miércoles, 4 de octubre de 2023

DEBATE...SERIEDAD Y CHIFLADURA


Bullrich admite que desperdició una oportunidad contra Massa
La candidata de Juntos por el Cambio ya piensa en el próximo cruce; busca recalibrar su estrategia
Matías MorenoLa candidata, ayer, con la conducción de Pro
SANTIAGO DEL ESTERO.– Patricia Bullrich quiere repasar las imágenes del debate presidencial antes de arriesgarse a dar un veredicto final sobre su performance. Si bien se fue de Santiago del Estero con la sensación de que cumplió los objetivos que se había trazado en la previa del primer round con Javier Milei y Sergio Massa en la pelea por conquistar un lugar en el ballottage, la candidata de Juntos por el Cambio sabe que desperdició una chance con Massa para fulminarlo con el affaire Insaurralde y planea ajustar su hoja de ruta de cara al cruce del próximo domingo en la Facultad de Derecho de la UBA.
Incómoda con el formato y los plazos de tiempo de exposición, la exministra buscará acortar sus textos para darle más fluidez a su discurso y perfeccionar el “delivery” de sus mensajes de campaña, para hacer más eficiente su llegada a potenciales votantes. A su vez, sus estrategas prevén darle más potencia a su presentación y reducir el margen de error a la hora de explicar sus ideas de país. No obstante, superar el resfrío que arrastra desde hace quince días se convirtió en la máxima prioridad para Bullrich con vistas a la última batalla dialéctica con sus adversarios antes de la elecciones generales del 22 de octubre.
El estado gripal la mantuvo fastidiada durante todo el choque de los aspirantes a presidente en el centro de convenciones Forum en Santiago del Estero. El Qura Plus que tomó en la previa del debate para aliviar los síntomas le secaba la boca. Sentía un dolor constante y el cuadro
La exministra buscará acortar sus textos para darle fluidez a su discurso le impedía escuchar las exposiciones de sus rivales. Por eso, tomaban constantemente agua para aclarar la garganta. “Estaba enferma”, se lamentaron en la mesa chica de la exministra.
En el “VAR” del debate, los colaboradores de Bullrich quedaron conformes. Admiten que cometió un error no forzado cuando desperdició la oportunidad de fustigar a Massa por el escándalo político que generó Martín Insaurralde, quien fue eyectado del gobierno de Axel Kicillof tras la difusión de sus fotos durante un paseo en un yate de lujo en Marbella, cuando le tocó hacerle la pregunta al ministro de Economía en el tramo final del cruce en Santiago del Estero. Bullrich repite que ya había introducido el tema en el primer corte, en plena discusión con Massa y Milei sobre las propuestas económicas, y se jacta de haber logrado que el postulante de Unión por la Patria explicitara su intento de despegarse de un gobierno del que forma parte. “Con caradurismo, Massa dijo ‘este no es mi gobierno, sino el que viene’”, relató Bullrich. Ella se fue con la certeza de que rompió el intento de Milei y Massa de polarizar entre ellos para convertirla en un partenaire de reparto.
Entre los asesores de la exministra vinculan le traspié en el duelo con Massa –“¿mejor que decir es hacer?”– al engorroso formato de preguntas cruzadas. Por lo que planean ahora preparar a Bullrich para el segundo cruce con otra dinámica. “Para el próximo domingo necesitamos más power”, reconocía uno de los dirigentes que escoltó a Bullrich en Santiago del Estero.
Anoche, Bullrich no ocultó su enojo por el yerro en el momento de la pregunta a Massa cuando volvió al camarín antes del cierre del debate. En ese lugar la esperaban Martín Siracusa, Juan Pablo Arenaza, Hernán Lombardi, Federica Suárez y el consultor Derek Hampton.
En una conferencia de prensa, Bullrich destacó que, junto a Myriam Bregman, fue la “única candidata de la oposición que habló de Insaurralde” durante el debate. “¿Milei? Mudo”, lanzó. En la lectura posterior que hizo la exministra junto con su equipo tampoco pasó desapercibido que el líder de La Libertad Avanza no mencionó la palabra “dolarización”, su principal caballito de batalla en la campaña. Ella lo notó encorsetado. “Ya lo guardó en el baúl”, bromeó Bullrich en la intimidad. Y está convencida de que lo expuso a Milei cuando le preguntó por su alianza con el sindicalista Luis Barrionuevo.
El eje “cambio o continuidad” será central en la estrategia de la exministra con vistas a la recta final de la campaña. Por ese motivo, procurará confrontar con Milei para que explique cómo piensa impulsar las reformas sin sustento legislativo ni capital político entre los gobernadores. En el círculo de confianza de Bullrich estiman que el debate presidencial no alteró el escenario electoral. Si bien harán estudios cualitativos o cuantitativos para medir el impacto.

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Milei celebró con una gran cena y envió un mensaje a Randazzo
En La Libertad Avanza hubo satisfacción porque logró atravesar el debate sin desencajarse emocionalmente
Maia Jastreblansky
Milei y sus colaboradores celebrando en el Hilton
SANTIAGO DEL ESTERO.– Javier Milei estaba exultante cuando se sentó en medio de la larguísima mesa para 20 personas que se montó en el segundo piso del Hotel Hilton de Santiago del Estero cuando se acercaba la medianoche del domingo. Los que lo conocen bien saben que su sonrisa era genuina: en el debate 2019 le había ido mal –Myriam Bregman lo había acorralado y él había montado en cólera– y había terminado de pésimo humor.
Pero anteayer, tras el primer debate presidencial, Milei estaba conforme con su performance y estaba convencido de haber logrado su objetivo: polarizar con Sergio Massa y ningunear a Patricia Bullrich.
Había otra prueba de fuego que nadie se animaba a esbozar en La Libertad Avanza, pero sobrevolaba en el aire: que el líder libertario no se desencajara en medio del debate, como sus rivales esperaban. Los libertarios no querían dar esa ventaja. “Todas las miradas estaban puestas sobre Javier. Los otros candidatos fueron con ganas de tirarle todas las chicanas que andaban dando vueltas contra él. Pero pudo explicar su visión de manera respetuosa”, acotó un colaborador del líder libertario.
En la cena del Hilton hubo algarabía entre los libertarios. Cantaron el repertorio del espacio agitando sus brazos, desde “Se siente, Milei presidente” hasta “Votá a Milei, ya fue, votá a Milei”, el “jingle” del Gelatina, el programa de streaming de Pedro Rosemblat. En un momento de la cena, se acercó un huésped (presuntamente de forma espontánea) y comenzó a cantar el Himno Nacional. Todos en la mesa de Milei
Los libertarios hacen cada vez más gestos hacia el peronismo cordobésse pusieron de pie para entonar sus estrofas.
Casi todas las mesas que estaban alrededor del equipo libertario se plegaron al momento patrio, y también se sumaron a los cánticos partidarios. Menos una, en donde estaban sentados Florencio Randazzo (compañero de fórmula de Juan Schiaretti) y Diego Bossio, candidato a diputado del espacio del gobernador cordobés, Hacemos Nuestro País. En un momento de la noche, un grupo de seguidores libertarios le pidieron una foto al exministro del Interior y candidato a vice. Randazzo le preguntó a Milei si le molestaba y el libertario replicó: “¡Adelante, flaco, bienvenido a las fuerzas del cielo!”.
Hubo risas, pero en el fondo fue algo más que un chiste, porque en La Libertad Avanza hacen cada vez más gestos para atraer al “peronismo cordobés”, que podría ser un actor clave no solo en un futuro gobierno, sino también antes, en un escenario de ballottage, donde cada voto cuenta. Milei, de hecho, durante el debate utilizó su pregunta a Schiaretti para preguntarle si podría tenerlo de aliado en un eventual gobierno suyo. El gobernador le dio a entender que siempre será respetuoso de la voluntad popular. En ese momento, según pudo reconstruir en la platea Karina Milei se dio media vuelta y mirando a Bossio le dijo: “Ah, entonces vamos a poder conversar...”.
Como balance del debate, cerca de los libertarios se preguntaban por qué Milei no hizo mención alguna al affaire de Martín Insaurralde, que había dominado la agenda en las horas previas y que encajaba justo con su discurso contra la casta política, además de ser un flanco débil de Massa. “No supo cómo meter el tema por el formato. Pero igual Milei no habla nunca de casos de corrupción específicos”, reconoció un miembro de La Libertad Avanza. Milei tampoco mencionó a Cristina Kirchner en ninguna parte de su exposición.
Otro candidato de La Libertad Avanza también apuntó a la dinámica del debate, que encorsetó en general a todos los presidenciables. “Teníamos miedo de que Javier se pasara con los tiempos, porque suele extenderse cuando habla, pero lo manejó bastante bien. Está muy limitado el formato, no te permite hacer muchas cosas”, se quejó.
Milei, aseguraron en el espacio, no emitió quejas a la organización del evento una vez finalizado el debate, si bien en medio de la contienda fue quien dio la nota cuando se lo vio gesticulando quejoso con el micrófono apagado, porque decía que sus contrincantes hablaban cuando no les correspondía.
De cara al próximo debate, los colaboradores de Milei no planean cambiar sustancialmente la estrategia, más allá de hacer ajustes en el uso de los tiempos, ahora que vieron cómo funciona el formato en la práctica. El tema “seguridad” será el dominante y esperan que allí Milei utilice la artillería más pesada, y también que presione más veces el botón rojo para el derecho a réplica para poder polarizar con Massa. Además de ser el tópico más relevante, la audiencia es mayor al inicio del encuentro

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