domingo, 29 de mayo de 2022

SUEÑOS Y DESPERTARES


¿Por qué nos despertamos angustiados, llorando o riendo?
Magdalena Demaría, experta en onirología, revela cómo interpretar lo que soñamos para poder capitalizar su significado
Dolores PasmanDejé de tomar pastillas para dormir”, cuenta Magdalena
Los sueños hablan sobre nosotros y nos dan información para reflexionar sobre nuestras sombras: esas partes oscuras o traumas ocultos que no queremos tocar pero que pueden aflorar en nuestro cuerpo a través de una enfermedad si no las trabajamos e integramos. También nos brindan información sobre talentos y potenciales que podemos desarrollar.
Analizar los sueños es importante para nuestro bienestar ya que podemos usarlos como cimientos para comprender mejor qué dicen de nosotros e iniciar un profundo camino de autoconocimiento. Si bien la onirología, a través del legado de Carl Jung, es una ciencia en desarrollo, los especialistas aseguran que los sueños son las bases para comprender y tratar muchos problemas de salud mental y de nuestra vida cotidiana.
Magdalena Demaría, una de las mayores expertas en el tema de la Argentina, se entusiasma cuando habla de las bondades de su práctica y cuenta cómo descubrió su vocación por el análisis de los sueños. Su historia comienza cuando tenía 28 años y se enteró de que se inauguraba el Centro de Estudios Onirológicos liderado por el Doctor en Psicología Jorge Sergio. Concluida esa formación, estudió Psicología Junguiana en el Instituto CG Jung de Zurich.
–¿Cómo impactó en su vida el análisis de los sueños?
–Todavía recuerdo esa magia que percibí en la primera clase de Jorge que terminó siendo mi terapeuta y maestro durante muchos años. Por primera vez sentí que había encontrado mi lugar y que ahora iba a poder entender toda esa información que aparecía en mis pesadillas y no me dejaban dormir. Dejé de tomar pastillas para dormir y ya no me daba terror a la hora de acostarme.
–¿Cómo podemos analizar nuestros sueños?
–Al despertar anotar todos los días los sueños en un cuaderno. Escribir lo que recordamos sin quitar ni agregar nada y empezar a reflexionar sobre su contenido. Preguntarse por qué y para qué el sueño me presenta el escenario o la configuración de elementos de esa manera, ya sea con las personas, los lugares, los colores y hasta a veces los olores. Es decir, todo lo que forma parte del sueño. A veces nos despertamos angustiados, llorando, gritando o riendo pero no conservamos ninguna imagen de lo que causó esa emoción. Todo eso tiene una explicación onírica muy compleja e importante.
–¿Por qué algunas personas no recuerdan sus sueños y otras sí? ¿A qué se debe?
–Todos soñamos, aunque no siempre podamos recordar. Los motivos pueden ser varios pero generalmente están asociados a un mecanismo de represión: es no querer saber qué pasa adentro mío. A veces, puede ser que la persona esté demasiado enchufada con el afuera y su interioridad queda en otro plano, o que no pueda simbolizar por traumas severos. Pero creo que no hay reglas generales y que es necesario analizar cada caso en particular. Si una persona me viene a ver porque no puede soñar, tengo que atender qué es lo que pasa en ese mundo de esa persona única que hace que todavía no pueda recordar sus sueños.
A veces no podemos soñar porque no alcanzamos el nivel de profundidad de sueño REM y también está empezando a pasar que estamos tan conectados con la tecnología que dificulta no sólo la memoria de los sueños sino el ejercicio de prestarles atención y anotarlos. El problema es que cuando dejamos de prestar atención a lo que nos pasa interiormente, lo proyectamos en otro y estamos ajenos a nosotros mismos. Dejamos de visualizar e integrar nuestra propia sombra.
–¿Por qué es importante prestarle atención a los sueños de persecución que son tan comunes?
–El contenido es clave. Por ejemplo, si tengo un sueño en el que me persigue una persona, el ejercicio principal sería agarrar un cuaderno y anotar: ¿Qué cosas me gustan de esa persona y cuáles no? ¿En qué me siento o no identificada con ella? ¿Qué me trae de mí que yo no puedo ver? Cabe aclarar que la sombra no siempre habla de contenidos negativos, sino que también pueden ser potencialidades nuestras que no hemos desarrollado. Y esto nos entrena en un trabajo de integración y discriminación. Lo más difícil es hacer este proceso cuando soñamos con personas que detestamos. Lo más importante radica en comenzar muchas veces un largo y tedioso proceso de retirar las proyecciones y como nos recuerda Jung poder “pisar así tierra firme” y no volarnos.
–¿Cómo ayudan los sueños al bienestar de las personas?
–Cuanto más espacio les hacemos en nuestra vida, más integrados estamos. Y esto que parece menor –de dejar de vivir fragmentados y desintegrados– es mucho más importante y profundo de lo que parece. Cuando empiezo a incorporar a mi vida lo que acontece en mi inconsciente, se genera una circulación que antes no había, que paulatinamente alivia y sana nuestras heridas.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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