Por la sequía, en 2023 se perdieron divisas del agro por US$20.700 millones
El ingreso de dólares derivado de exportaciones del sector se derrumbó 51% en el año; se estima que en 2024 crecerá 36%
Por culpa de la sequía, el ingreso de divisas de la agroexportación se derrumbó un 51% en 2023. En total, llegaron al país US$19.742.137.675, una merma de US$20.700 millones contra 2022. El dato lo brindó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que conforman el 48% de las exportaciones argentinas, según datos del Indec.
Según indicaron las mismas, el principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%. El segundo producto más exportado, de acuerdo con el organismo estadístico es el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%).
Por otra parte, detallaron que en diciembre pasado “liquidaron la suma de US$1245 millones, representando una baja de 66% con relación al mismo mes de 2022 y una mejora de 24% con relación al mes de noviembre de 2023”.
“El ingreso de divisas del mes de diciembre es el resultado de la sequía, que ha generado pérdidas de stock disponible de granos, así como de un nuevo dólar exportador establecido por el decreto 28/23. Si bien el ingreso de divisas de diciembre fue superior a noviembre, estuvo impactado negativamente por el bajo remanente de granos de la cosecha gruesa, una producción de trigo afectada por el clima y cambios en el régimen de comercio exterior que estableció el BCRA [Banco Central] y no permitieron la fluidez necesaria particularmente en las cobranzas de productos procesados de la soja que contienen soja importada bajo el régimen de admisión temporaria, que se vio severamente afectado por las nuevas normas de la autoridad monetaria”, señalaron.
Ciara-CEC remarcó que el ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible.
“La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial. La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas”, informaron.
Los pronósticos
Por su parte, el Centro de Análisis Económico Equilibra adelantó “que las exportaciones agroindustriales para 2024 podrían alcanzar US$52.200 millones; siendo 36% superiores a las de 2023, pero sin alcanzar el nivel de 2022 (-8%)”.
“Si se aprueban las modificaciones anunciadas en las alícuotas de derechos de exportación (DEX), la recaudación se incrementaría en 74% el año que viene, pasando de US$6200 en 2023 a US$10.800 millones. El aumento de la recaudación DEX para 2024 respecto de la proyección realizada con las alícuotas vigentes en el gobierno anterior es de US$1600 millones (+17%)”, destacaron.
En su último informe mensual, Equilibra expresó que, con un avance de cosecha demorado respecto de la campaña anterior tanto para trigo (66% contra 81%) como para cebada (49% frenta a 71%), los rendimientos alcanzados hasta ahora “permiten proyectar resultados de producción levemente superiores al informe anterior: 14,6 millones de toneladas de trigo (+5%) y 4,8 millones de toneladas de cebada (+4%)”.
En tanto, “la intención de siembra en hectáreas de maíz se espera que sea similar a la de las últimas dos campañas y que la producción se recupere 48% respecto a la pasada”. Y, si bien “la superficie dedicada a soja sería levemente superior a la de la campaña previa, la producción se recuperaría 134% respecto a la pasada”.
En este contexto, a pesar de que “la recuperación de las reservas hídricas mostró una fuerte demora en la primavera y la campaña fina fue afectada por sequía en ciertas regiones, se espera que la campaña gruesa cuente con reservas hídricas suficientes para tener un buen desempeño”.
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Aplican un nuevo aumento en las naftas: 27%
El ajuste empezó en los surtidores de Shell y seguiría en el resto
Carlos Manzoni
El alza tras la devaluación de diciembre ronda el 84%, según cálculos del sector
El precio de los combustibles tendrá un nuevo aumento de alrededor del 27 por ciento, según anticiparon anoche fuentes del sector. El ajuste empezó en los surtidores de Shell, pero seguiría en el resto de las petroleras. Los valores ya se habían incrementado dos veces en diciembre. Con esta nueva suba, el litro de premium supera los $1000.
A partir de la medianoche de ayer se volvió más caro llenar el tanque del auto. Apenas transcurridos tres días de este 2024, un nuevo aumento en los combustibles, que esta vez será de 27%, se hará sentir en las estaciones de servicio de todo el país.
Así fue confirmado por fuentes del sector a la nacion, al tiempo que las largas y acostumbradas colas comenzaban a formarse en los puntos de expendio. De esta manera, según las estimaciones de los estacioneros, el litro de nafta súper promediaría los $750, mientras que el de la premium en algunas estaciones superaría los $1000 y quedaría más cerca del valor del dólar paralelo –que ayer cerró a $1005–.
Raúl Castellanos, presidente de la Cámara de Empresarios de Combustible, comentó a que la nacion durante 2023 el aumento promedio ponderado en estaciones de servicio YPF fue del 260%. “Contra una inflación estimada del 200% hubo una diferencia a favor de los combustibles de 60 puntos porcentuales, con lo que se cubrió el atraso que había con respecto de la inflación. El aumento de anoche ubica al combustible con mayor diferencia”, destacó.
El directivo agregó que “se puede hacer el cálculo de costos de producción, pero el Presidente ha dicho que los combustibles deben alcanzar la paridad de exportación o importación, para lo cual debería subir más sin tener en cuenta los costos de elaboración”.
El de anoche es el segundo aumento de combustibles desde que asumió Javier Milei, ya que tras la devaluación los precios subieron entre 35% y 45%. Ese incremento, a su vez, se había sumado al aplicado apenas una semana antes, el 8 de diciembre (todavía bajo el mandato de Alberto Fernández), en el que el ajuste había sido de entre 15% y 30%, dependiendo la marca y la zona geográfica.
Con el anterior incremento, en el caso de YPF en la ciudad de Buenos Aires, los valores habían quedado en $587 para el litro de nafta súper; $704 para el de nafta premium; $662 para el gasoil y $779 para el diésel premium.
En principio, serían solo las petroleras privadas las que aplicarían estas subas, pero ninguna de ellas confirmó el ajuste indicado por fuentes del sector. Tampoco desde la estatal YPF hicieron declaraciones, aunque, si se especula sobre la base de lo que fueron los últimos aumentos, lo más probable es que finalmente también se sume.
Luego del último incremento, del 8 de diciembre, los precios de los combustibles en la petrolera Raízen, licenciataria de la marca Shell, que tiene los valores más altos del mercado, habían quedado así: nafta súper, $617 (US$0,75); nafta premium, $750 (US$0,94); gasoil súper, $695 (US$0,87), y gasoil premium, $791 (US$0,99). A estas cifras habrá que sumarle ahora, un 27%, con lo que en algunos casos se llegaría al valor internacional de US$1 por litro.
Con este aumento se configura un alza posdevaluación de 84%, en línea con lo que reclamaban las petroleras, que aducían que el traslado a precios de la devaluación debía ser de entre 70% y 80%.
El precio de los combustibles tendrá un nuevo aumento de alrededor del 27 por ciento, según anticiparon anoche fuentes del sector. El ajuste empezó en los surtidores de Shell, pero seguiría en el resto de las petroleras. Los valores ya se habían incrementado dos veces en diciembre. Con esta nueva suba, el litro de premium supera los $1000.
A partir de la medianoche de ayer se volvió más caro llenar el tanque del auto. Apenas transcurridos tres días de este 2024, un nuevo aumento en los combustibles, que esta vez será de 27%, se hará sentir en las estaciones de servicio de todo el país.
Así fue confirmado por fuentes del sector a la nacion, al tiempo que las largas y acostumbradas colas comenzaban a formarse en los puntos de expendio. De esta manera, según las estimaciones de los estacioneros, el litro de nafta súper promediaría los $750, mientras que el de la premium en algunas estaciones superaría los $1000 y quedaría más cerca del valor del dólar paralelo –que ayer cerró a $1005–.
Raúl Castellanos, presidente de la Cámara de Empresarios de Combustible, comentó a que la nacion durante 2023 el aumento promedio ponderado en estaciones de servicio YPF fue del 260%. “Contra una inflación estimada del 200% hubo una diferencia a favor de los combustibles de 60 puntos porcentuales, con lo que se cubrió el atraso que había con respecto de la inflación. El aumento de anoche ubica al combustible con mayor diferencia”, destacó.
El directivo agregó que “se puede hacer el cálculo de costos de producción, pero el Presidente ha dicho que los combustibles deben alcanzar la paridad de exportación o importación, para lo cual debería subir más sin tener en cuenta los costos de elaboración”.
El de anoche es el segundo aumento de combustibles desde que asumió Javier Milei, ya que tras la devaluación los precios subieron entre 35% y 45%. Ese incremento, a su vez, se había sumado al aplicado apenas una semana antes, el 8 de diciembre (todavía bajo el mandato de Alberto Fernández), en el que el ajuste había sido de entre 15% y 30%, dependiendo la marca y la zona geográfica.
Con el anterior incremento, en el caso de YPF en la ciudad de Buenos Aires, los valores habían quedado en $587 para el litro de nafta súper; $704 para el de nafta premium; $662 para el gasoil y $779 para el diésel premium.
En principio, serían solo las petroleras privadas las que aplicarían estas subas, pero ninguna de ellas confirmó el ajuste indicado por fuentes del sector. Tampoco desde la estatal YPF hicieron declaraciones, aunque, si se especula sobre la base de lo que fueron los últimos aumentos, lo más probable es que finalmente también se sume.
Luego del último incremento, del 8 de diciembre, los precios de los combustibles en la petrolera Raízen, licenciataria de la marca Shell, que tiene los valores más altos del mercado, habían quedado así: nafta súper, $617 (US$0,75); nafta premium, $750 (US$0,94); gasoil súper, $695 (US$0,87), y gasoil premium, $791 (US$0,99). A estas cifras habrá que sumarle ahora, un 27%, con lo que en algunos casos se llegaría al valor internacional de US$1 por litro.
Con este aumento se configura un alza posdevaluación de 84%, en línea con lo que reclamaban las petroleras, que aducían que el traslado a precios de la devaluación debía ser de entre 70% y 80%.
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