viernes, 12 de agosto de 2016

LA ZARANDA EN EL CERVANTES....TEATRO RECOMENDADO


El grupo español La Zaranda, adorado por los argentinos, trajo El grito en el cielo, su nueva propuesta, a la sala mayor del Teatro Nacional Cervantes
La particular estética y dialéctica de La Zaranda, en El grito en el cielo. "Ya no sabemos muy bien si vivimos para el teatro o hacemos teatro para vivir", dice Paco de la Zaranda, el actor y director de uno de los grupos más emblemáticos de España que regresa a Buenos Aires para presentar su última experiencia, El grito en el cielo, de Eusebio Calonge. La compañía que integran Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez llega en esta oportunidad conformada, además, por las actrices Celia Bermejo e Iosune Onraita. Desde el miércoles pasado tienen previstas diez funciones en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes. Cumplido el ciclo se presentarán en Córdoba, Rosario, Santa Fe y Jujuy.
El grito en el cielo muestra a un grupo de ancianos que habita un geriátrico. Pasan sus días siguiendo unas rutinas terapéuticas indicadas por sus médicos, pero ellos necesitan escapar a esa realidad que los asfixia con la intención de recuperar su verdadera condición humana.
Esta nueva búsqueda del grupo se inició en el marco de la Bienal de Venecia hace dos años. Fueron invitados a mostrar un trabajo en gestación y allí encontraron algunas claves que luego dieron forma a El grito en el cielo.
"La Zaranda sigue buscando -explica Paco-. Buscar es comenzar y nosotros siempre estamos haciéndolo. El enclave de este trabajo es un geriátrico, pero como metáfora de un espacio metafísico. Puede ser la localidad donde uno vive o el entorno en el que nos movemos. Los personajes están en una etapa final de su existencia e intentan huir de la muerte porque hoy hablar de ella es un poco tabú. Hoy se puede hablar de casi todo menos del alma, de la muerte, de la existencia. El espectáculo llega a una puerta cerrada que debemos abrir con la ayuda de los espectadores."
-¿Y por qué cuesta tanto hacerse cargo de esos temas?
-Es un tiempo de homofestivius. Todo es ocio y fiesta. El hombre tiene muy poco tiempo para pensar la existencia y lo que verdaderamente importa, cuestiones como qué hago aquí y hacia dónde voy. Eso es lo único que puede diferenciarte de los animales. Hoy todo es frivolidad y muchos no se dan cuenta de que la vida pasa. Más que existir vivimos pegando voces.
-¿Cómo logra La Zaranda mantenerse unida y creando al cabo de cuarenta años?
Paco: -Porque tenemos fe en lo que hacemos y nos mueve, sobre todo, el amor al teatro. Aunque tengamos diferencia de opiniones en algunos puntos, el teatro La Zaranda es nuestra vida. Es una vida y una memoria común.
Gaspar Campuzano: -Creer en lo que hacemos provoca que lo sigamos intentando.
Paco: -Es difícil, cada vez más. Tenemos la suerte de tener a un dramaturgo como Eusebio. A partir de él empezamos a buscar las ideas. Cuando volvamos a España comenzaremos otra búsqueda, nos vamos a encerrar y comenzar de nuevo. Mucha gente se molesta conmigo porque digo que estoy empezando, pero es verdad. En cada proceso de trabajo todo debe ser novedoso. El oficio sólo te sirve para saber que hay que seguir buscando. Lo que más tiene que tener un actor es humildad.
Campuzano: -Inesperadamente puede venir lo desconocido. Mientras crees que sabes algo estás cerrado. Las puertas realmente se abren cuando entiendes que no sabes nada.
Enrique Bustos: -Trabajar es una necesidad vital para nosotros. Si no te anulas a ti mismo no puedes dejar entrar cosas nuevas porque tú mismo te estorbas. Hemos logrado mantenernos jutos haciéndonos mayores, procurando tener una juventud por lo menos en el alma.
-Es notable cómo al cabo de los años mantienen un público que los sigue con mucho interés y hasta han logrado provocar a los jóvenes.
Paco: -La Zaranda está en un muy buen momento. Donde vamos nos esperan y eso es muy positivo. Nuestro público está integrado por gente mayor y también jóvenes, con una preparación cultural. Es misterioso. Aquí vemos que los espectadores se emocionan y se ponen más allá de la historia que contamos. El teatro no es entrar en la historia. El alma es el principio de la vida, debes tocarla. Si lo haces da igual que el espectador sea mayor o joven.
La compañía tiene previsto celebrar el año próximo sus cuarenta años presentando en Buenos Aires una experiencia que han dado en llamar Ahora todo es noche. Por ahora no anticipan la temática.
"Buenos Aires vio todos los trabajos de La Zaranda -cuenta Paco-. Esta ciudad se ha vinculado a nuestro trabajo y nosotros sentimos que formamos parte de la historia del teatro de aquí. Qué mejor que en Buenos Aires contar que llevamos cuarenta años haciendo teatro juntos."

C. P. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.