sábado, 22 de febrero de 2020

LOS 20...EL ARTE CAMBIÓ PARA SIEMPRE


Los 20 de los 20: joyas centenarias de una década que cambió el arte para siempre
Del Ulises, de Joyce, al surrealismo, pasando por los debuts de Borges y de Arlt y el cine de vanguardia, las obras y movimientos de los años 20 le dejaron la vara muy alta a este nuevo siglo

Fue uno de los períodos más explosivos del arte, con el esplendor de las vanguardias, el ímpetu de la música, el nacimiento del diseño y la estilización del cine. Por eso, una selección de lo que pasó en la década de 1920 ilumina, cien años más tarde, el desafío que le espera a este siglo XXI cuando el decenio comienza.

Composición en rojo, amarillo, azul, blanco y negro (1921)
Con esta obra despojada de figuras y texturas, Piet Mondrian estrenó sus características retículas que expresaron, junto con las indagaciones de Kandinsky y Malevich, la llegada del arte abstracto y abrieron el camino para todo el arte no figurativo del siglo XX.

Ulises (1922)
Considerada una de las novelas más influyentes del siglo XX, la obra de James Joyce que transcurre durante un día de 1904 en Dublin puede ser vista como una summa artística de su época: del psicoanálisis al montaje cinematográfico. 
Ideas como la metaficción aparecieron como una novedad en Ulises cuyo uso de la ciudad es comparable al de Dickens (Londres) y Balzac (París).
"Down hearted blues" (1923)

Grabada en febrero, la canción catapultó a Bessie Smith como "emperatriz del blues". 
Su estilo marca la genealogía de las cantantes afroamericanas de Billie Holiday a Aretha Franklin. En 1929 unió fuerzas con Louis Armstrong para grabar el "Saint Louis Blues".

El primer Borges

Fervor de Buenos Aires (1923)
"Pienso que nunca me he alejado mucho de ese libro; siento que todos mis otros trabajos solo han sido desarrollos de los temas que en él toqué por primera vez; siento que toda mi vida ha transcurrido volviendo a escribir ese único libro", diría Borges sobre este poemario, su primer libro, editado cuando tenía 24 años.

"Mano a mano" (1923)
"Rechiflao en mi tristeza, te evoco y veo que has sido en mi pobre vida paria solo una buena mujer". La grabación de los versos de Celedonio Flores con música de Gardel y Razzano y su éxito inmediato marcaron el comienzo del tango canción y la Guardia Nueva.
 Objeto de la censura, "Mano a mano" renovaría su impacto en las voces de Julio Sosa, Goyeneche, Julio Iglesias, Caetano Veloso, Andrés Calamaro y otros.

Manifiesto surrealista (1924)

Con diferencia de dos semanas, André Breton e Yvan Goll publicaron en octubre del 24 dos versiones del Manifiesto del Surrealismo.
 Las ideas de Freud sobre el inconsciente encontraron cauce en un movimiento que operó sobre la literatura y la pintura, y adelantó futuras novedades como la cultura psicodélica y el videoclip.

Al filo de la década, abrió el MoMA

Martín Fierro (1924)

La revista reunió a escritores y pintores modernos en Buenos Aires y definió la pertenencia al grupo Florida, en contraposición al grupo Boedo.

Asociación Amigos del Arte (1924)
Capitaneada por mujeres como Bebe Sansinena de Elizalde y Victoria Ocampo, la AAA abrió en la calle Florida un portal hacia la cultura contemporánea del mundo. 
Por su sede pasó lo mejor del arte, la música y el pensamiento, de Le Corbusier a Siqueiros. El Di Tella repetiría el mismo fenómeno, desde otra perspectiva social, en los 60.

Rhapsody in Blue (1924)
La obra de George Gershwin marcó el nacimiento de la música sinfónica de los Estados Unidos. 
En el título, el pianista de 25 años sintetizaba la apropiación que la cultura alta hacía de los blues y del jazz para dar lugar a una vertiginosa síntesis.

Bauhaus Dessau (1925)
Expulsados de Weimar por el ascenso del nacionalismo protonazi, los profesores y estudiantes de la escuela Bauhaus pusieron rumbo a Dessau, al este de Alemania. 
Fue allí donde Walter Gropius, arquitecto y líder de Bauhaus, edificó la icónica sede racionalista que todavía sigue en pie. Todo lo que hoy conocemos como diseño empezó ahí.

El acorazado Potemkin (1925)

Producida en los primeros años de la Unión Soviética, la película de Serguéi Eisenstein se sirve de la épica de la Revolución del 17 para complejizar el lenguaje cinematográfico a partir de una idea innovadora del montaje, lo que la convierte en uno de los títulos más influyentes en la historia del cine.

L'Esprit Nouveau (1920-1925)
Así se llamó la revista en la que el suizo Charles-Edouard Jenneret-Gris empezó a firmar como Le Corbusier, el modernista que veía a la casa como una "máquina de habitar". 
Luego de diseñar el concepto para la Ville Contemporaine, una urbanización de tres millones de habitantes, explicitó su testamento en 1927 cuando presentó los "cinco puntos de una nueva arquitectura".

El gran vidrio (1926)
Parte del movimiento dadaísta, Marcel Duchamp se movió como un enigma viviente; lo mismo podría decirse de su obra, que anticipó muchos debates del arte contemporáneo. 
La superficie translúcida de "El gran vidrio" (colección Museo de Arte de Filadelfia) y todas sus metáforas sexuales siguen siendo discutidas.

El juguete rabioso (1926)
En su primera novela, Roberto Arlt plasmó con tono indolente las vicisitudes de uno de los personajes más perdurables de la narrativa argentina: Silvio Astier. 
Su espacio narrativo hecho de lecturas que mezclaban los clásicos y el folletín definió un sentimiento: la angustia arltiana.

Metrópolis (1927)
El film que consagró a Fritz Lang es una de las joyas del expresionismo alemán y la primera película considerada Memoria de la Humanidad por Unesco. 
Es el inicio de una genealogía que hoy se renueva con los dilemas de la Inteligencia Artificial. En 2009 se encontró en Buenos Aires una versión completa que incluía treinta minutos que habían sido censurados.

El ser y el tiempo (1927)

Los años post-Gran Guerra provocaron en la deprimida Alemania un resurgimiento de la filosofía basado en cuatro pensadores: Ludwig Wittgenstein, Walter Benjamin, Ernst Cassirer y Martin Heidegger, autor de El ser y el tiempo. Pensar no volvió a ser igual en Occidente después de ellos.

Adiós a Isadora (1927)

La muerte de Isadora Duncan en septiembre de 1927, a los 50 años, cerró el primer capítulo de la danza moderna. Había desafiado las convenciones del ballet clásico y la anécdota de su muerte en Niza agigantó el mito: la chalina que llevaba se enredó en la rueda del auto y murió estrangulada.

El cantor de jazz (1927)

Estrenada el 6 de octubre de 1927 en Nueva York, fue la primera película comercial con sonido sincronizado y puso fin a la era del cine mudo.

Museo MoMA (1929)
La apertura de un museo especializado en vanguardias modernas marcó el ascenso de Nueva York como ciudad faro.
 Custodia obras que son íconos como Las señoritas de Avignon (Picasso) y La noche estrellada (Van Gogh). Lo visitan 2,5 millones de personas por año.

Un perro andaluz (1929)
La colaboración entre Luis Buñuel y Salvador Dalí representa el desembarco del ideario surrealista en el cine. 
La imagen del ojo seccionado por una navaja permanece como el fotograma absoluto del movimiento.
F. G.

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