sábado, 12 de noviembre de 2016
LEBENSBORN....MÁS DEL HORROR NAZI
Los niños perfectos de Hitler! Lebensborn
Parece que no terminan de salir a la luz las historias escalofriantes detrás de la Alemania Nazi.
Lebensborn que significa “Fuente de la vida”, era un proyecto de los más secretos así como de los más terribles de los nazis, creado por Heinrich Himmler, jefe de la SS (Escuadrón de defensa Alemán), el 12 de Diciembre de 1935 y cuya meta era alcanzar los 120 millones de pobladores Nórdicos/Alemanes de raza aria (o raza pura, como ellos la referían).
El propósito era de hacerse de la mayor cantidad posible de niños de raza aria para así poder asegurar la procreación de ese género. Dos eran los métodos para tal propósito, uno era alentar a oficiales y soldados alemanes a embarazar mujeres Arias que querían tener hijos, además de asegurarse que las mujeres o esposas de los soldados dieran a luz a sus hijos en buenas condiciones de cuidado y de confort.
Se abrieron casas de ayuda, cuneros y estancias para sostener a estas mujeres junto con sus hijos. El número de estancias fue en crecimiento hasta llegar a tener 10 repartidas en países además de Alemania, como Noruega, Bélgica, Holanda, Francia y Dinamarca.
El propio Himmler se encargaba de seleccionar a las mujeres, cuyas características principales era que pudieran tener hijos rubios y de ojos azules, inclusive se investigaba su linaje desde tres generaciones atrás.
Sin embargo, para 1939, el programa no había producido los resultados que Himmler esperaba. Así que mando la orden a oficiales y soldados de conseguir hijos ilegítimos para compensar el número y según él, las bajas de alemanes por causa de la guerra. Aunque dicho mandato causó controversia los oficiales apechugaron e hicieron lo propio, incluso hasta el propio Himmler tuvo dos hijos ilegítimos.
Lebensborn accedió a conseguir madres de otras nacionalidades, sobre todo de los lugares ocupados por los alemanes, se convirtió en política que los soldados fraternizaran con las mujeres nativas del lugar donde iban con el entendido de que cualquier niño producido mediante esas uniones sería para tal efecto. A las mujeres aptas y novias de ocasión de los oficiales se les ofrecía la posibilidad de ser acogidas en una de las estancias Lebensborn para tener a sus hijos en privacidad y buenas condiciones.
El otro método, más bestial era raptar a niños con características de ser rubios y de ojos verdes o azules y “racialmente aptos” de los lugares ocupados por los alemanes. Más de 100.000 niños se cree fueron robados sólo de Polonia; unos eran huérfanos, otros, como es bien sabido porque esta documentado, eran arrancados de los brazos de sus propios padres.
Eran llevados a las estancias Lebensborn y educados bajo estricto control, enseñándoles a crecer con la creencia que sus padres no los querían o los habían abandonado, así los educaban, eran repartidos entre las familias de la SS y aquellos que rechazaban dicha educación eran golpeados y hasta transferidos a los campos de concentración para ser exterminados.
En 1942, en una villa de Praga llamada Lidice, se exterminaron a todos los habitantes del género masculino como castigo por el asesinato de un gobernante alemán. De los niños del pueblo, 91 fueron escogidos por sus características para ser “alemanizados” y el resto fue mandado a campos de concentración para su exterminio.
En Mayo de 1945, conforme los aliados avanzaron y después de la muerte de Hitler, se encontraron 300 niños entre 6 meses y 6 años de edad que fueron rescatados de las estancias Lebensborn y repatriados a sus países de origen.
Para 1946, se estimó que más de 250,000 niños habían sido raptados y mandados a la fuerza a Alemania, de esos sólo 25,000 fueron regresados a sus familias. Muchas familias alemanas se rehusaron a devolver a los niños que habían recibido de los centros Lebensborn , muchos de ellos eran ya “muy alemanes” como para encajar.
Otros por su propia voluntad prefirieron quedarse, se habían creído la historia de que pertenecían a una “raza superior”. Durante los 10 años que duró el programa, 7,500 niños Lebensborn habían nacido de Alemania, y 10,000 más de Noruega.
Y la historia no termina ahí, los niños nacidos en los centros Lebensborn de madres de origen noruego, ellos junto con sus madres, sufrieron mucho el rechazo al ser “rescatados” y enviados a Noruega.
Su pueblo los llamaba “mocosos nazis” (más tarde se emplearía el termino niño de la guerra) y a sus madres, las “putas de los alemanes”, ésta… entre muchas otras aberraciones más.
"Es el ejemplo opuesto del Holocausto", dijo Gisela Heidenreich, de 63 años, una terapeuta familiar de Bavaria cuya madre fue soltera y cuyo padre -lo descubrió tarde en su vida- fue un alto oficial de la SS. "La idea era continuar la raza aria, sean cuales fueran los medios."
Lebensborn, o la primavera de la vida, refiere a una serie de clínicas desparramadas por Alemania y países vecinos, a las que mujeres embarazadas, la mayoría solteras, fueron a dar a luz en secreto. Fueron atendidas por médicos y enfermeras empleadas por la SS, la temida unidad paramilitar del partido nazi. Una de tales clínicas está en la cima de una colina suave en Wernigerode, un pueblo remoto cercano a las montañas Harz. El edificio, abandonado hace tiempo, fue parte de un tour agridulce de regreso al hogar para las alrededor de 40 personas que concurrieron a la reunión de una asociación conocida como Rastros de Vida.
Para ser aceptadas en el Lebensborn, las mujeres embarazadas tenían que tener las características raciales adecuadas -pelo rubio y ojos azules-, demostrar que no tenían problemas genéticos y poder probar la identidad del padre, que tenía que cumplir con criterios similares. Tenían que jurar lealtad al nazismo y se las adoctrinaba con la ideología de Hitler mientras estaban internadas. Muchos de los padres eran oficiales SS que tenían sus propias familias. Heinrich Himmler, jefe de la SS, alentaba a sus hombres a procrear hijos fuera del matrimonio como manera de crear la raza alemana que dominaría el mundo. Entre 6000 y 8000 personas nacieron en estas clínicas en Alemania entre 1936 y 1945. Debido a que el programa era secreto, a la mayoría de ellas no se les dio a conocer por décadas las circunstancias de su nacimiento o la identidad de sus padres, que no estaban registradas en sus certificados de nacimiento. Algunas personas aún no saben la verdad.
Recién en los últimos 20 años, al comenzar a derrumbarse los muros de silencio, los investigadores han podido documentar el programa Lebensborn. Han acabado con algunos mitos purulentos: que estas clínicas eran burdeles nazis, poblados de procreadoras de cabellos rubios dispuestas a aparearse con hombres de la SS.
"Los niños fueron concebidos del modo usual: amoríos, encuentros de una vez, etcétera" dijo Dorothee Schmitz-Köster, que ha escrito un libro sobre Lebensborn. "El aborto no era legal en Alemania entonces y, en muchos casos, las mujeres no querían conservar los bebés."
Algunas de las madres los dieron en adopción a familias de los SS. Otras criaron a sus hijos solas, diciéndoles que sus padres habían muerto en la guerra. Habiendo dado a luz bebés ilegítimos en un ambiente fervientemente nazi, las madres enfrentaban un estigma doble en la Alemania de posguerra.
Muchas vivieron sus vidas en un terrible silencio, dicen sus hijos. Algunas tuvieron problemas psicológicos o se volvieron alcohólicas. Para los niños, descubrir la verdad fue igualmente traumático. Weber, profesor de escritura creativa en Berlín, aún trata de asimilar el golpe que significó descubrir sus raíces no hace mucho tiempo. Algunos indicios aportados por miembros de su familia y su propia investigación lo llevaron a descubrir la verdad. Entre sus descubrimientos más desagradables: Himmler fue su padrino.
"La mayoría creció sabiendo que tenía un secreto", dijo Schmitz-Köster. "Sentían ira hacia sus madres, porque se les había mentido o se los había abandonado. Algunos sentían vergüenza. También hay un pequeño número de personas que se sienten orgullosas de ser hijos del programa Lebensborn. Se sienten parte de una elite".
Para los niños del programa Lebensborn nacidos fuera de Alemania la vida fue aún más dura. En la Noruega ocupada por los nazis, por ejemplo, los SS crearon una clínica porque Himmler valoraba el aspecto de los escandinavos. Esos bebés, nacidos de madres noruegas y soldados alemanes, fueron marcados como los hijos del enemigo después de la guerra y sufrieron una discriminación impiadosa. Otros niños que respondían a los estándares raciales perniciosos de Himmler fueron secuestrados a sus familias en países ocupados por los nazis y enviados a Alemania, donde fueron criados por familias nazis.
Después de la guerra, la rama de la organización Lebensborn que operaba en el Noreste de Europa fue acusada de secuestrar niños considerados racialmente valiosos para reubicarlos con familias alemanas. No obsante, de aproximadamente 10000 niños nacidos en lo que sería él área de Alemania controlada por Estados Unidos tras la guerra, en el juicio de los líderes de la organzación Lebensborn (United States of America v. Ulrich Greifelt, et al.), la corte encontró que solo 340 habían sido manejados por la Lebensborn e. V. Por tanto, los acusados fueron exculpados de los cargos de secuestro.
La corte encontró amplia evidencia de un programa de secuestro/movilización forzada de niños en el Noreste de Europa, pero indicaba que estas actividades fueron llevadas a cabo por individuos que no eran miembros de Lebensborn. Se desconoce exactamente cuántos niños fueron trasladados por Lebensborn u otras organizaciones debido a la destrucción de los archivos por parte de los miembros de las SS antes de huir del avance de las fuerzas aliadas. De la transcripción del juicio
En Noruega, la organización Lebensborn manejó aproximadamente 250 adopciones. En la mayoría de estos casos, las madres habían consentido la adopción, aunque no todas fueron informadas que sus hijos serían enviados a Alemania. El gobierno noruego trajo de regreso a todos esos niños después de la guerra, con la excepción de 80 de ellos. Los registros noruegos de la organización Lebensborn están intactos, la mayoría se encuentra depositado en el Archivo Nacional de Noruega.
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