VAMOS AL TEATRO

Un viaje sensible y profundo
Pablo MascareñoDiana Kamen, Gustavo Pardi y Gabriela Perera

Texto original: Juano Villafañe. trabajo dramatúrgico: Juano Villafañe con la colaboración de ManuelSantos Iñurrieta. dirección y puesta en escena: Manuel Santos Iñurrieta. intérpretes: Gustavo Pardi, Diana Kamen y Gabriela Perera. música original: Pepo Migliori. diseño de iluminación: Horacio Novelle. sala: Centro Cultural de la Cooperación, avenida Corrientes 1543. funciones: viernes a las 20. duración: 65 minutos.
No se trata de un planteo biográfico convencional. El aura del hombre y la poética de su obra se inmiscuyen en Confesiones de un escritor, la pieza que homenajea a Haroldo Conti sin linealidades y rompiendo el naturalismo con una atmósfera atemporal y onírica.
El relato toma como excusa la última noche del escritor, esos instantes previos a ser secuestrado durante la última dictadura militar. Aquella madrugada del 5 de mayo de 1976, cuando la tragedia aconteció, Conti había dejado en su máquina de escribir un cuento inconcluso, “A la diestra”, material que marca, en la obra, un posible punto de partida para trazar la parábola de su vida.
El poeta Juano Villafañe es el autor de este texto profundo en el que mixtura el ideario y la palabra del autor de Mascaró, el cazador americano, con textos propios que van organizando un mundo acodado en las llanuras y los ríos, y en lo urbano adoptado por el escriba nacido en la ciudad de Chacabuco en 1925.
Un tal Haroldo está en escena y junto a él aparecen dos mujeres, representación fiel de quienes lo acompañaron en vida, pero también sintaxis de las musas que fueron inspirando la construcción de su obra. El texto de Villafañe se acompasa magistralmente entre la profundidad de la palabra y la cotidianeidad de la existencia.
La dirección es responsabilidad de Manuel Santos Iñurrieta, quien también se desarrolla al frente de Los Internacionales Teatro Ensamble. El director es, además, un lúcido dramaturgo, autor de piezas de peso específico como Buenos
Aires, épica o La competencia, por citar solo algunas.
El director guió a sus actores por el camino preciso mixturando hondura con la caricia amorosa. Gustavo Pardi, uno de los grandes intérpretes de su generación, le da a su Haroldo, autoridad y pensamiento; alma sensible y simpleza bien entendida. El actor hace uso de una voz privilegiada, pero también de la plasticidad de un cuerpo al servicio de la creación.
A su lado, Diana Kamen, una experimentada y sólida actriz que ya ha trabajado bajo los lineamientos de Santos Iñurrieta, y Gabriela Perera refieren a las mujeres de Haroldo –tuvo dos matrimonios–, pero, sobre todo, son la inspiración que van guiando el camino, marcando posibilidades y errores.
Santos Iñurrieta, que también aportó su rol de dramaturgo con vistas a esta puesta en escena, supo dotar al espacio de la atmósfera que el texto requería y siendo fiel al contexto de Conti, pero sin especificaciones limitantes. La obra conjuga muchos de los intereses que ocupan la creación de este director siempre en la búsqueda de lo disruptivo.
El músico Pepo Migliori acierta con su partitura original convirtiéndose en un personaje más que se interpela con la acción. La puesta de luces del siempre efectivo Horacio Novelle termina de darle plasticidad y metáfora al espacio.
La vitalidad del material requiere de un espectador no complaciente, dispuesto al juego de la belleza al servicio de las ideas

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