lunes, 28 de noviembre de 2022

THE OLD MAN....NO PERDÉRSELO



Cinco razones para ver The Old Man, un drama de espías con una actuación inolvidable de Jeff Bridges
The Old Man con Jeff Bridges
La primera temporada de la serie está disponible en Star+; ya tiene confirmada una segunda
Natalia Trzenko
En los dos primeros episodios de The Old Man, la serie disponible en Star+ que protagoniza Jeff Bridges, la inevitabilidad de la muerte, la tragedia de envejecer y los lazos familiares se exponen con tanta profundidad como crudeza. Que además el relato sea esencialmente una historia de espías plena de escenas de acción brillantemente coreografiadas e interpretadas por el propio Bridges -a los 71 años y después de pasar por un extenuante tratamiento contra el cáncer- convierte al programa casi en un milagro.
El esfuerzo monumental que fue llevar la historia a la pantalla entre las pausas en las grabaciones a las que obligó la enfermedad de su protagonista, primero, y la pandemia, después, se refleja en cada episodio. Claro que en la producción audiovisual, como en cualquier expresión artística, el esfuerzo y las buenas intenciones no garantizan la calidad de la obra ni aseguran que el público pueda conectarse con ella. Eso sucede en este caso por razones que van más allá de las dificultades que atravesó su realización.
1. La serie es mejor que la novela. Los creadores de The Old Man, Jonathan E. Steinberg y Robert Levine, tomaron una novela de espías sin demasiado espesor y la convirtieron en una ficción tan entretenida como dramática. Con el libro de Thomas Perry como punto de partida, los productores y guionistas construyeron un relato que comienza como una historia de amor en tiempos de guerra y se desarrolla como una trama de suspenso que no da tregua. Aunque la acción comienza con Dan Chase (Bridges), un viudo solitario a quien su salud empieza a fallarle, se revela que las habilidades para el combate del personaje responden a su pasado como agente de la CIA y que sus problemas presentes derivan de una doble traición cometida durante la invasión soviética a Afganistán en los años 80. Las decisiones que tomó Chase en aquellos tiempos cambiaron el rumbo de su vida y las de muchos que lo rodeaban, incluyendo a su superior, Harold Harper (John Lithgow), que parece tener tanto para esconder como él en su tercera edad. Con el impulso del juego del gato y el ratón que plantea la novela, The Old Man se toma el trabajo de modificar algunos detalles de la trama y de bucear en los traumas y secretos de un grupo de personajes vibrantes.
Chase pasa de ser un viudo frágil a una máquina de matar en apenas unos segundos....Prensa Star+

2. El interminable carisma de Jeff Bridges. “Nos engañó un jubilado”, se escucha confesar a regañadientes a un par de agentes gubernamentales, frustrados por haber sido eludidos por un “indefenso anciano”. La misma sorpresa experimentan los espectadores cuando Bridges pasa de ser un viudo doliente y frágil a una máquina de matar, un sobreviviente que bordea la sociopatía y que cada tanto se vuelve un tierno padre de familia añorando el contacto a la distancia con su única hija. En su interpretación, el actor de Loco corazón se despega de sus personajes más nobles para entrar de lleno en el territorio del antihéroe y lo hace con el carisma y el aplomo que lleva más de cuarenta años demostrando en pantalla. Cada escena en la que aparece -y son mayoría-, va revelando nuevas facetas de Dan Chase y al mismo tiempo profundizando los misterios que lo rodean. Bridges bucea en la oscuridad de su personaje y la ilumina para que todos lo vean.
John Lithgow en The Old Man, el mejor antagonista que el personaje de Bridges podía pedir....Prensa Star+

3. Un antagonista a la altura de su (anti) héroe.
Aunque el título de la serie se refiera a “un viejo”, en singular, hay que decir que después de ver la primera temporada -ya está confirmada la segunda-, bien podría cambiarse por el plural o al menos extender el protagonismo de la historia a Harper, un mérito del guion pero sobre todo de John Lithgow. El talentoso actor hace maravillas con una criatura en principio antipática: un hombre gris, empleado modelo que esconde mucho más de lo que muestra en su vida profesional y que, al igual de su enemigo íntimo, padece un duelo en su vida privada que lo paraliza. Acostumbrado a interpretar a figuras imponentes como su inolvidable Winston Churchill en The Crown con la misma soltura que imprime a papeles más livianos y cómicos, en esta ocasión Lithgow disfruta jugando a ser el custodio de los secretos de tantos y el hábil negociador que solo levanta la voz cuando es estrictamente necesario. Aunque nunca habían trabajado juntos, cada una de sus interacciones con Bridges da cuenta de dos maestros que elevan a dúo el material dramático que les toca interpretar.
Jeff Bridges y Amy Brenneman en una escena de la serie
4. Secundarios de primera. Aunque la mayoría de las miradas se concentren en el par Bridges-Lithgow, lo cierto es que todo el elenco de la serie tiene sus momentos para brillar. E incluso quienes cuentan con pocas escenas aprovechan al máximo sus minutos en pantalla. Entre ellos, aparece Joel Grey como el exjefe de Chase y Harper, quien aporta uno de los pocos momentos livianos de la trama al repasar la historia en común. “Johnny (nombre real de Chase) dejó la agencia para jugar a ser Lawrence de Arabia y vos te metiste a policía”, le espeta a Harper cuando recurre a pedirle ayuda. Además, a diferencia de lo que ocurre en muchas historias de espías en las que las mujeres suelen ser apenas accesorios bonitos o catalizadores de la acción del protagonista, aquí los personajes femeninos tienen voz y voto. O pelean para conseguirlos. Así sucede con Emily, la discípula de Harold que mantiene una doble vida y a la que la talentosa Alia Shawkat (Search Party) construye como un cúmulo de contradicciones y lealtades cruzadas. La efectiva fórmula de The Old Man se completa con la aparición de Amy Brenneman en el papel de Zoe, un personaje con una dura experiencia de vida que hace que aunque primero se vea forzada a acompañar a Chase en su fuga para luego seguir con él hasta las últimas consecuencias. Y claro, el vínculo del protagonista con sus expresivos perros daría para construir una serie aparte.
Chase y sus perros, cuya fidelidad y ferocidad serán cruciales para su supervivencia...Prensa Star+
5. La revolución senior de las series.
Aquí, aquel dicho popular que postula que el diablo sabe más por viejo que por diablo se cumple sin excepción: personajes que utilizan sus habilidades del pasado, adquiridas en condiciones cuestionables, que son usadas para convertirlos en héroes ocasionales. En los últimos tiempos, Liam Neeson revitalizó su alicaída carrera encarnando a una seguidilla de ese tipo de personajes y, de paso, casi fundó un subgénero de historias de acción con personajes centrales que todos subestiman hasta que se dan cuenta de que son mucho más de lo que aparentan. En muchos casos eso implica ser sorprendentemente violento. De Búsqueda implacable a Nadie con Bob Odenkirk, al subgénero parece haberle llegado su momento más reflexivo y profundo, un paso adelante que The Old Man representa con autoridad.

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