lunes, 27 de febrero de 2023

Elecciones.


Elecciones. Qué Argentina tienen en mente los posibles candidatos a presidente
Al calor de la crisis, las propuestas programáticas partidarias brillan por su ausencia, aunque hay equipos técnicos abocados a la búsqueda de un pla
Adriana Balaguer
Horacio Rodríguez Larreta, único político del PRO que anunció su precandidatura
Con la inflación otra vez en 6% mensual, la agenda política no parece tener mucho margen de salirse de los temas económicos. Aunque una nena muera al quedar atrapada en un tiroteo entre narcos en la villa 1-11-14 a escasos 15 minutos del Obelisco. Aunque el gobernador de la provincia más poblada de la Argentina proponga que los adolescentes no repitan de año en la escuela, más allá de que sepan poco o nada. Aunque los escasos diputados que concurren a las sesiones extraordinarias del Congreso lo hagan solo para avanzar en el juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia. La Argentina en crisis tapa el bosque.
Además de la dificultad de sobrellevar el complejo día a día, la sociedad debe digerir ahora una preocupación adicional: saber si su destino está atado o no a una “bomba de tiempo”. Los políticos del oficialismo están más preocupados por resolver su interna que por la gestión. Solo les importa saber qué hará Alberto Fernández, qué plan político aceptará Sergio Massa o cómo jugará Cristina Kirchner. En la oposición, sobran los interesados en ponerse la banda presidencial, forzados a recorrer el país para que la gente los reconozca. De propuestas programáticas, por el momento, se habla poco o nada. Es difícil saber qué Argentina tienen en mente los candidatos a presidente.
"La centralidad de lo económico habla de las urgencias del país"
“La sociedad sabe que la dirigencia política está entrando en un año electoral sin líderes, con pocas ideas y sin programas. El principal argumento de la campaña electoral parece ser ‘el momento del estallido de la bomba’, es decir, si habrá una crisis antes o después de las elecciones o del cambio de gobierno. Ni el oficialismo ni la oposición parecen preocupados por desactivar esa bomba, e intentar que los ajustes necesarios provoquen el menor daño social posible. Para eso, tendrían que crear un clima de cooperación política que hoy no se vislumbra”, dice el reconocido filósofo y ensayista Alejandro Katz.
Que aún no se conozcan propuestas en modo plataforma electoral no quiere decir que en el amplísimo arco opositor no se esté trabajando. Hay equipos técnicos en funcionamiento en todas las vertientes de Juntos por el Cambio. Incluso, las fundaciones que nutren a los partidos de la coalición opositora (Pensar, Alem, Hannah Arendt y Encuentro Federal) adoptaron una rutina de reuniones periódicas para mostrar sus avances en los encuentros de la Mesa Nacional. Tienen diez grupos de trabajo que apuntan a alcanzar un acuerdo programático, una hoja de ruta, pero sin desmarcar a sus propios candidatos, por lo menos hasta las PASO. Hablan de salud, de seguridad, de trabajo y planes sociales, de educación, justicia, medio ambiente, pobreza, del mundo… Pero sobre todo, de economía, de la inflación, de qué hacer para potenciar el crecimiento económico. “Es que el primer mandato del próximo gobierno va a ser económico. Y mientras el kirchnerismo busca culpables, nosotros trabajamos y buscamos soluciones”, subraya Julia Pomares, jefa de asesores del gobierno de CABA y exdirectora del Cippec.
Un estrecho colaborador del ex presidente Mauricio Macri coincide: “El que viene será un gobierno que se la juegue en la macro. Bajar la inflación y estabilizar la economía para crecer será el primer gran objetivo”.
"El Frente de Todos está lejos de abordar el debate programático"
Una muestra del trabajo de los equipos técnicos de Juntos por el Cambio fue el proyecto de ley para ir contra la industria del juicio en temas laborales que presentaron en diciembre en el Congreso Nacional. La propuesta para modificar las multas vigentes en la actual legislación laboral surgió de la charla de Rodríguez Larreta con Gerardo Morales y otros gobernadores que lo acompañaban en uno de los paneles del Coloquio de IDEA en Mar del Plata en octubre del 2022.
Wado de Pedro, candidato posible del kirchnerismo
“Horacio pone énfasis en planificar. Hay que salir de la improvisación y trabajar sistemáticamente. Es tan importante tener un plan como el acuerdo para llevar adelante ese plan”, sostienen los colaboradores del actual jefe de gobierno porteño, que dio a conocer oficialmente su candidatura esta semana.
"“El ministro de Economía de Milei es Milei, ¿cómo vas a presentar a otro?”, comenta por lo bajo uno de sus colaboradores"
Estimulados por el protagonismo que le prometen las encuestas, los acompañantes de Javier Milei están dedicados full time a cerrar acuerdos territoriales, para tener representantes en la mayor cantidad de distritos posibles. Pero saben que la economía será la columna vertebral de su candidatura: su líder es economista, referente del liberalismo clásico y será su propio ministro de Economía si llega a ganar las elecciones. “El ministro de Economía de Milei es Milei, ¿cómo vas a presentar a otro?”, comenta por lo bajo uno de sus colaboradores, quien asegura que no exponen a sus equipos técnicos “por miedo a ataques desde otros espacios políticos”. También reconocen algo que salta a la vista: “No estamos enfocados ni en seguridad, ni en educación ni en salud”. En La Libertad Avanza, la economía es la madre de todas las batallas.
Ramiro Marra, legislador porteño y referente porteño del team Milei, destaca que la batería de medidas que recomiendan tendrán que implementarse progresivamente, ya que hay distintas “generaciones” de reformas, pero que hay que arrancar con una “política de shock”. Y ahí sí arremeter con las reformas de primera generación como la baja del gasto público (de manera coloquial hablan de ella como “el plan motosierra”), la reforma fiscal que permita la baja de impuestos, la reforma laboral para flexibilizar el mercado de trabajo y la reforma financiera y monetaria (que habilite la liquidación del Banco Central y el sistema de competencia de monedas, entre otros temas).
Javier MileiMarcelo Manera
La centralidad de lo económico en la incipiente campaña electoral habla de las urgencias del país, pero también de otras limitaciones. “El énfasis en la estabilidad económica y en el crecimiento es importante porque afecta la capacidad de compra de la gente, la estabilidad en el empleo, las perspectivas de futuro de los individuos, de las familias. Pero la centralidad en lo económico es la centralidad en el corto plazo. Es imprescindible, pero sigue siendo coyuntural. Lo que no conseguimos poner en discusión son imágenes del futuro. Creo que la dirigencia argentina carece de imaginación suficiente para plantear a la sociedad ideas de futuro que sean efectivas y posibles, vinculadas con el tipo de organización productiva, territorial, con la inserción en el mundo”, resalta Katz.
Si hay un espacio que está lejos de abordar el debate programático es el Frente de Todos. El único dirigente que logró una proyección creciente en las encuestas es el que más se resiste a hablar de una candidatura. Sergio Massa tiene la responsabilidad de que las variables económicas le den alguna chance electoral a su espacio, y mientras esa tarea no esté encaminada, no cambiará de rol. El kirchnerismo sigue concentrado en denunciar la supuesta proscripción judicial de su líder espiritual, la vicepresidenta Cristina Kirchner, mientras posiciona a Wado de Pedro como precandidato formal. Y Alberto Fernández todavía mantiene viva su ilusión de ser reelecto, aunque la coyuntura presente y pasada sea un lastre casi imposible de remover.
Sea quien sea el candidato, un funcionario que trabaja en Casa de Gobierno reconoce que en el espacio de momento “hay un solo proyecto y es el del kirchnerismo”. “Estamos surfeando la ola, no hay margen para debatir. La interna es feroz y cada sector tiene distintas prioridades en su visión de país”.
En los equipos técnicos de Juntos por el Cambio, por su parte, aparecen varios economistas que desfilaron en las gestiones de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Los virtuales futuros ministros de Economía que hoy están trabajando junto a sus candidatos son Hernán Lacunza, principal asesor económico de Rodríguez Larreta, y Luciano Laspina, para Patricia Bullrich. El reconocido economista Eduardo Levy Yeyati, referente de los equipos de la UCR, Matías Sturt, asesor de Lilita Carrió y Juan Carlos Sánchez Arnaud, de Encuentro Republicano Federal, complementan las discusiones con los técnicos que trabajan bajo el paraguas del PRO. Otras voces que se escuchan en el espacio son las de Martín Lousteau, que aspira a ser jefe de gobierno porteño por el radicalismo y trabaja junto al economista Martín Tetaz. El diputado Ricardo López Murphy, otro exministro de Economía (que parece interesado en la jefatura de gobierno porteña), fue quien durante la última reunión de la mesa nacional de la coalición habló de la “bomba de la deuda” y de cómo la Casa Rosada “alarga la mecha al costo de agrandar la bomba”.
“El próximo presidente tiene que demostrar el 10 de diciembre que cambiaron completamente las reglas de juego en la Argentina, como lo hicieron el Plan Austral en 1985 y el Plan de Convertibilidad en 1991. En ambos casos, se generó la sensación clara de que habían cambiado totalmente las reglas de juego sobre cómo se formaban los precios y cómo se hacían negocios en Argentina, de que todo lo que habías aprendido hasta el momento no te servía para nada. Nosotros necesitamos hacer exactamente eso. Cualquier otro esquema económico que no genere ese cambio de expectativas está destinado a fracasar”, explica Martín Tetaz.
Para estabilizar la moneda, el economista radical propone ir a la convertibilidad con el real. “Para lograr el mismo efecto que se logró en la década de 1990 con la convertibilidad, hay que acercarse a Brasil que es un país que tiene el mismo ciclo económico que nosotros”, se entusiasma. Y precisa Tetaz que “la clave central es a qué tipo de cambio nos unificamos”, porque si Argentina no hace las cuatro reformas que hay que hacer (monetaria, impositiva, del Estado, laboral) y sigue con el esquema de instituciones actuales, el tipo de cambio de unificación es el dólar paralelo. Pero si hace todas las reformas que hay que hacer, entonces el tipo de cambio de equilibrio va a ser mucho más barato”.
"Patricia Bullrich está jugando a fondo en la interna de Juntos por el Cambio"
Consciente de que muchas de estas medidas generarán resistencia social, sobre todo las de recorte del gasto público, también propone una consulta popular para que “la gente elija si está a favor o no de las reformas” y también para ver si “está a favor o no de regular la protesta social, el piquete”.
Juntos en las diferencias parece ser la consigna. Todos tienen algo que proponer en el frente opositor. Por eso aclaran que la discusión por las diferencias sobre lo que hay que hacer debe darse “con respeto” porque “no sobra nadie”. Desembarcar en el área económica es hablar de por lo menos sesenta personas listas para trabajar.
Patricia Bullrich y Joaquín de la Torre, en San Miguel
Patricia Bullrich está jugando a fondo en la interna de Juntos por el Cambio. Si bien sus equipos técnicos son parte de la discusión programática del conjunto, en su entorno resaltan que “es una candidata del cambio: no del cambio suave sino profundo”.
Alberto Fohrig, coordinador del equipo de gobierno de este sector, presenta a este grupo de especialistas como quienes construyen “los detalles de ese cambio”. Y para mostrar el sentido del empuje que se le quiere dar a la gestión en caso de imponerse en la interna, asegura que “lo primero que vamos a hacer es llamar al Congreso a sesionar en verano con un temario definido, para tener las leyes que se necesiten en forma urgente y para derogar todo lo que entorpezca la llegada de lo nuevo”.
En el comité asesor de Bullrich, además de Laspina, están Federico Pinedo (Relaciones Exteriores), Dante Sica (Producción), Eduardo Amadeo, Oscar Aguad (Seguridad) y Emilio Apud (Energía), entre otros.
También trabajan en propuestas para terminar con los planes sociales y crear trabajo formal, sumar a las fuerzas armadas a la lucha contra el crimen organizado, y hacer políticas para cada región con la gente de esa región. “No queremos, como Horacio, proponer desde la Capital”, subrayan.
Pero así como cada fuerza política y sus candidatos tienen sus ideas y sus matices, una institución está trabajando en un plan económico integral para quien gane las elecciones, sin importar su color político. En esa propuesta “llave en mano” trabajan Carlos Melconián y Enrique Szewach, desde la conducción del Ieral de la Fundación Mediterránea, junto a todo su equipo de economistas. En los últimos meses vienen manteniendo reuniones formales e informales con autoridades nacionales, gobernadores, miembros del Poder Judicial, políticos, sindicalistas y, por supuesto empresarios, planteando los lineamientos generales del programa, cuyos detalles estarán listos durante este año y que incluye reformas estructurales de fondo y un programa macro cuyas medidas de corto plazo, dependerán de las condiciones iniciales de diciembre de 2023, por lo que el nuevo régimen cambiario y la nueva política monetaria se explicitará cuando asuma el ganador que suscriba a este plan. Tanto en el oficialismo como en el entorno larretista dicen que esta propuesta calza como anillo al dedo de Patricia Bullrich.
“Escuchando las declaraciones públicas y privadas de los precandidatos de Juntos por el Cambio, no parece haber diferencias importantes respecto de la necesidad y la orientación de las reformas de fondo necesarias: reforma previsional, de las relaciones laborales, del sistema impositivo, incluyendo la coparticipación, de la estructura administrativa del Estado, de la eliminación de subsidios económicos, de la eliminación de restricciones para exportar e importar. Por supuesto hay matices, experiencias, personalidades, enfoques respecto del timing y las secuencias de las medidas, pero vemos que todos se han sumado a nuestra prédica respecto de la integralidad”, confiesa Szewach, y agrega que, en cambio, “en cuanto al oficialismo, sí parece haber muchas más diferencias entre quienes defienden el fracasado modelo actual y aquellos que admiten cambios marginales, solo “ordenadores” o “tranquilizadores”.
“Lo importante es que el respaldo político le dé credibilidad al programa, que sea consistente en los “detalles” y que el equipo sea profesional y honesto, de manera que nadie dude hacia dónde vamos. Las presiones sectoriales o defensoras del statu quo se debilitan cuando se dan cuenta de la irreversibilidad de las medidas y finalmente se ponen a trabajar a favor”, precisa el exdirector del Banco Central.
Variables impensadas en la Argentina de hoy: reformas, consenso, precisión, honestidad, confianza. El único combo que puede sacarnos de la crisis.

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