martes, 7 de febrero de 2023

SALUD...PREVENCIÓN


Señales de alerta para mejorar la detección precoz del cáncer
Al conmemorarse anteayer el día mundial contra la enfermedad, expertos recomendaron estar atentos a ciertos síntomas y encaminar una rápida consulta médica
Fabiola CzubajEstudios de rutina, como la mamografía, son claves
En medio de los avances en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, la detección temprana de un tumor sigue siendo un factor clave para el manejo de la enfermedad. Las posibilidades de lograrlo aumentan con los controles recomendados, con la consulta si aparece alguna de las más de una decena de señales de alerta y con el acceso oportuno a la atención necesaria.
La Unión Internacional contra el Cáncer (UICC), que desde hace más de dos décadas promueve el Día Mundial contra el Cáncer, que en la Argentina se conmemoró el sábado con el reto de caminar o correr 5 km, aconseja estar atentos a ciertos cambios inusuales de sospecha. “La mayoría aparece por algo no tan serio como el cáncer –aclara la UICC–. Pero si es cáncer, detectarlo tempranamente puede hacer la diferencia. Si advierte cambios que no son normales o algo que no desaparece, no lo ignore y consulte a su médico”.
La lista incluye, entre los más comunes, pérdida de peso en poco tiempo y sin causa; dolor o hematomas inexplicables; acidez o indigestión que no desaparecen; sangrado anal o vaginal (inesperado), al orinar o en la materia fecal; tos persistente o con sangre; dificultad para tragar o cambios de la voz; falta de aire (disnea); aparición de bultos o hinchazón fuera de lo común; pérdida de apetito prolongada; cambios mamarios (forma, tamaño, sensibilidad o la piel); alteración de los hábitos intestinales; fatiga o sensación de falta de energía extrema; cambios en los lunares (forma, tamaño o color) y lesiones en la piel o la boca (úlceras o llagas) que tardan en curarse.
“Si lleváramos un estilo de vida saludable, que incluye alimentarse bien, hacer ejercicio, no fumar, moderar el consumo de alcohol, cuidarse del sol y realizarse chequeos médicos de rutina, se evitarían decenas de miles de casos de cáncer al año y detectaríamos a tiempo otros tantos, pudiéndolos abordar con más herramientas y mejor pronóstico. Parece sencillo, pero es un desafío enorme a nivel global que como sociedad logremos incorporar y sostener estas medidas”, señaló Emilio Batagelj, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).
Una estimación que avala el Instituto Nacional del Cáncer (INC) indica que hay unos 130.000 casos nuevos por año en el país (el último dato es 130.878, en 2020). Eso se traduce en una incidencia de cáncer media alta: 212 casos cada 100.000 habitantes. Los tumores de mama, pulmón, colon y próstata son los más frecuentes, seguidos del de cuello uterino.
Un cambio radical
Un diagnóstico precoz, para Batagelj, significa “un cambio radical” para el tratamiento. Y la prevención, según continuó, “es lo que más cura el cáncer”. Por eso, insistió en la importancia de consultar cuando hay pautas de alarma. “No hay que tener miedo a un posible diagnóstico [en esos casos] porque, si ocurre, es lo que nos ayudará con un tratamiento más precoz –agregó en diálogo con la nacion–. En la pandemia [de Covid-19], perdimos dos años de controles y estudios o consultas clínicas que tuvieron seis meses de retraso. Los turnos se demoraron mucho”.
La Sociedad Argentina de Mastología (Samas) había alertado que en 2020, el primer año pandémico, los controles mamarios de rutina habían disminuido un 50% con respecto del promedio anual de la última década.
El presidente de la AAOC opinó que en un país con una incidencia del cáncer media alta, los cambios de hábito podrían modificarla significativamente. Entre las causas y los factores de riesgo con alto impacto incluyó a la obesidad, las infecciones por los virus de la hepatitis C (VHC), de la hepatitis B (VHB) y del papiloma humano (VPH), el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la exposición a los rayos UV del sol asociada con el cáncer de piel.
“Todos estos factores son prevenibles con conductas que hay que acercar a gente más joven para poder producir definitivamente el cambio de hábitos necesario que promovemos desde hace años. Esas charlas deberían darse en las escuelas”, sostuvo Batagelj, director de la carrera de especialista en oncología clínica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires.
Desde el Instituto Alexander Fleming (IAF), a través de un comunicado a propósito del Día Mundial contra el Cáncer, coincidieron. Señalaron que la aparición del cáncer “suele asociarse al paso del tiempo”, ya sea por el envejecimiento o el efecto de la acumulación de malos hábitos con los años. “Sin embargo –continuaron–, las enfermedades oncológicas tienen su talón de Aquiles: hábitos de prevención que permiten reducir su incidencia y protocolos de control para detectarlos en estadios iniciales, cuando las terapias resultan muy efectivas”.
El tipo de tumor, la localización, la presencia de enfermedad regional o a distancia orientarán
Los hábitos de prevención permiten reducir la incidencia del cáncer en la estrategia de tratamiento, de acuerdo con Sergio Rivero, del centro oncológico de IAF-DIM, que atiende la demanda en el oeste del conurbano bonaerense. “Poder discutir esas características de los pacientes en comités multidisciplinarios es indispensable”, indicó el profesional.
Carlos Silva, coordinador médico y del área psicosocial de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec), destacó la importancia que tiene la prevención primaria con mejores hábitos –dejar de fumar, comer de manera más saludable, hacer ejercicio, cuidarse en las relaciones sexuales y no exponerse al sol innecesariamente o en horas de riesgo (11 a 16)– y la prevención secundaria con la detección temprana.
“Si tenemos en cuenta que los tumores más prevalentes son los de mama, pulmón, próstata y colon, algunos pueden detectarse precozmente: a través de la mamografía el cáncer de mama; del tacto rectal y el dosaje del antígeno prostático específico (PSA) el cáncer de próstata, o del Papanicolaou o pruebas para la detección del VPH el cáncer de cuello uterino –dijo Silva–. Con la prevención, logramos que las personas no enfermen y con la detección temprana, que podamos tratar y curar a los pacientes con métodos menos invasivos y agresivos”.
Mientras el país cuenta con una mayor disponibilidad de métodos diagnósticos, especialistas y tratamientos con respecto de otros países, para el presidente de la AAOC es necesario disminuir la burocracia y mantener las políticas de prevención y detección temprana en el tiempo para garantizar un acceso equitativo y oportuno, sin demoras, independientemente del tipo de cobertura y lugar de residencia. “El cáncer no puede permitirse el cambio de políticas públicas continuamente”, dijo Batagelj.
Hoy, para Daniela Hacker, autora del libro Desmitificar el cáncer (se puede descargar gratis de internet), las barreras de acceso más importantes son, primero, la dificultad para acceder a los especialistas y, luego, las esperas para hacerse estudios preventivos o de detección. “Hablamos de un tiempo de oro –enfatizó–. Un cáncer detectado a tiempo tiene muchas más posibilidades de curarse o que se convierta en una enfermedad crónica que un cáncer avanzado”.
Señaló que, en la Argentina, el paciente carga con el peso de la enfermedad y, también, de la burocracia más allá del tipo de cobertura. “Tenemos uno de los sistemas de salud más fragmentados del mundo”, apuntó, y puso como ejemplo el camino que tiene que seguir un paciente oncológico del sistema público para acceder a medicamentos: primero, debe solicitarlo en el banco de drogas de su provincia; si ahí no los tienen, tiene que volver a iniciar el trámite en el banco de drogas especiales del Ministerio de Salud de la Nación, y si ahí tampoco los tienen, debe empezar la solicitud una vez más en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para que le asignen un subsidio que se traduce en la compra del o los medicamentos que necesita.
“En el medio, pasan meses valiosos que el Estado mismo desaprovecha. ¿Por qué no puede existir una ventanilla única, como solicitan desde hace años las asociaciones de pacientes? Que el Estado solucione los pedidos hacia adentro, en lugar de que sea el paciente quien tenga que empezar siempre de cero los trámites en cada lugar”, planteó Hacker.
Los protocolos de control permiten detectarlo en estadios iniciales

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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