Cinco razones para ver Will Trent: agente especial
El thriller de Star+ tiene un antihéroe con un humor fino que recuerda a Monk
Natalia Trzenko
La ficción televisiva tiene pendiente la resolución de un debate casi tan antiguo como ella: ¿serializar o no serializar? Es decir: ante la opción de desarrollar una historia ¿es preferible que el conflicto central abarque toda una temporada o tal vez toda la marcha de la ficción o es preferible utilizar una estructura narrativa que resuelva una problemática por episodio?
La respuesta, todavía discutida, no admite generalizaciones aunque sí algún patrón de conducta generalmente relacionado con el género del relato en cuestión. Así, durante décadas, los ciclos policiales operaron bajo las reglas de la estructura episódica: el crimen o caso judicial de la semana. Claro que con la llegada de la era dorada de la TV para muchos creadores esas formas resultaban demasiado restrictivas especialmente cuando se trataba de desarrollar personajes con matices y profundidad. La balanza entonces se inclinó hacia la serialización, una tendencia que se profundizó con la llegada y el avance de las plataformas de streaming. Y, sin embargo, la tradición episódica permanece en exitosos programas como La ley y el orden y sus muchos derivados, grandes tanques de rating de la TV abierta que resisten el paso del tiempo y las cambiantes modas. En ese contexto, la aparición de una serie como Will Trent: agente especial –su primera temporada ya está disponible en Star+–, es una buena noticia ya que demuestra que se puede encontrar un punto medio entre las dos maneras de contar una historia policial.
1. La historia
Will Trent, el agente especial de la oficina de investigaciones del estado de Georgia, no está pasando su mejor momento. El inspector acaba de llevar a la justicia un caso de corrupción policial, algo que le ganó la antipatía de todos los policías de la ciudad de Atlanta. Despreciado por su supuesta traición por sus colegas a los que de todos modos nunca les cayó demasiado bien (su actitud arrogante y su escasa colaboración en los procedimientos compartidos colaboraron), Trent además “heredó” de su vecino recientemente fallecido a Betty, una perra chihuahua a la que no se decide a dejar en un refugio. Con ese cuadro de situación abre la serie, que se toma el tiempo para establecer que el personaje central no solo es un excéntrico que usa trajes de tres piezas para ir a trabajar y siempre lleva un pañuelo de tela ceremoniosamente planchado cada noche, sino que su traumático pasado como niño criado dentro del sistema de tutoría estatal moldea cada una de sus acciones y decisiones. Especialmente cuando se trata de poner su extraordinaria capacidad de observación al servicio de la investigación de crímenes varios.
2. El personaje central
Interpretado por el actor puertorriqueño Ramón Rodríguez (Iron Fist), Trent es un manojo de peculiaridades que la trama desarrolla de inmediato. Su dura infancia no solo causó su falta de confianza en los demás sino que también lo obligó a esconder su dislexia. Aún así, Trent es el mejor agente del estado, un talentoso investigador con afinadas capacidades deductivas que pone en uso con la ayuda de una pequeña grabadora de voz en la que registra todas sus impresiones. Como si se tratara de un diario íntimo combinado con bitácora de viaje, Trent avanza pero, como lo reflejan los guiones escritos por Liz Heldens (Friday Night Lights)y Daniel T. Thomsen (Westworld), no es infalible ni un genio. De hecho, esa combinación entre la confianza que el personaje tiene en sus habilidades y la inseguridad que le producen sus dificultades lo hacen un protagonista distinto y fascinante que la detallada interpretación de Rodríguez se ocupa de subrayar.
3. El relato original
La serie está basada en el personaje literario creado por la prolífica autora norteamericana Karin Slaughter. Más allá de contar con un extenso material derivado de la saga de once novelas dedicadas a Will Trent, lo cierto es que el camino hacia la adaptación televisiva no fue sencillo para los productores del programa. Es que los exitosos libros cuentan con una legión de fanáticos que, como le sucedió a Lee Child con su Jack Reacher, se autodesignaron como guardianes del personaje. Para ellos, cuando el canal ABC, la cadena que produce y emite el programa en los Estados Unidos, anunció el proyecto, los festejos duraron poco porque enseguida se supo que el actor encargado de interpretar a Trent sería Rodríguez. La elección de casting no coincidía con lo que los lectores imaginaban para el agente que en la primera novela que aparece es descrito como un intrépido detective rubio, de hombros anchos que mide más de un metro noventa. Claramente el actor nacido en Puerto Rico no se ajusta a esas características físicas, aunque una vez que se estrenaron los primeros episodios de la serie las críticas fueron muy positivas para él, lo que combinado con los buenos resultados que consiguió el programa en términos de rating aceleraron la confirmación de una segunda temporada.
4. El elenco
Cada episodio de la serie comienza con una escena que muestra el crimen de la semana. Una vez establecido el caso, la acción se ajusta hasta el punto de vista de Trent, el personaje central y narrador de la trama. Claro que como las interacciones del agente con el resto del mundo suelen ser entre incómodas y frías y sus modos cortantes alejan a la mayoría, la historia precisa de otros personajes que funcionen como puente entre él y el resto del mundo. Esa función la cumple la policía Angie Polanski, su amiga desde la infancia y amante ocasional, que hace mucho más que humanizar al rígido Will Trent. Interpretada por Erika Christensen
(Parenthood), Angie resulta un personaje tan atractivo y lleno de matices como el protagonista. Con un pasado de maltrato y abusos que la une a Trent, una adicción a las drogas que apenas está superando y un elevado sentido de la justicia, la detective suele ser la encargada de resolver el caso secundario de la semana, uno que muchas veces termina por cruzarse con los que el personaje central intenta resolver en solitario. Hasta que su jefa, encarnada por la fantástica Sonja Sohn de The Wire, decide asignarle una compañera, Faith Mitchell (Iantha Richardson) que está tan disgustada como él por el arreglo.
5. El humor
Con algunas pinceladas que lo acercan al recordado Monk que interpretaba Tony Shalhoub (The Marvelous Mrs. Maisel), las excentricidades de Trent y su conciencia de ellas derivan en situaciones cómicas que ayudan a aligerar algunos de los tramos más densos del relato. Con el acento puesto en los traumas infantiles que atravesó el personaje central –un conocido lo llama “tacho de basura”, una referencia al lugar en el que fue encontrado– el hecho de que él sea capaz de reírse de sí mismo y sus circunstancias funciona como un necesario alivio para los espectadores. Sus interacciones con la perrita Betty y la incongruente imagen que presentan dueño y mascota es utilizada por los guionistas sin caer en exageraciones. Con igual cuidado se ocupan del desarrollo del tentativo vínculo de amistad y respeto que empieza a formarse entre el agente y su nueva compañera Faith. quien tiene más de una razón para detestarlo.
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