viernes, 30 de septiembre de 2022

HISTORIA DEL ARTE


Pequeño Picasso: a los 10 años vende obras por US$100.000
Las pinturas de Andrés Valencia generaron repercusión en Nueva York, Miami y Hong Kong; ya expuso en Art Basel y celebridades de todo el mundo compraron sus cuadros
Alex Hawgood Traducción de Jaime ArrambideAndrés Valencia, en la galería Chase Contemporary, del SoHo neoyorquino
NUEVA YORK.– El mundo del arte contemporáneo ha tenido una buena cuota de jóvenes talentos, pero cuesta recordar algún artista cuyos primeros pasos hayan recibido tanto reconocimiento como los de Andrés Valencia. En el último año, el niño de 10 años de origen mexicano radicado en Nueva York pasó de ser un ignoto a convertirse en un auténtico fenómeno del arte. Considerado un prodigio”, lo definen como un “pequeño Picasso”.
Durante la última feria Art Basel Miami, el estilo de sus pinturas conquistó a megamillonarios como Tommy Mottola y Jessica Goldman Srebnick. En junio, tuvo su muestra individual en la galería Chase Contemporary del SoHo neoyorquino, donde vendió las 35 obras exhibidas por entre 50.000 y 125.000 dólares cada una. Una de sus pinturas alcanzó 159.000 dólares en una subasta de Phillips de Pury en Hong Kong y otra se subastó por 230.000 dólares en una gala en Capri, Italia.
“Me alegra que mi arte haga feliz a la gente y que puedan colgar mis cuadros en sus hogares”, dice Valencia en la galería Chase, parado frente a The Professor, una pintura de gran formato estilo cubista en acrílico y óleo, tan alta como el propio artista. “Esta la hice cuando era más chico, a los 8”, agrega con timidez. “Los payasos son un clásico”, dice al presentar una obra titulada Max the Clown. Otra, The Godfather, fue un encargo de una familia de Florida y muestra a unos matones de la mafia. Como un estudiante precoz que no es consciente de su madurez, pasa revista a sus referentes: Jean-Michel Basquiat; el Guernica, de Picasso; Pokémon y los muñecos coleccionables Click N’ Play.
“Hace 20 años que estoy en el negocio del arte y he trabajado con artistas de la talla de Peter Beard y Kenny Scharf”, dice el galerista Bernie Chase. “Estoy seguro de que Andrés tiene el mismo potencial, o incluso más”.
A Andrés, en su casa, lo esperan deberes de matemática de quinto grado. “Mi hijo es un artista, pero primero es un niño”, dice su madre, Elsa Valencia. “No es una celebridad”. Eso no quiere decir que ella y su esposo, el abogado Lupe Valencia, no hayan influido para que su hijo se convierta en un éxito. Primero contrataron a Nadine Johnson, una experimentada publicista neoyorquina, y ahora trabajan con el publicista Sam Morris. The Miami Herald, The New York Post, la revista Forbes y The Times han publicado artículos sobre el artista con cara de bebé y la cadena ABC le dedicó un segmento del programa World News Tonight.
Su madre dice que las extraordinarias ganancias de su hijo les dan la oportunidad de enseñarle “a retribuirle” a la sociedad. De los ingresos por las ventas, una parte (que según los Valencia “ya superó los 300.000 dólares”) fue donada a una fundación de ciencia y a una organización benéfica infantil.
La carrera artística del niño comenzó a los 4 años, cuando sus padres notaron que se pasaba horas tratando de copiar una pintura del grafitero Retna. “Tardé años hasta que me salió bien”, dice. La confianza artística creció rápidamente y empezó a venderles sus acuarelas por 20 dólares a los amigos de la familia. Entre ellos estaba Chase, que cada vez que visitaba la casa le ofrecía 100 dólares por pintura. Andrés demostró ser buen vendedor y le aumentó el precio a 5000 dólares. Chase compró tantas pinturas que los Valencia se convencieron de dejar que su hijo “compartiera sus talentos con el mundo”. El galerista contactó a Nick Korniloff, director de la edición de Art Basel Miami, para presentar en sociedad al joven artista.
Korniloff reconoce que al principio se mostró muy escéptico. Pero también pensó que después de la pandemia habría una demanda reprimida de “algo esperanzador, como la historia de un talentoso pintor de 10 años”.
La noticia se difundió rápidamente. Celebridades como Sofia Vergara y Channing Tatum compraron piezas y el periodismo se abocó a verificar si efectivamente eran obra de una persona de tan corta edad. Entonces Korniloff invitó a Valencia a pintar en vivo junto a Bradley Theodore, un popular artista callejero. El espectáculo terminó de capturar la atención de los medios. El vocalista de la banda surcoreana BTS, conocido como V, compartió con sus 50 millones de seguidores de Instagram una de las obras de Andrés, que ahora boceta un retrato y dice: “Muchos piensan que los bocetos de un niño hechos con marcador sobre una hoja no deberían estar en una galería. A veces los adultos no entienden nada”. •

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