El reajuste de las jubilaciones de septiembre rondaría el 23%
El dato del tercer aumento del año se conocería el 10 de este mes
Silvia Stang
El reajuste que tendrán en septiembre las jubilaciones y pensiones del sistema general de la Anses se ubicaría entre el 23% y el 24%. Así, el haber mínimo quedaría en un monto, aproximadamente, de entre $87.200 y $88.000, en bruto. Y el haber máximo subiría de $477.347 a una cifra de entre $587.000 y $592.000.
El porcentaje mencionado no es aún un dato oficial, sino que surge de estimaciones hechas por diferentes fuentes consultadas por la nacion, para las que se consideraron los datos que están hasta ahora disponibles, entre los que integran la fórmula de movilidad trimestral.
De confirmarse ese índice, los ingresos acumularán al noveno mes del año una suba nominal de alrededor de 74 o 75%, y lo más probable es que ese índice quede por debajo de la inflación, que fue de 50,7% solo en el primer semestre, un período en el que las jubilaciones se reajustaron en un 41,5%. Para que en el período comprendido de enero a septiembre la suba de precios no acumule más de 75%, el índice promedio mensual del tercer trimestre debería ser no mayor a 5,2%.
Frente a la insuficiencia de la fórmula de movilidad para cumplir con el objetivo de mantener el poder adquisitivo, el Gobierno viene otorgando discrecionalmente bonos de refuerzo de diferentes montos. Pero no son para todos los jubilados, sino para quienes tienen un ingreso mensual no mayor (o levemente mayor) a $141.876. Por eso, con cada aplicación de las subas por movilidad surge la expectativa respecto de qué ocurrirá con esos bonos, que no están incorporados al haber y que, por lo tanto, no se consideran a la hora de aplicar los índices de actualización.
Según la ley, las prestaciones del sistema contributivo, las pensiones no contributivas, la AUH y la asignación por hijo para asalariados formales y monotributistas se reajustan en marzo, junio, septiembre y diciembre. Los porcentajes surgen de un cálculo que contempla la variación interanual referida a un trimestre de la recaudación de los impuestos cuyos recursos se derivan parcial o totalmente a la Anses, medida por beneficio, y la evolución trimestral de los salarios, según uno de dos indicadores: la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), o el índice de salarios del Indec (se toma en cuenta el que arroje el valor más alto).
En junio, la variación del Ripte fue de 8,1% mensual, en tanto que la del segundo trimestre del año llegó a 26,05%. El índice de salarios de junio elaborado por el Indec se publicará el jueves 10 de este mes. Ese día se conocería oficialmente cuál será el reajuste de septiembre para los haberes.
Sergio Rottenschweiler, economista especializado en seguridad social, estimó que para que el dato salarial del Indec arroje una cifra trimestral más alta que la del Ripte, debería haber avanzado más de 11% en junio, algo que “parece poco probable”. Considerando para el cálculo el Ripte, estimó, la suba de las jubilaciones será de 23,17%.
“La movilidad de septiembre nos da 23,3% y el haber mínimo quedaría en $87.447, señaló por su parte el economista Marcelo Capello, del Ieral de Fundación Mediterránea. Para llegar a ese resultado también se asumió que se utilizará el Ripte.
Para el economista Rafael Rof man, la movilidad estará en torno de 24% “o tal vez algo menos”, dependiendo de cómo se consideren oficialmente algunos datos, como el del número de beneficios del sistema.
En el primer semestre del año, para quienes recibieron el aumento de 41,5% y no cobraron bonos, la caída del poder de compra llegó a más de 6%, en tanto que la pérdida con respecto a un año atrás llegó a 12,3%. En el caso de quienes cobran refuerzos, también hubo una baja de los ingresos medidos en términos reales, si se considera lo que va de este año.
Este mes, quienes tienen haberes de hasta $70.938 cobrarán un bono de $20.000. Con un haber superior a $70.938 y de hasta $85.938, se percibirá como refuerzo el monto necesario para completar $90.938; si se tiene un haber de más de $85.938 y de hasta $141.876, el extra será de $5000 y, con un ingreso mayor a $141.876 y de hasta $146.876 se recibirá lo necesario para llegar a $146.876.
Y, solo para quienes accedieron a su prestación sin moratoria, rige la garantía legal que indica que el haber (sin contar los bonos) no puede ser inferior al 82% del salario mínimo. Esto se traduce en que quienes tienen un ingreso de hasta $86.510 recibirán por julio un suplemento de hasta $15.571, y quienes perciben un haber de hasta $92.250 tendrán un adicional, por agosto, de hasta $21.312, tal como ya se informó
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El Gobierno tomó distancia de las gestiones de Luis D’Elía con Irán
El expiquetero media entre una empresa brasileña y el Estado iraní para la distribución de urea en el Mercosur; desde Economía rechazan haberlo autorizado
Jaime Rosemberg
D’Elía, en campaña, junto a Guillermo Moreno
Aislada en la escena internacional por su cercanía a Rusia y por las acusaciones que pesan sobre funcionarios y exfuncionarios con vinculaciones con el terrorismo, Irán renueva la búsqueda de aliados en el continente no solo en materia política sino también comercial.
En ese sentido, Teherán recurrió a un viejo amigo, el expiquetero Luis D’Elía, que en pocos días más viajará a la capital iraní como intermediario entre una empresa multinacional brasileña, Coesa SA, y el gobierno iraní, para proveer por medio de sus empresas estatales de dos millones de toneladas de urea granulada (un fertilizante solicitado en el mundo) con destino final al Mercosur.
El propio D’Elía confirmó ayer su rol como gestor en una entrevista con Delta FM, en la que además de desligar a Irán de los atentados terroristas en Buenos Aires (vínculo confirmado desde hace años por la Justicia argentina, aunque aún sin detenidos ni condenados) afirmó que trabaja como nexo de “relación política y comercial” entre Teherán y la empresa brasileña, con el objetivo de facilitar el intercambio de urea por “trigo, maíz, soja”, que es lo que recibiría Irán del campo argentino. “Mi rol es político, no económico, aunque habrá sí un vínculo con la empresa y un pago de comisión si efectivamente se produce”, detalló D’Elía a la nacion.
“Hay cierta ansiedad en el gobierno argentino y en los productores, para que la urea llegue lo antes posible, después de la sequía y antes de la siembra”, se entusiasmó D’Elía, quien dijo que viajará a Teherán y Omán el 18 del mes en curso junto con directivos de la empresa y de la Caixa Económica Federal de Brasil, encargada de financiar el proyecto.
En esa entrevista, el dirigente oficialista afirmó que hubo “vía libre para avanzar” por parte del Gobierno, al que D’Elía suma el respaldo del propio presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, interesado según comentaron cerca suyo en que la operación se concrete. Irán acaba de firmar, la semana pasada, un acuerdo en materia de Defensa con Bolivia, criticado por la dirigencia de la DAIA y la oposición, cuyo contenido aún de desconoce.
El problema surge cuando los consultados por son los la nacion funcionarios argentinos. Cerca del ministro de Economía, Sergio Massa, aseguraron que rechazaron de plano el ofrecimiento inicial de D’Elía para autorizar la transacción. Fue en una reunión hace poco más de seis meses, y que por esa razón el expiquetero y hoy candidato a gobernador por el partido Principios y Valores, que postula a Guillermo Moreno a la presidencia, critica en duros términos al candidato de Unión por la Patria.
“Los recibimos por pedido del Presidente, pero no dimos vía libre de nada. El Estado no compra fertilizantes, y ni nosotros ni YPF hicimos ni haremos ninguna operación”, respondieron, tajantes, desde el quinto piso del Palacio de Hacienda.
Altas fuentes de Economía agregaron que desde ese ministerio también advirtieron a las autoridades de YPF (con fuerte influencia de La Cámpora en su directorio y que produce urea en sus plantas de Bahía Blanca, asociada a empresas canadienses) sobre los riesgos de participar en una operación de triangulación con un país pasible de nuevas sanciones internacionales. Para completar el cuadro, desde la Cancillería que encabeza Santiago Cafiero se desligaron del asunto, al que calificaron de una “transacción entre privados”. Desde la embajada argentina en Brasil, que encabeza Daniel Scioli, afirmaron desconocer el tema.
Viejos conocidos
Viejo conocido de Teherán, D’Elía protagonizó en febrero de 2007 un recordado viaje a la capital de Irán junto al padre Luis Farinello y el exdiputado Mario Cafiero. Regresó hablando maravillas del país entonces gobernado por Mahmud Ahmadinehad, quien coqueteaba con aumentar el poderío nuclear y negaba la existencia del Holocausto judío.
Desde entonces sus vínculos con Irán se mantuvieron, como también su defensa de la inocencia de Irán ante las acusaciones de la Justicia argentina, que sostiene los pedidos a Interpol para que ex y actuales funcionarios iraníes respondan por su eventual participación en el ataque a la AMIA, del que se cumplieron 29 años, perpetrado según la Justicia por la organización pro-iraní Hezbollah.
“En determinados momentos de la historia tuve actitudes muy firmes respecto de las imputaciones que se le hacen a Irán por el tema AMIA. Hay condenas periodísticas muy potentes, pero a 29 años no hay ninguna condena judicial”, afirmó D’Elía en el mismo reportaje, con el periodista Mauro Federico, quien detalló las negociaciones el domingo en su sitio Data Clave.
En ese artículo se revela además una carta que directivos de Coesa enviaron en noviembre pasado al encargado de negocios de Irán en el país, Amir Houshang Karimi, para informarle sobre el interés de la empresa en adquirir urea para derivarlo al Mercosur y la posibilidad de un viaje, que finalmente se postergó hasta estos días. Para D’Elía, todo se retrasó porque “los persas tienen seis mil años atrás y suelen dar todos los pasos que hay que dar” antes de avanzar.
Al menos desde el Ministerio de Economía y la Cancillería no hay intención de aprobar la transacción, que D’Elía enarbola como una solución para la “crisis en el Mercosur” que provoca la escasez de fertilizantes, acentuada por la invasión rusa a Ucrania.
Aislada en la escena internacional por su cercanía a Rusia y por las acusaciones que pesan sobre funcionarios y exfuncionarios con vinculaciones con el terrorismo, Irán renueva la búsqueda de aliados en el continente no solo en materia política sino también comercial.
En ese sentido, Teherán recurrió a un viejo amigo, el expiquetero Luis D’Elía, que en pocos días más viajará a la capital iraní como intermediario entre una empresa multinacional brasileña, Coesa SA, y el gobierno iraní, para proveer por medio de sus empresas estatales de dos millones de toneladas de urea granulada (un fertilizante solicitado en el mundo) con destino final al Mercosur.
El propio D’Elía confirmó ayer su rol como gestor en una entrevista con Delta FM, en la que además de desligar a Irán de los atentados terroristas en Buenos Aires (vínculo confirmado desde hace años por la Justicia argentina, aunque aún sin detenidos ni condenados) afirmó que trabaja como nexo de “relación política y comercial” entre Teherán y la empresa brasileña, con el objetivo de facilitar el intercambio de urea por “trigo, maíz, soja”, que es lo que recibiría Irán del campo argentino. “Mi rol es político, no económico, aunque habrá sí un vínculo con la empresa y un pago de comisión si efectivamente se produce”, detalló D’Elía a la nacion.
“Hay cierta ansiedad en el gobierno argentino y en los productores, para que la urea llegue lo antes posible, después de la sequía y antes de la siembra”, se entusiasmó D’Elía, quien dijo que viajará a Teherán y Omán el 18 del mes en curso junto con directivos de la empresa y de la Caixa Económica Federal de Brasil, encargada de financiar el proyecto.
En esa entrevista, el dirigente oficialista afirmó que hubo “vía libre para avanzar” por parte del Gobierno, al que D’Elía suma el respaldo del propio presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, interesado según comentaron cerca suyo en que la operación se concrete. Irán acaba de firmar, la semana pasada, un acuerdo en materia de Defensa con Bolivia, criticado por la dirigencia de la DAIA y la oposición, cuyo contenido aún de desconoce.
El problema surge cuando los consultados por son los la nacion funcionarios argentinos. Cerca del ministro de Economía, Sergio Massa, aseguraron que rechazaron de plano el ofrecimiento inicial de D’Elía para autorizar la transacción. Fue en una reunión hace poco más de seis meses, y que por esa razón el expiquetero y hoy candidato a gobernador por el partido Principios y Valores, que postula a Guillermo Moreno a la presidencia, critica en duros términos al candidato de Unión por la Patria.
“Los recibimos por pedido del Presidente, pero no dimos vía libre de nada. El Estado no compra fertilizantes, y ni nosotros ni YPF hicimos ni haremos ninguna operación”, respondieron, tajantes, desde el quinto piso del Palacio de Hacienda.
Altas fuentes de Economía agregaron que desde ese ministerio también advirtieron a las autoridades de YPF (con fuerte influencia de La Cámpora en su directorio y que produce urea en sus plantas de Bahía Blanca, asociada a empresas canadienses) sobre los riesgos de participar en una operación de triangulación con un país pasible de nuevas sanciones internacionales. Para completar el cuadro, desde la Cancillería que encabeza Santiago Cafiero se desligaron del asunto, al que calificaron de una “transacción entre privados”. Desde la embajada argentina en Brasil, que encabeza Daniel Scioli, afirmaron desconocer el tema.
Viejos conocidos
Viejo conocido de Teherán, D’Elía protagonizó en febrero de 2007 un recordado viaje a la capital de Irán junto al padre Luis Farinello y el exdiputado Mario Cafiero. Regresó hablando maravillas del país entonces gobernado por Mahmud Ahmadinehad, quien coqueteaba con aumentar el poderío nuclear y negaba la existencia del Holocausto judío.
Desde entonces sus vínculos con Irán se mantuvieron, como también su defensa de la inocencia de Irán ante las acusaciones de la Justicia argentina, que sostiene los pedidos a Interpol para que ex y actuales funcionarios iraníes respondan por su eventual participación en el ataque a la AMIA, del que se cumplieron 29 años, perpetrado según la Justicia por la organización pro-iraní Hezbollah.
“En determinados momentos de la historia tuve actitudes muy firmes respecto de las imputaciones que se le hacen a Irán por el tema AMIA. Hay condenas periodísticas muy potentes, pero a 29 años no hay ninguna condena judicial”, afirmó D’Elía en el mismo reportaje, con el periodista Mauro Federico, quien detalló las negociaciones el domingo en su sitio Data Clave.
En ese artículo se revela además una carta que directivos de Coesa enviaron en noviembre pasado al encargado de negocios de Irán en el país, Amir Houshang Karimi, para informarle sobre el interés de la empresa en adquirir urea para derivarlo al Mercosur y la posibilidad de un viaje, que finalmente se postergó hasta estos días. Para D’Elía, todo se retrasó porque “los persas tienen seis mil años atrás y suelen dar todos los pasos que hay que dar” antes de avanzar.
Al menos desde el Ministerio de Economía y la Cancillería no hay intención de aprobar la transacción, que D’Elía enarbola como una solución para la “crisis en el Mercosur” que provoca la escasez de fertilizantes, acentuada por la invasión rusa a Ucrania.
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