martes, 28 de junio de 2022

JUJUY TAMBIÉN ES ARGENTINA....COLABOREMOS..


En Jujuy. Miles de chicos crecen lejos de los médicos y las oportunidades
En las zonas rurales, los niños se crían entre los cerros o en la selva, lejos de todo: escuela, hospitales y transporte, y eso los expone a muchos peligros; algunas viviendas todavía no cuentan con luz, agua ni señal de teléfonoTexto y fotos Micaela Urdinez Lourdes Zerpa tiene 10 años, vive en Chorcán, un paraje de Humahuaca en el que solo hay 15 familias y al que no llega ningún colectivo
Hoy le tocó a él. Está de visita en la casa de su abuela Lidia en el paraje rural de Piedra Grande, a dos horas de camino a pie del campamento minero El Aguilar, en Jujuy, y tiene que ayudar. Con sus 10 años, Valentín Colque agarra dos bidones de 10 litros y los pone en la carretilla. Lo acompañan su mamá, Griselda Colque y su hermana Ámbar.
Así, con los cerros de fondo, la aridez que se cuela por los poros y los arbustos salpicados de forma errática, los tres van caminando hasta un ojo de agua que no es potable. La casa de adobe de su abuela no tiene canillas ni luz eléctrica ni gas, y está completamente incomunicada.
Según un estudio realizado por Unicef sobre la base de cifras oficiales, la pobreza infantil en Jujuy alcanza al 60% de las niñas y niños.
Durante la recorrida de nueve días que Hambre de Futuro realizó por la provincia, se encontró con niños que aman vivir en entornos mágicos, pero que están atravesados por las distancias, por la falta de mantenimiento de los caminos y de transporte urbano, sin comunicación y con un acceso limitado a la salud. Lo hacen en viviendas precarias, y a sus familias cada vez les cuesta más vivir de la cría de animales.
“La inversión en materia de infraestructura, de desarrollo humano y de educación es la más alta que se ha hecho en la provincia. Estamos trabajando para llegar a cada paraje con conectividad y electricidad”, señala el gobernador Gerardo Morales.
Familias aisladas
El aislamiento de las familias que viven en las zonas rurales se hizo carne en la vida de Griselda cuando su bebé de un año y nueve meses se descompuso en el campo. “Le pedí a uno de mis hermanos que fuera a El Aguilar en bicicleta a pedir ayuda. Cuando diez horas después llegó la ambulancia lo revisaron y dijeron que lo tenían que derivar a Jujuy porque tenía principio de bronquiolitis. A mitad de camino falleció”, rememora Griselda.
Esto sucedió hace 10 años y para Griselda, la situación lejos de mejorar,empeoró.“hoy si tenemos un problema de salud en el campo, la única opción es caminar hasta tres horas para conseguir señal y comunicarse con los hospitales más cercanos, que muchas veces no cuentan con ambulancias disponibles”, se queja.
Desde la provincia señalan que se compraron 50 ambulancias y 150 motos para los agentes sanitarios que antes se manejaban a pie y no tenían movilidad. Natalia Sarapura, ministra de Desarrollo Humano de Jujuy, destaca el trabajo hecho para mejorar los caminos y para tener una presencia territorial amplia. “Una característica de esta gestiónes llegar al jujuy profundo.se realizan operativos en forma permanente para acercar el Estado a las comunidades rurales”, afirma.
Los parajes escondidos entre los cerros cuentan con una sala de atención primaria, cubierta por un agente sanitario. No hay enfermeros ni médicos especialistas.
“La salud pública en esos lugares no existe. El sistema de los agentes sanitarios y las rondas médicas está totalmente destruido”, afirma Jorge Gronda, médico ginecólogo y fundador de Umana, un sistema de salud público que compite con las prepagas.
Paraje con un solo apellido
En el campo la dinámica de las familias gira alrededor del pastoreo de las cabras, las llamas, las ovejas y las vacas. Cuando los chicos vuelven de la escuela, son los encargados de ir a buscarlasyayudarconlastareasdelacasa.
En Chorcán, un lugar pedido en el mapa ubicado a 4050 metros sobre el nivel del mar, solo habitan 15 familias, casi todos parientes de apellido Zerpa. Lourdes Zerpa tiene 10 años, y su mascota es una vicuña bebé que la persigue por todos lados. “De lunes a viernes duermo en la escuela con mis compañeras”, cuenta.
No existe el transporte público hasta Chorcán, solo hay uno que llega hasta Aparzo, que queda a unos 10 kilómetros. Eso hace que sus habitantes queden desamparados. “Los chicos quieren ser profesiones de algo que ellos han visto. Acá tenemos un enfermero que viene al puesto de salud, en cambio los médicos vienen de vez en cuando. Si les preguntás a los chicos qué es un médico, quizás no lo sepan”, explica José Luis Cabral, el director de la Escuela primaria Nº 198 de Chorcán.
Antonio Buljubasich, Ministro de Salud de Jujuy, explica que hacen visitas periódicas mensuales, con mayor o menor frecuencia, porque en las épocas de lluvias se cortan los caminos. “No tenemos gente abandonada en ningún lugar porque trabajamos en toda la provincia. ”, cuenta.
Sobre la realidad de la salud pública en Jujuy, Buljubasich destaca que han logrado reducir indicadores muy duros como la mortalidad infantil, la mortalidad materna y el embarazo adolescente.
Para Rosario Quispe, fundadora de Las Warmis, hay que cambiar la manera de producir en la Puna para que los jóvenes no tengan que migrar a las ciudades. “Este gobierno está apostando pero falta más. Si tienen que empezar de cero, no vuelven. Tenemos que ir preparando estos campos para la próxima generación”, dice.

Ser pobre y tener discapacidad: Tiene parálisis cerebral, le cuesta caminar y su mamá la carga por senderos peligrosos para llegar al hospital
Nicole Huanco tiene 6 años y su casa queda en la falda del cerro, a unos kilómetros de la ciudad; a pesar de tener certificado de discapacidad, no consigue que le brinden el transporte para poder estudiar y hacer sus terapias
Micaela Urdinez
Nicole Huanco y su mamá van de la mano para que no se caiga por los caminos empinados de tierra y piedras
“Cuidado, cuidado. Vamos por acá que hay menos piedras. Despacito”, le dice Nadia Huanco a su hija Nicole mientras ella da pasitos inestables con los cerros jujeños de fondo. La agarra de la mano, le anticipa cada obstáculo y así la va guiando durante veinte minutos cortando camino por una zona silvestre, con superficie pedregosa, hasta que llegan a la escuela.
Nicole tiene 6 años, cursa el segundo grado y su parálisis cerebral le dificulta la marcha. Así y todo, se carga la mochila en la espalda llena de cuadernos, libros y útiles escolares, y arranca el periplo hasta la ciudad de Tilcara. Ella vive en la zona de Cerro Chico, en las afueras, a donde no llega el transporte público y ni siquiera a veces quieren ir los taxis. Al no tener movilidad propia ni recursos económicos, la única opción para Nicole y su familia es trasladarse a pie. Aunque haga frío, haya viento o estén cansadas.
Nicole
“¿Querés que te levante?”, le pregunta Nadia cuando el terreno se pone demasiado empinado y tiene miedo de que Nicole se caiga, como ya le pasó más de una vez. La carga a upa un par de metros y cuando ya se pone un poco más llano, la deja en el piso. “Está muy grande y pesada para que la cargue tanto. Ella ya sabe y camina sola. Los días de lluvia no la llevo porque el camino se pone barroso. Cuando está muy frío le digo que es mejor que no vaya. Porque los huesos se le debilitan y es más riesgoso que se caiga”, dice mientras paran a descansar durante el trayecto. Ambas están agitadas y entran en calor. “Ya falta poco”, dice su mamá para alentarla, y siguen viaje.
Así, de lunes a viernes. Una peregrinación para llegar y otra para volver. A veces, hasta dos veces por día porque Nicole tiene terapias en el hospital que también queda en la ciudad. “Intento no ir y volver pero no siempre puedo combinar los horarios”, explica Nadia que es mamá soltera y después de mucho esfuerzo se acaba de recibir de docente de educación especial. En el futuro le gustaría seguir capacitándose en psicopedagogía.
Embarazo de riesgo
El embarazo de Nicole fue de riesgo y por eso trasladaron a su mamá a tener el parto en Jujuy. Nació sin vida y tuvieron que reanimarla. Fue prematura, con bajo peso y baja talla y estuvo internada dos semanas hasta que volvieron a Tilcara. “Al año y medio cuando tenía que caminar, no caminaba. Cuando quería gatear, se me iba de panza y se caía”, recuerda Nadia. La pediatra la mandó a hacer una consulta con la fisioterapeuta y empezó a ir a rehabilitación una vez por semana.
Nicole tiene 6 años y está en segundo grado de la escuela, a la que asiste con una maestra integradora
Para Vilma Tejerina, Trabajadora Social del Hospital de Tilcara en donde se atiende Nicole, lo más difícil fue acompañar a la familia a aceptar que en el hogar había una niña con discapacidad. “Eso afecta toda la dinámica familiar. Nadia le puso todo para hacer la atención de su niña. Está más que comprometida con su atención, viene siempre, pregunta si tiene dudas. Fue creciendo en el conocimiento que implica la discapacidad de su niña”, relata.
A Nicole no le gusta interactuar con extraños. Al principio le costó mucho el vínculo con los distintos médicos y terapeutas pero de a poco se fue aflojando. Es tímida, usa anteojos y habla en voz baja. A su manera, se hace entender. Cuando le pedimos a su mamá que le preguntara cuál era su sueño, contestó que era tener una bicicleta con rueditas color rosa, que es su preferido.
Una familia atravesada por la discapacidad
La discapacidad ya había irrumpido en la familia Huanco desde hacía muchos años. Emanuel - tío de Nicole y hermano de Nadia- tiene distrofia muscular y se mueve en silla de ruedas. “Yo soy hermana mayor así que fue muy complicado, mucha responsabilidad”, dice Nadia sobre cómo fue acompañar a su hermano en una ciudad como Tilcara, en la que los espacios no son adecuados para las personas con discapacidad.
Emanuel Huanco es tío de Nicole y hermano de su mamá, tiene distrofia muscular y se mueve en silla de ruedas
“Para él que está en silla de ruedas las calles son re complicadas. Al estar en un lugar lejos y sin medio de transporte, es muy complicado llegar al hospital. Hay que pedir permiso para que venga una ambulancia. Hay días en que salen por urgencias y no vienen los médicos a verlo a él. Su silla de ruedas es muy grande y no entra en los taxis”, señala. Emanuel terminó la secundaria el año pasado y está pensando en hacer cursos de computación por Internet.
Cecilia Coria, pediatra del Hospital de Tilcara y parte del equipo que atiende a Nicole y a Emanuel, cuenta que en las familias como los Huanco en las que ya hay un miembro con discapacidad en torno del cual gira todo el cuidado, suele suceder que se retrase el diagnóstico de algún otro miembro. “A veces pasa que la atención está puesta en esa persona y tardamos en darnos cuenta de que Nicole tenía una discapacidad. Nadia desde el momento uno fue a todas las terapias, es muy comprometida”, afirma.
Vivir en una pieza de adobe
Nadia siempre vivió con su mamá y sus cuatro hermanos. Cuando se mudaron a Tilcara se amontonaban todos en una habitación de adobe de 3x4 metros. Su situación era muy precaria y riesgosa para la salud de Emanuel. “Era muy incómodo. Teníamos dos cuchetas y una cocinita. Dormíamos tres arriba y tres abajo. Hicimos un proyecto con la municipalidad y tardamos un montón en hacernos una pieza de material, la cocina y el baño. El año pasado la iglesia evangélica a la que vamos nos hizo la rampa para Emanuel y otro cuarto para poder repartirnos mejor”, cuenta Nadia.
Tiempo después llegó Nicole, que hoy duerme con su mamá en una cama y su abuela con su tía en otra en la misma habitación. En la de al lado están el resto de sus tíos varones. El próximo sueño es poder construir una pieza más en el fondo de su casa y adaptar el baño con una baranda para que Emanuel y Nicole puedan usarlo sin ayuda. “Mi hijo siempre me pregunta cuándo vamos a poder tener agua caliente. Quizás eso se podría resolver con un tanque solar. Para bañarnos hoy ponemos agua en el sol o calentamos en un fuentón. También nos hace falta un lavarropas”, agrega Adriana Huanco, su abuela.
Los Huanco viven en una casa que le ayudaron a construir desde la municipalidad y la iglesia evangélica a la que asisten
Los Huanco tienen acceso a luz eléctrica, agua, gas envasado y durante la pandemia hicieron lo posible para tener Internet porque se estaban atrasando los chicos en la escuela. “Yo perdí un año porque no tenía conectividad”, cuenta Nadia, mientras los tres gatos de la casa se pasean por el comedor.
La familia se mantiene económicamente con la pensión de Emanuel y de Nicole. Nadia tiene trabajos temporales pero el tener que dedicarle tanto tiempo a los traslados de su hija, la limita mucho. “Tengo un problema de horarios porque la estoy llevando a Nicole a la escuela y al hospital todos los días. Yo soy la que mejor la puede cuidar a ella”, agrega.
El sueño de la movilidad propia
Hasta el momento, los Huanco no cuentan con apoyo del Estado en cuanto a la movilidad, para que Nicole pueda sostener su escolaridad o su tratamiento. “Tener un auto nos serviría para Nicole y Emanuel, más ahora que se viene el invierno y el frío”, dice Adriana. “El sueño es poder tener una camionetita en la que entre la silla de ruedas de Emanuel. Eso nos serviría para los dos, más ahora que se viene el invierno y el frío.”, dice Adriana. Sobre Nicole cuenta que es una nena alegre a la que le gusta mucho jugar con sus útiles y con el celular. “Lo que nosotros hacemos, ella quiere hacer lo mismo. Por eso siempre anda cocinando y limpiando con nosotras”, cuenta entre risas.
Lo que más le gusta es hacer la tarea, cocinar y limpiar; su sueño es poder tener una bicicleta rosa con rueditas
Cuando Nicole no está en la escuela, le encanta hacer la tarea y su mamá le arma diferentes ejercicios para que pueda terminar de aprender a leer y a escribir. Le lee cuentos o la ayuda a pegar papelitos sobre letras así practica la motricidad fina. “Va despacito pero va. Las vocales ya las reconoce todas, las otras letras le cuestan un poco más. Cuando estudié la carrera no sabía que ella tenía discapacidad porque ella era bebé. Se que no está al nivel que están los chicos entonces yo le preparo materiales educativos”, cuenta su mamá mientras despliega toda su paciencia y destreza pedagógica. En la pared del comedor tienen colgado un calendario que Nadia hizo a mano para que Nicole pueda ir tachando los días, reconociendo los números y letras.
Gracias a que pudo acceder a su certificado de discapacidad a los 4 años, hoy Nicole cobra una asignación, tiene obra social y una maestra integradora que la asiste en la escuela pero no todos los días. “Hay una sola maestra para diez estudiantes. Hay días que la ve pero un ratito nomás. El docente es el que más hace los materiales para ella. Siempre la tienen en cuenta, le hacen la misma actividad pero con algunas adaptaciones”, agrega Nadia.
A Nicole le encanta la música y bailar. También cocinar y ayudar a su mamá a picar los ingredientes. “Y le gusta mucho la limpieza. Después de comer siempre hace su tarea, busca su mochila, su cuaderno y la hace. Lo bueno es que tiene un grupo hermoso en el colegio que la ayudan en todo momento, sus compañeras siempre la agarran de la mano cuando camina”, aclara su mamá.
Nadia está tan preocupada por vivir el día a día que le cuesta pensar en cómo va a ser la vida de Nicole cuando sea grande. “No pienso en el futuro”, dice. Y agrega: “Yo quiero acompañarla en lo que ella quiera. Seguir apoyándola en todo lo que falta. Me preocupa su futuro porque yo la apoyo hasta donde puedo”, concluye.
Nadia es maestra especial y le prepara distintos materiales para que Nicole termine de aprender a leer y a escribir
Para Tejerina Nicole tiene un montón de capacidades y está creciendo en lo que tiene que ver con la oralidad y la sociabilización. “Si bien Nicole tiene dificultad en la marcha y en el aprendizaje, ella es pura alegría, hace todas las actividades y se destaca. Nicole es una genia y su mamá Nadia también”, dice Coria, poniendo el acento en todas sus potencialidades.
COMO AYUDAR

Las personas que quieran ayudar a Nicole y a su familia a conseguir un vehículo, un termotanque eléctrico, ampliar su casa o adaptar su baño, pueden:

-comunicarse con el Pastor Juan Carlos Bonifacio al +54 9 3885 14-6863.

- donar directamente en la cuenta de Nadia Huanco

NRO 421509476306588

CBU 2850215340094763065888

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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