domingo, 17 de septiembre de 2023

LOS Nª DEL PLAN PLATITA ....DESASTRES


El Gobierno reconoce que la inflación será de 135% y que la economía caerá 2,5%
En el proyecto de presupuesto actualizó los números de este año; espera un dólar de $367 para diciembre; qué prevé en 2024
Francisco Jueguen economíaMassa recibió a personalidades de la Fundación Konex
Para 2024 falta una eternidad. En un país envuelto en una incertidumbre extrema, con una elección presidencial en un mes y sufriendo una nominalidad descontrolada, más importante que los principales lineamientos de lo que el Gobierno presupone será 2024, parece ser saber qué es lo que pasará en las próximas semanas. Y para lo que queda del año, en el Palacio de Hacienda prevén una caída de 2,5% del PBI, una inflación de 135% y un dólar a $367 en diciembre. Así cerraría 2023. Para Economía, el congelamiento de la divisa norteamericana terminará el 15 de noviembre.
Esos son las principales variables para cerrar este año, actualizadas en el proyecto de presupuesto 2024, que se giraba anoche al Congreso. Para el año que viene, el equipo del ministro de Economía y candidato, Sergio Massa, espera una recuperación de la economía de 2,7%, una inflación de 70% a fines de diciembre y un dólar de $607, también a fin de ese año. Son proyecciones optimistas en medio de la crisis que vive hoy el país.
Justamente, por eso, en el gobierno reconocieron que son solo “senderos nominales para todas las variables” y que se trata de cálculos para poder estimar ingresos y egresos en el Estado, teniendo en cuenta la elevada “nominalidad (inflación), los vaivenes, y las elecciones” presidenciales que se realizarán el 22 de octubre.
Vale recordar que el presupuesto 2023, el primero de Massa, estimaba un 60% de inflación (ahora será de prácticamente el doble, según la letra actualizada del proyecto actual) y un crecimiento de 2%. Para el equipo del Ministerio de Economía, hay que entender el enorme desvío de esas proyecciones como consecuencia de la falta de dólares, el déficit fiscal y la inflación (suba de costos en distintos productos) producto de la sequía, que le hizo perder US$21.000 millones al país. No hubo en el Palacio de Hacienda ninguna autocrítica sobre las políticas oficiales que pudieran profundizar la actual crisis.
En el proyecto de presupuesto, según lo que pudo saber la nacion, no hay un plan de estabilización pensado si Massa gana las elecciones de este año. Los autores, sin embargo, aclararon que no es algo que pueda anticiparse en esa norma.
El déficit fiscal proyectado para este año sigue la meta pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Se espera que sea de 1,9% del producto en el sector público nacional base caja, pese a las costosas medidas que el ministro acaba de tomar para paliar los efectos en los ingresos de la población por la devaluación post-paso de 27%. “Vamos a tratar de compensar”, dijeron en el Ministerio de Economía. “Hay créditos vigentes que podríamos usar”, agregaron y mencionaron posibles reducciones o direccionamientos en subsidios, gastos de funcionamiento, de capital (obra pública) y otros créditos. Estimaron que la generalización del impuesto PAIS, el crecimiento de aportes y contribuciones, y la inflación ayudarán a sumar ingresos para financiar los casi $3 billones de nuevos gastos que se sumaron después del salto del dólar.
“Es posible”, dijeron en el quinto piso del Palacio de Hacienda sobre la compensación analizada. En el FMI observan con muchas dudas.
Para el año que viene, como también lo establece el programa de facilidades extendidas con el FMI, la meta fiscal de 0,9% del PBI. Sin embargo, el proyecto de Massa adjunta una “separata” con gastos tributarios y otros beneficios (ver aparte) que, de ser eliminados por el Congreso, rebajarían 4,7 puntos del PBI, unos $16,5 billones. En ese caso, confirmaron en el Ministerio de Economía, el Gobierno podría mostrar un ajuste “socializado” y llegar a 1% de superávit.
¿Cómo se fundamenta la baja de un punto en las cuentas fiscales en 2024? En Economía afirman primero que se pasará de un año recesivo a uno expansivo, con crecimiento; además, sin sequía, estiman una suba de 0,8 puntos del PBI de derechos de exportación; también sumarán con el impuesto PAÍS a las importaciones; y afirma ron, que seguirán subiendo las tarifas por encima de la actualización por inflación. “Buscaremos recuperar completamente los costos de la energía”, dijeron poniendo el foco en los N1 (los segmentos altos). El gasto en subsidios de este año terminaría en 1,5% del PBI, afirmaron.
Además, las fuentes oficiales creen que el año que viene –más allá de que el proyecto de blanqueo que envió Massa al Congreso no prosperó aún– ya estará en pleno funcionamiento el intercambio automático de información tributaria con los Estados Unidos. De allí esperan sumar ingresos. En el presupuesto no hay ningún proyecto, más allá de la baja sugerida de gastos tributarios y beneficios, de nuevos impuestos, dijeron en Economía. Por otra parte, la baja del piso mínimo de ganancias anuncia da por Massa no está contemplada en los gastos; el nuevo gobierno tendrá –o no– que refrendarla. Se prevé que los ingresos aumenten un 111%, mientras que los gastos suban un 98%, según indica el presupuesto 2024.
Los salarios (públicos) crecerán 3 puntos (reales) en 2024, tal como lo harían este año. Vale recordar que el staff report del FMI autorizó esa suba en 2023, pero reclamó que en este segundo semestre ajuste esa masa salarial, que se disparó en la primera parte del año. Además, crecerán por encima de los precios el Progresar, el Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentaria durante el año que viene. A contramano, indicaron que se ajustarán, o se expandirán por debajo de la inflación, el gasto corriente, los subsidios y las transferencias a provincias.
Los jubilados seguirán teniendo aumentos de sus haberes o pensiones con base en la fórmula actual, situación que terminó licuando sus ingresos. No están incluidos en el proyecto de presupuesto los pagos extraordinarios, los bonos; tampoco aquellos pagos extras que llegaron a trabajadores luego de la devaluación tras las elecciones primarias.
“El dólar aumentará menos que la inflación este año y solo se actualizará por inflación en 2024, ¿no quedará atrasado? ¿Cómo terminarán con la brecha?”, consultó la nacion. Las autoridades dieron dos respuestas. Por un lado, dijeron que los planes de estabilización no se agregan a los presupuestos, “no se planifican” en esa ley; pero también dijeron que se pueden seguir dando “estímulos especiales” (tipos de cambio preferenciales) y ajustando SIRA (permisos para importar). “La economía funciona más trabada, pero no impide que crezcas”, explicaron, aunque reconocieron que afecta la inversión y el crecimiento sostenidos.
Sí, confirmaron que desde el 15 de noviembre [cuatro días antes de la segunda vuelta, por lo que podría extenderse hasta el lunes 20, según el resultado] se reasumirá una tasa de crawling peg [microdevaluaciones diarias] “moderada” y con base en el IPC. El FMI reclamó al Gobierno no atrasar el tipo de cambio.
Vale recordar que Massa anunció, luego del salto del dólar del 14 de agosto, que el tipo de cambio oficial (al que sólo acceden importadores) permanecería fijo en $350. Hasta ahora, era hasta fines de octubre. Ahora, parece que Economía espera que el ministro y candidato llegue a la segunda vuelta, y apuesta a sostener la pax cambiaria. Muchos en el mercado, en cambio, apuestan a lo contrario: una nueva devaluación en octubre, en noviembre o en diciembre.

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El menú de Massa de $16,5 billones para “socializar” el ajuste
El ministro envió una “separata” con el proyecto de presupuesto para ajustar gastos tributarios
Francisco Jueguen
Enfrascado en una campaña que lo tiene como uno de los principales protagonistas, y cuando el orden de las cuentas públicas parece una demanda significativa del electorado, Sergio Massa, anexará al proyecto de presupuesto 2024 –tal como hizo el año pasado– una “separata” de gastos tributarios y otros beneficios con la que buscará socializar un ajuste fiscal.
Incluye, por caso, las exenciones por Ganancias de jueces, aquella sobre Bienes Personales a depósitos de argentinos en el país, el régimen de promoción de Tierra del Fuego, las reducciones de IVA sobre honorarios, las alícuotas internas sobre bebidas sin alcohol y jarabes, el impuesto al cheque en el sector salud o los diferenciales en el impuesto a los combustibles. Pero también hay “beneficios”, por ejemplo, por el impuesto PAIS para las plataformas digitales, el no diferimiento por el ajuste por inflación o el reintegro de IVA a exportadores, entre otros focalizados en el comercio exterior.
En el mismo sentido, se propondrá, según el menú oficial, “siguiendo las conclusiones a las que arribara el Pilar II de la Solución Global de la OCDE, que se asegure que las grandes empresas estén sujetas aun tipo impositivo mínimo del 15%”.
Esos gastos tributarios sumados a otros “beneficios” impositivos suman alrededor de unos $16,5 billones o 4,72 puntos del PBI. Massa propondrá un superávit fiscal de 1% para 2024 si se eliminaran. Caso contrario, deberá tener un 0,9% del PBI de déficit fiscal.
En el menú que Economía preparó aparecen, la exención de los ingresos de magistrados de los poderes judiciales nacional y provinciales del impuesto a las ganancias, que en 2024 representarían $566.877 millones o 0,16% PBI.

“No está asociado a una política pública con impacto social general. Influye negativamente en la equidad, igualdad y progresividad del impuesto con relación al resto de los contribuyentes asalariados que prestan similares servicios”, evaluaron en Economía.
Remarcan además, por otra parte, exenciones a trabajadores de la Patagonia, a la explotación de los derechos de autor o a las ganancias obtenidas por personas humanas de la compra venta de acciones y otros títulos en el país.
Además, aparece la exención de impuesto a las ganancias de asociaciones civiles, fundaciones, mutuales y cooperativas, que implicaría, según los cálculos, $385.683 millones o 0,11% PBI el año que viene. “La política pública a la que estuvo asociada, podría no ser compatible en la actualidad con la actividad que actualmente desarrollan e ingresos que en este momento perciben”, indicaron en Economía y completaron: “Podría generarse inequidad con relación a otras empresas que bajo otra forma societaria tienen una carga tributaria mayor. Parte del universo beneficiado comprende a instituciones bancarias y empresas aseguradoras”.
Además, hay alícuotas reducidas de IVA inferiores a la general del 21% que exigirán gastos por $2,1 billones o 0,62% PBI el año que viene. “Resulta imprescindible revisar las políticas públicas asociadas, dado que las alícuotas diferenciales distorsionan negativamente el impacto en la cadena comercial y además no implica en muchos casos una reducción en precios al consumidor final”, describieron los técnicos de Hacienda y calificaron que “aumenta la regresividad del impuesto”. Se incluyen además exenciones a servicios educativos, préstamos para la vivienda, medicamentos, asociacionesdeportivas, edición de diarios y revistas, entradas teatrales o servicios de lotería. También, hay alícuotas reducidas para las prepagas y sus prestadoras, obras de arte, panadería, construcción y alimentos.
Por otra parte, aparecen, por ejemplo, regímenes de reducción de contribuciones patronales que tienen como objetivo dar incentivos a la contratación de personal, bajando el costo de contratación laboral. Sumarán $266.895 millones o 0,08% PBI en 2024. “Es fundamental la medición de impacto, que realmente exista un incremento de la nómina salarial”, estimaron y señalaron que se trata de medidas que tienen que tener un límite temporal claro.
También se reclamará analizar exenciones en el impuesto a los bienes personales existentes sobre depósitos en entidades financieras realizados en el país que tendrán un costo de $92.105 millones o 0,03% PBI. “El objetivo es incentivar este tipo de inversiones en el país. Y a su vez que no tengan una carga tributaria ciertas tenencias de un flujo que ya pagó impuesto a las ganancias”, señalaron. Además, se mencionan beneficios para las cooperativas.
El régimen de promoción económica de Tierra del Fuego (con exenciones generales en IVA y Ganancias para las actividades en la isla) también puede estar bajo la lupa. Costará el año que viene 1,14 billones o 0,33% PBI. Se podría analizar, dijeron en Economía, una revisión de política pública actual asociada, y una posible reducción gradual del beneficio, además de una mirada sobre cuáles son los sectores que deben estar alcanzados.
Otro régimen de promoción es el existente para el fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa (ley 27.264). Costará $524.086 millones o 0,15% producto. “Debería considerarse la trazabilidad entre las percepciones bancarias efectivamente acreditadas con aquellas que se computan como pago a cuenta del impuesto a las ganancias”, indicaron y señalaron que “considerando que ambos tributos tienen diferentes destinos del producido de la recaudación, termina reduciendo el impacto recaudatorio de un impuesto progresivo y coparticipable”.
Con relación a Bienes Personales, se pondrá bajo la lupa la exención sobre inmuebles rurales. Son $1,6 billones o 0,48% producto. “Un inmueble rural en la Argentina o en el exterior (explotado o inexplotado) de propiedad de una persona humana no paga Bienes Personales, a diferencia de otros bienes que tienen menor relevancia en cuanto al monto de la inversión. Debería considerarse si ese bien genera o no renta. Se estarían resignando recursos públicos en concentraciones de bienes de alto valor y que no declaran o informan generación de ganancias”, concluyeron en los comentarios que aparecieron en el borrador, pero no surgen en la versión final; sí, la posibilidad de la revisión.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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