martes, 27 de febrero de 2024

RECESIÓN Y RECUPERACIÓN


Fuerte caída de la industria en enero con mayor impacto entre las Pyme
Según distintos informes, la producción cayó entre 4,2% y 6,3% a causa de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo; en las pequeñas y medianas empresas el impacto fue mayor, con un retroceso de 30%
Luján Berardi
Según las principales consultoras, en enero se registró una fuerte caída de la producción industrial, lo que afectó mayormente al sector pyme
Los constantes aumentos de los precios, que posicionaron la inflación de enero en 20,6%, sumado al deterioro del poder adquisitivo y la licuación de los ingresos, repercutieron fuertemente en la actividad económica durante el primer mes del año, que sufrió una merma en todos los sectores. Según las principales consultoras que miden el nivel de producción industrial en la Argentina, sus relevamientos preliminares confirman la recesión a partir de la caída en la producción industrial, que se ubicó en enero entre el 4,2% y el 6,3% en la comparación interanual.
El mayor impacto de esto se registró en en el sector Pyme, que mostró un retroceso de la producción fabril del 30% respecto de enero del año pasado, y un descenso del 9,1% en la medición desestacionalizada contra diciembre último, como indica el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Este fue el segundo mes consecutivo de retracción de la actividad, de acuerdo con la entidad.
La caída de la producción industrial de enero se ubicó entre el 4,2% y el 6,3%, según las consultoras, pero llegó al 30% en el sector de las Pymes.
El relevamiento de la CAME muestra que todos los sectores manufactureros se vieron afectados por la tendencia a la baja, y que el mayor retroceso anual lo vivió el segmento de papel, cartón, edición e impresión, con un desplome de 41,7%, aunque en la comparación mensual el impacto fue tan solo del 3%. Esto se debió, según informaron las empresas, a que hubo menos complicaciones para reponer insumos y repuestos, pero fue más complicado sostener el personal por la caída en la demanda.
En el caso de Alimentos y bebidas, la caída en enero fue de 22% en términos interanuales, lo que significó un 8,7% respecto del mes anterior. A esta caída se le sumó que las industrias del segmento operaron con un nivel de ocupación del 75,9% de su capacidad instalada, lo que significó bajos niveles de inversión, subas constantes de precios, demoras en las entregas de productos y desvinculaciones de empleados por falta de actividad.
Por otro lado, Indumentaria y textil se retrajo 18,2% respecto del mismo mes de 2023, y 2,3% en la comparación con diciembre. Las firmas trabajaron con el 68,2% de la capacidad instalada a causa del “freno a los pedidos de producción”.
En Maderas y muebles, el retroceso del año fue de 30,6%, mientras que en la comparación con diciembre cayó 13,5%. Este freno se justifica también por la pérdida del poder de compra del ingreso familiar. El sector de Metálicos, maquinarias, equipos y material de transporte arrojó números similares, con una contracción del 34,8% interanual y 13,5% mensual.
Alimentos y bebidas cayó 8,7% mensual, lo que significó un 22% en términos interanuales
En el caso de los productos químicos y plásticos, las empresas reportaron incrementos en los costos logísticos, además de dificultades en el abastecimiento de materias primas, lo cual determinó un descenso de 35,6% en la medición anual, lo que equivale a una contracción mensual de 11,8%.
Alfredo González, presidente de la CAME, comentó en diálogo con LA NACION: “Observamos con preocupación el deterioro del sector industrial pyme que, por lo general, cuando ingresa en estos procesos de retracción, cuesta mucho revertirlos. La inflación y la caída de los ingresos han provocado un efecto alarmante. A esto hay que sumarle el impacto, aún no medido, de lo que será la eliminación de subsidios en las tarifas de servicios públicos”. Y agregó que, dada la importancia del sector en la creación y sostenimiento de empleo, resulta necesario cuidarlo ante estos contextos adversos.
También las consultoras privadas relevaron los datos de la actividad industrial en enero. De acuerdo con el índice de producción industrial (IPI) que regularmente lleva a cabo el centro de estudios económicos Orlando J Ferreres y Asociados (OJF), la caída fue del 4,2% respecto del mismo mes de 2023, lo que refuerza la fase contractiva que se viene observando desde mediados del año pasado y que se acentuó con el cambio de gobierno en diciembre.
La Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), por su parte, observó la misma tendencia, con una diferencia en los valores: su relevamiento muestra que la producción industrial se contrajo, en enero, un 6,3% interanual, con caídas generalizadas de la actividad que alcanzaron distintos sectores —alimentos y bebidas, textiles, químicos y plásticos, minerales no metálicos, industria metalmecánica y automotriz— como causa del “período de adecuación al nuevo escenario económico”.
A estos números se le suma el panorama para el año, desalentador según FIEL: “Todos los indicadores que permiten anticipar una reversión de la fase señalan que esta se profundiza y prolonga, al tiempo que desde noviembre se tiene una mayor difusión sectorial de la caída de la actividad”, detalla el informe.
Pese a esto, también observaron la normalización del stock de insumos importados en el corto plazo, gracias al ordenamiento de las deudas comerciales con los proveedores mediante el bono Bopreal. “El cambio de precios relativos de la economía supone incentivos a mayores exportaciones, de modo que los sectores con inserción internacional podrían sortear con mayor margen el impacto de la contracción del mercado interno, tales los casos de los alimentos, los químicos y plásticos, metales comunes, elaborados de metal y vehículos”, agrega.
De igual modo, las estimaciones de OJF prevén meses complicados: “Si bien las mejoras de los rubros vinculados al sector agropecuario permitirán matizar los números generales, el resto de las líneas de producción se verán afectadas negativamente por la caída del ingreso real y los cambios de los precios relativos”, advierte su informe.
Finalmente, la CAME se refirió a las dificultades que deberá atravesar el sector pyme este año, y aseguró que estas industrias se están preparando para un panorama complejo: “La rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores: la baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumado a la persistente inflación y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos, como la electricidad, generan un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial”.

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El BCRA se encamina a cerrar un febrero récord en suma de reservas
Acumula US$2062 en un mes que suele ser más difícil y en el que se reactivó la demanda importadora; desde el cambio de gobierno lleva comprados US$8234 millones
Javier BlancoLa dureza del cepo, creen los analistas, contribuye a acelerar las compras del BCRA
El Banco Central (BCRA) concretó el viernes la mayor compra de reservas de los últimos 40 días al adquirir mediante intervenciones sobre el mercado otros US$285 millones. Así, se quedó con el 57,5% de los US$495 millones transados en la rueda del día en el segmento de contado, y concretó la adquisición más importante desde los US$300 millones que consiguiera por la misma vía el 12 de enero. Así, ya acumula compras por US$2062 millones en lo que va de febrero, mes de ingresos usualmente más bajos y que cerrara en otros años con saldos menores o incluso negativos.
Incluso quedó atrás el “pico” de US$1662 millones conseguido vía compras en febrero de 2014, luego de una imprevista devaluación del peso en las últimas jornadas de enero de ese año.
Si se considera el acumulado desde el cambio de gobierno, el BCRA ya adquirió US$8234 millones, cifra también inédita para un comienzo de año. Los saldos que obtiene por sus intervenciones sobre el mercado desconciertan a los operadores y analistas, en especial porque llegan cuando se esperaba un repunte en el flujo de la demanda importadora (aplazada por normativa) y se temía que la tendencia a la apreciación cambiaria desalentara las liquidaciones.
“No hay duda de que el BCRA está comprando dólares a un ritmo superior al esperado. Desde la tercera etapa de acceso al MULC para los importadores, que comenzó hace unos días, el BCRA compró a un ritmo promedio de US$168 millones por rueda, cifra muy superior a los US$99 millones que estimamos que se está ahorrando el BCRA por diferir los pagos de importaciones”, reconocieron los analistas de Facimex Valores.
“Esto se explica por una mayor liquidación de exportaciones que no está relacionada con las ventas del sector agrícola, ya que la liquidación de oleaginosas y cereales promedió US$79 millones por rueda hasta el 9 de febrero y US$70 millones en las últimas dos semanas”, apuntaron.
Todo eso aunque el Central ya permitió que unas 2600 mipymes con deuda por importaciones (exceptuadas de recurrir a los bonos Bopreal) hayan realizado pagos “por un total de US$80 millones”, según reportó la entidad.
Cazando en el zoo
Para el economista Leonardo Chialva, de Delphos Investment, las elevadas compras oficiales son el resultado de que “el BCRA aún está cazando en el zoo: por la dureza del cepo y los plazos de acceso aplicados a los importadores”. A eso le suma el efecto que la dura recesión local tiene sobre las importaciones y las exportaciones: “A las primeras las tira para abajo, por falta de demanda, y a las segundas les da un empujón extra porque muchas empresas colocan en el exterior producción o stock que, en principio, pensaban ubicar en el mercado local”, explica.
Así se llega a un efecto que, cree Chialva, “fue buscado por el plan oficial: que el BCRA se quede con la mayor cantidad posible de dólares”. “Es algo saludable y creo que no hay que explicar por qué”, concluye.
Sin embargo, no descarta que estén llegando algunas apuestas “para carry trade vía bonos CER. La baja de los dólares en medio de una fuerte suba de bonos CER da para olfatear que algunos estuvieron metiendo algo con ese fin”, completa.
El analista y operador Nicolás Merino, de ABC Mercado de Cambios, agrega otro factor: la incidencia del apretón monetario. “Aun con estas tasas de interés, y ante la necesidad que enfrentan de hacerse de pesos, muchas tesorerías [de empresas] optan por descargar dólares”. A eso agrega que el recorte que sufrió en las últimas semanas el dólar contado con liquidación (CCL), dada la incidencia que tiene en el dólar exportador efectivo, hace que “algunos se apresuren a liquidar para no correr el riesgo de vender aún más abajo”.
La nueva e importante compra oficial llegó en una jornada en la que el BCRA ralentizó aún más el desplazamiento del dólar mayorista, al que dejó cerrar a $838,30 por unidad para la venta, “apenas cuarenta centavos por arriba” del cierre anterior, destacó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Aun así, el volumen operado por la plaza oficial subió casi un 25% con relación a la jornada previa, lo que facilitó las intervenciones oficiales y permitió que las reservas brutas (o totales) del BCRA aumentaran en la jornada de US$27.156 millones a US$27.363 millones.
Pese a todo, la situación de las reservas sigue siendo delicada. “Según la metodología del FMI, las reservas netas(incorporandolosvencimientos de los Bopreal a 12 meses) crecieron US$4100 millones desde el traspaso de mando, cuando la meta del primer trimestre exige acumular US$6000 millones. A simple vista, restarían acumular US$1900 millones nomás, pero no hay que olvidar que, a fines de marzo, los vencimientos a 12 meses incluirán una mayor carga. Así, en realidad, el BCRA debería acumular US$2500 millones hasta el fin del trimestre, equivalentes a unos US$101 millones por día en las 25 ruedas restantes hasta fines de marzo”. recordaron en Facimex Valores.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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