Reforman la ley de lavado de dinero y Juntos por el Cambio votó en contra
Ante las diferencias internas, la coalición opositora prefirió rechazar el proyecto y mantener la unidad; es una norma pedida por el FMI y el GAFI
Laura Serra
En Juntos por el Cambio primó la unidad del interbloque antes que votar, en la Cámara de Diputados, una reforma a la ley para prevenir y reprimir el lavado de activos que reclama el Fondo Monetario Internacional (FMI). El principal espacio opositor se encaminaba hacia una fractura expuesta: un sector del bloque de Pro suscribía la iniciativa oficialista pero sus socios (la UCR, la Coalición Cívica y Evolución Radical) no. Sobre el final se impuso la decisión de la mayoría y el macrismo acató.
Pese al rechazo de Juntos por el Cambio, posición que compartió con el interbloque Federal y la izquierda, el oficialismo logró dar media sanción al proyecto: 111 votos positivos, 96 negativos y 5 abstenciones. Lo ayudaron no solo sus tradicionales aliados sino también las numerosas ausencias entre los diputados de la oposición: con un calendario cargado de elecciones provinciales, varios de ellos decidieron permanecer en sus territorios, mientras que otros están de viaje. Otro hubiese sido el final de la historia si todos los diputados opositoressesentabanensusbancas.
Las dinámicas parlamentarias deben entenderse a partir de estos gestos. En rigor, la cúpula de Juntos por el Cambio no quería que se cayera la media sanción del proyecto; es más, hasta último momento monitoreó los votos de su bancada y le garantizó sotto voce al oficialismo que si peligraba la aprobación, cambiaría el rechazo por la abstención. Estos vericuetos no tienen otra explicación que la disputa electoral y la posición de algunos legisladores opositores de exhibir intransigencia frente al oficialismo.
Sin embargo, en el principal espacio opositor también reconocían la importancia de la ley, una reforma a la actual legislación sobre prevención y represión del lavado de activos para adaptarla a los estándares internacionales fijados por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) . El principal espacio opositor, que se cree ganador de las próximas elecciones, no quiere desairar al FMI como tampoco al GAFI, que en setiembre próximo realizará una revisión técnica sobre el cumplimiento de la Argentina de las normas contra el lavado de dinero. El peligro de no aprobar esa revisión es que nuestro país vuelva a caer en la llamada “lista gris” del GAFI que incluye a jurisdicciones “bajo monitoreo intensificado”.
De hecho, el diputado Pablo Tonelli (Pro), interlocutor del oficialismo para negociar los cambios al proyecto original, suscribió ayer el dictamen acordado con el Frente de Todos. Sin embargo, se topó con la resistencia de la Coalición Cívica, de buena parte de la UCR y de Evolución Radical; la cúpula de Pro decidió unificar posturas y votar en contra como sus socios. Tonelli decidió ausentarse del recinto en la votación. También se retiraron los diputados Javier Milei y sus compañeras de bloque, Carolina Píparo y Victoria Villarruel. Por la abstención, en tanto, votaron los tres legisladores del Frente de Todos que responden a Juan Grabois: Natalia Zaracho, Federico Fagioli e Itaí Hagman.
Puntos de discordia
Con el propósito de asegurar su aprobación, el oficialismo aceptó varias de las modificaciones sugeridas por los opositores. Sin embargo, no accedió a modificar dos puntos nodales: la cuestión de la autonomía de la Unidad de Información Financiera (UIF). Tampoco aceptó incluir de manera explícita en la ley la facultad de la UIF para querellar en denuncias sobre lavado de dinero.
El proyecto oficialista propone que esta unidad sea un organismo descentralizado de la administración pública nacional, en jurisdicción del Ministerio de Economía, con personería jurídica propia, además de autonomía y autarquía funcional, administrativa, económica y financiera. Los opositores al proyecto advirtieron que la autonomía de la UIF tal como está planteada en el proyecto no es suficiente, pues se mantendría bajo la órbita del Poder Ejecutivo.
“A los empujones nos quieren llevar a una ley sin tocar la autonomía e independencia que hoy la UIF no tiene. Es el Poder Ejecutivo que pone y saca a funcionarios. Es pasible de influencias políticas. Queremos que esto sea una política pública que eleve el nivel de institucionalidad de este país y no caigamos en la lista gris”, enfatizó Mónica Frade, de la Coalición Cívica. “La UIF no puede ser como cualquier organismo -planteó Graciela Camaño, del interbloque Federal- sino que debe tener una responsabilidad reforzada a la hora de participar en las cuestiones de los delitos de los poderosos. Ese es el motivo por el cual el texto que propicia el oficialismo no es el que nosotros queremos”.
Los opositores propusieron incorporar dos artículos: uno planteó que el presidente de la UIF sea seleccionado mediante concurso público y s por una comisión ad hoc, integrada por miembros de la Corte Suprema, del Consejo de la Magistratura, del Ministerio Público, entre otros. Fue rechazado, al igual que un artículo que exigía a la UIF a que sea parte querellante en las causas judiciales en las que intervenga.
Desde el oficialismo, el jefe del bloque Germán Martínez les reprochó a los opositores que rechacen la ley pese a la “generosidad” del Frente de Todos de aceptar casi todos los cambios. “Llegamos a un texto superador que recoge las recomendaciones del GAFI como también las miradas de aquellos legisladores que de buena fe hicieron sus aportes”, enfatizó.
Asimismo, el jefe oficialista refutó las críticas opositores sobre la capacidad de querellar de la UIF. “Hoy la UIF participa como querellante 220 causas; en una de cada siete causas de lavado, la UIF esta querellando. Esto es posible por un decreto de Cristina Kirchner de 2008.
Desde la UCR, el jefe de bloque, Mario Negri, explicó la posición del interbloque. “Vamos a rechazar en general el proyecto porque el oficialismo no quiere la autonomía e independencia total del poder político de la UIF -sostuvo-. Es imperativo que la UIF pueda combatir delitos complejos sin interferencias políticas
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Preocupación por una intimidación a Clarín
Un grupo de encapuchados realizó una pegatina contra el medio, cerca de la redacción
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) y el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) expresaron ayer su preocupación por la intimidación que sufrió el Grupo Clarín en la medianoche del lunes, cuando un grupo de encapuchados realizó una pegatina de carteles contra el medio en las inmediaciones de la redacción.
ADEPA recordó que “el hecho sucedió en la medianoche del lunes 17 de abril, cuando los agresores arribaron al lugar en vehículos que tenían las patentes tapadas y descendieron con sus rostros ocultos por capuchas y barbijos”. Y puntualizó que “cuando un grupo de policías se acercó para tomar nota de las identificaciones de sus vehículos, el grupo de manifestantes huyó”.
Clarín informó que los afiches están firmados por un grupo que se identifica como “La patria es el otro”, que responde al dirigente kirchnerista Andrés “el Cuervo” Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad del gobernador Axel Kicillof.
ADEPA instó a “la investigación del hecho y a la sanción de sus responsables”.
A su vez, Fopea reclamó “a las autoridades policiales y judiciales medidas para garantizar la seguridad de los periodistas y una investigación de lo sucedido para determinar quiénes fueron los responsables de este acto claramente intimidatorio y sancionarlos”.
Clarín informó que en el operativo participó una camioneta Renault, perteneciente a la municipalidad de Tigre, cuyo intendente es el oficialista Julio Zamora.
Según el medio, también participó un furgón Mercedes-Benz, cuyas cédulas azules están a nombre de una persona sin vinculación política y un dirigente kirchnerista vinculado al Cuervo Larroque, Javier Altrudi, quien trabaja en la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, donde ingresó en 2014 propuesto por los legisladores kirchneristas de la ciudad.
Los afiches fueron firmados por la agrupación “La patria es el otro”, del Cuervo Larroque
En la pegatina, unas 20 personas con los rostros cubiertos pegaron afiches en la esquina de Clarín con leyendas que atacaban a Héctor Magnetto, Clarín, Telecom y Personal.
Esta semana, Clarín acató la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, tras el despido de 48 trabajadores.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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