domingo, 30 de abril de 2023

SALUD, SISTEMA MUY RIESGOSO




Es una de las alternativas más populares para eliminar grasa con aplicación de frío, pero se encontraron graves efectos secundarios
El Coolsculpting podría ser más riesgoso de lo que se cree
Anna KodéUno de los riesgos es que la masa aumente de tamaño, se endurezca y se aloje en el cuerpo
NUEVA YORK.– Hace más de una década llegó al mercado un dispositivo médico con una promesa tentadora: era capaz de congelar y eliminar sacos de grasa persistentes de forma rápida, indolora y sin cirugía.
El dispositivo, llamado Coolsculpting, había aparecido en un sector de la belleza ya saturado que vendía vientres más planos y mandíbulas más marcadas, pero contaba con una ventaja: comentado “pedigrí científico”. La investigación que sustentaba su desarrollo se había realizado en el laboratorio del principal hospital universitario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, un detalle que aparecía a menudo en las noticias y los programas de entrevistas.
El discurso funcionó. Las máquinas Coolsculpting son ahora habituales en las consultas de dermatología y cirugía plástica, así como en los spas médicos. Esta tecnología ha generado más de 2000 millones de dólares en ingresos. La criolipólisis, el término técnico con el que se conoce el procedimiento, consiste en colocar el dispositivo en una zona concreta del cuerpo para congelar las células adiposas. Los pacientes suelen someterse a varios tratamientos en la misma zona. En los casos exitosos, las células mueren y el cuerpo las absorbe.
Pero en algunos otros, el procedimiento provoca graves desfiguraciones. La grasa puede aumentar de tamaño, endurecerse y alojarse en el cuerpo, a veces incluso adoptando la forma del aplicador del dispositivo. Este efecto secundario, denominado hiperplasia adiposa paradójica, suele requerir cirugía para corregirlo. “Aumentó, no redujo, mis células grasas y me dejó permanentemente desfigurada”, escribió la supermodelo Linda Evangelista en 2021 sobre su experiencia con Coolsculpting.
Allergan Aesthetics, una unidad del gigante farmacéutico Abbvie que ahora es propietaria del dispositivo Coolsculpting, dice que estos casos son muy poco frecuentes y ocurren en 0,033 por ciento de los tratamientos (alrededor de uno en 3000). Pero un análisis de The New York Times –que se basa en documentos internos, demandas, estudios médicos y entrevistas– indica que el riesgo para los pacientes puede ser bastante mayor.
La empresa detrás de Coolsculpting ha pagado a consultores que han escrito sobre los bajos riesgos de hiperplasia adiposa paradójica en revistas médicas y canales en línea. También le ha impedido a los pacientes hablar del problema mediante la firma de acuerdos de confidencialidad determinara que no podía calificarlo como una lesión seria o que pusiera en riesgo la vida.
Más de una decena de médicos entrevistados por el Times afirmaron que la estimación del riesgo realizada por el fabricante era muy inferior a la que ellos habían observado en sus consultas o investigaciones, en parte porque el efecto secundario puede tardar muchos meses en hacerse visible y los pacientes no siempre lo relacionan con el Coolsculpting. A veces, el efecto es sutil y los pacientes creen que solo recuperaron el peso perdido.
Desde el debut de Coolsculpting, la frecuencia reportada de casos de hiperplasia adiposa paradójica se ha incrementado de forma silenciosa y constante –incluso en las estimaciones de la compañía– lo que deja en evidencia las fallas en la forma en que la FDA autoriza el uso de dispositivos médicos y los supervisa una vez que están en el mercado.
La agencia se apoya en hospitales, médicos, consumidores y fabricantes de dispositivos para informar cualquier “evento adverso”, un sistema que a menudo ha sido criticado por convertir a los pacientes en sujetos de prueba a largo plazo. Los hospitales y los fabricantes están obligados a informar las muertes y las lesiones graves, mientras que los consultorios médicos privados y los consumidores no están obligados a informar nada.
Gina D’addario, de 40 años, se realizó un tratamiento de Coolsculpting en el estómago en 2017 y contó que notó una masa grande en el abdomen unos nueve meses después. Pensó que había subido de peso, pero la dieta y el ejercicio no ayudaron. Comentó que el bulto había crecido tanto que su pierna chocaba contra él cuando intentaba hacer ejercicio. Ni a ella ni a los muchos médicos que la atendieron se les ocurrió que el bulto podría estar relacionado con el Coolsculpting, hasta que Evangelista hizo público su caso años después.
Desde que se le diagnosticó hiperplasia adiposa paradójica en 2022, D’addario se ha sometido a múltiples operaciones, entre ellas una liposucción y una abdominoplastia, y es posible que necesite más. D’addario afirmó que Allergan le ofreció 10.000 dólares para ayudar a cubrir los costos, a condición de que firmara un acuerdo de confidencialidad. No aceptó.
“Desearía haber amado mi cuerpo de aquel entonces”, dijo, en referencia a la época anterior a que se sometiera al tratamiento de Coolsculpting. “Desearía poder regresar a ese día, porque así nunca lo habría hecho”.
“Me dejó desfigurada”, escribió la modelo Linda Evangelista
Esta tecnología ha generado más de 2000 millones de dólares en ingresos

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