martes, 5 de diciembre de 2023

EL PLAN DE MILEI




Milei mantendrá los planes sociales, pero busca reducir el poder de los piqueteros
Sería en una primera etapa; habría una tarjeta de cobro y un programa de empleo
Matías Moreno y Federico González del SolarLas agrupaciones pronostican protestas contra la próxima administración
El futuro gobierno de Javier Milei planea mantener los planes sociales en una primera etapa, más allá de su intención de avanzar con una profunda reducción del gasto público. Su objetivo primordial es eliminar la intermediación en la asignación de los programas, sobre todo, para quitarles poder de fuego a las organizaciones sociales.
El equipo de La Libertad Avanza que lidera la futura ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, delinea por estos días los aspectos centrales de la reforma. En principio, analizan que todos los planes se paguen a través de una tarjeta. También se evalúa transformar el plan Potenciar Trabajo –que tiene más de 1.250.000 beneficiarios– en un programa de empleo y capacitación. A su vez, procuran avanzar con auditorías apenas asuman para evitar irregularidades en el reparto, exigir la contraprestación de trabajo y establecer un límite temporal.
Comenzó la cuenta regresiva para el traspaso de mando y el presidente electo Javier Milei se alista para lidiar con un doble reto apenas asuma. Por un lado, pretende poner en marcha un plan de ajuste e impulsar un paquete legislativo con reformas urgentes para corregir los desequilibrios y domar la inflación. Al mismo tiempo, Milei deberá sostener la gobernabilidad, ya que arrancará su travesía en la Casa Rosada con un contexto político y social incierto y una fuerza minoritaria en el Congreso. La relación con las agrupaciones piqueteras y los dos millones de personas que reciben planes sociales será un determinante de su futuro y el nivel de conflictividad.
Desde su triunfo en el balotaje, Milei patentó la frase “no hay plata” para ratificar su intención de avanzar con una profunda reducción del gasto público. Sin embargo, anticipó que no desmantelará de arranque la red de contención social. Más bien apostará por una suerte de continuidad temporal para transitar la primera fase de ajuste sin sufrir un estallido o que la pobreza –que ya alcanza al 40% de la población– se dispare a un nivel récord. De hecho, avisó que Sandra Pettovello, la futura ministra de Capital Humano, que tendrá bajo su órbita Desarrollo Social, Trabajo y Educación, será la única funcionaria que podrá disponer de fondos extras para atender las demandas del espectro social mientras dure el período de ajuste y de transición para estabilizar la economía. Pettovello tendrá, en términos de Milei, la “billetera abierta”.
Si bien no prevé eliminar los planes sociales o avanzar en una drástica reducción en el arranque de su gestión –piensa hacerlo de forma progresiva–, Milei prepara un rediseño del esquema actual. Su objetivo primordial es lograr la desintermediación en la asignación de los programas asistenciales para alcanzar mayor transparencia y eficiencia en el reparto de los fonchance dos y, sobre todo, quitarles poder de fuego a las organizaciones sociales. Prometen no tener una actitud concesiva.
El equipo de La Libertad Avanza que integran Pettovello; el pediatra Pablo de la Torre, un dirigente del conurbano con estrechos vínculos con la Iglesia, que se encamina a ser secretario de Desarrollo Social, y el abogado laborista Omar Yasín, destinado a comandar la secretaría de Trabajo, delinean por estos días los aspectos centrales de la reforma en materia de política asistencial.
Pettovello, De la Torre y Yasín debaten, ante todo, la estrategia para lograr el corrimiento de las organizaciones sociales con extremo hermetismo, a sabiendas de que deberán lidiar con las organizaciones piqueteras más combativas a la hora de revisar la entrega de fondos. Preocupa el control de la calle ante las amenazas de protesta. Fuentes al tanto de las discusiones internas anticipan que evalúan distintas opciones para que el Estado pueda entregar la ayuda social de manera directa. En principio, analizan la de que la asistencia se otorgue a través de una tarjeta. Entre las principales medidas que piensan impulsar está la transformación del plan Potenciar Trabajo –que tiene más de 1.250.000 beneficiarios, según fuentes oficiales– en programas de empleo, formación profesional y capacitación. A su vez, procuran avanzar con auditorías apenas asuman para evitar irregularidades en el reparto, exigir la contraprestación de trabajo y establecer una temporalidad. Además, De la Torre, quien ya mantuvo dos reuniones con Victoria Tolosa Paz para encarar la transición, habló de la necesidad de atender las condiciones sociales de la primera infancia. Por eso, propuso construir los Centros de Infancia y Familia, donde concentraría la inyección de fondos.
Yasín, apadrinado por Jorge Triaca, y De la Torre, hermano de Joaquín, senador provincial y exintendente de San Miguel, trabajan en tándem en una reorganización del sistema actual, que cuenta con más de cien planes sociales en la cartera de Tolosa Paz. En especial, les urge atender el traspaso del programa Potenciar Trabajo del área de Desarrollo Social a la cartera laboral, una medida que oficializó Sergio Massa el pasado 31 de octubre, a través del 565/2023, y que entrará en vigor a partir del próximo 1º de enero. Esa modificación del sistema establece que los beneficiarios del plan Potenciar Trabajo tendrán capacitación laboral obligatoria.
Yasín y el posible subsecretario de Empleo, Luis Palomino, otro hombre cercano a Triaca, prevén dedicarse los primeros tres o cuatro meses de gestión a integrar las bases de los beneficiarios –que ahora tiene una mirada meramente asistencialista– y convertirlos en planes de capacitación y formación profesional para el empleo.
“Ahora vamos a cambiar la filosofía: te doy la ayuda, pero en el ínterin te preparo, te capacito en distintos niveles y programas. Aquellos que no se puedan incorporar quedarán bajo la órbita de Desarrollo Social”, explica una dirigente de LLA que participa de las conversaciones. En el equipo prevén que se trata de una tarea mayúscula, por lo que no descartan la creación de un “equipo especial” o una agencia para encarar el traspaso. Aseguran que los beneficiarios de asistencia social que cumplan con los requisitos deberán participar de programas de capacitación y formación profesional para conseguir un empleo.
El seguro de desempleo, especulan, no integraría el capítulo laboral de la ley ómnibus de Milei. “En esta primera instancia apuntamos a la simplificación de la registración del trabajo y el tema de la eliminación de las multas”, aseguran.
A la espera de señales
La cautela y la incertidumbre marcan los días de las organizaciones sociales durante la transición. Expectantes, aguardan tener señales más claras sobre cómo el nuevo gobierno va a implementar los lineamientos –muy generales– que esbozó hasta ahora en materia social: mantener la asistencia para con los “caídos” –tal como precisó el presidente electo– y “transparentar” el proceso eliminando la “intermediación” de los movimientos sociales en el reparto de los planes sociales.
En principio, la drástica reducción del gasto público encontraría un freno en el área social y el “no hay plata” no comprendería al auxilio estatal para con los sectores más postergados. Sin embargo, esto no lleva tranquilidad a las agrupaciones sociales, que miran con desconfianza la llegada y los primeros mensajes de un gobierno.
La eliminación de la “intermediación” que ejercen las organizaciones con los planes, uno de los lineamientos del gobierno entrante, es relativizada por algunos de los referentes sociales. Entienden que la mediación no es tal y que el papel de las organizaciones “va mucho más allá” del manejo de planes sociales. “Los intermediarios son los punteros de los municipios contra los que luchamos en cada barrio”, apunta Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, que pide la universalización de la asistencia para cortar de cuajo con la intermediación.
Una primera señal podría derivar de un reclamo que su espacio mantiene con el actual oficialismo. Hoy, Belliboni, referente del principal movimiento de Unidad Piquetera –un frente opositor al gobierno de Alberto Fernández que agrupa a un sinfín de organizaciones–, se reunirá con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social para exigir e insistir en un bono de fin año para los beneficiarios del Plan Potenciar. De no llegar a un acuerdo, el gobierno entrante tendrá a su arribo y en pleno diciembre un primer desafío entre manos con el que mostrará cuan flexible o concesivo será frente a los reclamos. Será una primera muestra que marcará el rumbo de acción en política social.
Por el momento, la mayoría de las organizaciones evitan salir con los tapones de punta. Procuran no dar un paso en falso que las exponga en medio del recambio con alguna medida o pronunciamiento destemplados. Además, el armado del nuevo gobierno –en plena marcha-, el contexto de crisis económica y lo cosechado en las urnas le otorgan al próximo oficialismo cierto grado de “comprensión” por parte de los movimientos sociales y le compran un margen de tiempo.
Los movimientos más afines al oficialismo en retirada, algunos de cuyos referentes ocupan cargos en áreas vinculadas al sector social, ya ensayaron contactos con los encargados de la esfera social del nuevo gobierno.
Emilio Pérsico, a cargo de la Secretaría de Economía Social, y Fernando “Chino” Navarro –líderes ambos del Movimiento Evita– y Daniel Menéndez, referente de Barrios de Pie –también ligada al gobierno–, mantuvieron reuniones con De la Torre y el virtual ministro del Interior, Guillermo Francos. “Nos dijeron que todo va a seguir igual, que no quieren problemas sociales, pero no saben qué van a hacer. Está todo muy improvisado”, dice un referente al tanto de las conversaciones. “No hay ninguna certeza”, añaden en las filas del Evita. La falta de un esquema fino detrás del rearmado ministerial –que reduciría a ocho las carteras– y, en consecuencia, la falta de un plan de acción concreto –más allá de las ideas orientativas– hacen crecer las dudas en las organizaciones que no se precipitan. “Hay que esperar”, repiten.
Las agrupaciones opositoras, en tanto, recibirán al gobierno entrante con reivindicaciones atendidas solo parcialmente por el gobierno Fernández –el bono de fin de año es solo una– y no han tenido aún ningún acercamiento con Francos ni con De la Torre. Ya tienen previstas movilizaciones para los primeros días de la era Milei.
En las filas de Libres del Sur, una organización con alcance nacional, son más cautos y, como en el Evita y en Barrios de Pie, aguardan los primeros movimientos de Milei en el gobierno. “Entendemos que están haciendo la transición”, explica Silvia Saravia, referente de la agrupación. “Hay que ver cómo se lleva a la práctica. No nos vamos a guiar por los discursos de campaña”, asegura, en relación con la continuidad de la asistencia social.
“Las perspectivas de ajuste y estanflación no son auspiciosas. Si dice que va a tener la ‘billetera abierta’ es porque el universo de gente con demandas se va a ampliar. Está planteando un agravamiento de la situación y no hay resto”, advierte Saravia, que no pierde de vista que una parte muy importante del electorado acompañó al libertario en las urnas.
En tanto, la Unión de los Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), movimiento que agrupa a los trabajadores de la economía popular y cuenta con más de 400.000 afiliados, atraviesa un proceso de formalización y en juego con ese proceso interno, esperan que los nombres y cargos del gobierno entrante en las áreas sociales estén firmes para iniciar conversaciones. Pedirán reuniones para presentar su agenda y llevarse precisiones.
Un referente del Evita, que no se despega del “despelote” que “armó” el oficialismo, advierte que hay un “desconocimiento profundo” en la realidad de los sectores más postergados que excede por completo a La Libertad Avanza y que se extiende por toda la dirigencia política. “Van a descubrir un mundo nuevo”, augura sobre el nuevo gobierno. “Al oficialismo le pasó lo mismo”, recuerda.

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Los poderosos líderes de los grupos oficialistas dejan sus cargos en el Gobierno
Pérsico cesa en la Secretaría de Economía Social y Menéndez, en el Consejo de Economía Popular
Javier Fuego Simondet
El Ministerio de Desarrollo Social es una de las dependencias que el presidente electo, Javier Milei, subsumirá en el nuevo Ministerio de Capital Humano. La próxima etapa marca también la salida de los cargos que ocupan referentes de los movimientos sociales, como Emilio Pérsico, jefe del Movimiento Evita, y Daniel Menéndez, líder de Somos Barrios de Pie, dos organizaciones alineadas con Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa que tienen presencia en la loteada cartera que conduce Victoria Tolosa Paz.
El cese de los funcionarios llega con incertidumbre por el futuro de planes sociales como el Potenciar Trabajo, que está bajo la órbita de Pérsico, y por las estructuras que puedan quedar eliminadas en un nuevo ministerio que será parte de un ajuste del organigrama estatal anunciado por el próximo mandatario.
“Hay un diálogo, pero son muy ambivalentes. El Consejo de la Economía Popular, quizá lo puedan cerrar; la Secretaría de Economía Social, no sabemos. Tuvimos diálogo con [el futuro ministro del Interior, Guillermo] Francos y con [quien sería el encargado de administrar los planes sociales, Pablo] de la Torre, pero está todo muy volátil”, afirmó 
Menéndez, que lidera Somos cion Barrios de Pie y es secretario del Consejo de la Economía Popular y el Salario Social Complementario. La Secretaría de Economía Social, que tiene en su ámbito de control el plan Potenciar Trabajo, está cargo de Pérsico.
En total, se distribuyen aproximadamente 1.250.000 planes Potenciar Trabajo, que los beneficiarios reciben por una contraprestación que puede ser participar en proyectos productivos, laborales o comunitarios, o completar los estudios.
En diciembre, cada beneficiario cobrará $78.000 por el Potenciar Trabajo. El Movimiento Evita maneja unos 170.000 de estos programas sociales, según pudo saber de fuentes del Ministerio la nacion de Desarrollo Social, una cartera que tuvo tres titulares en el gobierno de Alberto Fernández (Daniel Arroyo, Juan Zabaleta y Tolosa Paz).
Un referente de un movimiento social añadió que, además de los planes que controla, la agrupación que lidera Pérsico dispone de “muchos emprendimientos productivos” que no se sabe si continuarán en la gestión de La Libertad Avanza.
Antes del balotaje, Massa anunció que el Potenciar Trabajo pasaría, a partir de 2024, a la órbita del Ministerio de Trabajo. El área de Trabajo, al igual que la de Desarrollo Social, en el gobierno de Milei estará bajo el control de Sandra Pettovello, en el Ministerio de Capital Humano.
Omar Yasín, que fue rector del Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (Seclo) en el Ministerio de Trabajo durante la gestión nacional de Cambiemos, tiene el aval de Pettovello para estar al frente del área de Trabajo. Para el cargo había sonado, en principio, Gustavo Morón.
Los movimientos sociales oficialistas todavía no definieron una actitud ante el próximo gobierno, como sí lo hicieron los opositores, que ya anunciaron movilizaciones para el 20 y el 21 de diciembre, y lanzaron advertencias a Milei. “Vamos a esperar a ver en qué términos se da el proceso del nuevo gobierno. Sus anuncios hacen prever un desastre en términos sociales. El crédito que se dará al gobierno será corto. No todos ven las consecuencias de los anuncios [de Milei]”, dijo Menéndez a la nacion.
Renovación en la UTEP
El líder de Somos Barrios de Pie ofrece una pista sobre la próxima etapa de los movimientos sociales enrolados en Unión por la Patria, al destacar la participación que hubo en las elecciones del sindicato de los movimientos sociales, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Se celebraron el miércoles de la semana pasada, con lista única y la consagración como nuevo secretario general de Alejandro “Peluca” Gramajo, del Movimiento Evita y también funcionario de Desarrollo Social (es subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local).
“Con casi medio millón de empadronados, hubo un 70 u 80 por ciento de participación, lo que, para un sindicato, es extraordinario. Hay mucha vocación por participar y preocupación por el futuro”, aseveró Menéndez al referirse a la elección.
La UTEP presentará su nueva cúpula, con Gramajo a la cabeza, hoy, a las 17, con un acto en el Salón Felipe Vallese, de la sede de la CGT en la calle Azopardo de la Capital. Además de las nuevas autoridades del gremio de los movimientos sociales, estarán presentes autoridades cegetistas y representantes de la Iglesia católica.
Gramajo (lista Celeste y Blanca por Tierra, Techo y Trabajo) reemplaza al frente de la UTEP a Esteban “Gringo” Castro, también del Movimiento Evita. Dina Sánchez (Frente Popular Darío Santillán) y Norma Morales (Somos Barrios de Pie) serán las secretarias adjuntas

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