Frenan las subas en el transporte para contener la inflación
Economía decidió hacer más lento el ritmo de aumentos de los boletos de colectivo
Sofía Diamante
Al igual que en el sector eléctrico, el sistema de transporte automotor en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) también atraviesa una crisis en la cadena de pagos. Es por la decisión del Tesoro de frenar las transferencias de subsidios y de disminuir el ritmo de aumento de los boletos de colectivo para no afectar el proceso de desaceleración de la inflación
En el sector se esperaba que las tarifas de servicio de transporte aumentaran 36% en abril debido a la resolución publicada a mediados de febrero que posibilitaba aplicar actualizaciones bimestrales de los boletos por hasta la inflación acumulada en los dos meses previos. El costo del tramo mínimo en el AMBA hubiera subido de $270 a $367.
Sin embargo, hubo una decisión política del Ministerio de Economía de no realizar el aumento para aquellos usuarios que tengan la SUBE registrada, que serían al menos 2 millones de personas. Es decir, continuarían pagando los $270 actuales por el boleto mínimo.
Para aquellos pasajeros que no registraron la SUBE (una cantidad similar de personas), a partir del 1º de abril el tramo mínimo de colectivo pasará a costar $430 y el máximo, $590. En tren, el costo del pasaje se duplicará de $130 a $260.
No es la primera vez que la cartera que conduce Luis Caputo demora aumentos estimados para cuidar el proceso de baja de la inflación. Esta semana, por caso, pidió a los supermercados que cambien la forma en la que presentan las promociones de descuento.
En el pasado, también intervino en el sector de combustibles, tras pedirle a YPF que modere los aumentos. La idea original del presidente y CEO de la petrolera, Horacio Marín, era llevar el valor interno del barril de petróleo, que cuesta alrededor de US$70, al de paridad de exportación, US$78. A partir de febrero, sin embargo, la compañía redujo el porcentaje de suba. Lo mismo ocurrió con las tarifas de gas, que debían haber aumentado el mes pasado. Los nuevos cuadros tarifarios con las subas recién se publicarán hoy, a mediados de mes, para que los impactos en las boletas se repartan entre abril y mayo.
El gremio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) comunicó ayer que “se corre riesgo de que en los próximos días no haya transporte público de pasajeros en el AMBA” debido a la “falta de compromiso” del Ministerio de Economía con relación a la recomposición salarial homologada el mes pasado.
Durante enero y febrero, el Tesoro les transfirió a las empresas de colectivos del AMBA alrededor de $20.000 millones, pero todavía adeuda $50.000 millones, según explican las cámaras empresariales.
Sin esas transferencias, en el sector dicen que hoy no podrán pagar la suma no remunerativa de $250.000 a los trabajadores que se había acordado en el acuerdo paritario. De hecho, varias empresas todavía adeudan la suma anterior de $140.000 que se tendría que haber pagado el 15 de febrero; otras pidieron un crédito para hacer frente a ese compromiso acordado.
“La Secretaria de Transporte adeuda parte de la liquidación de compensaciones tarifarias de los meses de enero y febrero 2024 por la suma de $50.278 millones. En este cuadro de situación, la mayoría de las empresas no podrán abonar una suma no remunerativa de pesos 250.000 el próximo 15 de marzo 2024 (según acuerdo salarial del 02/02/2024)”, dice la carta documento que las cámaras empresariales le enviaron al ministro de Economía.
Las empresas del AMBA explican que el 70% del costo del colectivo aún es financiado con subsidios, mientras que los pasajeros con el boleto solo cubren el 30%. Hasta diciembre, la relación era 90% de subsidios y 10% lo aportaban los usuarios de colectivo.
“El costo real del boleto de colectivo en febrero debería ser $1200, que es el monto mínimo necesario para renovar las unidades y mantener la frecuencia del transporte. La brecha entre lo que reconoce el Gobierno y el estimado por nosotros se amplió porque Transporte redujo la cantidad de flota que remunera de 18.5000 colectivos a 17.000 en el AMBA. Esas reducciones de servicios las venían haciendo las empresas de manera transitoria porque no les alcanzaban los ingresos; ahora el Gobierno las fijó como permanentes y bajó el standard del servicio. También realizó un cálculo del costo teniendo en cuenta una antigüedad de los colectivos de 13 años, en vez de 10. Calculó un sistema de más antigüedad de flota y menos coches en la calle”, explicó Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta).
Durante el día, la Secretaría de Transporte recibirá a representantes de UTA y de las cámaras empresariales, pero la decisión política de aumentar los boletos o transferir los subsidios seguirá dependiendo del Ministerio de Economía, donde están más preocupados por cumplir con el déficit cero y con bajar la inflación.
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Recortan 54,5% las transferencias a las empresas públicas
AySA y Aerolíneas Argentinas no recibieron fondos; las de los sectores energético y ferroviario cayeron 60,1% y 41,7%
Ignacio Grimaldi
“El trabajo de Caputo es admirable”. Así elogió el presidente Javier Milei al ministro de Economía, encargado de defender la meta de déficit cero. Esta misión implicó recortes a empresas estatales del 54,5% en términos reales, al contrastar el primer bimestre de 2024 con el de 2023, según un informe elaborado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
“Es una reducción muy fuerte. La gran pregunta es hasta qué punto es sustentable”, analizó el especialista en política fiscal Rafael Flores. En tanto, para el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, Nadin Argañaraz, “es el ajuste más grande de los últimos 30 años y lo de las empresas va en la misma línea”.
Las compañías más perjudicadas por el recorte fueron AySA y Aerolíneas Argentinas, dos sociedades que el Gobierno propuso que estuvieran “sujetas a privatización” en el proyecto de “Ley de bases”, también conocida como “ley ómnibus”. En enero y febrero del año pasado, la compañía que era dirigida por Malena Galmarini recibió $2330 millones. La línea de bandera tampoco había recibido fondos durante el primer bimestre de 2023.
Una fuente vinculada con AySA dijo a que “se está pasando la nacion el peine fino para llegar al déficit cero, funcionar sin subsidios y evitar impactar demasiado en la gente”. A su vez, especificó que la empresa busca reducir sus costos 20%. Algunas de las medidas que tomó fue el despido de 200 empleados y la venta de 600 vehículos que, por tal disposición, dejaron de usarse.
Argañaraz analiza que para no afectar el servicio que ofrecen “las empresas tienen que adecuarse: bajar el gasto, buscar nuevos ingresos o endeudarse”. Flores advirtió que “para eso se necesita un bisturí” y no una “motosierra”.
Cammesa es otra de las firmas que más sufrieron el ajuste. Los fondos transferidos a esta compañía “se destinan principalmente para compensar la diferencia entre el costo de la energía y las tarifas pagadas por los usuarios del servicio eléctrico”.
Según el estudio, cayeron 72,3% las transferencias acumuladas hasta febrero que Cammesa recibió del Gobierno en términos reales en comparación con el año pasado.
La compañía eléctrica mayorista es el segundo mayor destinatario de fondos del sector energético. Solo la supera Energía Argentina (exIeasa). Esta firma fue destinataria de $169.522 millones en el primer bimestre del año. Esto significó, en términos reales, una pérdida interanual del 35,6% en el periodo.
En el sector ferroviario, Ferrocarriles Argentinos recibió una transferencia del Gobierno en febrero por primera vez en 2024: solo $188 millones. Pero los números negativos en el sector llegan al analizar la situación de la empresa Desarrollo de Capital Humano Ferroviario, cuyas transferencias del Gobierno cayeron un 70,2% en términos reales. La sigue Operador Ferroviario, con una reducción del 43,3%.
Según explicó el Ministerio de Transporte, esta firma es la encargada de la operación y el mantenimiento de las líneas metropolitanas Roca, Mitre, San Martín, Sarmiento, Belgrano Sur y Tren de la Costa, y otras de larga distancia y regionales. A su vez, Administración de Infraestructuras Ferroviarias, la empresa encargada del mantenimiento de vías, sufrió una caída del 27,2% en términos reales.
“El trabajo de Caputo es admirable”. Así elogió el presidente Javier Milei al ministro de Economía, encargado de defender la meta de déficit cero. Esta misión implicó recortes a empresas estatales del 54,5% en términos reales, al contrastar el primer bimestre de 2024 con el de 2023, según un informe elaborado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
“Es una reducción muy fuerte. La gran pregunta es hasta qué punto es sustentable”, analizó el especialista en política fiscal Rafael Flores. En tanto, para el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, Nadin Argañaraz, “es el ajuste más grande de los últimos 30 años y lo de las empresas va en la misma línea”.
Las compañías más perjudicadas por el recorte fueron AySA y Aerolíneas Argentinas, dos sociedades que el Gobierno propuso que estuvieran “sujetas a privatización” en el proyecto de “Ley de bases”, también conocida como “ley ómnibus”. En enero y febrero del año pasado, la compañía que era dirigida por Malena Galmarini recibió $2330 millones. La línea de bandera tampoco había recibido fondos durante el primer bimestre de 2023.
Una fuente vinculada con AySA dijo a que “se está pasando la nacion el peine fino para llegar al déficit cero, funcionar sin subsidios y evitar impactar demasiado en la gente”. A su vez, especificó que la empresa busca reducir sus costos 20%. Algunas de las medidas que tomó fue el despido de 200 empleados y la venta de 600 vehículos que, por tal disposición, dejaron de usarse.
Argañaraz analiza que para no afectar el servicio que ofrecen “las empresas tienen que adecuarse: bajar el gasto, buscar nuevos ingresos o endeudarse”. Flores advirtió que “para eso se necesita un bisturí” y no una “motosierra”.
Cammesa es otra de las firmas que más sufrieron el ajuste. Los fondos transferidos a esta compañía “se destinan principalmente para compensar la diferencia entre el costo de la energía y las tarifas pagadas por los usuarios del servicio eléctrico”.
Según el estudio, cayeron 72,3% las transferencias acumuladas hasta febrero que Cammesa recibió del Gobierno en términos reales en comparación con el año pasado.
La compañía eléctrica mayorista es el segundo mayor destinatario de fondos del sector energético. Solo la supera Energía Argentina (exIeasa). Esta firma fue destinataria de $169.522 millones en el primer bimestre del año. Esto significó, en términos reales, una pérdida interanual del 35,6% en el periodo.
En el sector ferroviario, Ferrocarriles Argentinos recibió una transferencia del Gobierno en febrero por primera vez en 2024: solo $188 millones. Pero los números negativos en el sector llegan al analizar la situación de la empresa Desarrollo de Capital Humano Ferroviario, cuyas transferencias del Gobierno cayeron un 70,2% en términos reales. La sigue Operador Ferroviario, con una reducción del 43,3%.
Según explicó el Ministerio de Transporte, esta firma es la encargada de la operación y el mantenimiento de las líneas metropolitanas Roca, Mitre, San Martín, Sarmiento, Belgrano Sur y Tren de la Costa, y otras de larga distancia y regionales. A su vez, Administración de Infraestructuras Ferroviarias, la empresa encargada del mantenimiento de vías, sufrió una caída del 27,2% en términos reales.
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