La construcción cayó 2,4% en febrero y la industria bajó 1,3%
En la medición interanual las obras retrocedieron 6,3% y la actividad en las fábricas, 1,3%; los analistas creen que ambos sectores tendrán una marcha inestable este año
Carlos Manzoni
En el acumulado del año la construcción cae 1,9% respecto de igual periodo de 2022
La construcción y la industria no pudieron sostener las cifras positivas que habían mostrado en enero y, tal como se presagiaba, volvieron a insinuar que mantendrán durante 2023 el movimiento zigzagueante que tuvieron en 2022, que combinará altas y bajas. En el segundo mes del año, las obras cayeron 2,4%, mientras que la industria retrocedió 1,3% en comparación con enero.
Los datos fueron publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en sus informes denominados Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) e Índice de Producción Manufacturera Industrial (IPIM), en los que también informó que ambos sectores tuvieron una caída interanual de 6,3% y 1,4%, respectivamente. En tanto, el índice serie tendencia-ciclo de la construcción tuvo una variación negativa de 0,3%, y el de la industria exhibió variación de 0,1%.
Asimismo, en el acumulado del año la construcción arroja una baja de 1,9% respecto de igual período de 2022; mientras que en la misma medición la industria presenta un crecimiento de 2,5%.
El economista Matías de Luca, de la consultor a LCG, dijo que la comportó de forma ambigua .“De hecho, sorprendió, porque el Índice Construya había marcado un crecimiento en febrero y según este dato del Indec terminó cayendo. En la comparación anual, asfalto creció, pero cemento cayó (ambos indicadores permiten aproximarse a la evolución de la obra pública). Por otro lado, sí fue relevante la caída anual en rubros como ladrillos, pinturas o cerámicos (-20% anual en promedio)”, comentó.
Por su parte, el economista Gustavo Vallejo, jefe del Departamento de Estadísticas del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), subrayó que las obras acumulan además una baja de 1,9% en el primer bimestre, tasa de signo negativo que no se veía desde hace más de un año y que no presenta síntomas de reversión. “En perspectiva de largo plazo, nuevamente este indicador se encuentra en niveles semejantes a los de 2012 y 2013 y por debajo de los parámetros de 2014, 2015, 2018 y 2021”, analizó.
Santiago Casas, economista de la Fundación Libertad y Progreso, subrayó que la construcción anotó su novena caída mensual consecutiva en el indicador tendencia-ciclo. “El indicador confirma que la economía está entrando en un período recesivo. Aunque con heterogeneidades; algo que suele verse en los momentos de quiebre de ciclo. Por ejemplo, el empleo en el sector viene subiendo (aunque hay que tener en cuenta el marco de reglas específicas distinto al del resto de la economía). Por otro lado, los permisos de construcción cayeron a mínimos desde 2021 y la superficie autorizada también bajó a su menor nivel desde enero de 2022”, acotó.
En lo que respecta a la industria, De Luca afirmó que la caída de 1,3% intermensual está en línea con lo que se esperaba. “De este modo, el sector mantiene el ritmo zigzagueante que mostró en 2022, con un mes de crecimiento seguido de caída, lo cual genera vulnerabilidad e inestabilidad. En este sentido, si bien logró crecer algo en enero (+0,4 mensual), en el primer bimestre del año la industria operó un punto por debajo del último bimestre de 2022”, agregó el economista.
Casas señaló que la caída de 1,3% des estacional izada en febrero pone paños fríos a las cifras positivas de enero. “Comparado con febrero de 2022, el nivel de producción está 1,4% abajo y sin expectativas de romper la tendencia negativa, ya que el indicador de tendencia-ciclo lleva siete meses seguidos con caídas. La mitad de los rubros del índice mostraron una caída con respecto al mismo mes del año anterior, siendo la producción de alimentos y bebidas el sector con mayor incidencia negativa (-6,2 puntos porcentuales)”, dijo.
De cara a lo que resta del año no hay optimismo sobre el nivel de actividad. “Estará condicionado por la política de regulación a las importaciones. Por lo tanto, en un contexto de sequía donde la pérdida de valor exportable alcanzaría los US$15.000 millones, las importaciones sufrirán y, con ello, la actividad de la industria”, concluyó De Luca.
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Federación Agraria hará su protesta el martes
Dirigentes de la entidad se presentarán ante autoridades de Economía y del Congreso
La construcción y la industria no pudieron sostener las cifras positivas que habían mostrado en enero y, tal como se presagiaba, volvieron a insinuar que mantendrán durante 2023 el movimiento zigzagueante que tuvieron en 2022, que combinará altas y bajas. En el segundo mes del año, las obras cayeron 2,4%, mientras que la industria retrocedió 1,3% en comparación con enero.
Los datos fueron publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en sus informes denominados Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) e Índice de Producción Manufacturera Industrial (IPIM), en los que también informó que ambos sectores tuvieron una caída interanual de 6,3% y 1,4%, respectivamente. En tanto, el índice serie tendencia-ciclo de la construcción tuvo una variación negativa de 0,3%, y el de la industria exhibió variación de 0,1%.
Asimismo, en el acumulado del año la construcción arroja una baja de 1,9% respecto de igual período de 2022; mientras que en la misma medición la industria presenta un crecimiento de 2,5%.
El economista Matías de Luca, de la consultor a LCG, dijo que la comportó de forma ambigua .“De hecho, sorprendió, porque el Índice Construya había marcado un crecimiento en febrero y según este dato del Indec terminó cayendo. En la comparación anual, asfalto creció, pero cemento cayó (ambos indicadores permiten aproximarse a la evolución de la obra pública). Por otro lado, sí fue relevante la caída anual en rubros como ladrillos, pinturas o cerámicos (-20% anual en promedio)”, comentó.
Por su parte, el economista Gustavo Vallejo, jefe del Departamento de Estadísticas del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), subrayó que las obras acumulan además una baja de 1,9% en el primer bimestre, tasa de signo negativo que no se veía desde hace más de un año y que no presenta síntomas de reversión. “En perspectiva de largo plazo, nuevamente este indicador se encuentra en niveles semejantes a los de 2012 y 2013 y por debajo de los parámetros de 2014, 2015, 2018 y 2021”, analizó.
Santiago Casas, economista de la Fundación Libertad y Progreso, subrayó que la construcción anotó su novena caída mensual consecutiva en el indicador tendencia-ciclo. “El indicador confirma que la economía está entrando en un período recesivo. Aunque con heterogeneidades; algo que suele verse en los momentos de quiebre de ciclo. Por ejemplo, el empleo en el sector viene subiendo (aunque hay que tener en cuenta el marco de reglas específicas distinto al del resto de la economía). Por otro lado, los permisos de construcción cayeron a mínimos desde 2021 y la superficie autorizada también bajó a su menor nivel desde enero de 2022”, acotó.
En lo que respecta a la industria, De Luca afirmó que la caída de 1,3% intermensual está en línea con lo que se esperaba. “De este modo, el sector mantiene el ritmo zigzagueante que mostró en 2022, con un mes de crecimiento seguido de caída, lo cual genera vulnerabilidad e inestabilidad. En este sentido, si bien logró crecer algo en enero (+0,4 mensual), en el primer bimestre del año la industria operó un punto por debajo del último bimestre de 2022”, agregó el economista.
Casas señaló que la caída de 1,3% des estacional izada en febrero pone paños fríos a las cifras positivas de enero. “Comparado con febrero de 2022, el nivel de producción está 1,4% abajo y sin expectativas de romper la tendencia negativa, ya que el indicador de tendencia-ciclo lleva siete meses seguidos con caídas. La mitad de los rubros del índice mostraron una caída con respecto al mismo mes del año anterior, siendo la producción de alimentos y bebidas el sector con mayor incidencia negativa (-6,2 puntos porcentuales)”, dijo.
De cara a lo que resta del año no hay optimismo sobre el nivel de actividad. “Estará condicionado por la política de regulación a las importaciones. Por lo tanto, en un contexto de sequía donde la pérdida de valor exportable alcanzaría los US$15.000 millones, las importaciones sufrirán y, con ello, la actividad de la industria”, concluyó De Luca.
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Federación Agraria hará su protesta el martes
Dirigentes de la entidad se presentarán ante autoridades de Economía y del Congreso
Fernando Bertello
La Federación Agraria Argentina (FAA) decidió ponerle fecha a la jornada de reclamos en la ciudad de Buenos Aires que había anunciado: será el próximo martes y se plantearán en el Ministerio de Economía y el Congreso desde las 11.
Ese día, según informó la entidad que conduce Carlos Achetoni, la dirigencia de FAA –junto a un grupo de productores– llegará hasta Buenos Aires para “expresar la extrema situación que atraviesa el sector”. Además, pedirán un “salvataje extraordinario y urgente”. La entidad quiere una eximición de impuestos para la campaña 2023/2024 porque la actual cosecha dejará fuertes quebrantos. También el “rescate” para los que están en emergencia y desastre.
Según se supo, “no va a ser tipo movilización”, como se había especulado en un momento al estilo de una marcha por la ciudad, sino que los productores vendrán para presentar petitorios.
“Se pidieron audiencias a los presidentes de bloques de ambas cámaras [en el Congreso]”, dijo una fuente de la entidad. Agregó que allí se entregarán las propuestas de FAA en el contexto del sector, atravesado por el impacto de la sequía, y se hará un pedido de salvataje para los pequeños productores.
“Vamos a llegar al Ministerio de Economía y el Congreso con un grupo de dirigentes y productores para llevar la situación extrema [del sector] y pedir un salvataje”, confirmó Achetoni en diálogo con “Estamos cursando el pedido de audiencia a Massa”, señaló.
Reclamos
FAA estará en Economía aun cuando, eventualmente, no fueran recibidos por el ministro. “Dejaremos el petitorio”, señaló ante ese eventual caso. En tanto, sobre la presencia en el Congreso apuntó: “Ya estamos teniendo confirmaciones de diputados que nos van a recibir”. El número de productores y dirigentes que estarán en Buenos Aires será acotado, según dijo Achetoni. Lo justificó así: “No están las condiciones económicas para generar una movilización”.
El 17 de marzo pasado, los directores de FAA habían consensuado una marcha a Buenos Aires. En ese momento, la entidad no le puso fecha porque quería ver si sumaba a las otras organizaciones de la Mesa de Enlace. Achetoni reconoció al respecto: “Me han dicho que no acompañan una movilización”.
“La Mesa de Enlace coincide en toda esta situación, quizá no en el momento ni en la forma [de protestar]”, afirmó Achetoni. Dijo que, “si ellos lo desean”, en referencia a los dirigentes de las otras organizaciones, podrán plegarse al encuentro del próximo martes.
Achetoni se mostró molesto porque se anunció un dólar agro mientras no se avanza en medidas de fondo para ayudar a los productores. “Es un contrasentido”, remarcó. Y agregó: “No se ve la posibilidad de ayudar a los productores en emergencia y se siguen destinando miles de millones de pesos a un dólar agro”.
“El I y el II [por el dólar soja de septiembre y luego el de diciembre último] fue un desequilibrio con las actividades tamberas, ganaderas, las economías regionales, los alquileres”, señaló el dirigente.
“El II fue más concentración y este [por la nueva versión presentada ayer] más. Apunta al que tiene soja y va en desmedro del que no tiene soja y está en emergencia”, añadió.
Además de la eximición de impuestos para la campaña 2023/2024, que se iniciará en mayo próximo con el trigo, Achetoni reclamó un plan de rescate y salvataje a los productores.
Propuesta
Hace unas semanas, el expresidente de FAA, Eduardo Buzzi, dio a conocer una propuesta de “bono verde”, emitido por el Estado y con vencimiento a 2028, para que se use como medio de pago de impuestos y para comprar o cancelar deudas de combustible, insumos y maquinaria agrícola. Buzzi busca que puedan acceder al cobro todos los productores por hasta 300 hectáreas que las tengan para soja, maíz, girasol o sorgo. También contempla un bono para los productores ganaderos.
Consultado sobre cuál es la idea de salvataje que piensan en FAA, Achetoni dijo que la iniciativa de la entidad “tiene partes” del planteo de Buzzi. “Va en esa línea”, señaló, aunque no es igual a todo lo referido por el exdirigente.
La Federación Agraria Argentina (FAA) decidió ponerle fecha a la jornada de reclamos en la ciudad de Buenos Aires que había anunciado: será el próximo martes y se plantearán en el Ministerio de Economía y el Congreso desde las 11.
Ese día, según informó la entidad que conduce Carlos Achetoni, la dirigencia de FAA –junto a un grupo de productores– llegará hasta Buenos Aires para “expresar la extrema situación que atraviesa el sector”. Además, pedirán un “salvataje extraordinario y urgente”. La entidad quiere una eximición de impuestos para la campaña 2023/2024 porque la actual cosecha dejará fuertes quebrantos. También el “rescate” para los que están en emergencia y desastre.
Según se supo, “no va a ser tipo movilización”, como se había especulado en un momento al estilo de una marcha por la ciudad, sino que los productores vendrán para presentar petitorios.
“Se pidieron audiencias a los presidentes de bloques de ambas cámaras [en el Congreso]”, dijo una fuente de la entidad. Agregó que allí se entregarán las propuestas de FAA en el contexto del sector, atravesado por el impacto de la sequía, y se hará un pedido de salvataje para los pequeños productores.
“Vamos a llegar al Ministerio de Economía y el Congreso con un grupo de dirigentes y productores para llevar la situación extrema [del sector] y pedir un salvataje”, confirmó Achetoni en diálogo con “Estamos cursando el pedido de audiencia a Massa”, señaló.
Reclamos
FAA estará en Economía aun cuando, eventualmente, no fueran recibidos por el ministro. “Dejaremos el petitorio”, señaló ante ese eventual caso. En tanto, sobre la presencia en el Congreso apuntó: “Ya estamos teniendo confirmaciones de diputados que nos van a recibir”. El número de productores y dirigentes que estarán en Buenos Aires será acotado, según dijo Achetoni. Lo justificó así: “No están las condiciones económicas para generar una movilización”.
El 17 de marzo pasado, los directores de FAA habían consensuado una marcha a Buenos Aires. En ese momento, la entidad no le puso fecha porque quería ver si sumaba a las otras organizaciones de la Mesa de Enlace. Achetoni reconoció al respecto: “Me han dicho que no acompañan una movilización”.
“La Mesa de Enlace coincide en toda esta situación, quizá no en el momento ni en la forma [de protestar]”, afirmó Achetoni. Dijo que, “si ellos lo desean”, en referencia a los dirigentes de las otras organizaciones, podrán plegarse al encuentro del próximo martes.
Achetoni se mostró molesto porque se anunció un dólar agro mientras no se avanza en medidas de fondo para ayudar a los productores. “Es un contrasentido”, remarcó. Y agregó: “No se ve la posibilidad de ayudar a los productores en emergencia y se siguen destinando miles de millones de pesos a un dólar agro”.
“El I y el II [por el dólar soja de septiembre y luego el de diciembre último] fue un desequilibrio con las actividades tamberas, ganaderas, las economías regionales, los alquileres”, señaló el dirigente.
“El II fue más concentración y este [por la nueva versión presentada ayer] más. Apunta al que tiene soja y va en desmedro del que no tiene soja y está en emergencia”, añadió.
Además de la eximición de impuestos para la campaña 2023/2024, que se iniciará en mayo próximo con el trigo, Achetoni reclamó un plan de rescate y salvataje a los productores.
Propuesta
Hace unas semanas, el expresidente de FAA, Eduardo Buzzi, dio a conocer una propuesta de “bono verde”, emitido por el Estado y con vencimiento a 2028, para que se use como medio de pago de impuestos y para comprar o cancelar deudas de combustible, insumos y maquinaria agrícola. Buzzi busca que puedan acceder al cobro todos los productores por hasta 300 hectáreas que las tengan para soja, maíz, girasol o sorgo. También contempla un bono para los productores ganaderos.
Consultado sobre cuál es la idea de salvataje que piensan en FAA, Achetoni dijo que la iniciativa de la entidad “tiene partes” del planteo de Buzzi. “Va en esa línea”, señaló, aunque no es igual a todo lo referido por el exdirigente.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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