde del miércoles un duro comunicado para advertir sobre las consecuencias que provocaría el rechazo del Senado a las negociaciones que el Poder Ejecutivo abrió con los gobernadores de cara al Pacto de Mayo. Además, la vice se convirtió en el objetivo de un ataque en redes sociales de cuentas que apoyan a la administración libertaria.
Las críticas a la presidenta del Senado no pasaron inadvertidas en el debate, en particular para la oposición dialoguista. “Es un presidente que ataca a su vicepresidenta”, denunció el radical Lousteau. El santacruceño Carambia manifestó su solidaridad con Villarruel “por el ataque de los trolls libertarios”. “La culpa no es de ella, es del Poder Ejecutivo. ¿Hace cuánto que se le viene advirtiendo que esto iba a pasar y no hizo nada?”, afirmó el correntino Espínola. “Le agradezco que se haya ajustado al reglamento a pesar de los aprietes”, sumó el presidente del bloque Pro, Luis Juez (Córdoba).
Desde Unión por la Patria se objetó el decreto por ser inconstitucional y ser “nulo de nulidad absoluta”, pero el principal énfasis estuvo puesto en la política económica del Gobierno y en la relación de Milei con el Congreso. “Tienen que respetar la Constitución, la división de poderes; nosotros no somos empleados suyos. Dicen que están enojados con la vicepresidenta porque convocó a sesión. ¿No saben que estamos en sesiones ordinarias? No tenía forma de eludir”, afirmó el jefe del bloque kirchnerista, José Mayans, quien aseguró: “Este DNU hace que suban todos los servicios y que bajen los salarios”.
A su turno, Lousteau fue directo al hueso. “Voy a votar en contra”, fueron sus primeras palabras, tras lo cual sostuvo que el decreto “es inconstitucional” y no porque lo diga, sino porque “lo dicen la mayoría de los constitucionalistas”.
En el cierre del debate, el jefe de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche (Jujuy), defendió el decreto y a la administración de Milei. “La intención de esto es no dejarnos gobernar”, acusó. “Lo que más les duele es que estamos haciendo las cosas bien porque los números nos dan y nos cierran”, agregó.
A poco de iniciada la sesión, el oficialismo intentó una última jugada para evitarle el traspié al Ejecutivo. Atauche propuso postergar “por 20 días” el tratamiento del decreto. La propuesta fue sometida a votación y negada por una amplia mayoría de 41 votos en contra y 30 a favor, que anticipó el resultado final.
Antes del discutir el DNU, el Senado sancionó por unanimidad una ley que hace modificaciones al Código Penal y a la ley de lucha contra el lavado de dinero. La iniciativa, enviada por el gobierno anterior, busca evitar que la Argentina caiga en la “zona gris” de países calificados por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
VillarrueL acató eL reglamento de La cámara alta
Desde el punto de vista reglamentario, Victoria Villarruel debía convocar a la sesión del Senado para debatir el DNU. Los artículos 19 y 20 del manual de procedimiento de la Cámara alta establecen que el titular del cuerpo no puede negarse a convocar a una sesión si está formulada la petición “de cinco o más” legisladores que definan un temario expreso. La decisión de la vicepresidenta tuvo otra justificación: el decreto de necesidad y urgencia 70/23 tiene vigencia desde el 29 de diciembre, cuando lo firmó Javier Milei. Y la ley establece que la Comisión Bicameral Permanente debe expedirse acerca de la validez o invalidez de los decretos del Poder Ejecutivo dentro de los 10 días hábiles. Como ese tiempo ya pasó,ahora son las cámaras del Congreso las que deben tratar el DNU. Si bienVillarruel trató de dilatar todo lo que pudo la convocatoria, ya que el kirchnerismo la había reclamado en cuatro oportunidades anteriores,elpeso de esta decisión erosionaba la letra chica del reglamento y generaba ruido incluso entre los senadores dialoguistas.
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El Gobierno puso en duda el futuro del Pacto de Mayo
Fue en un comunicado tras la derrota legislativa; Villarruel envió un mensaje dirigido al frente interno
El Gobierno sufrió ayer un duro revés legislativo cuando la oposición impuso su postura en el Senado y rechazó el mega-DNU que había firmado el presidente Javier Milei en diciembre pasado para instrumentar un amplio set de medidas de desregulación económica y reformas laborales. Sin embargo, el decreto por ahora sigue vigente, porque para que quede sin efecto es necesario que también lo rechace la Cámara de Diputados.
La negativa a la norma sumó 42 votos entre el bloque kirchnerista, legisladores que responden a gobernadores patagónicos y, sorpresivamente, dos radicales: Martín Lousteau y Pablo Blanco. El aval al DNU reunió 25 votos de los libertarios y del resto de Juntos por el Cambio. Hay antecedentes de rechazos parciales de decretos presidenciales, pero es la primera vez que el Senado rechaza un DNU de un presidente en ejercicio.
Tras la votación, el Gobierno puso entre signos de interrogación el Pacto de Mayo convocado por Milei.
En una sesión de alto impacto político, el Senado rechazó por amplia mayoría el decreto de necesidad y urgencia 70/23 de desregulación de la economía y no solo le asestó un golpe al presidente Javier Milei, sino que también agravó la crisis entre el jefe del Estado y Victoria Villarruel como consecuencia de la decisión de la vicepresidenta de haber permitido que el DNU se discutiera en el recinto de la Cámara alta.
El decreto fue rechazado por 42 votos a favor, 25 en contra y 4 abstenciones. Además del kirchnerismo, que sentó a sus 33 senadores, votaron en contra los radicales Martín Lousteau (Capital), Pablo Blanco (Tierra del Fuego) y Edith Terenzi, que responde al gobernador de Chubut, Ignacio Torres (Pro). También lo hicieron los provinciales Mónica Silva (Río Negro), José María Carambia y Natalia Gadano (Santa Cruz), y Lucila Crexell (Neuquén), y los peronistas disidentes Carlos Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Ríos).
El polémico decreto dividió aguas en los dos grandes conglomerados que integraron JxC. En el caso de la UCR, sus senadores se repartieron entre las tres opciones posibles (a favor, en contra y abstención). Pro cerró filas y votó a favor.
Hay cuatro antecedentes sobre el rechazo parlamentario a un decreto: en 2009 y 2010, el denominado Grupo A votó en Diputados en contra de sendos DNU –referidos a la deuda pública– de la entonces presidenta Cristina Kirchner. Pero la avanzada opositora no prosperó luego en el Senado. La Cámara alta tiene en su registro otros dos decretos rechazados, en 2020, aunque sobre instrumentos de 2015 y 2017, no de un presidente en ejercicio.
Más allá del impacto político a la administración Milei, el DNU se mantiene vigente. Tal como lo establece la ley de trámite legislativo, que regula el control parlamentario de estos instrumentos, para derogar un decreto de necesidad y urgencia se necesita del rechazo de ambas cámaras legislativas. Así, toda la presión se trasladará a la Cámara de Diputados, que preside el libertario Martín Menem.
El mega-DNU 70/23 es un instrumento de 366 artículos que se encuentra impugnado ante la Justicia y que fue la primera gran medida de gobierno tomada por Milei, el 21 de diciembre último.
El amplio rechazo que cosechaba el DNU en el Senado no era ningún secreto. De hecho, fue Villarruel y su política de negociación con la oposición dialoguista lo que permitió demorar el tratamiento en el recinto por más de un mes y medio. El primero de tres pedidos de sesión especial para rechazarlo lo presentó el kirchnerismo en la última semana de enero. Dos semanas atrás, un grupo heterogéneo de nueve senadores de diferentes bloques sumó presión. Fue la señal que le indicó a la vice que no tenía margen para más dilaciones. Ya eran 42 los legisladores que lo exigían.
La sesión comenzó con una serie de homenajes a la exsenadora por Tucumán Olijela del Valle Rivas, al exgobernador de Santa Fe José María Vernet y a la exdiputada y senadora Diana Conti, quienes fallecieron en las últimas semanas.
La decisión de Villarruel de convocar a la sesión le granjeó el malestar de la Casa Rosada, que emitió en la tarde del miércoles un duro comunicado para advertir sobre las consecuencias que provocaría el rechazo del Senado a las negociaciones que el Poder Ejecutivo abrió con los gobernadores de cara al Pacto de Mayo. Además, la vice se convirtió en el objetivo de un ataque en redes sociales de cuentas que apoyan a la administración libertaria.
Las críticas a la presidenta del Senado no pasaron inadvertidas en el debate, en particular para la oposición dialoguista. “Es un presidente que ataca a su vicepresidenta”, denunció el radical Lousteau. El santacruceño Carambia manifestó su solidaridad con Villarruel “por el ataque de los trolls libertarios”. “La culpa no es de ella, es del Poder Ejecutivo. ¿Hace cuánto que se le viene advirtiendo que esto iba a pasar y no hizo nada?”, afirmó el correntino Espínola. “Le agradezco que se haya ajustado al reglamento a pesar de los aprietes”, sumó el presidente del bloque Pro, Luis Juez (Córdoba).
Desde Unión por la Patria se objetó el decreto por ser inconstitucional y ser “nulo de nulidad absoluta”, pero el principal énfasis estuvo puesto en la política económica del Gobierno y en la relación de Milei con el Congreso. “Tienen que respetar la Constitución, la división de poderes; nosotros no somos empleados suyos. Dicen que están enojados con la vicepresidenta porque convocó a sesión. ¿No saben que estamos en sesiones ordinarias? No tenía forma de eludir”, afirmó el jefe del bloque kirchnerista, José Mayans, quien aseguró: “Este DNU hace que suban todos los servicios y que bajen los salarios”.
A su turno, Lousteau fue directo al hueso. “Voy a votar en contra”, fueron sus primeras palabras, tras lo cual sostuvo que el decreto “es inconstitucional” y no porque lo diga, sino porque “lo dicen la mayoría de los constitucionalistas”.
En el cierre del debate, el jefe de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche (Jujuy), defendió el decreto y a la administración de Milei. “La intención de esto es no dejarnos gobernar”, acusó. “Lo que más les duele es que estamos haciendo las cosas bien porque los números nos dan y nos cierran”, agregó.
A poco de iniciada la sesión, el oficialismo intentó una última jugada para evitarle el traspié al Ejecutivo. Atauche propuso postergar “por 20 días” el tratamiento del decreto. La propuesta fue sometida a votación y negada por una amplia mayoría de 41 votos en contra y 30 a favor, que anticipó el resultado final.
Antes del discutir el DNU, el Senado sancionó por unanimidad una ley que hace modificaciones al Código Penal y a la ley de lucha contra el lavado de dinero. La iniciativa, enviada por el gobierno anterior, busca evitar que la Argentina caiga en la “zona gris” de países calificados por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
VillarrueL acató eL reglamento de La cámara alta
Desde el punto de vista reglamentario, Victoria Villarruel debía convocar a la sesión del Senado para debatir el DNU. Los artículos 19 y 20 del manual de procedimiento de la Cámara alta establecen que el titular del cuerpo no puede negarse a convocar a una sesión si está formulada la petición “de cinco o más” legisladores que definan un temario expreso. La decisión de la vicepresidenta tuvo otra justificación: el decreto de necesidad y urgencia 70/23 tiene vigencia desde el 29 de diciembre, cuando lo firmó Javier Milei. Y la ley establece que la Comisión Bicameral Permanente debe expedirse acerca de la validez o invalidez de los decretos del Poder Ejecutivo dentro de los 10 días hábiles. Como ese tiempo ya pasó,ahora son las cámaras del Congreso las que deben tratar el DNU. Si bienVillarruel trató de dilatar todo lo que pudo la convocatoria, ya que el kirchnerismo la había reclamado en cuatro oportunidades anteriores,elpeso de esta decisión erosionaba la letra chica del reglamento y generaba ruido incluso entre los senadores dialoguistas.
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El Gobierno puso en duda el futuro del Pacto de Mayo
Fue en un comunicado tras la derrota legislativa; Villarruel envió un mensaje dirigido al frente interno
Cecilia Devanna
Adorni habló de la sesión en la conferencia matinal
El Gobierno reaccionó anoche con un duro comunicado tras el revés en el Senado con el DNU. Allí puso entre signos de interrogación la convocatoria al Pacto de Mayo que había hecho en la apertura de sesiones legislativas. “Lo acontecido hoy en la Cámara de Senadores de la Nación atenta contra la convocatoria del Presidente”, señala el comunicado difundido por la oficina de prensa presidencial.
“La misma cámara que ha habilitado casi 500 decretos de necesidad y urgencia del kirchnerismo se ha encargado de rechazar el DNU del presidente Javier Milei a solo 3 meses de su asunción. Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el Pacto de Mayo, el gobierno nacional y el cambio elegido por los argentinos”, completa el comunicado.
El rechazo del DNU en el Senado estaba en las previsiones del Gobierno, pese a que su decisión siempre había sido que el documento no fuera puesto en tratamiento. Pero las presiones de la oposición y la decisión de la vicepresidenta Victoria Villarruel de acceder a su incorporación en el temario el debate llevaron el texto del DNU de desregulación de la economía al recinto.
De momento, y más allá de este revés en la Cámara alta, el DNU sigue vigente porque para que deje de estarlo debe tener el rechazo tanto del Senado como de Diputados, donde también deberá tratarse. “No hay derrota aún”, dijo un funcionario de Casa Rosada
La diferencia central entre una y otra parada parte de la cabeza de cada uno de esos poderes. En el Senado está Villarruel, con quien la desconfianza del Ejecutivo es total pese a que ayer públicamente se intentó mesurar las diferencias con ella.
De todos modos, la vicepresidenta envió ayer un mensaje que pareció dirigido al frente interno. En un video difundido en redes señaló: “No me voy a convertir en Cristina Fernández de Kirchner”. La vicepresidenta emitió la grabación después de varias especulaciones y un mensaje de la Casa Rosada que se interpretó en contra de la titular del Senado, que cedió al pedido opositor y convocó a una sesión para tratar el decreto de Javier Milei. “El Senado es la casa de las provincias y un poder independiente”, afirmó en un video grabado en su despacho, que se presta a diferentes lecturas. Acto seguido, aclaró: “No me voy a convertir en Cristina Kirchner”. La presidenta del Senado acompañó el video con un texto en el que refuerza la idea de que “sin institucionalidad no hay democracia”.
El Gobierno ahora cifra sus expectativas de frenar la ofensiva en la Cámara baja, donde está Martín Menem, de plena sintonía con el mandatario. En Diputados el Gobierno también tiene otros números y mayor margen de negociación con los distintos sectores. También otros tiempos. Por lo pronto en la hoja de ruta del Ejecutivo está el tratamiento de la nueva versión de la ley ómnibus, cuyo borrador ya circula entre los gobernadores.
En principio, mientras la mira para algunos está puesta en lo que pueda suceder en Diputados, en las filas del oficialismo también estaban quienes no descartaban un “plan B”. Consistiría en que más allá de lo que pase en la Cámara baja, el Gobierno empiece a enviar, por separado, el material más relevante.
“Siempre hay un plan B y hasta un plan C”, recalcan cerca del Presidente. Y fundamentalmente fuentes muy cercanas al mandatario hacen hincapié en que el programa económico es el eje de la administración libertaria, independientemente del futuro legislativo. “Con el déficit 0 y la baja de la inflación, Javier puede gobernar perfectamente. Si no aprueban lo que está o lo que mandamos, gobernaremos sin eso, con el programa económico, podemos seguir perfectamente”, recalcan desde el Gobierno.
En la Casa Rosada, donde el líder libertario estuvo siete horas, entre las 8.30 y las 15.30, daban por sentado desde temprano que sucedería lo que finalmente pasó alrededor de las 20. Desde allí no dejaron de seguir de cerca la sesión que se extendió desde pasado el mediodía hasta el anochecer. Incluso quienes estaban en reuniones recibían informes de colaboradores o compañeros sobre lo que sucedía en el Parlamento. La atención era total. La tensión, también.
El Gobierno reaccionó anoche con un duro comunicado tras el revés en el Senado con el DNU. Allí puso entre signos de interrogación la convocatoria al Pacto de Mayo que había hecho en la apertura de sesiones legislativas. “Lo acontecido hoy en la Cámara de Senadores de la Nación atenta contra la convocatoria del Presidente”, señala el comunicado difundido por la oficina de prensa presidencial.
“La misma cámara que ha habilitado casi 500 decretos de necesidad y urgencia del kirchnerismo se ha encargado de rechazar el DNU del presidente Javier Milei a solo 3 meses de su asunción. Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el Pacto de Mayo, el gobierno nacional y el cambio elegido por los argentinos”, completa el comunicado.
El rechazo del DNU en el Senado estaba en las previsiones del Gobierno, pese a que su decisión siempre había sido que el documento no fuera puesto en tratamiento. Pero las presiones de la oposición y la decisión de la vicepresidenta Victoria Villarruel de acceder a su incorporación en el temario el debate llevaron el texto del DNU de desregulación de la economía al recinto.
De momento, y más allá de este revés en la Cámara alta, el DNU sigue vigente porque para que deje de estarlo debe tener el rechazo tanto del Senado como de Diputados, donde también deberá tratarse. “No hay derrota aún”, dijo un funcionario de Casa Rosada
La diferencia central entre una y otra parada parte de la cabeza de cada uno de esos poderes. En el Senado está Villarruel, con quien la desconfianza del Ejecutivo es total pese a que ayer públicamente se intentó mesurar las diferencias con ella.
De todos modos, la vicepresidenta envió ayer un mensaje que pareció dirigido al frente interno. En un video difundido en redes señaló: “No me voy a convertir en Cristina Fernández de Kirchner”. La vicepresidenta emitió la grabación después de varias especulaciones y un mensaje de la Casa Rosada que se interpretó en contra de la titular del Senado, que cedió al pedido opositor y convocó a una sesión para tratar el decreto de Javier Milei. “El Senado es la casa de las provincias y un poder independiente”, afirmó en un video grabado en su despacho, que se presta a diferentes lecturas. Acto seguido, aclaró: “No me voy a convertir en Cristina Kirchner”. La presidenta del Senado acompañó el video con un texto en el que refuerza la idea de que “sin institucionalidad no hay democracia”.
El Gobierno ahora cifra sus expectativas de frenar la ofensiva en la Cámara baja, donde está Martín Menem, de plena sintonía con el mandatario. En Diputados el Gobierno también tiene otros números y mayor margen de negociación con los distintos sectores. También otros tiempos. Por lo pronto en la hoja de ruta del Ejecutivo está el tratamiento de la nueva versión de la ley ómnibus, cuyo borrador ya circula entre los gobernadores.
En principio, mientras la mira para algunos está puesta en lo que pueda suceder en Diputados, en las filas del oficialismo también estaban quienes no descartaban un “plan B”. Consistiría en que más allá de lo que pase en la Cámara baja, el Gobierno empiece a enviar, por separado, el material más relevante.
“Siempre hay un plan B y hasta un plan C”, recalcan cerca del Presidente. Y fundamentalmente fuentes muy cercanas al mandatario hacen hincapié en que el programa económico es el eje de la administración libertaria, independientemente del futuro legislativo. “Con el déficit 0 y la baja de la inflación, Javier puede gobernar perfectamente. Si no aprueban lo que está o lo que mandamos, gobernaremos sin eso, con el programa económico, podemos seguir perfectamente”, recalcan desde el Gobierno.
En la Casa Rosada, donde el líder libertario estuvo siete horas, entre las 8.30 y las 15.30, daban por sentado desde temprano que sucedería lo que finalmente pasó alrededor de las 20. Desde allí no dejaron de seguir de cerca la sesión que se extendió desde pasado el mediodía hasta el anochecer. Incluso quienes estaban en reuniones recibían informes de colaboradores o compañeros sobre lo que sucedía en el Parlamento. La atención era total. La tensión, también.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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