Picada de autor
Allá lejos y hace tiempo quedó la tradicional carne picada de aguja –ahora llamada rosbeef– que vendía la carnicería amiga. Hoy ese ítem se tiende a hacer con aquello que el carnicero no vende. Eso, sumado al refinamiento de muchos paladares, ha llevado a que cada vez más se esté volviendo a la vieja costumbre de picar carne en el hogar, lo que da lugar a la creatividad al armar los blends a picar (60% rosbeef/40% tapa de asado es ideal para hamburguesas). El retorno de este saludable hábito se ve favorecido por una nueva generación de pequeñas y prácticas máquinas hogareñas de picar carne, (eléctricas, por supuesto) que hacen mucho más fácil la tarea.
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Pierce Brosnan y los ojos del buen amor
Miguel Espeche
Pierce Brosnan ama a su mujer, Keely Shaye Smith. El hombre es muy guapo de acuerdo con los más clásicos criterios esteticistas que andan por ahí, mientras ella también lo es, aun con una silueta que no condice con esos mismos criterios que hacen que el actor sea tenido como un ícono de la facha absoluta.
Todo el tema estético parece un juego, hasta que deja de serlo. Y deja de serlo cuando aparece el desprecio y la estratificación de castas de acuerdo con valoraciones mezquinas, de esas que degradan la mirada sobre las cosas, sobre todo, las cosas del amor.
La reflexión viene a cuento porque el ex 007 decidió cortar los comentarios desagradables que ubicaban Keely, la madre de sus hijos y compañera de años, en un rol que desmerecía su humanidad, centrando las cosas de manera despectiva en el peso de su cuerpo. El actor tomó el toro por las astas y declaró que ella era el amor de su vida y que amaba todas sus curvas, lo que nos parece muy bien ya que el buen amor sabe ver la belleza allí donde otros ven solo lo que su esteticismo domesticado les permite.
Los médicos dicen que es mejor no engordar demasiado ya que la salud se perjudica cuando existe el sobrepeso. El peso excesivo se pondera por su relación con la salud psicofísica, no con un criterio de belleza preso de la mera forma. Todos sabemos eso, pero aun así se siguen diciendo frases que apuntan a degradar a quienes no están dentro del modelo imperante. Es que el miedo a ser segregados es enorme, y de allí que se haga lo posible para demostrar que el que está en “órsay” es el otro, y no uno mismo.
Da miedo pensar que seremos considerados valiosos solo mientras se cumpla el protocolo que, por ejemplo, repudia alguna enfermedad que aparezca o desprecie el paso de los años. Hay un esteticismo que se vive más como refugio ante la violencia y desamor ambiente que como real acceso a la verdad de la persona, esa verdad linda que sabe ver Pierce en su compañera.
Hay mucho romance hecho para la tribuna. Cuando dicha tribuna es prioritaria no importa demasiado con quién se está, sino cómo luce esa persona a los ojos de los testigos, a modo de red carpet existencial. Bueno… nada diremos al respecto salvo que los vínculos así plasmados son frágiles.
Cada uno ama como puede tanto al otro como a su propia persona. En general, amamos y evaluamos a los otros bastante parecido a como lo hacemos con nosotros mismos. Por eso, hace bien saber que la singularidad personal tiene un valor importante para algunos que son como Pierce. Porque si solamente fuéramos vistos como “algo lindo” y no como “alguien valioso” poco podemos esperar de nuestra vida, sobre todo cuando los años hagan lo suyo y vayan transparentando lo que somos de verdad, sin que lo podamos ocultar
El autor es psicólogo y psicoterapeuta @Miguelespeche
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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