Durante los incidentes ocurridos en Recoleta el fin de semana, la Vicepresidenta exhibió su estrategia política. “Esto recién empieza”, confesó un ministro del gabinete nacional. Después, públicamente Andrés Larroque dejó trascender que el kirchnerismo mantendrá la vigilia y seguirán las marchas: “Hagámonos la idea de que esta va para largo”.
OPINIÓN. La vicepresidenta tiene la oportunidad de instalarse como la líder indiscutida de todo el peronismo unido, pero corre riesgos. Todo lo está haciendo desde una situación de enorme debilidad.
Siempre se está a tiempo para las actitudes conciliadoras y la primera que debe dar ese paso es la vicepresidenta, pero en su discurso del sábado a la noche optó por asumir el papel de supuesta perseguida política.
La facción gobernante decidió levantarse contra un poder constitucional, como hiciera Aldo Rico tres décadas atrás. Pero disfraza sus actos como una defensa de la democracia, ensuciando otra vez la memoria del primer presidente constitucional.
OPINIÓN. Más allá de la designación de Gabriel Rubinstein como viceministro de Economía, no existe más tiempo que perder: el éxito de la gestión estará dada por la acumulación de divisas en el BCRA.
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