viernes, 29 de junio de 2018

LA PÁGINA DE JUAN CARLOS DE PABLO


JUAN CARLOS DE PABLO

La paternidad de algunas personas plantea dudas que por razones obvias la maternidad no tiene. En el caso de las ideas, en economía al menos, a veces ocurre algo parecido. A propósito del Día del Padre, cabe preguntar: ¿qué importancia tiene, tanto en economía teórica como aplicada, saber con exactitud quién fue el primero que planteó y desarrolló determinada idea?
Al respecto consulté al norteamericano George Joseph Stigler (1911-1991), que enseñó en las universidades de Iowa State, Minnesota, Brown, Columbia y Chicago. En un libro autobiográfico recordó que cuando se enteró de que él iba a trabajar como profesor, su suegro le dijo que tenía una licencia para robar. Según su gran amigo Milton Friedman, "si hubiera elegido ser humorista, además de economista, hubiera triunfado tanto en una actividad como en la otra". Irónico, cuando un periodista que investigaba a los economistas de la escuela de Chicago le preguntó cómo podía ser que Harry Gordon Johnson fuera más joven que él, pero había publicado muchas más monografías, Stigler le contestó: "Lo que pasa es que mis trabajos son todos diferentes". En 1982 recibió el Premio Nobel de Economía por sus estudios fundacionales referidos a las estructuras industriales, el funcionamiento de los mercados y las causas y los efectos de la regulación pública
-¿Me puede explicar cómo es eso de que ningún descubrimiento científico está asociado con el apellido de su descubridor original?
-En La sociología de la ciencia, un libro publicado en 1973, Robert King Merton planteó la ciencia como una empresa social. La principal implicancia de su análisis es que todos los descubrimientos científicos son en principio múltiples, incluyendo aquellos que superficialmente parecen deberse a una sola persona.
-Todos los descubrimientos dice, ¿no le parece una gran exageración afirmar eso?
-Picado por la curiosidad, me puse a analizar ejemplos, concluyendo que en economía hay de todo. En efecto, las teorías de la renta, la competencia monopólica, la de los costos comparativos y la refutación de la teoría del fondo de salarios son ejemplos de verdaderas creaciones múltiples; la teoría de la productividad marginal es mucho menos múltiple, y en el caso de la de la utilidad, la multiplicidad es más dudosa. De lo cual concluí que la tesis fundamental de Merton aparece reafirmada, aunque rigurosamente los descubrimientos múltiples no son tan frecuentes. Nadie parece disputar la paternidad de las curvas de Laffer y Phillips, la condición de Marshall-Lerner o el principio de la clasificación efectiva de los mercados de Mundell; aunque sí quién planteó primero el cálculo diferencial, si Newton o Leibniz.
-También viene a cuento el caso de Alberto Otto Hirschman.
-Quien sostiene que inventó un índice para medir el grado de concentración del comercio exterior de un país, que la literatura especializada asocia con Corrado Gini y con Orris Clemens Herfindahl. En 1964, con sentido del humor, Hirschman afirmó: "Mi índice está asociado con Gini, quien no lo inventó, y con Herfindahl, quien lo reinventó. Qué le vamos a hacer, vivimos en un mundo cruel".
-Su hijo Stephen Marc Stigler profundizó su análisis.
-En efecto, es como usted dice. En 1980, mi hijo formuló la "ley de eponimia de Stigler", según la cual "ningún descubrimiento científico está asociado con el apellido de su descubridor original". Que hasta cierto punto también se me aplica, porque la ley que mi hijo asocia con nuestro apellido fue planteada originalmente por Merton.
-¿Por qué es importante, en el campo teórico, quién fue el primero que descubrió o inventó algo?
-Primero y principal, una cuestión de egos. Como bien decía Paul Anthony Samuelson, cada uno de nosotros aprecia principalmente el aplauso de los pares, porque son quienes están en mejores condiciones de apreciar la importancia de los esfuerzos y los hallazgos. Nunca me quedó claro si, en el circo, las piruetas más aplaudidas por el público son las más difíciles de lograr por parte de los equilibristas. Pero no solo eso...
-¿Qué más?
-Conseguir trabajo, en el plano académico. "Publicar o perecer" sigue siendo importante en el caso de todos aquellos que no tienen nombramientos permanentes (tenure), y para publicar hay que adelantarse al resto.
-¿Y en economía aplicada?
-Nada que ver. A la luz de lo que ocurrió en su país en las últimas semanas, ¿qué importancia tiene haber sido el primero en afirmar que cualquier esquema económico basado en el endeudamiento tiene debilidad endógena, porque algunos acreedores se pueden cansar de poner más dinero, o de no retirar el que ya pusieron, y que encima se está a merced de cualquier acontecimiento que ocurra en la economía mundial? Ninguna. En economía aplicada se opera con otros criterios.
-Como ser...
-Insistir en la importancia de lo probado, de lo robusto, dado que por más capaces que sean las autoridades económicas de un país, se sabe poco de las repercusiones que pueden tener las medidas. Y tener el coraje de señalar esto cuando "en el camino de ida" quien habla tiene que morigerar el entusiasmo, arriesgando a ser malinterpretado.
-Don George, muchas gracias.

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