jueves, 23 de julio de 2020

PABLO SIRVEN OPINA,


Venezuela ya llegó y vive en el conurbano
Pablo Sirvén fue contra periodista que investigó aportes truchos ...
Pablo Sirvén 
Al purgar su pena recientemente, un narco quiso redimirse de su pasado tenebroso y aceptó trabajar en una remisería del Gran Buenos Aires. La fortuna no estuvo de su lado: la cuarentena lo privó de los viajes que tiempos más normales le hubiesen deparado. Pero el instinto de sobrevivir es más fuerte y el hombre ahora genera ingresos uniendo su expertise anterior con su nuevo oficio: hace delivery para transas. Los que caminan los cuatro kilómetros de la Feria del Olimpo, que van de Ingeniero Budge a Esteban Echeverría, aseguran que allí es posible conseguir desde un ataúd hasta un bebé. En medio de lodazales y carencias lacerantes, un capitalismo clandestino y primitivo se abre paso con sus propios capangas, esclavos y víctimas.
Bienvenidos al tenebroso conurbano, la fábrica de pobres más grande de la Argentina, donde volvió a crecer la inseguridad y se agregó el fantasma del Covid en plena trepada hacia el temido pico, con hospitales que se saturan y contagios en duplicación. El hacinamiento y rebuscárselas para no sucumbir implican salir a buscar el mango y no hay cuarentena que valga. Total, la culpa de todo la tienen los runners de Palermo (por ahora en receso). Saludos a Florencio Varela, Laferrere y Merlo.
Cada tanto, la olla a presión bonaerense explota y ese desmadre social, de insalubridad y tierras tomadas, pega un alarido, cuyo temblor estremece los cimientos de la Casa Rosada. Los que conocen el paño, porque transitan el territorio, aseguran que cuando esas sublevaciones suceden, nunca son del todo espontáneas. Alguna interna peronista suele estar detrás del primer fósforo. Luego, la fogata se hace incendio dantesco entre tanta injusticia contenida, y combustiona pronto como hierba seca.
En la semana que pasó, uno de los más controvertidos barones del conurbano, Mario Ishii, intendente de José C. Paz, que en el pasado ya vivió dos saqueos, hizo sonar su chicharra inquietante desde el diario Perfil, y dio un plazo: “Para fines de agosto, vamos a estar en una situación como la de 2001”. Cuenta que en su distrito ya cerraron 1500 comercios, que “la gente sale porque está enojada”, que la situación “se está desmadrando y hay zonas en las que se toman terrenos y viviendas”. Se trata de un fenómeno que se asocia con la pobreza extrema, pero que en realidad es un negocio de poderosos, sean políticos o bandas, que lucran en medio de la miseria y la desolación. “Con la cantidad de presos que se han liberado se nota que están en la calle” y que “reinciden en delinquir”, desliza Ishii, quien clama por la presencia de fuerzas federales. “Corremos el peligro de que se produzca un desborde”, advierte, y repite despierto sus pesadillas suburbanas a Marcelo Longobardi, por Radio Mitre. Pero ¿a quién le habla? Misterio.
Los curas villeros de La Matanza, casi al mismo tiempo, denunciaron que allí los testeos eran insuficientes y que no se aislaba a los contagiados. Firmó el documento el obispo de San Justo, Héctor García, muy cercano al papa Francisco, que mandó un mensaje de aliento a dos sacerdotes con Covid. En las últimas horas, para amortiguar el impacto de ese duro comunicado, el Consejo Operativo de Emergencia de ese populoso distrito dio a conocer una suerte de optimista contradocumento que avala al intendente Fernando Espinoza, con la firma de las “fuerzas vivas”, incluido el mencionado obispo. Sergio Berni piensa que puede llegar a ser peor que 2001, y no por hambre. En ese punto, diversas fuentes coinciden en que las necesidades alimentarias están cubiertas. Pero el río sigue sonando.
Malvinas Argentinas está igual que José C. Paz, se angustia Ishii, pero “Moreno está peor”. La tercera sección electoral, subraya Miguel Ángel Pichetto en Hablemos de otra cosa, fue la que definió la elección que dio el triunfo al Frente de Todos, que lubrica la maquinaria electoral con el aceite marca “Cuanto peor, mejor”. Joaquín de la Torre, exintendente de San Miguel, advirtió en el programa de Carlos Pagni, en LN+, que con esta crisis sanitaria a mucha gente se le quebró el orgullo de conseguirse por sí misma su propio sustento. A Toty Flores le impresiona cómo se alargó este año la fila del locro del 9 de Julio que ofreció en La Juanita y cómo se avergonzaban de llegar hasta allí los que nunca antes habían pedido. De la Torre consignó en Odisea Argentina que San Miguel pasó de asistir a 2009 familias a 19.500 en solo tres meses. El exministro de Gobierno de María Eugenia Vidal, con números pavorosos en las manos, señaló cómo cayeron a pique las consultas pediátricas y las cirugías en comparación con el año anterior, lo que a la larga también tendrá sus consecuencias sanitarias.
De la Torre indicó que el robo a domicilios aumentó 14% en San Miguel respecto del año pasado y que han aparecido “bandas de extranjeros”. Coincide en esa preocupación con Ishii, quién también detecta a no nacionales en los intentos de tomas de los últimos tiempos. Berni cree que el fenómeno no es nuevo, pero que se nota más por cierto declive del delito local.
El anuncio de la interventora del Servicio Penitenciario Federal, sin embargo, pone los pelos de punta. “El día que salgamos de la cuarentena –anticipó la doctora María Laura Garrigós de Rébori, de Justicia Legítima– es posible que tengamos un pico de delitos contra la propiedad, por la situación económica”.
No se entiende a los que desde hace años asustan con que vamos camino a Venezuela. Venezuela ya está aquí, a las puertas de la ciudad de Buenos Aires.

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