martes, 12 de junio de 2018

LECTURA RECOMENDADA


Moriría por ti, de Francis Scott Fitzgerald
Tesoro de cuentos perdidos
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Las cuentas varían, pero fueron cerca de ciento ochenta las historias cortas que Francis Scott Fitzgerald (1896-1940), el autor de El gran Gatsby, publicó en revistas de su época. Se las pagaban como a casi nadie. Se fue así creando la idea de que su especialidad eran las historias breves, fulgurantes, incisivas, luminosas con atracción romántica, traiciones deliciosas y demás elementos de lo que él mismo llamó "la Era del Jazz". En los dos ámbitos, cuento y novela, fue uno de los grandes narradores estadounidenses del siglo pasado, aunque en esa misma época (los años 20) publicó también "Un diamante grande como el Ritz" o "El extraño caso de Benjamin Button", casi nouvelles en extensión, muy de género y experimentales.
Fitzgerald mechaba entre novelas una o dos recopilaciones de relatos. Tenía en claro que eran su principal fuente de ingresos, pero, ganara lo que ganara, devoraba todo al ritmo de su rumbosa vida con Zelda, su esposa, como, después, con su hija Scottie, tanto en Estados Unidos como en Europa. La relación con Zelda no era fácil: ella tuvo pronto su primera crisis psiquiátrica y en pleno crack de 1929, Scott Fitzgerald publicó su ferozmente depresivo "Regreso a Babilonia".
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En castellano hay una gran selección en dos tomos de sus cuentos (la publicó hace años Alfaguara), que hace las veces de oficial. Existen muchas otras compilaciones, pero siempre parecen seguir apareciendo nuevos cuentos de Fitzgerald.
Moriría por ti y otros cuentos perdidos, con su cuidado medio centenar de páginas, podría sonar a "fondo del barril". No lo es en absoluto, aunque la pasión de la editora Anne Margaret Daniel la lleve a incorporar a estos relatos, nunca antes publicados en forma de libro, un par de proyectos de guión que no tienen el nivel de las mejores páginas del conjunto. Habría sido más eficaz reunirlos en un apéndice.
Cada cuento está prologado y anotado de manera individual y ejemplar. La tesis de que cuando Fitzgerald murió (contra lo que sostiene la leyenda) seguía trabajando a pleno por equilibrar su trabajo narrativo con la cada vez mayor presencia del cine como ganapán, suena creíble. El precio era alto, sobre todo por la incidencia cada vez más agotadora de agentes o secretarios de redacción. Es una regla inflexible del capitalismo estadounidense con los creadores exitosos: cuanto más paga, más se siente autorizado a incidir en la extensión o el tono de un cuento. A. M. Daniel da numerosos ejemplos al respecto en Moriría por ti. Redondean la presencia del libro una larga serie de fotografías, varias inéditas o poco conocidas.
El sentido del humor y los hallazgos de observación de Fitzgerald en esta época, adulta y oscura, son sorprendentes: parecen los de un autor de hoy. "El pagaré" abre el libro despellejando a un editor de libros muy vendidos. "Pesadilla" es un relato de "hospital" (en el sentido psiquiátrico), y logra combinar al mismo tiempo la lucidez, el humor, y lo testimonial. En este y otros cuentos ("Las mujeres de la casa", uno de los más extensos y complejos) hay una visión nítida de los médicos, en especial aquellos de los ricos o que se mueven en el mundo de Hollywood, donde entonces el escritor se ganaba la vida. "Moriría por ti" es un gran relato "de cine", de estructura compleja pero fluido, que al mismo tiempo dispara frases como "el crepúsculo estallaba en un rompecabezas de piezas rosa que se recomponía al oeste, en la oscuridad".
"La perla y la piel" es un hermoso relato de adolescentes en Nueva York, parte de un proyecto de serie protagonizada por una muchacha de la edad de su hija. Tanto "Pulgares arriba" como "Cita con el dentista" son dos versiones de un relato histórico. Varían pero no mucho (se podría haber optado por solo uno de los dos).
Hay bastante más. Con buen criterio, el libro termina con el muy breve "Gracias por la luz", católico y fantástico a la vez, ligero y recordable. Si alguien ya es seguidor de Fitzgerald, no puede pasar por alto Moriría por ti. Si no, las mejores frases, párrafos o relatos del volumen le permitirán descubrir por qué es admirado por tantas generaciones de lectores.

Moriría por ti y otros cuentos perdidos
Por Francis Scott Fitzgerald
Anagrama. Trad.: Justo Navarro 499 págs / $ 595


E. E. G.

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