En el marco de las Jornadas Borges y en el Día Nacional del Lector, María Victoria Kodama, una de las herederas del legado del gran autor argentino, recordó a su tía por primera vez en público
Luisa Estrada
El ministro Bauer y María Victoria Kodama
En el primer Día Nacional del Lector sin María Kodama, viuda y albacea de Jorge Luis Borges, que ayer hubiera cumplido 124 años, se realizó un acto en su honor en la cúpula del Centro Cultural Kirchner. Sus sobrinos, recientemente declarados herederos del legado Kodama-Borges, estuvieron en la primera fila. Una de ellos, María Victoria Kodama, expuso junto al escritor Fernando Flores Maio, la investigadora Laura Rosato y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer. “María era una mujer muy inteligente, formada y capaz”, dijo María Victoria. “Tomaba sus decisiones luego de pensar mucho y era muy segura de sus actos. Por eso estoy convencida de que nuestra presencia hoy acá fue una decisión que ella tomó”.
El acto comenzó con la ejecución de piezas de Bach por parte del Ensamble de la Fundación Borges. Se proyectaron videos con poemas de Borges recitados por Pompeyo Audivert, Guillermo Martínez y Rita Cortese, entre otros.
El primero en exponer fue Flores Maio, amigo de la homenajeada y miembro de la Fundación Borges: “María nunca conmemoraba la muerte de Borges, sino el cumpleaños, porque quería que fuera una celebración”. Destacó la incansable labor de difusión de Kodama: “Si Borges es un clásico, se lo debemos en gran parte a ella. No todos los autores tuvieron a alguien que defendiera tanto su obra como Kodama”. También hizo una sugerencia: “Sería bueno hacer una compilación de las conferencias que dio María por todo el mundo; ella era muy humilde y no quería publicarlas”.
Rosato resaltó que Kodama era una figura de Buenos Aires, “siempre alguien la había cruzado en un café de Recoleta”. “Tenía algo propio de la realeza y la gente lo notaba: no le daban la espalda al alejarse”, agregó. “Había recibido el don de cuidar la obra literaria más importante del siglo XX y lo hizo con extrema responsabilidad, para algunos demasiado severa; para otros, directamente implacable”.
Cuando le llegó el turno, la heredera no remitió a anécdotas con su tía, sino que brindó un breve relato de la vida de Kodama. “Nació en 1937. Al año siguiente nació su único hermano, Jorge, mi padre, a quien con cariño desde pequeño llamaba ‘simio’. A lo largo de sus vidas, su relación se caracterizó por el respeto y la ayuda mutua. María dedicó su libro Relatos a ‘simio’”. Respecto del vínculo sobrinos-tía, dijo: “Siempre mantuvimos una relación de afecto y respeto y a lo largo de los años estuvimos al tanto de sus proyectos y admiramos la forma en la que defendió y difundió la obra de Borges”.
El ministro de Cultura, luego de recordar charlas y proyectos que llevó adelante con Kodama, se dirigió a los nuevos herederos: “Gracias a ti y a tus hermanos por valorar esto que les llegó de manera borgeana y por esta decisión de cuidarlo, la conciencia de lo que tienen y tenemos entre manos”.
Al final, como le gustaba a la homenajeada, sonó “Another brick in the wall”, de Pink Floyd, y sirvieron torta.
El despacho del director Borges
Min. cultura
El célebre escritorio de madera con forma de herradura que Jorge Luis Borges heredó de Paul Groussac ya se exhibe en el despacho de la dirección del edificio de la Biblioteca
Nacional de la calle México al 500, decorado con objetos históricos. Esa sala, junto con otras tres del primer piso, fueron restauradas y allí funcionará el Espacio Borges.
En el primer Día Nacional del Lector sin María Kodama, viuda y albacea de Jorge Luis Borges, que ayer hubiera cumplido 124 años, se realizó un acto en su honor en la cúpula del Centro Cultural Kirchner. Sus sobrinos, recientemente declarados herederos del legado Kodama-Borges, estuvieron en la primera fila. Una de ellos, María Victoria Kodama, expuso junto al escritor Fernando Flores Maio, la investigadora Laura Rosato y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer. “María era una mujer muy inteligente, formada y capaz”, dijo María Victoria. “Tomaba sus decisiones luego de pensar mucho y era muy segura de sus actos. Por eso estoy convencida de que nuestra presencia hoy acá fue una decisión que ella tomó”.
El acto comenzó con la ejecución de piezas de Bach por parte del Ensamble de la Fundación Borges. Se proyectaron videos con poemas de Borges recitados por Pompeyo Audivert, Guillermo Martínez y Rita Cortese, entre otros.
El primero en exponer fue Flores Maio, amigo de la homenajeada y miembro de la Fundación Borges: “María nunca conmemoraba la muerte de Borges, sino el cumpleaños, porque quería que fuera una celebración”. Destacó la incansable labor de difusión de Kodama: “Si Borges es un clásico, se lo debemos en gran parte a ella. No todos los autores tuvieron a alguien que defendiera tanto su obra como Kodama”. También hizo una sugerencia: “Sería bueno hacer una compilación de las conferencias que dio María por todo el mundo; ella era muy humilde y no quería publicarlas”.
Rosato resaltó que Kodama era una figura de Buenos Aires, “siempre alguien la había cruzado en un café de Recoleta”. “Tenía algo propio de la realeza y la gente lo notaba: no le daban la espalda al alejarse”, agregó. “Había recibido el don de cuidar la obra literaria más importante del siglo XX y lo hizo con extrema responsabilidad, para algunos demasiado severa; para otros, directamente implacable”.
Cuando le llegó el turno, la heredera no remitió a anécdotas con su tía, sino que brindó un breve relato de la vida de Kodama. “Nació en 1937. Al año siguiente nació su único hermano, Jorge, mi padre, a quien con cariño desde pequeño llamaba ‘simio’. A lo largo de sus vidas, su relación se caracterizó por el respeto y la ayuda mutua. María dedicó su libro Relatos a ‘simio’”. Respecto del vínculo sobrinos-tía, dijo: “Siempre mantuvimos una relación de afecto y respeto y a lo largo de los años estuvimos al tanto de sus proyectos y admiramos la forma en la que defendió y difundió la obra de Borges”.
El ministro de Cultura, luego de recordar charlas y proyectos que llevó adelante con Kodama, se dirigió a los nuevos herederos: “Gracias a ti y a tus hermanos por valorar esto que les llegó de manera borgeana y por esta decisión de cuidarlo, la conciencia de lo que tienen y tenemos entre manos”.
Al final, como le gustaba a la homenajeada, sonó “Another brick in the wall”, de Pink Floyd, y sirvieron torta.
El despacho del director Borges
El célebre escritorio de madera con forma de herradura que Jorge Luis Borges heredó de Paul Groussac ya se exhibe en el despacho de la dirección del edificio de la Biblioteca
Nacional de la calle México al 500, decorado con objetos históricos. Esa sala, junto con otras tres del primer piso, fueron restauradas y allí funcionará el Espacio Borges.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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